KarinaMoreno;n3137476 dijo:
NIGUIM:
Así es. Pero el amigo Natanael cree que las enfermedades del alma son iguales que las de la mente. Que el espíritu y el cerebro son lo mismo. No lo son. Y mientras no entienda esa diferencia no se le va a poder sacar de su craso error. Lo que dices es mucha verdad, he tratado con personas que es por medio de su fe en Dios que salen adelante de padecimientos psicológicos importantes y logran tener una vida bastante buena a través de su entrega.
Besos,
K.
Les cuento un caso hermoso. Realmente es una historia de Dios.
El año 1994, viví en una región a las afueras de la ciudad de Lima. Es una zona semi rural.
La casa colindaba con un convento religioso y ambas estan al pie de unas montañas rocosas. Por las noches, bajaba
en medio de la oscuridad una mujer a buscar comida. Cuando no la atendíamos, se ponía muy violenta. Los niños le tenían miedo y los
adultos también porque alguna vez apedreo a más de uno.
Pasó no mucho tiempo y el sacerdote de la localidad que supo de esto dijo...¿y por qué no hacemos algo?.
Una tarde bajo a pedir comida y con cariño la atendimos y el padre vino y le dijo que la ibamos a llevar de paseo.
Ella al principio dijo que sí, pero cuando vio la camioneta se resistió. Su olor era insoportable, no se bañaba después de años seguramente...
la condujimos a un hospital psiquiátrico y lo que tenía era una esquizofrenia desarrollada.
Los médicos la estabilizaron y como al mes regresó al lugar porque no tiene familia. Las religiosas le dieron acogida en la comunidad.
Hace una semana estuve con ella, es una mujer de una belleza interior impresionante. Sigue con sus medicamentos, pero
lleva una vida de familia... ella todos los días colabora en la cocina del convento.
Yo diría que cuando la fe y la ayuda de buenos profesionales se juntan, podemos ver transformaciones de este tipo.
Alguien que ve hoy a esa mujer, sería incapas de imaginar que un día, vagaba por esas montañas como los lunáticos del Evangelio.
