¡Pero qué gracia me haces, Celeste...!
El agua existe, se ve, se puede meter en un recipiente y se puede analizar y luego definirla para diferenciarla de otro líquido cualquiera.
Pero ocurre que a Dios no se le ve, no se le puede coger para analizarlo y estudiarlo ni preguntarle cómo es y qué quiere.
Al Dios de la biblia, Celeste, lo definieron los hombres que escribieron la biblia. Y lo hicieron tomando como referencia al propio Hombre. Por eso ese Dios bíblico actúa como los hombres: tiene ira, clama venganza, mata indiscriminadamente a buenos y malos, se arrepiente de haber creado al hombre y lo elimina con un diluvio, endurece el corazón del faraón a ver quién puede más...etc.
Pero esto es algo que nunca vas a aceptar...Para ti la biblia la escribió Dios y por eso te la crees a pies juntillas. Pero bueno, ya te dije que, por mi parte, contestaré a todos tus escritos, ahora, desde punto de vista según mis conocimientos.