Re: Las 70 semanas
Y yo fui muy claro en que la bestia surgida del mar en Apocalipsis 13 tiene elementos comunes con TODAS las bestias de Daniel 7, y, por lo tanto, NO ES NINGUNA DE ELLAS, y, por lo mismo, tampoco es igual que el cuerno pequeño.
Para usted es claro, pero la cuarta bestia de Daniel 7 y su cuerno pequeños son sin duda la bestia de Apocalipsis 13, que usted no lo admita no desmiente la verazidad del mismo.
Le pregunto:
¿Como era la bestia de Daniel 7...?
Otra locura adventista. Dame una buena razón por la que la segunda bestia de Apocalipsis 13 deba ser EE. UU. y no, digamos, Australia.
Las pruebas son bien claras, Martínez, de que a usted no le guste eso es otra cosa.
No, Cajiga. Vuestro problema no es que no penséis como nosotros, sino que os imagináis que proclamáis enseñanzas bíblicas cuando lo único que hacéis es prostituir la Biblia y falsificar la historia. Una vez demostrada vuestra falsía, vuestra insistencia en el error merece un aplstamiento personal vuestro. Es lo que hay. Los falsos maestros deben ser desenmascarados como lo que son.
Negativo, estamos estudiando cosas que no dan a salvación y sin embargo usted está algo furioso, sin causa, pues estos temas no son de salvación sino de alerta, si a usted no le gusta, no importa, pero sus argumentaciones deben ser entonces mas contundentes que las nuestras. Debe notar que los únicos que aportan aquí son los adventistas y los ex-adventistas, lamentablemente nadie mas, vuelvo y le recalco que no es necesario ensuciar nuestros nombres con vana palabrería.
¿Que no puedo evitar qué? He aniquiado por completo todos vuestros argumentos. Daniel no presenta a Roma en ningún papel protagonista. El Apocalipsis sí, pero no habla del papado.
Hermano Rancaño, Daniel habla expesíficamente de Roma y el mismo Jesus lo afirma (Mat 24:15) prue3ba que usted no ha podido sobre llevar, ya que es inegable.
Límpiate la baba cuando digas este tipo de idioteces.
Hermano, no es necesario, muchos no quieren verlo hablando así, y de hecho tendrxía mas peso sus argumentaciones de no hablar así.
A ver, Cajiga, a ti que se te llena la boca de tales memeces, preséntanos lo que dice la Biblia sobre el otoño de 457 a.C. (esa fecha en la que se supone que se promulgó un decreto para reedificar Jerusalén). Preséntanos una prueba histórica de que Jesús fue bautizado en el otoño de 27 d.C. Preséntanos una prueba histórica de que Jesús fuese crucificado en la primavera de 31 d.C. Preséntanos una prueba histórica de que Esteban fuese apedreado en 34 d.C. Explícanos cómo la destrucción de Jerusalén de 70 d.C. puede estar incluida en unas hebdómadas que, supuestamente, acaban con el cuentecito de Esteban. Explícanos quién es el que quita el sacrificio y la ofrenda, a la luz de Dan. 11:31. Explícanos tu increíble metedura de pata acerca de esos cuernos supuestamente póstumos de la cuarta bestia de Daniel 7. ¡Qué! Ni flores, ¿verdad? Guárdate tu "verdad presente" para ti. Es basura. Nadie la quiere ni la necesita.
"Como de treinta años".-El texto griego de Lucas dice: "Jesús mismo estaba comenzando como de años treinta" (Luc. 3: 23). Por lo general esta declaración se ha interpretado en el sentido de que la edad de Jesús al comenzar su ministerio era de unos treinta años; así lo traduce la RVR (ver en Hech. 1:22 la forma como Lucas emplea una construcción similar). Es verdad que si Jesús hubiera nacido, a más tardar, en el año 4 a. C., habría cumplido su 30º año en el 27 d.C. Pero además de la incertidumbre en cuanto al método bíblico exacto para computar las edades, la palabra griega hÇséi, "como", "aproximadamente", indica aquí un número redondo. Sin duda Jesús tendría "como treinta" años con un margen, por lo menos, de un año o dos, ya sea de menos o de más. Si Lucas, que nos proporciona una narración más detallada que los otros autores evangélicos, hubiera sabido exactamente la edad de Jesús, difícilmente se habría conformado con las vagas palabras "como de treinta años". No es preciso saber la fecha exacta del nacimiento de Jesús, ni su edad exacta cuando fue bautizado para determinar con aproximación la fecha del comienzo de su ministerio. Se ha sugerido que Lucas quería indicar que Jesús tenía al menos treinta años, es decir, la edad cuando podía considerarse que estaba listo para comenzar una vida de liderazgo (ver com. Luc. 3: 23).
Los cuarenta y seis años del templo.-
Algunos han intentado deducir la fecha del ministerio de Cristo de la declaración donde se afirma que el templo había estado en construcción por 46 años (Juan 2: 20). Esa no fue la afirmación cronológica premeditada de un historiador, escrita luego de consultar los registros históricos. Era parte de una réplica oral. El que hablaba no tenía la intención de narrar un hecho histórico, sino burlarse de las supuestas pretensiones de Jesús de que podía reconstruir el templo en tres días. Quizá el número era exacto, o tal vez era una aproximación. Además, no se indica ningún punto de partida ni de terminación. Por lo tanto, no debe tomarse esta afirmación como un dato cronológico exacto para calcular una fecha.
Sin embargo, puede considerarse que el período de 46 años desde el momento cuando se comenzó a construir el templo de Herodes es relativamente correcto. Josefo afirma que el templo se comenzó a construir en el año 18 del reinado de Herodes (Antigüedades xv. 11.1). En otro pasaje dice que se comenzó la construcción en el año 15 (Guerra i. 21.1). Algunos consideran que estas dos fechas representan el mismo año computado desde dos puntos de partida (desde que fue designado como rey por los romanos en el 40 a. C., y desde el momento cuando comenzó su gobierno de Judea en 37 a. C.). Por otra parte, hay quienes consideran que en Antigüedades se corrige un dato equivocado que se había dado en Guerra. Otros sugieren que Herodes quizá comenzó los preparativos para construir el templo tres años antes de comenzar la construcción, o que los 46 años deben contarse a partir del final de la primera etapa de la construcción, cuando se celebró con una gran fiesta la terminación del edificio del templo, sin los atrios ni los edificios adyacentes (Antigüedades xv. 11. 6). 234 Si se parte del año 15 del reinado de Herodes, el 23/22 a. C., el intervalo para llegar al año 15 de Tiberio, según el cómputo más corto, es de 49 años. Pero si se empieza a contar desde que comenzó la construcción en el año 18, el 20/19 a. C. (quizá en enero del 19 a. C., puesto que el primer año y medio de construcción acabó en pleno verano con la celebración en el día del aniversario de la entronización de Herodes), entonces los 46 años terminarían en el 28 d. C. Y fue unos meses más tarde, en la pascua de ese año, según la interpretación más anticipada que se puede dar al año 15 de Tiberio, cuando se hizo la declaración relativa a los 46 años de construcción. En vista de que no se tiene un punto de partida exacto y de que se trata de un comentario casual, evidentemente no puede afirmarse que esta declaración de los 46 años establezca una fecha definida.
La declaración cronológica de Lucas, cuyo propósito evidente era el de ubicar el comienzo del ministerio de Cristo, es mucho más específica y detallada. En los siguientes párrafos se tratará este tema.
La fecha dada por Lucas.-El mismo capítulo que contiene la frase "como de treinta años" (Luc. 3: 23), contiene la única mención de un año de reinado específico de todo el NT. Juan el Bautista "fue por toda la región contigua al Jordán, predicando" poco antes del bautismo de Jesús en "el año decimoquinto... de Tiberio César" (Luc. 3: 3, 1). Lucas también ubica este suceso durante el gobierno de Poncio Pilato (26-36 d. C.), de Herodes Antipas (4 a. C.- 39 d. C.), de Felipe (4 a. C. 33/34 d. C.) y Lisanias (cuyas fechas se desconocen, pero que ejerció el poder por ese tiempo), y de los sacerdocios de Anás (c. 6-14 d. C.) y de Caifás (c. 18-36 d. C.).* Esta combinación de fechas ubica el bautismo relatado por Lucas entre los años 26 y 34 d. C. (ver p. 218, diagrama 3). Pero sólo el 15º año de Tiberio César puede situarlo en un determinado año.
"El año decimoquinto del imperio de Tiberio César".-La identificación de este año de reinado depende del método empleado por Lucas para fijar los años de reinado, pues los diversos pueblos sujetos a Roma computaban los años según sus propios calendarios y no por un calendario oficial. Tiberio, como antes Augusto, legalmente fue princeps (Gr. h'gemÇn) e imperator, y nunca rey. El "año quince del imperio" (h'gemonía) no era una manera romana de expresar la fecha. Los romanos probablemente habrían designado ese mismo año como el 29 (ó 30) del poder tribunicio de Tiberio, o como un año consular (ver p. 227) La expresión empleada por Lucas era de origen oriental, común en las provincias que antes habían computado sus fechas según los años de reinado de sus reyes y soberanos, cada uno de acuerdo a su propio calendario (ver pp. 226-229, 235). ¿Cuál calendario empleó Lucas? ¿Computó como el 1er. año de Tiberio el año en que fue entronizado como rey, o se refirió al primer año completo de calendario que comenzó en el siguiente día de año nuevo? ¿Contó los años de reinado como si hubieran comenzado después de la muerte de Augusto, o a partir de una corregencia que había comenzado antes? Todo esto debe saberse para determinar con exactitud a qué fecha se refería Lucas cuando habló del año "decimoquinto". Desafortunadamente, no tenemos una respuesta para estas preguntas. Las comprobaciones que existen sólo pueden, en el mejor de los casos, dar una respuesta bastante aproximada pero no definitiva.
Corregencia de Tiberio con Augusto.
Algunos eruditos han procurado computar 235 el año 15 de Tiberio, tal como lo da Lucas, a partir de varias fechas antes de la muerte de Augusto. Es bien conocido el hecho de que Tiberio ocupó numerosos y elevados puestos en la administración romana, tanto civil como militar, mientras Augusto aún vivía. En el año 6 a. C. fue investido con el poder tribunicio, durante cinco años, juntamente con Augusto. En el año 4 d. C. fue adoptado como hijo y heredero de Augusto y se le dio el poder tribunicio por diez años (27 de junio del 4 d. C.), poder que fue renovado en el año 13 d. C. quizá por otros diez años. Para asegurar la sucesión, Augusto lo nombró como corregente en la administración de las provincias. Escribe un autor de la época: "Por pedido de su padre de que tuviera en todas las provincias y todos los ejércitos un poder igual al suyo, el senado y el pueblo romano así lo decretaron" (Velleio Patérculo, ii. 121. 1-2). La dificultad se halla en que no hay acuerdo en cuanto a la fecha del comienzo de esa corregencia: si comenzó en el año 11, 12 ó 13 d. C. Si como algunos argumentan, la palabra "imperio" (h'gemonía) que usa Lucas se refiere a la corregencia de Tiberio y no a su reinado como rey único, entonces no puede encontrarse una prueba que confirme esta interpretación.* Por otra parte, hay muchos indicios de que ni Tiberio ni nadie más comenzó a contar los años de su reinado antes de la muerte de Augusto.
Entronización de Tiberio.-
Augusto murió en Nola, Campania, Italia, el 19 de agosto, durante el consulado de Sexto Pompeyo y Sexto Apuleio, en el año 44 de la batalla de Accio (Dio Cassio lvi. 29. 2; 30. 5). Este es indiscutiblemente el año 14 d. C. Tiberio, que estaba de viaje, fue llamado con toda premura para que volviera al lecho de muerte de su padre. Tiberio anunció la muerte del emperador, y como ya había sido por un año o más el comandante de los ejércitos y corregente en las provincias, parece que fue aceptado sin vacilación por los provincianos. Pero en Italia su gobierno fue sólo provisional, pues en Roma no había una monarquía hereditaria, y para los romanos ni siquiera era una monarquía. Parece que Tiberio aceptó no de muy buena gana los títulos y poderes del fallecido emperador (ver Velleio Patérculo ii. 123. 1-2; 124. 2-3; Suetonio, Vidas de los Césares, "Tiberio" iii. 23. 1; 24. 1-2; Tácito, Anales, i. 5. 7; Dio Cassio lvii. 2. 1-4; 3. 1; 7. 1).
En la parte oriental del imperio, donde se acostumbraba contar las fechas según el año de reinado del monarca, todos los documentos habrían comenzado a fecharse en el reinado de Tiberio en cuanto se hubiera recibido la noticia de su entronización. El número del año cambiaba al siguiente día de año nuevo según cada calendario local: en Egipto el 1.º de Thoth, 29 ó 30 de agosto; en la isla de Chipre, en septiembre; en Antioquía de Siria, el 1.º de Tisri, la luna nueva de octubre (a menos que para ese tiempo el mes semítico de Tisri ya hubiera sido cambiado para hacerlo coincidir con el mes juliano de octubre, lo que con seguridad ocurrió posteriormente). La pregunta es: ¿el año 1 o el 2 de Tiberio fue el que comenzó en el siguiente día de año nuevo después de que ocupó el trono?
¿Cuál fue el primer año de Tiberio?-
Ya se ha explicado que al emplearse el método del año ascensional para computar los años de reinado, el resto del año calendario durante el cual comenzaba un nuevo reinado era el año ascensional, y que el año primero del reinado comenzaba sólo en el siguiente día de año nuevo 236 después de que el rey ascendía al trono. Según el sistema de cómputo sin año ascensional, el primer año del reinado era el año durante el cual el nuevo rey ocupaba el trono, y el año de reinado que se iniciaba en el siguiente día de año nuevo era el año segundo (ver p. 228). Este segundo sistema, sin año ascensional, aparece en varios documentos como método común de computar los años de reinado en el Cercano Oriente durante la primera parte de su dominación por el Imperio Romano.
Esta evidencia indicaría que en el Cercano Oriente en general , el primer año de Tiberio y comenzó su segundo año en algún momento entre fines de agosto y octubre de 14 d.C., si no existieran evidencias directas de que en Egipto, Chipre, y quizá Siria, el primer año de Tiberio comenzó con el año nuevo del otoño (septiembre-octubre) de 14 d. C. (por lo cual el año 15 de su reinado sería el 28/29 d. C.).
Estas informaciones para el reinado de Tiberio son excepcionales, pues la numeración de los años está atrasada en un año porque la ascensión ocurrió tan tarde (19 de agosto) como para que en las zonas distantes no se enteraran de ella hasta después del año nuevo. En vista de que los diversos pueblos orientales empleaban distintos calendarios, debe determinarse cuál método usó Lucas para fijar la fecha en base a lo que se hacía en su país y no en lo que se practicaba en otros. 237
Cómputo judío del reinado de Tiberio.-Todo lo que se ha dicho deja aún sin contestar la pregunta clave: ¿Computaban los judíos como el año primero de Tiberio ese corto intervalo que comenzó en algún momento posterior al 19 de agosto, y terminó en el siguiente día de año nuevo judío (octubre del 14 d. C.), o consideraban que su primer año había comenzado con ese mismo día de año nuevo en 14 d. C.? Desgraciadamente no se conoce ninguna inscripción ni moneda de Palestina que pueda probar ni lo uno ni lo otro.* Sin embargo, la literatura judía del siglo I habla de la costumbre judía en cuanto a esto. Josefo indica, sin lugar a duda, que los reinados de Herodes el Grande y de sus hijos fueron computados sin año ascensional (ver p. 229, nota 2; p. 218, diagrama 4).
Además, siendo que Josefo manifiesta que la tradición rabínica referente al cómputo de los años de reinado de los reyes judíos (ver nota 2) también se aplica en el siglo I d. C., es razonable esperar que la otra parte de la misma tradición también es válida; esto es, que los judíos computaban el reinado de los reyes extranjeros según el año que comenzaba el 1.º de Tisri. Si así fue, es de esperar que Lucas contara los años de Tiberio, gobernante romano, a partir del 1.º de Tisri, y que su 2.º año comenzara el primer día de año nuevo de su reinado, es decir el 1.º de Tisri del año 14 d. C. Puesto que la fecha de Tisri a mediados de octubre permitiría ampliamente que se hubiera conocido en Palestina la noticia de la muerte de Augusto ocurrida el 19 de agosto, antes del 1.º de Tisri, difícilmente podría suponerse que los judíos, al igual que los egipcios, comenzaran a computar el año 1.º de Tiberio sólo después de su día de año nuevo en 14 d. C.
Por lo tanto, si Lucas empleó el método normal de los judíos para computar las 238 fechas, lo que parece sumamente probable,* es de esperar que el año 15 de Tiberio fuera el año civil judío, de otoño a otoño del hemisferio norte de 27/28 d. C. No hay prueba de esto por evidencias directas de la época, pero por lo que se sabe de la costumbre judía, parece que es la solución más probable.
Fecha del bautismo de Jesús.
Si Luc. 3: 1 se refiere al año 27/28 d. C. como el año cuando Juan el Bautista salió del desierto y bautizó a Jesús, hay una perfecta concordancia entre la interpretación de la cronología del ministerio de Cristo que ubica su bautismo en algún momento poco después del 1.º de Tisri, en octubre del año 27 d. C., o sea 483 años después de "la salida de la orden" en el otoño (septiembre-octubre) de 457 a. C. (ver la sección V).
Tres años y medio de ministerio de Cristo.-Siendo que los autores de los cuatro Evangelios no se preocupan por la uniformidad ni por el estricto orden cronológico, siempre han existido diferencias de interpretación en cuanto a la reconstrucción de la secuencia y la duración de los acontecimientos del ministerio de Cristo. Ninguna de las diversas Armonías de los Evangelios puede asegurar que su cronología sea perfectamente comprobable. Algunos dan al ministerio de Cristo una duración de un año; otros, dos años o más; otros, tres años y medio, y algunos hasta siete años. Este Comentario presenta un bosquejo cronológico sugerente de los relatos bíblicos, basado en las tres pascuas mencionadas por Juan en su Evangelio (Juan 2: 13; 6: 4; 12: 1) y otra fiesta no especificada (cap. 5: 1), pero que se interpreta también como una pascua; y por lo tanto le asigna al ministerio de Cristo una duración de 31/2 años (ver pp. 183, 219 y el diagrama 5), período que comienza en el otoño del año 27 d. C. y concluye en la primavera del año 31 d. C.
Las setenta semanas de Daniel.-La falta de una prueba decisiva en cuanto a la fecha exacta del comienzo del ministerio de Cristo no sólo ha originado diferentes opiniones respecto a los acontecimientos implicados, sino también ha hecho que los críticos aseguren que hay contradicciones entre los Evangelios sinópticos y Juan, y que ataquen la aplicación histórica de la profecía de las 70 semanas (Dan. 9: 24-27) a la vida de Cristo. La mayoría de los teólogos han interpretado a través de los siglos que el gran período profético que había de "sellar la visión y la profecía", señalando el tiempo del "Mesías Príncipe", llegaría hasta el primer advenimiento de Cristo; y que la crucifixión ocurriría o a la mitad o al final de la 70ª semana. La interpretación historicista más aceptada desde la Reforma es que la 70ª semana sigue inmediatamente a la 69ª, sin ningún intervalo, y que los acontecimientos profetizados que sucederían durante la 70ª semana se cumplieron en relación con la vida de Cristo. Este Comentario expone cuál era la interpretación más común durante el movimiento adventista del siglo XIX, es decir, que las 70 semanas comenzaron en el 7.º año del reinado de Artajerjes (ver com. Dan. 9: 25). Este artículo demuestra que si se coloca el bautismo de Cristo al comienzo de la 70ª semana y su crucifixión a la "mitad de la semana", se puede armonizar esta interpretación con la evidencia que existe para ubicar en el tiempo el ministerio de Cristo.
No hay dificultad en saber cuándo fue "la salida de la orden" para dar comienzo a las 70 semanas en el otoño (septiembre-octubre) del año 457 a. C. Esto ya se ha 239 tratado en tomos anteriores (ver com. Dan. 9: 25; con referencia al fijamiento de la fecha, ver t. III, pp. 103, 106-108). El lector que encuentre una posible armonía entre los acontecimientos predichos en la profecía para el fin de ese período y los datos históricos referentes a la vida de Cristo, permitirá que el valor comprobatorio del cumplimiento profético decida su preferencia en el caso de fechas que pueden interpretarse de diversas maneras, como ocurre con el comienzo del ministerio de Cristo, que puede fijarse en los años 27, 28, ó 29 d. C., o la crucifixión, en los años 30, 31 ó 33 d. C.
En resumen: no hay una prueba decisiva, ni histórica ni cronológica- como tampoco hay pruebas contrarias-, de que Jesús comenzara su ministerio a fines del año 27 d. C., o sea, al final de las 69 semanas de años, contadas a partir del año 457 a. C., o que puso fin al simbolismo de los sacrificios y las ofrendas en la cruz exactamente 31/2 años más tarde, en la primavera del año 31 d. C., quedando aún 31/2 años de la 70ª semana para completar el período de 490 años desde su punto de partida. Sin embargo, aunque uno no pueda afirmar que estas fechas están comprobadas con fuentes documentales históricas directas, se las puede aceptar como deducciones muy razonables, teniendo en cuenta las profecías. Son conclusiones que no son incompatibles con ningún hecho conocido y que armonizan con muchos hechos que se conocen debido a las investigaciones recientes.