A TODOS:
Uf, mucho trabajo y un día de la madre y vean lo mucho que ustedes han avanzado. No puedo seguir adelante sin volver un poco sobre el asunto del perro. Algo que muchos psiquiatras y neurólgos consideramos un hecho es la evolución del cerebro. Algunos colegas lo dividen en tres (el reptiliano, el animal y el humano) y otros lo dividen en dos (el primario y el secundario/avanzado). Ciertamente las conductas automáticas como saber qué son las ganas de ir al baño, quitar la mano automáticamente cuando toca el fuego o levantar la pata para orinar en el caso de los perros, están en el cerebro primario. Pero las cualidades más avanzadas del ser humano están en las redes neuronales de la corteza cerebral, el cerebro humano, el más evolucionado.
Lo interesante es ver cómo el cerebro primario influye en el secundario y como algunas redes neuronales del primario están conectadas con el secundario. De modo que hay redes que conectan la motricidad burda con la motricidad fina y estas neuronas tienen conexión con la capacidad del lenguaje. Es interesante ver que cuando estas conexiones existen, las personas que tiene mucha destreza física tienen también mucha destreza verbal, si es que la conexión está dada. De ese modo, muchas actividades avanzadas (como la capacidad de abstracción) están conectadas con redes neuronales más primitivas (como los reflejos, el movimiento, el hambre, etcétera), creando combinaciones, personalidades, caracteres y personalidades tan diferentes. Un tema que a mi me ha tenido durante años embobada de interesante.
Para responder a la pregunta del perrro, es el cerebro primario el que le enseña al perro a levantar la pata. Y ese cerebro está así de origen, todos nacemos con ese cerebro, el cerebro que nos dice cómo hacer las funciones básicas. Pero el ser humano nace con el cerebro avanzado aún sin formar por completo. Durante los primeros años de vida primero (y durante muchos años) después, la corteza cerebral se va formando, las neuronas se van conectando y se crean nuevas redes neuronales. Por eso los primeros años de vida forman nuestra personalidad no sólo en lo psicológico sino también en lo neurológico, pues ciertas experiencias crearán extensiones neuronales y otras limitarán tales extensiones, caminos neuronales serán fortalecidos y caminos neuronales serán bloqueados, algunas neuronas dejarán de disparar y otras dispararán con más frecuencia. Por eso las abstracciones, posturas y las creencias llegan después pero el saber que si pujamos orinamos llega con el nacimiento.
KARINA