Debate
PEDRO PUIGVERT - JAUME DE MARCOS- DANIEL PISON
Calvino y Servet
La relación de Calvino con la muerte de Servet ha sido siempre motivo de debate, intensificado en esta publicación a partir de una opinión del pastor Pedro Puigvert, que fue respondida por la Sociedad Unitaria Universalista de España. Ahora se añade una tercera opinión de Daniel Pisoni. Para mayor claridad, y dado lo interesante y a la vez complejo de esta trama, publicamos la última opinión precedida de las dos previas mencionadas.
I.- EL PASTOR PUIGVERT SE QUEJA DE LA DESINFORMACIÓN EN ESPAÑA ACERCA DE SERVET Y CALVINO
MADRID, 02-11-2003 (ACPress.net). En la página cultural del pasado 24 de noviembre, el corresponsal de La Vanguardia en Zaragoza escribió con relación al 450 aniversario de la muerte de Servet. Después de leer su contenido, el pastor Pedro Puigvert manifiesta el "absoluto desacuerdo con buena parte de las cosas que afirma porque corresponden a la leyenda negra antiprotestante y carecen de un total rigor histórico".
Así se lo ha hecho saber al diario La Vanguardia en una carta, de la que nos ha remitido una copia que extractamos.
"Sería de desear que los que escriben sobre este tema se documentaran de manera científica e indagaran" en las actas del proceso que pueden consultar "si no tienen miedo de conocer la verdad, en lugar de dar una versión sesgada de la historia y atribuir la ejecución de Servet a Calvino, lo que es no sólo falso, sino tendenciosamente malévolo", afirma.
CALVINO NO PARTICIPÓ
Calvino, cuenta con rotundidad Puigvert, "no mandó ejecutar a Servet, entre otras cosas porque no formaba parte del Consejo Menor de Ginebra y no se le puede atribuir algo de lo que estaba al margen".
Además en esta época ni siquiera tenía la ciudadanía ginebrina, sino que era un extranjero con residencia legal, sin derecho a voto o a cargar armas, que podía ser pastor o maestro si no se hallaba un ciudadano ginebrino calificado para ocupar tal posición, matiza el pastor y Presidente de la Unión Bíblica española.
Por otro lado, "Servet, durante el proceso profirió extrañas y violentas amenazas intentando llevar la defensa como si Calvino fuese el acusado, llamándole `mentiroso, perverso, asesino, mono ridículo”; y en un escrito dirigido al Consejo Menor reclamó lo siguiente: "por tanto, señores míos, pido que mi falso acusador sea castigado... que su propiedad me sea entregada como recompensa por las molestias causadas, y que sea mantenido en prisión hasta que el juicio decida su muerte o la mía, o algún otro castigo...", explica Puigvert.
Por todo ello, pide Puigvert que se evite seguir atacando la memoria del gran reformador francés "achacándole un crimen que no ha cometido. Sólo pido justicia en la información que es como decir que publiquen la verdad de unos hechos, en lugar de ensalzar la figura de un paisano nuestro al cual ya había quemado en efigie la Inquisición porque no le pudieron echar el guante, ya que huyó de la prisión donde esperaba ser quemado", concluye.
Pedro Puigvert es pastor y Presidente de la Unión Bíblica de España
II.- RESPUESTA A LAS “ACLARACIONES SOBRE CALVINO Y SERVET” DE LA SOCIEDAD UNITARIA UNIVERSALISTA DE ESPAÑA” (09-12-2003)
En relación con el artículo "Desinformación en España acerca de Servet y Calvino", creo que está más que demostrada la clara implicación y connivencia de Calvino en los hechos. Este es mi texto de respuesta al Rvdo. Puigvert:
1.- Para empezar fue Calvino, a través de un testaferro suyo, el francés De Trie, quien denunció a Servet ante la Inquisición francesa.
2.- También sabemos que fue el propio secretario de Calvino, Nicolas de la Fontaine, quien presentó la denuncia contra Servet en Ginebra para justificar su detención.
Por otro lado, ya en 1546 Calvino había escrito a Farel que, "si viene, no toleraré, por poca autoridad que yo tenga, que él (Servet) salga vivo (de Ginebra)". Es una carta de su puño y letra.
3.- Durante el proceso, Calvino polemizó directamente con Servet, sosteniendo las posiciones del tribunal y tratando de rebatir las ideas servetianas. En ningún momento salió de sus labios una defensa, ni una triste llamada al perdón y a la reconciliación cristiana.
Ni siquiera cuando fue a verle la última noche tuvo el más simple gesto humano de consuelo y acompañamiento. Simplemente se limitó a lamentar que fueran a quemarle vivo en lugar de cortarle misericordiosamente la cabeza.
Para acabar de redondear el tema, Calvino tuvo la desfachatez de publicar un opúsculo de justificación del crimen contra Servet, bien conocido por todos, que motiva la famosa respuesta de Castellio.
Por tanto, con todos mis respetos para los calvinistas, la historia dictamina sin temor a error que fue Calvino en persona el instigador, promotor y justificador del asesinato "legalizado" de Servet.
Jaume de Marcos Andreu, Sociedad Unitaria Universalista de España
III.- PUNTUALIZACIONES EN CUANTO A CALVINO Y SERVET de Daniel Pisoni (16-12-2003)
Ante las puntualizaciones hechas en la carta enviada por el señor Jaume de Marcos Andreu, en relación al artículo del hermano Pedro Puigvert sobre la desinformación que campea en el caso que envolvió a Calvino y Servet; es mi deseo señalar lo siguiente:
1) De Trie no era testaferro de Calvino, ni representaba a Calvino, ni actuaba por instigación de Calvino. De Trie era un protestante de Ginebra que en una carta a sus primos católicos romanos de Lyon, ciudad francesa cercana a donde residía y trabajaba Servet, comenta sobre el apresamiento de cinco jóvenes pastores, que luego serían quemados en una hoguera de la Inquisición.
Allí les dice: "Querido primo, no te quejes de nuestra falta de disciplina, pues en tu propia vecindad reside un hereje que blasfema de la trinidad, y acaba de escribir un libro lleno de herejías. Sin embargo este hombre vive entre ustedes con todos los honores, en las narices del cardenal y del arzobispo, mientras que las prisiones de ustedes están llenas de gente inocente.Este hereje es Servet, el español conocido entre ustedes como Michel de Villenueve, quien practica la medicina. Para probarte lo que te digo te envío las cuatro primeras páginas de su libro."
El primo católico romano acudió a las autoridades con esta noticia, y estas llamaron a Servet, quien juró que él era Michel de Villenueve, un fiel seguidor de Roma. Las autoridades eclesiásticas romanas instaron al primo de Lyon a conseguir más pruebas y éste escribió a Ginebra.
La respuesta que recibió del protestante De Trie fue la siguiente:
"No me imaginé que el asunto fuera tan lejos, pero puesto que has hecho público lo que te dije en privado, quiera Dios que esto..sirva para depurar el cristianismo a tal mortal pestilencia y herejía."
Y le explica que para conseguir pruebas había acudido a Calvino, quien tenía algunas cartas escritas por Servet.
En otro párrafo:
"Pero tengo que decirte que me costó mucho lograr que Calvino me entregara las cartas que te adjunto."
Asimismo estas cartas, también habían aparecido en la ultima parte del libro "Restitutio" como apéndice.
Es claro que De Trie no era testaferro y que tuvo que luchar bastante con el reformador, rogando y suplicando.
No está claro que Calvino supiera que esas cartas se entregarían a las autoridades católicas romanas como prueba contra Servet. Y su propia declaración es que no había tenido parte en la entrega de Servet a la institución romana.
Pero lo más notable es que Calvino, de haber querido, había tenido oportunidad de denunciarlo bastante antes, pues hacía años que poseía esas cartas, sin embargo no lo hizo, y éstas salen a la luz a raíz de un hecho colateral, solo indirectamente relacionado con Calvino.
2) Nicolás de Fontaine era ciertamente el secretario de Calvino y quien presentó la acusación, luego que Servet, escapado de la prisión en Vienne, viajara a Ginebra (alentado por los perrinistas y más tarde abandonado por los mismos) y se presentara en el templo de la Madeleine.
No hubo una búsqueda encarnizada, al estilo de la Inquisición católica romana; sino que el mismo Servet, doble víctima del juego político de Perrín y los libertarios por un lado y su propia ambición de destruir a Calvino por el otro; se dirigió a su propio final.
Tener conocimiento de la propagación de herejías, como lo era la enseñanza antitrinitaria, obligaba a su denuncia por aquellos días; bajo riesgo que de no hacerlo se sufriera acusación de complicidad.
3) La cita de la carta de Calvino a Farel en 1546 , que hace el señor Andreu omite la primera parte donde dice: "Servet acaba de enviarme, juntamente con su carta, un extenso volumen de sus desvaríos. Si lo consiento, vendrá aquí. Pero no diré una palabra para que venga.."
Sin embargo, a pesar de lo irascible de su contestación, no actúo en ese momento denunciándolo a las autoridades, y al momento del proceso de Ginebra, como lo demuestra contundentemente la historia, no tenía poder para condenar o salvar de la muerte a nadie, pues no tenía autoridad ni en el tribunal que juzgó y condenó a Servet, ni en otros órganos de gobierno.
4) Que Calvino polemizó con Servet, es lo normal; lo anormal hubiera sido que condescendiera con la idea de Servet de la Trinidad como de "un monstruo con tres cabezas". Y Calvino actuaba allí en la sustentación de la acusación, no como su defensor.
Por otro lado, expresiones del tipo : "¿Te crees capaz de ensordecer los oídos de los jueces con tus ladridos de perro?” lanzadas por Servet contra Calvino, acompañadas de otras como : "criminal, asesino, perverso, mentiroso, mono ridículo.." expresiones en las que algunos historiadores como Dyer (escritor lejos de justificar a Calvino) creen ver una mente trastornada; no se parecen a las de un arrepentido , o al menos las de alguien que busca reconciliación.
Luego de pronunciada la condena contra Servet, por parte del Concilio Menor, Calvino fue a ver a Servet, este es parte del diálogo: "Creéme que nunca he tenido la intención de perseguirte por ofensa alguna contra mí. Recuerda cómo, a riesgo de mi vida, te esperé en París, hace diecinueve años a fin de ganarte para nuestro Señor. Y después cuando eras un fugitivo procuré mostraros el camino recto por medio de cartas hasta que empezaste a odiarme porque te ofendió mi firmeza. Pide perdón, pues, al Dios eterno contra quien has blasfemado. Reconcíliate con el Hijo de Dios el Salvador."
Con esto es suficientemente claro que hasta último momento Calvino intentó buscar en Servet un gesto de reconciliación y no le abandonó luego de la condena.
Por el contrario Calvino abogó por una muerte mas misericordiosa para Servet, pero como no tenía poder, ni en ello fue escuchado.
5) También para redondear. Hay mucho para hablar de los incidentes de Castellio con Calvino, pero sabemos, porque así lo describen los hechos, que Castellio había acumulado odio y amargura contra Calvino, a raíz de su salida de Ginebra; y el incidente de Servet le prestó, a él también como a otros, la excusa para cargar contra Calvino.
Una vez más; Calvino, no fue el responsable en este caso que algunos quieren que sea, tampoco un santo de altar, pero para hablar con alguna justicia y no emitir juicios atropellados es menester analizar y profundizar en la crónica de aquellos días.
Cuando estudiamos la historia sin prejuicios, podemos separar lo que es leyenda popular, de lo que es historia . En pocas palabras, podemos separar la mentira aceptada por desconocimiento, de la verdad tangible a través de los hechos históricos.
Cordialmente, Daniel Pisoni Lavín.
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