Re: La Sanidad
“En los cuales el Dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo…” (2 Cor. 4:4)
Porque el corazón de este pueblo se ha engrosado,
Y con los oídos oyen pesadamente,
Y han cerrado sus ojos;
Para que no vean con los ojos,
Y oigan con los oídos,
Y con el corazón entiendan,
Y se conviertan,
Y yo los sane. Mat. 13:15
La 'luz' del evangelio ilumina al corazón. Es con el corazón que creemos (Rom. 10:10). Pero cuando el corazón se queda 'engrosado,' la luz del evangelio no llega.
Mc. 3:1 Otra vez entró Jesús en la sinagoga; y había allí un hombre que tenía seca una mano.
2 Y le acechaban para ver si en el día de reposo le sanaría, a fin de poder acusarle.
3 Entonces dijo al hombre que tenía la mano seca: Levántate y ponte en medio.
4 Y les dijo: ¿Es lícito en los días de reposo hacer bien, o hacer mal; salvar la vida, o quitarla? Pero ellos callaban.
5 Entonces, mirándolos alrededor con enojo, entristecido por la dureza de sus corazones, dijo al hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y la mano le fue restaurada sana.
6 Y salidos los fariseos, tomaron consejo con los herodianos contra él para destruirle.
Aquí vemos un ejemplo de los corazones endurecidos. Cristo compara la sanidad a 'hacer bien...salvar la vida,' y dice que no sanar es comparable a 'hacer mal....quitar la vida.' Cristo se preocupaba por el cuerpo de los afligidos.
Sin embargo, los endurecidos de corazón solamente le querían acusar. A ellos no le preocupaban al enfermo. Ellos estaban más preocupados por su doctrina. Ellos ni se glorificaban a Dios por la sanidad. No tenían nada positivo para decir. Solamente tomaron consejo contra Cristo para destuirle.
Así son los corazones 'engrosados.' Su fijan en proteger sus doctrinas en lugar de buscar con todo el corazón la sanidad para los afligidos. Y cuando viene alguién predicando la sanidad, lo quieren destruir.
Ellos dicen que creen en la sanidad......'si es Su voluntad.' Pero no en esta forma, no siempre, no hoy, no por fe, no por la cruz, y no por las llagas de Cristo.
“En los cuales el Dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo…” (2 Cor. 4:4)
“En los cuales el Dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo…” (2 Cor. 4:4)
Porque el corazón de este pueblo se ha engrosado,
Y con los oídos oyen pesadamente,
Y han cerrado sus ojos;
Para que no vean con los ojos,
Y oigan con los oídos,
Y con el corazón entiendan,
Y se conviertan,
Y yo los sane. Mat. 13:15
La 'luz' del evangelio ilumina al corazón. Es con el corazón que creemos (Rom. 10:10). Pero cuando el corazón se queda 'engrosado,' la luz del evangelio no llega.
Mc. 3:1 Otra vez entró Jesús en la sinagoga; y había allí un hombre que tenía seca una mano.
2 Y le acechaban para ver si en el día de reposo le sanaría, a fin de poder acusarle.
3 Entonces dijo al hombre que tenía la mano seca: Levántate y ponte en medio.
4 Y les dijo: ¿Es lícito en los días de reposo hacer bien, o hacer mal; salvar la vida, o quitarla? Pero ellos callaban.
5 Entonces, mirándolos alrededor con enojo, entristecido por la dureza de sus corazones, dijo al hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y la mano le fue restaurada sana.
6 Y salidos los fariseos, tomaron consejo con los herodianos contra él para destruirle.
Aquí vemos un ejemplo de los corazones endurecidos. Cristo compara la sanidad a 'hacer bien...salvar la vida,' y dice que no sanar es comparable a 'hacer mal....quitar la vida.' Cristo se preocupaba por el cuerpo de los afligidos.
Sin embargo, los endurecidos de corazón solamente le querían acusar. A ellos no le preocupaban al enfermo. Ellos estaban más preocupados por su doctrina. Ellos ni se glorificaban a Dios por la sanidad. No tenían nada positivo para decir. Solamente tomaron consejo contra Cristo para destuirle.
Así son los corazones 'engrosados.' Su fijan en proteger sus doctrinas en lugar de buscar con todo el corazón la sanidad para los afligidos. Y cuando viene alguién predicando la sanidad, lo quieren destruir.
Ellos dicen que creen en la sanidad......'si es Su voluntad.' Pero no en esta forma, no siempre, no hoy, no por fe, no por la cruz, y no por las llagas de Cristo.
“En los cuales el Dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo…” (2 Cor. 4:4)