Toda parábola es una  historia de sucesos terrenales que se añaden al relato, para explicar  cosas espirituales, nunca incluyen nombres de personas, porque solo  presentan situaciones de carácter general.
  En cambio aquí el Señor descorre el  velo de lo que hay más allá de la muerte, no para entregarnos una  figura terrenal, sino de lo que está sucediendo en ese mundo espiritual,  donde nos relata la situación específica de un hombre llamado Lázaro.  Pero aunque alguien la considerara una parábola, no opaca en absoluto la  verdad expresada en forma tan magistral por el Señor Jesucristo.
  Lc.16:22/26   "Aconteció que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al Seno  de Abraham; y murió también el rico, y fue sepultado. Y en Hades alzó  sus ojos estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en  su seno...Entonces él dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia  de mi,...Abraham le dijo:...Además de todo esto, una gran sima está puesta entre nosotros y vosotros, de manera que los que quisieren pasar de aquí a vosotros, no pueden, ni de allá pasar acá".
  Los creyentes del  Antiguo Testamento miraban el Seol con temor y esperaban salir de allí  un día. Creían en la resurrección del cuerpo.
  Dn.12:2 "Y muchos de  los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para  vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua".
 Job 19:25 "Yo sé que  mi Redentor vive, y al fin se levantará sobre el polvo; y después de  deshecha esta mi piel, en mi carne he de ver a Dios".
 Sl.16:10 "No dejarás mi alma en el Seol".
 Sl.49:15 "Dios redimirá mi vida del poder del Seol, porque Él me tomará consigo".
  El Señor luego de  morir en la cruz, descendió al Hades, al lugar de consuelo, Paraíso o  como también se le denomina, Seno de Abraham, para proclamar allí que la  obra de la expiación había sido consumada, y sacar a los creyentes del  Antiguo Testamento que habían muerto en la fe y obras de sacrificios que  solamente eran figuras del verdadero.
  Hch.2:31 "habló de la resurrección de Cristo, que su alma no fue dejada en el Hades".
 Lc. 23:43 (Jesús le prometió en la cruz al ladrón que moría arrepentido) "De cierto te digo que HOY estarás conmigo en el paraíso". 
 Ef.4:7/9 Subiendo a  lo alto, llevó cautiva la cautividad...y eso de que subió, ¿qué es, sino  que también había descendido primero a las partes más bajas de la  tierra?".
 lPd.3:18/19 "Cristo  padeció una sola vez por los pecados...muerto en la carne, pero  vivificado en espíritu; en el cual también fue y predicó a los espíritus  encarcelados".
  Testificó  personalmente que la obra redentora que anunciaban los sacrificios de  animales en la antigüedad, había sido consumada por el verdadero Cordero  de Dios.
 Llevó cautiva la  cautividad de los santos del Antiguo Testamento que hasta entonces  estaban en el HADES, en la parte correspondiente al Seno de Abraham  (Lc.16:19/31). Como le indicó al ladrón arrepentido en la cruz, quién  fue el último en llegar a ese lugar, al paraíso.
 Luego de satisfacer  la justicia de Dios que demandaba que, la paga del pecado es muerte y  sin derramamiento de sangre no hay remisión de pecados; cuando hubo  testificado personalmente de los triunfos de la Cruz, de su victoria  sobre aquel que tenía el imperio de la muerte, llevó a todos aquellos  que se encontraban en el lugar de Lázaro con Abraham en el Hades, hasta  la mismísima presencia de Dios.
 Desde entonces el  HADES ha sido lugar exclusivo de la morada de los espíritus de los  pecadores que aguardan su juicio final. Después de la cruz de Cristo es  sinónimo de INFIERNO. 
  Ap.20:13/15 "la muerte y el HADES entregaron los muertos...y el HADES fueron lanzados al lago  de fuego".
  La doctrina del Nuevo Testamento para las almas de los redimidos, es que al morir no van al Hades, sino para estar con Cristo en la gloria quien está sentado a la diestra de Dios Padre en el cielo.
  Jn.14:2/3  "voy, pues, a preparar lugar para vosotros...para que donde yo estoy, vosotros también estéis".
 Jn.17:24  "Padre...quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo".
 2Cor.5:8  "estar ausentes del cuerpo, y presentes al Señor".
 Filp.l:23  "deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor".