Re: La Sanidad
"Porque la Escritura dice a Faraón: Para esto mismo te he levantado, para mostrar en ti mi poder, y para que mi nombre sea anunciado por toda la tierra. De manera que de quien quiere, tiene misericordia, y al que quiere endurecer, endurece. Pero me dirás: ¿Por qué, pues, inculpa? porque ¿quién ha resistido a su voluntad? Mas antes, oh hombre, ¿quién eres tú, para que alterques con Dios? ¿Dirá el vaso de barro al que lo formó: ¿Por qué me has hecho así? ¿O no tiene potestad el alfarero sobre el barro, para hacer de la misma masa un vaso para honra y otro para deshonra? ¿Y qué, si Dios, queriendo mostrar su ira y hacer notorio su poder, soportó con mucha paciencia los vasos de ira preparados para destrucción, y para hacer notorias las riquezas de su gloria, las mostró para con los vasos de misericordia que él preparó de antemano para gloria, a los cuales también ha llamado, esto es, a nosotros, no sólo de los judíos, sino también de los gentiles?"
Lo que usted no quiere reconocer es la soberanía de Dios sobre su creación y sobre sus criaturas. El hombre pudo haber tenido en algún momento algún tipo de libertad de acción; sin emabrgo, una vez hecho siervo de la justicia, dejó de tener esa libertad de acción y pasó a tener que sujetarse a la voluntad de Dios, tal y como lo hiso Jesucristo, a pesar de ser Dios con nosotros. ¿Si Dios mismo se sujetó a su voluntad en Jesucristo, quienes somos nosotros para creer que podemos decidir por sobre esa voluntad?.
Usted y su doctrina, quieren anteponerse a la voluntad de Dios, la cual al final es superior a cualquier cosa que el hombre se proponga. Incluyendo la salvación. En el libro de Romanos tambien encontramos, que ni siquiera la salvación es algo que podamos escoger, pues:
"...a Moisés dice: Tendré misericordia del que yo tenga misericordia, y me compadeceré del que yo me compadezca. Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia."
Seguiremos desde y hasta la eternidad, dependiendo de la misericordia de Dios y no de lo que nosotros decidamos. En eso se basa su justicia, en eso se basa su soberanía.
Dios le bendice!
Greivin.
Pues creo que en esto que he resaltado está tu error y de ahí todos los demás, pues el hombre no tiene niguna potestad delante de Dios, sino el hacer su voluntad. Pablo lo deja muy claro en la carta a los Romanos:
"Porque la Escritura dice a Faraón: Para esto mismo te he levantado, para mostrar en ti mi poder, y para que mi nombre sea anunciado por toda la tierra. De manera que de quien quiere, tiene misericordia, y al que quiere endurecer, endurece. Pero me dirás: ¿Por qué, pues, inculpa? porque ¿quién ha resistido a su voluntad? Mas antes, oh hombre, ¿quién eres tú, para que alterques con Dios? ¿Dirá el vaso de barro al que lo formó: ¿Por qué me has hecho así? ¿O no tiene potestad el alfarero sobre el barro, para hacer de la misma masa un vaso para honra y otro para deshonra? ¿Y qué, si Dios, queriendo mostrar su ira y hacer notorio su poder, soportó con mucha paciencia los vasos de ira preparados para destrucción, y para hacer notorias las riquezas de su gloria, las mostró para con los vasos de misericordia que él preparó de antemano para gloria, a los cuales también ha llamado, esto es, a nosotros, no sólo de los judíos, sino también de los gentiles?"
Lo que usted no quiere reconocer es la soberanía de Dios sobre su creación y sobre sus criaturas. El hombre pudo haber tenido en algún momento algún tipo de libertad de acción; sin emabrgo, una vez hecho siervo de la justicia, dejó de tener esa libertad de acción y pasó a tener que sujetarse a la voluntad de Dios, tal y como lo hiso Jesucristo, a pesar de ser Dios con nosotros. ¿Si Dios mismo se sujetó a su voluntad en Jesucristo, quienes somos nosotros para creer que podemos decidir por sobre esa voluntad?.
Usted y su doctrina, quieren anteponerse a la voluntad de Dios, la cual al final es superior a cualquier cosa que el hombre se proponga. Incluyendo la salvación. En el libro de Romanos tambien encontramos, que ni siquiera la salvación es algo que podamos escoger, pues:
"...a Moisés dice: Tendré misericordia del que yo tenga misericordia, y me compadeceré del que yo me compadezca. Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia."
Seguiremos desde y hasta la eternidad, dependiendo de la misericordia de Dios y no de lo que nosotros decidamos. En eso se basa su justicia, en eso se basa su soberanía.
Dios le bendice!
Greivin.
