Re: La Sanidad
En el reino de Dios, Dios tine hijos; es decir, los ciudadanos de Su reino somos hijos, no bastardo.
Partiendo de esta premisa (que espero la consideres válida)
Hasta aquí la considero válida
Dios es muy claro, lo acabo de decir un poco más atrás:
Dios azota, castiga y disciplina a sus hijos, Él trata directamente con nosotros. No el diablo.
Aquí es donde necesito que me aclares. Crees que Dios azota, castiga, y disciplina a sus hijos mediante enfermedad?
Si Dios utiliza al diablo o no, eso no importa, el instrumento que Él en su sola potestad quiera usar; lo importante es que entendamos que Él es quien no sdiciplina, cuando no andamos bien. La vara de la corrección no es mal, por el contrario busca nuestro bien.
Bueno, esto no sería contradictorio con lo que escribes arriba? Me explico, dices que Dios trata con nosotros directamente y no el diablo, pero acá pareces abrir la posibilidad de que Dios "puede usar" hasta el diablo como "instrumento" para disciplinarnos si no andamos bien y para hacernos rectificar?
Pero sucede a veces que el cristiano insiste, e insite e insite, entonces el caso se toma por medio de la iglesia, y puede ser que esa persona sea entregada a Satanás, para destrucción de su carne con el fin que salve su alma.
Ese sería otro tema que abarcaría el pecado, y no de la enfermedad.
En tanto, la disciplina la da el Señor.
Es como tu, -espero seas bendecida con hijos, para una mayor comprensión de lo que estos diciendo-. Te pregunto, si tuvieses que disciplinar o amonestar, corregir etc a uno de ellos ¿esperarías mejor que sea el vecino quien lo haga? ¿se lo llevarías a la vecina o le encargarías a la maestra o al doctor que lo haga por ti?
Pues bien; así como es necesario que el juicio de Dios empiece por su casa; así es necesario que la disciplina empiece en nosotros mismos.
Ellos son disciplinados por nuestra propia mano (sus padres), con amor, con firmeza pero no con enfermedad,
y mucho menos "sub-contrataríamos" a un asesino, ó un ladrón para que le enseñe algo a nuestros hijos.
Has dicho que somos hijos, no bastardos. Tenemos a Su Espiritu que nos corrige, redarguye, y enseña de diversas maneras y a través de Su palabra y de Su cuerpo (iglesia).
Y es que todo parece indicar que para algunos hermanos la disciplina, la vara de la corrección, la amonestación, la reprensión son ajenos al reino de Dios, cuando la disciplina también es parte del amor de Dios hacia nosotros.
No es así. Has dicho muchas veces al grupo "B" que lean detenidamente pero al parecer no lo está haciendo usted.
La disciplina, la amonestación, la reprensión, la corrección es bíblica y en efecto es parte del amor de Dios hacia nosotros. En lo que no estamos de acuerdo es en los medios que usted atribuye a Dios usar para realizarlo. A su vez, parece tambien confundir consecuencias con castigo. El caso anterior, en Corintios, el joven tuvo que ser expulsado, eso no es un "castigo" sino una consecuencia. Se tuvo que tomar esa determinación para preservar otras en la congregación. Pero la Palabra nos muestra sobre la exhortación, amonestación, y cuando se agotan todos los recursos y principios establecidos para cada situación se tiene que tomar decisiones y cada cual cargar con las consecuencias de sus actos.
Un cordial saludo