Re: Lo que la watchtower nunca le dijo sobre 1Juan 5:7
Texto copiado de Wikipedia:
Coma Joánica
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Coma Joánica (en latín, 
Comma Johanneum),  también conocida como Paréntesis Joánico, Cláusula Joánica o Apócrifo  Joánico, es la identificación dada a la cláusula añadida en algunas  versiones bíblicas en los versículos de la 
Primera epístola de Juan 5:7-8.
 El texto original (sin la Coma Joánica) corresponde a:
 7 Porque tres son los que dan testimonio: 8 el Espíritu, el agua y la sangre; y estos tres concuerdan
1. Juan 5:7-8
 
 El mismo texto con la Coma Joánica, ha sido expuesto así
 7 Porque tres son los que dan testimonio: [
en  el cielo: el Padre, el verbo, y el Espíritu Santo; y estos tres  concuerdan en uno.8 Y tres son los que dan testimonio en la tierra:] el Espíritu, el agua y la sangre; y estos tres concuerdan
1. Juan 5:7-8 con la Coma Joánica
 
 El consenso general es que la Coma Joánica es una añadidura apócrifa  introducida tardíamente en el texto de 1. Juan 5:7-8, por lo cual no  puede ser atribuida al escritor de esa epístola y por tanto no pertenece  a la Biblia. Sin embargo, un pequeño sector defiende su uso tradicional  [sin reclamar inspiración divina], porque desde su punto de vista, la  Coma Joánica sirve como apoyo para el dogma de la 
trinidad.
 La Cláusula Joánica, figura en la mayoría de las traducciones  bíblicas publicadas desde 1522 hasta la última parte del siglo XIX,  debido al uso generalizado de la tercera edición del 
Textus Receptus (TR) que fue elaborado por 
Erasmo de Rotterdam, y fue utilizado como la única fuente para la traducción en ese periodo
.
Origen de la Coma Joánica
 La Coma Joánica no era conocida durante las primeras controversias  sobre el dogma de la Trinidad que se dieron en los Siglos III y IV. De  haber sabido de aquella cláusula, aquellos tempranos defensores del  dogma de la Trinidad, tales como 
Tertuliano, 
Orígenes y 
Atanasio, ciertamente la habrían empleado. No obstante, aquella cláusula está ausente de todas sus declaraciones.
 Asimismo, la Sentencia Joánica está ausente en los manuscritos de  todas las versiones bíblicas antiguas (Siria, Copta, Armenia, Etíope,  Arabe y Eslavónica )
 El Códice Fuldensis, una copia de la Vulgata de aproximadamente el  año 546 d. C., contiene un Prólogo a los Evangelios Canónicos que parece  hacer referencia a la Coma Joánica, pero en la versión de 1 Juan omite  la Cláusula Joánica, lo que ha llevado a muchos a creer que el Prólogo  de la referencia es falso.
 Otra ausencia notable de la Coma Joánica, se halla en los escritos de  uno de los más notables y prolíficos escritores trinitarios, 
San Agustín, quien presenta un completo silencio sobre dicha cláusula.
 En el Siglo VIII, la añadidura apócrifa aparece en idioma latín,  inmerso en las copias de la Vulgata (Versión oficial de la Iglesia  Católica Romana).
 La primera mención de la Coma Joánica en idioma griego es la versión (latina) de las actas del concilio de Letrán en 1215.
 Sólo hasta el Siglo XVI, La Coma Joánica aparece en manuscritos bíblicos en idioma griego.
 los versículos 7 y 8...  constituyen, sin duda alguna, una glosa marginal, que algún escriba poco  escrupuloso intercaló en el texto, al pensar que era buena oportunidad  para fundamentar el dogma trinitario. Dichas frases faltan en todos los  manuscritos griegos de la antigüedad y aun en las primeras versiones  latinas, pero fue introducido en la Vulgata y pasó al Texto Recibido. La  interpolación rompe totalmente el hilo de la argumentación de Juan.
Comentario Bíblico de Matthew Henry, Traducido y Adaptado al Castellano por Francisco Lacueva. Editorial Clie. p. 1897
 
  Evidencia manuscrita
 La posición sobre 1. Juan 5:7-8 del Nuevo Testamento Griego de  Nestle-Aland (NA27) y de las Sociedades de la Biblia Unidas (UBS4)  provienen de tres variantes. Las Sociedades Bíblicas Unidas reflejan su  preferencia por la primera variante {A}, significando que es "casi  cierto" que refleje el texto original. La segunda variante es una  versión griega más larga, encontrada en sólo cuatro manuscritos, pero  también en los márgenes de otros tres y en algunas lecturas minoritarias  de leccionarios. Todos los demás centenares de manuscritos griegos que  contienen a 1. Juan, apoyan a la primera variante. La tercera variante  sólo se encuentra en latín, en una clase de manuscritos de La Vulgata y  en tres trabajos patrísticos. Las otras dos vertientes de la Vulgata  omiten la Coma, así como también más de un docena de los llamados Padres  de la Iglesia que citan aquellos versos. La variante latina es  considerada una glosa trinitaria explicativa, proveniente de la segunda  variante griega.
 
Sin La Coma Joánica. μαρτυροῦντες, τὸ πνεῦμα καὶ τὸ ὕδωρ καὶ  τὸ αἷμα. [... testigos, El Espíritu y el agua y la sangre]. Evidenciada  en: Códice Sinaítico, Códice Alejandrino, Códice Vaticano; en otros  códices Unciales 048, 049, 056, 0142; en los textos con Minúsculas 33,  81, 88, 104, y otros minúsculos como el Texto Bizantino Mayoritario; la  mayoría de Leccionarios, en particular el menologion o Leccionario 598;  en latín antiguo (códice Vercellensis IV y Schlettstadtensis VII/VIII),  Vulgata (John Wordsworth and Henry Julian White edition and the  Stuttgart), Siriaca, Coptica (Sahidica y Bohairica), y otras  traducciones; Ireneo (fallecido en 202), Clemente de Alejandría  (fallecido en 215), Tertuliano (fallecido en 220), Hipólito de Roma  (fallecido en 235), Orígenes (fallecido en 254), Cipriano (fallecido en  258), y otras citas de los llamados Padres de la Iglesia.
 
La Coma en Griego. No se encuentra en ningún leccionario. Se  evidencia en el Minúsculo 61 (Códice Montfortiano, c. 1520), 629 (Códice  Ottoboniano, Siglo 14/15), 918 (Siglo 16), 2318 (Siglo 18).
 
La Coma a los Márgenes de Manuscritos en Griego. Se evidencia  al margen del Minúsculo 88 (Códice Regis, del Siglo 11 con la escritura  marginal de el siglo 16t), 221 (del Siglo 10 con la nota al margen de  los siglos 15 o 16), 429 (del Siglo 14, con la nota al margen del Siglo  16), 636 (Siglo 16); algunas variantes minoritarias escritas en  leccionarios.
 
La Coma en Latín. testimonium dicunt [o dant] in terra,  spiritus [o: spiritus et] aqua et sanguis, et hi tres unum sunt in  Christo Iesu. 8 et tres sunt, qui testimonium dicunt in caelo, pater  verbum et spiritus. [... dan testimonio en la tierra, Espíritu, agua y  sangre, y estos tres son uno en Cristo Jesús. 8 y tres que dan  testimonio en el cielo, son el Padre, la Palabra y el Espíritu]. Toda la  evidencia de las citas de los siguientes Padres: Clemente en la edición  traducida de la Vulgata; cita Seudo Augustina en Speculum Peccatoris  (V), también (con alguna variación) Prisciliano (fallecido en 385),  Liber Apologeticus y Fulgentius de Ruspe (fallecido en 527) respondiendo  contra los Arrianos.
 
 Erasmo y el Textus Receptus
 En el siglo XVI, La figura central en la historia de la Coma Joánica fue el humanista 
Erasmo de Rotterdam.  Erasmo estuvo trabajando durante años en el proyecto de compilar los  textos griegos y latinos del Nuevo Testamento. En 1512, comenzó su  trabajo para la compilación del Nuevo Testamento en latín. Recogió todos  los manuscritos de la Vulgata que pudo encontrar para crear una edición  crítica.
 En 1516, fue publicada una segunda edición que contenía la  compilación del Nuevo Testamento Latino y Griego. Esta segunda edición,  eventualmente se convirtió en una importante fuente para la traducción  de la Biblia al idioma Alemán, efectuada por 
Martín Lutero.
 La Coma Joánica no apareció en las dos primeras versiones del Textus  Receptus. Esta sólo se introdujo hasta la tercera edición publicada en  1522. Su aparición en la tercera edición, ha sido explicada como el  resultado de la presión que la Iglesia Católica Romana impuso sobre  Erasmo.
 Inicialmente, Erasmo había respondido a las críticas del Catolicismo  Romano, argumentando que él no había podido encontrar dicha cláusula en  ningún manuscrito griego, pero que la añadiría en una futura edición si  esta cláusula aparecía, así fuera en un solo manuscrito griego. Entonces  dicho manuscrito fue elaborado en ese mismo momento por un franciscano,  aunque se reclamó que poseía mayor antigüedad, y Erasmo, fiel a su  palabra, agregó la Coma en su edición de 1522, pero colocó una larga  nota a pie de página en la que exponía su sospecha de que el manuscrito  había sido preparado expresamente para engañarlo.
 Todo esto se hizo para  engañar a Erasmo (Debemos tener en cuenta que por ese tiempo los  criterios arqueológicos se encontraban todavía en una etapa primitiva)  ¡El tal manuscrito resultó ser del siglo XVI! Es decir del mismo siglo  en que vivió Erasmo. ¡Ese manuscrito fue elaborado más de 1400 años  después de los manuscritos originales!
 
 Esta tercera edición se convirtió en la principal fuente de traducción de la versión de 
Casiodoro de Reina y 
Cipriano de Valera,  con lo que la Coma Joánica fue fijada en aquella célebre versión  bíblica en idioma español. De igual forma, esa tercera edición, sirvió  de base para la traducción a los más importantes idiomas de Europa, y  por eso las versiones bíblicas elaboradas durante los Siglos XVI al XIX  llegaron a poseer la Coma Joánica.
 
Crítica moderna
 Versiones modernas de la Santa Escritura, han tomado diferentes  posiciones acerca de la Coma Joánica. Algunas la han dejado en letra  cursiva para reflejar su controvertida autenticidad. Otras la han  omitido por completo por considerarla una añadidura apócrifa, o la han  relegado a una nota a pie de página, explicando las dudas sobre su  veracidad.
 Se presentan ejemplos de versiones modernas en idioma español, que omiten la Coma Joánica.
 
La Biblia Textual, Sociedad Bíblica Iberoamericana: 7 Porque tres son los que dan testimonio: 8 el Espíritu, el agua y la sangre; y estos tres concuerdan.
 
Nueva Versión Internacional: 7 Tres son los que dan testimonio, 8 y los tres están de acuerdo: el Espíritu, el agua y la sangre.
 
Biblia Latinoamericana: 7 Tres son, pues, los que dan testimonio: 8 el Espíritu, el agua y la sangre, y los tres coinciden en lo mismo.
 
Biblia de Jerusalén: 7. Pues tres son los que dan testimonio: 8 el Espíritu, el agua y la sangre, y los tres convienen en lo mismo.
 
Nacar-Colunga: 7 Porque tres son los que testifican, el Espíritu, el agua y la sangre, y los tres se reducen a uno solo. 8 (TEXTO OMITIDO)
 
Dios Habla Hoy: 7 Tres son los testigos: 8 el Espíritu, el agua y la sangre.
 
Palabra de Dios para Todos: 7 Hay tres testigos: 8 el Espíritu, el agua y la sangre, y los tres están de acuerdo en su testimonio.
 
Peshita en Español (Programa E-Sword): 7 Y el espíritu da  testimonio, porque el espíritu es la verdad. 8 Y tres son los testigos:  el espíritu, el agua y la sangre, y los tres concuerdan.
 
Biblia en Lenguaje Sencillo: 7 Son tres los que nos enseñan  que esto es verdad: 8 el Espíritu de Dios, el agua del bautismo, y la  sangre que derramó Jesús al morir en la cruz. Y las tres dicen lo mismo.
 
Castillian: 7 Sabemos que Jesucristo vino al mundo por medio  de agua y de sangre: no solo por medio del agua, sino por el agua y por  la sangre vertida en la cruz. De esto da testimonio el Espíritu Santo,  que es la verdad misma, y de ese modo los testigos son tres. 8 que  concuerdan entre sí: el Espíritu Santo, el agua y la sangre.
 
Interlineal Griego-Español (Programa E-Sword): 7 οτι (porque)  τρεις (tres) εισιν (son) οι (los) μαρτυρουντες (dando testimonio) 8 το  (el) πνευμα (espíritu) και 

 το (el) υδωρ (agua) και 

 το (la) αιμα  (sangre) και 

 οι (los) τρεις (tres) εις (hacia dentro) το (el) εν  (uno) εισιν (son)
 
Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras: 7 Porque hay tres que dan testimonio: 8 el espíritu y el agua y la sangre, y los tres están de acuerdo.
 
Evidencia interna
 Las diferentes corrientes teológicas dentro de la cristiandad están  de acuerdo en que uno de los mensajes principales del capítulo 5 de la  Primera Epístola Universal del Apóstol Juan, es que Jesús es el Cristo,  el Hijo de Dios.
 “Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios…”
1. Juan 5:1
 
 “¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?”
1. Juan 5:5
 
 “Si recibimos el testimonio  de los hombres, mayor es el testimonio de Dios; porque este es el  testimonio con que Dios ha testificado acerca de su Hijo.””
1. Juan 5:9
 
 Así, inmerso dentro de ese contexto, lo que transmite 1. Juan 5:7-8,  es que los creyentes tienen un testimonio triple de que Jesús es el Hijo  de Dios, y ese testimonio ha sido dado (1) por el Espíritu Santo, (2)  por el testimonio que fue dado en el bautismo de Cristo (o testimonio  del agua) y (3) por el testimonio que fue dado cuando Jesús derramó su  sangre en la cruz (o testimonio de la sangre).
 De la victoria por la fe en  el Hijo de Dios, pasa Juan ahora a describir las credenciales que nos  atestiguan la verdad sobre la persona y la obra de Jesucristo. Tenemos  en los versículos: 1) Lo testificado (v. 6a); 2) Los testificantes (vv.  6b-8); 3) La garantía del testimonio (vv. 9, 10); y 4) La consecuencia  de la aceptación del testimonio (vv. 11, 12). La primera parte del  versículo 6, donde se halla el contenido de lo que Juan testifica, no se  puede entender si no se recuerda la enseñanza de los gnósticos sobre la  persona y la obra de Cristo. Según ellos, el Cristo celestial vino  sobre el Hombre-Jesús después de ser este bautizado en el Jordán, y le  abandonó antes de que padeciera la muerte en la Cruz. A esto resonde  Juan: (A) "Este es el que vino a través de agua y sangre, Jesucristo"  (lit.) Es decir, Jesús era ya el Cristo antes de ser bautizado, pues el  Cristo vino a través de agua, siguió siendo el Cristo cuando murió en la  Cruz, pues pasó a través de sangre. (B) Insiste en la segunda frase del  mismo versículo 6, en que no sólo (vino) en el agua (del bautismo),  sino en el agua (del bautismo) y en la sangre (de la Cruz). Viene a  decir en estas frases que el Cristo (¡El Mesías!) se hallaba ya en el  agua del Jordán, cuando Jesús estaba siendo bautizado, y en la sangre de  su sacrificio, cuando fue crucificado.
Comentario Bíblico de Matthew Henry, Traducido y Adaptado al Castellano por Francisco Lacueva. Editorial Clie. p. 1897
 
 En realidad la añadidura no tiene ninguna buena razón para estar  presente en el capítulo 5 de 1. Juan, pues simplemente rompe el sentido  del contexto.