Re: Las 70 semanas
Estimado equivocado y maldiciente Billy. Saludos cordiales.
¡Más de una estrella veremos caer!
Los hombres que han predicado la verdad con tanto celo, pueden apostatar, sin embargo ello no transforma la verdad en error. El mensaje del tercer ángel es infalible.
Tenemos el caso de D. Canright, D. Anderson, R. Sanders, Ernesto Gil, Billi Vicente, eduardo martínez rancaño, y una innumerable legión de ex adventistas que abandonaron la verdad presente. Raymond Cottrell también cayó del camino hacia la ciudad celestial, perdió de vista a Jesús.
Raymond Cottrell fue un teólogo adventista y terminó siendo un renegado. Al igual que tú. El se transformó uno de los autores más opositores de la fe que antes profesaba.
(¿Recuerdas a Himeneo, a Alejandro y a Fileto?).
Cottrell sugiere que aquella doctrina del santuario celestial no fue un simple antojo adventista, sino una instrucción divina intencional para consolar a su pueblo desilusionado.
Él lo explica así:
¿Sería posible que la doctrina tradicional del santuario fuera una suerte de cordón umbilical espiritual que Dios permitió como medio de reavivar la esperanza adventista, pero que debería ser descartada una vez que ha cumplido con su propósito?... Es posible que Dios pasara por alto este defecto en su entendimiento de Daniel 8:14 y honrara su sinceridad, en vista del hecho de la experiencia traumática del 22 de octubre de 1844, y así tuviera el efecto de reavivar la esperanza adventista? (Raymond F. Cottrell, The Sanctuary Doctrine ¿Asset or Liability?).
Así que, según Cottrell, Dios engañó a su pueblo para consolarlo. ¡A estos niveles de blasfemia llega uno cuando intenta combatir la verdad! ¡Decir que Dios engañó a su pueblo con una falsa doctrina, y que ese engaño era un premio por la sinceridad de aquellos hermanos pioneros!
Si algo estuvo claro en la Biblia es que Dios no miente (Tito 1:2). De hecho, es con la verdad y no con la mentira, como Dios consuela a su pueblo (Heb. 6:18). Por eso, el argumento de Cottrell, del cual tú te haces eco, no puede ser sino una mentira inspirada por el diablo, quien es en verdad del padre de toda mentira.
Bendiciones.
Luego todo Israel será salvo.
Estimado equivocado y maldiciente Billy. Saludos cordiales.
¡Más de una estrella veremos caer!
Los hombres que han predicado la verdad con tanto celo, pueden apostatar, sin embargo ello no transforma la verdad en error. El mensaje del tercer ángel es infalible.
Tenemos el caso de D. Canright, D. Anderson, R. Sanders, Ernesto Gil, Billi Vicente, eduardo martínez rancaño, y una innumerable legión de ex adventistas que abandonaron la verdad presente. Raymond Cottrell también cayó del camino hacia la ciudad celestial, perdió de vista a Jesús.
Raymond Cottrell fue un teólogo adventista y terminó siendo un renegado. Al igual que tú. El se transformó uno de los autores más opositores de la fe que antes profesaba.
(¿Recuerdas a Himeneo, a Alejandro y a Fileto?).
Cottrell sugiere que aquella doctrina del santuario celestial no fue un simple antojo adventista, sino una instrucción divina intencional para consolar a su pueblo desilusionado.
Él lo explica así:
¿Sería posible que la doctrina tradicional del santuario fuera una suerte de cordón umbilical espiritual que Dios permitió como medio de reavivar la esperanza adventista, pero que debería ser descartada una vez que ha cumplido con su propósito?... Es posible que Dios pasara por alto este defecto en su entendimiento de Daniel 8:14 y honrara su sinceridad, en vista del hecho de la experiencia traumática del 22 de octubre de 1844, y así tuviera el efecto de reavivar la esperanza adventista? (Raymond F. Cottrell, The Sanctuary Doctrine ¿Asset or Liability?).
Así que, según Cottrell, Dios engañó a su pueblo para consolarlo. ¡A estos niveles de blasfemia llega uno cuando intenta combatir la verdad! ¡Decir que Dios engañó a su pueblo con una falsa doctrina, y que ese engaño era un premio por la sinceridad de aquellos hermanos pioneros!
Si algo estuvo claro en la Biblia es que Dios no miente (Tito 1:2). De hecho, es con la verdad y no con la mentira, como Dios consuela a su pueblo (Heb. 6:18). Por eso, el argumento de Cottrell, del cual tú te haces eco, no puede ser sino una mentira inspirada por el diablo, quien es en verdad del padre de toda mentira.
Bendiciones.
Luego todo Israel será salvo.