Re: la pitonisa white y las pelucas
me parece que tu has durado poco en los trabajos. ¿te botaban enseguida de los trabajos verdad?
En el Establecimiento que duré menos tiempo, fue en el Colegio Leonardo Murialdo, dos o tres semanas; ¿y sabes por qué?
La razón era que estaba haciendo un reemplazo a una colega mientras le duraba su Licencia médica.
Te comento además, que era el único profesor que no se persignaba, como tampoco rezaba el "ave maría" en el servicio matutino antes de ingresar con los alumnos a las salas de clases.
Como respuesta directa, te indico que nunca me botaron ni enseguida de los trabajos como tampoco posterior, y era muy apreciado tanto por los directores, mis colegas, los padres y apoderados y principalmente por mis alumnos.
Mis traslados de establecimiento se debieron principalmente a mi petición personal a la autoridad competente, como también otras a causas ajenas como por ejemplo, el que una directora solicitara a un especialista en tecnología, por enfermedad de una de sus más destacadas profesoras, en un momento en que en nuestra escuela pasaba por una situación de déficit de alumnos. En ese caso el director que era amigo de dicha directora, me pidió como favor ese traslado, al cual no me opuse.
Cuando la colega, después de su delicada operación en su cerebro, ya estuvo mejor y recuperada; la hicieron volver a su trabajo, y es así como el Jefe de personal, me preguntó si quería trabajar en la cárcel. Me indicó como era el Sistema Penitenciario, y que el director necesitaba con urgencia un profesor.
Al llegar a dicho establecimiento, me entrevistó para saber si servía para el cargo, y con mis respuestas y al enterarse que era adventista, inmediatamente acoge con beneplácito mi incorporación al cuerpo de profesores. Estuve allí desempeñándome, hasta mi jubilación.
Ahora, sería bueno que tu también nos hables de tu trabajo, tu jornada, como le sirves al Señor y cuales son tus objetivos de vida.
No creo que te haga feliz el participar insultando y hablando difamaciones en contra de quienes consideras enemigos de tu fe, la que has comprobado falsa, espuria y llena de engaños y abominaciones.