AMAR, AMOR
A. Verbos
1. agapao (ἀγαπάω, 25) y el correspondiente nombre agape (B, Nº 1 más abajo) constituyen «la palabra característica del cristianismo, y ya que el Espíritu de la revelación la ha usado para expresar ideas previamente desconocidas, la investigación de las formas en que se utiliza, tanto en la literatura helénica como en la LXX, arroja más bien poca luz sobre su significado distintivo en el NT. Cf., sin embargo, Lv 19.18; Dt 6.5.
»Agape y agapao se usan en el NT: (a) para describir la actitud de Dios hacia su Hijo (Jn 17.26); hacia la raza humana, en general (Jn 3.16; Ro 5.8); y hacia aquellos que creen en el Señor Jesucristo, en particular (Jn 14.21); (b) para expresar su voluntad a sus hijos con respecto a la actitud que tienen que mostrarse mutuamente (Jn 13.34), y hacia todos los hombres (1 Ts 3.12; 1 Co 16.14; 2 P 1.7); (c) para expresar la naturaleza esencial de Dios (1 Jn 4.8).
»El amor solo puede conocerse a base de las acciones que provoca. El amor de Dios se ve en la dádiva de su Hijo (1 Jn 4.9, 10). Pero es evidente que no se trata de un amor basado en la complacencia, ni afecto, esto es, no fue causado por ninguna excelencia en sus objetos (Ro 5.8). Se trató de un ejercicio de la voluntad divina en una elección deliberada, hecha sin otra causa que aquella que proviene de la naturaleza del mismo Dios (cf. Dt 7.7, 8).
»El amor tuvo su perfecta expresión entre los hombres en el Señor Jesucristo (1 Co 5.14; Ef 2.4; 3.19;5.2); el amor cristiano es el fruto de su Espíritu en el cristiano (Gl 5.22). »El amor cristiano tiene a Dios como su principal objeto, y se expresa ante todo en una implícita obediencia a sus mandamientos (Jn 14.15, 21,23; 15.10; 1 Jn 2.5; 5.3; 2 Jn 6). La propia voluntad, esto es, complacer los propios deseos, es la negación del amor debido a Dios.
»El amor cristiano, sea que se ejercite hacia los hermanos, o hacia hombres en general, no es un impulso que provenga de los sentimientos, no siempre concuerda con la general inclinación de los sentimientos, ni se derrama solo sobre aquellos con los que se descubre una cierta afinidad. El amor busca
el bien de todos (Ro 15.2), y no busca el mal de nadie (13.8-10); el amor busca la oportunidad de hacer el bien a «todos, y mayormente a los de la familia de la fe» (Gl 6.10). Véanse además 1 Co 13 y Col 3.12-14. (De Notes on Thessalonians por Hogg y Vine, p. 105.)
Con respecto a agapao cuando se usa de Dios, expresa el profundo y constante amor e interés de un ser perfecto hacia objetos totalmente indignos de este amor, produciendo y promoviendo en ellos un amor
reverente hacia el dador, y un amor práctico hacia aquellos que participan del mismo, y un deseo de ayudar a otros a que busquen al dador. Véase AMADO.
2. fileo (φιλέω, 5368) se debe distinguir de agapao en que fileo denota más bien un afecto entrañable. Las dos palabras se usan del amor del Padre hacia el Hijo (Jn 3.35, Nº 1; y 5.20, Nº 2); hacia el creyente (14.21, Nº 1; y 16.27, Nº 2); ambos, del amor de Cristo hacia un cierto discípulo (13.23, Nº 1; y 20.2, Nº 2). Pero permanece la distinción entre los dos verbos, y nunca se usan indiscriminadamente en el mismo pasaje; si cada uno de ellos se usa con referencia a los mismos objetos, como se acaba de mencionar, cada palabra retiene su carácter esencial y distintivo.
Fileo nunca se usa en ningún mandato a que los hombres amen a Dios; se lo usa, sin embargo, como advertencia en 1 Co 16.22; en lugar de ello se usa agapao (p.ej., Mt 22.37; Lc 10.27; Ro 8.28; 1 Co 8.3; 1 P 1.8; 1 Jn 4.21). La distinción entre los dos verbos aparece de una manera conspicua en la narración de Jn 21.15-17. El mismo contexto indica que agapao sugiere en las dos primeras preguntas el amor que es capaz de valorar y estimar (cf. Ap 12.11). Este es un amor desprendido, dispuesto a servir. El uso de fileo
en las respuestas de Pedro y en la última pregunta del Señor comporta el pensamiento de valorar al objeto por encima de cualquier otra cosa, de manifestar un afecto caracterizado por la constancia, motivado por la más alta veneración. Véase también Trench, SYNONYMS, xii.
Además, amar (fileo) la vida, a base de un deseo indebido de preservarla, con olvido del verdadero propósito de vivir, se encuentra con la reprobación del Señor (Jn 12.25). Al contrario, amar la vida (agapao) tal como se usa en 1 P 3.10, significa considerar el verdadero motivo de vivir. Aquí, la palabra fileo sería totalmente inapropiada.
Notas: El verbo epipotheo, desear, se traduce «os amo» en la RV y RVR en Flp 1.8 («tengo deseos», VHA; «ardiente afecto», VM). Véanse ANHELAR, DESEAR. (2) Filadelfos aparece en 1 P 3.8, traducido como «amándoos fraternalmente».¶ (3) Filandros aparece en Tit 2.4 «amar a sus maridos», lit.: ser amantes de sus maridos. (4) Filoteknos, «amar a sus hijos», lit.: amantes de hijos, aparece solamente en Tit 2.4.