Re: La "Inteligencia Emocional" en el ateísmo.
Hombre, "mejor" que estos seguro que es:
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El enterramiento del “Anciano”, en la La-Chapelle-aux-Saints, es de vital importancia para el desarrollo de las ideas acerca de los Neandertal. Este individuo estaba enterrado sobre su espalda, con su cabeza hacia el oeste, el brazo izquierdo extendido y sus piernas flexionadas a la derecha. Cerca de la cabeza había tres largos huesos metatarsianos de mamíferos, junto con otros restos animales. Muchos de estos huesos parecen haber sido quemados, así como el sedimento circundante, que indica probablemente algún festín que tuvo lugar antes de que este individuo fuera enterrado.
Otro indicio de la adquisición de autoconciencia es la elaboración de un culto o religión. También de este tipo de manifestaciones se hallaron evidencias entre los tempranos Neandertal.
Un ejemplo viable de magia relacionada con la caza fue una ceremonia que pudo tener lugar en una cueva del Líbano, hace unos cincuenta mil años, en la que los Neandertal desmembraron un ciervo, colocaron sus restos en un lecho de piedra y los rociaron de ocre rojo. El pigmento fue posiblemente un símbolo de la sangre y el acto fue aparentemente un intento ritualista o mágico de controlar la vida y la muerte en el reino de los ciervos
[11].
Colecciones de huesos de oso ampliamente dispersados por los yacimientos lo sugieren, especialmente en Drachenloch, en Suiza, donde un cierto número de cráneos de oso fueron encontrados apilados en un arca de piedra
[12]. Se cree que el arca de piedra había sido fabricada por los Neandertal, que habrían habitado a la entrada de la cueva. La parte superior de la estructura estaba cubierta por una sólida losa de piedra. En el interior estaban las calaveras de siete osos con los hocicos dispuestos frente a la entrada de la cueva y aún más dentro de la cueva otras seis calaveras de oso en nichos a lo largo de la pared, cerca de estos restos, atados en manojos, huesos de extremidades pertenecientes a diferentes osos.
Estos yacimientos permiten suponer un “Culto al Oso de las Cavernas”, o manifestación religiosa. Consistían en la calavera de un oso de tres años con la mejilla perforada y atravesada con un hueso de pierna de un oso joven. Descansaban sobre dos huesos de otros dos osos, en una disposición que difícilmente podía haber sucedido al azar.
Estas huellas se suman a las artístico-religiosa de las cavernas. Las figuras mitad humana, mitad animal o quiméricas que dan cuenta de un incipiente espíritu religioso, de elementos de un mito del origen demandado por un pueblo que comienza a tomar conciencia de sí mismo
[13] y a experimentar estadios de alucinación como medio de comunicación con niveles trascendentes.
De este tipo de expresiones se han encontrado representaciones correpondientes al Período Magdaleniense, del Paleolítico Superior en cuevas de la Dordoña (Francia).El enterramiento del “Anciano”, en la La-Chapelle-aux-Saints, es de vital importancia para el desarrollo de las ideas acerca de los Neandertal. Este individuo estaba enterrado sobre su espalda, con su cabeza hacia el oeste, el brazo izquierdo extendido y sus piernas flexionadas a la derecha. Cerca de la cabeza había tres largos huesos metatarsianos de mamíferos, junto con otros restos animales. Muchos de estos huesos parecen haber sido quemados, así como el sedimento circundante, que indica probablemente algún festín que tuvo lugar antes de que este individuo fuera enterrado.
Otro indicio de la adquisición de autoconciencia es la elaboración de un culto o religión. También de este tipo de manifestaciones se hallaron evidencias entre los tempranos Neandertal.
Un ejemplo viable de magia relacionada con la caza fue una ceremonia que pudo tener lugar en una cueva del Líbano, hace unos cincuenta mil años, en la que los Neandertal desmembraron un ciervo, colocaron sus restos en un lecho de piedra y los rociaron de ocre rojo. El pigmento fue posiblemente un símbolo de la sangre y el acto fue aparentemente un intento ritualista o mágico de controlar la vida y la muerte en el reino de los ciervos
[11].
Colecciones de huesos de oso ampliamente dispersados por los yacimientos lo sugieren, especialmente en Drachenloch, en Suiza, donde un cierto número de cráneos de oso fueron encontrados apilados en un arca de piedra
[12]. Se cree que el arca de piedra había sido fabricada por los Neandertal, que habrían habitado a la entrada de la cueva. La parte superior de la estructura estaba cubierta por una sólida losa de piedra. En el interior estaban las calaveras de siete osos con los hocicos dispuestos frente a la entrada de la cueva y aún más dentro de la cueva otras seis calaveras de oso en nichos a lo largo de la pared, cerca de estos restos, atados en manojos, huesos de extremidades pertenecientes a diferentes osos.
Estos yacimientos permiten suponer un “Culto al Oso de las Cavernas”, o manifestación religiosa. Consistían en la calavera de un oso de tres años con la mejilla perforada y atravesada con un hueso de pierna de un oso joven. Descansaban sobre dos huesos de otros dos osos, en una disposición que difícilmente podía haber sucedido al azar.
Estas huellas se suman a las artístico-religiosa de las cavernas. Las figuras mitad humana, mitad animal o quiméricas que dan cuenta de un incipiente espíritu religioso, de elementos de un mito del origen demandado por un pueblo que comienza a tomar conciencia de sí mismo
[13] y a experimentar estadios de alucinación como medio de comunicación con niveles trascendentes.
De este tipo de expresiones se han encontrado representaciones correpondientes al Período Magdaleniense, del Paleolítico Superior en cuevas de la Dordoña (Francia).