Re: LA IGLESIA ADVENTISTA APOSTATO DEL PROTESTANTISMO
ESTA ES MI RESPUESTA AL FORISTA GABRIEL SALINAS:
Gabriel, eres un MENTIROSO al decir que los hijos de Israel MORIAN cuando miraban la gloria del rostro de Moises. Muchos miraron el rostro resplandeciente de Moises Y NO MURIERON. Mira lo que dice la Palabra de Dios:
"Y al MIRAR los hijos de Israel EL ROSTRO DE MOISES, VEIAN que la piel de su rostro ERA RESPLANDECIENTE" (Exodo 34: 35).
"Y Aaron y todos los hijos de Israel MIRARON A MOISES, Y HE AQUI LA PIEL DE SU ROSTRO ERA RESPLANDECIENTE; y tuvieron miedo de acercarse a el" (Exodo 34: 30).
Te das cuenta, Gabriel, la tremenda MENTIRA Y FALSEDAD que tu has dicho en este Foro ? Nadie murio por mirar el resplandor del rostro de Moises. Tuvieron miedo de acercarse a Moises, pero nadie cayo muerto al suelo.
Respondo: "Publicad, haced llegar, y entren todos en consulta. ¿Quién hizo oír esto desde la antigüedad, y lo tiene dicho desde entonces sino YO el Señor? No hay más Dios que YO , Dios justo y Salvador, ningún otro fuera de mí.
Miradme a mí, y sed salvos, todos los términos de la tierra, porque Yo soy Dios, y no existe ningún otro." Isaías 45:21,22.
La experiencia de Moisés fue extraordinaria, no obstante si tu confianza y mirada es hacia él u otro hombre aunque su rostro brille como la luz del sol, en vez de depositarla en nuestro Señor, como es tu caso, recibirás la maldición del Señor. Efectivamente, si tu confías en el hombre, llámese Canright, Robert D. Brinsmead e incluso Moisés por sobre el Señor, indudablemente morirás.
"Así ha dicho Jehová: Maldito el varón que confía en el hombre, y pone carne por su brazo, y su corazón se aparta de Jehová." Jeremías 17:5
Veamos entonces lo que no entiendes: "Si todavía nuestro evangelio está velado, entre los que se pierden está velado. El dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no vean la luz del evangelio de la gloria de Cristo, que es la imagen de Dios" (2 Cor. 4:3 y 4).
"
Descendió Moisés del monte Sinaí con las dos tablas del Testimonio en sus manos. Al descender del monte, la piel de su rostro resplandecía por haber estado hablando con Dios, pero Moisés no lo sabía" (Éx. 34:29). Tras haber estado hablando con Dios, el rostro de Moisés resplandecía incluso después de abandonar la presencia inmediata de Dios. "Aarón y todos los hijos de Israel miraron a Moisés, y al ver que la piel de su rostro resplandecía, tuvieron miedo de acercarse a él. Entonces Moisés los llamó; Aarón y todos los príncipes de la congregación se acercaron a él, y Moisés les habló. Luego se acercaron todos los hijos de Israel, a los cuales mandó todo lo que Jehová le había dicho en el monte Sinaí. Cuando acabó Moisés de hablar con ellos, puso un velo sobre su rostro. Cuando Moisés iba ante Jehová para hablar con él, se quitaba el velo hasta que salía. Al salir, comunicaba a los hijos de Israel lo que le era mandado. Al mirar los hijos de Israel el rostro de Moisés, veían que la piel de su rostro resplandecía, y entonces Moisés volvía a ponerse el velo sobre el rostro, hasta que entraba a hablar con Dios" (vers. 30-35).
La incredulidad ciega la mente. Actúa como un velo que atenúa la luz. Es sólo por la fe como comprendemos. Moisés tenía una fe profunda y consistente; por lo tanto, "se sostuvo como viendo al invisible" (Heb. 11:27). No tenía necesidad alguna de velar su rostro, aún en la presencia inmediata de la gloria de Dios. El velo con el que cubría su rostro cuando hablaba con los hijos de Israel lo llevaba solamente por causa de ellos, debido a que su rostro brillaba de forma que no podían mirarlo. Pero se retiraba el velo cuando regresaba para hablar con el Señor.
Por tanto, tu argumento de que el ministerio de muerte administrado por Moises tiene que ver con la gloria del rostro de Moises, la cual MATABA a quien lo mirara a el, ES TAN FALSO COMO LAS MENTIRAS DE SATANAS.
Pablo nos enseno que "EL MINISTERIO DE MUERTE" fue aquel "GRABADO CON LETRAS EN PIEDRAS", en las 2 tablas de piedra, los 10 mandamientos (2 Corintios 3: 7).
Moises no necesitaba ministrar las 2 tablas de piedra. Las 2 tablas de piedra ERAN UN MINISTERIO EN SI MISMAS al ensenar lo que Dios ordenaba a la nacion de Israel, en cada uno de los 10 mandamientos.
La Ley de los 10 mandamientos fue el ministerio de muerte, grabado con letras en piedras, en 2 tablas de piedra. Este ministerio "FUE CON GLORIA ... LO QUE PERECE TUVO GLORIA" ( 2 Corintios 3: 7 y 11 ).
Me acusas de seguir a Robert D. Brinsmead, Canright y a los espiritistas. Te equivocas. Yo sigo unicamente la Palabra de Dios y no sostengo ninguna creencia sin un firme ASI ESTA ESCRITO.
Pero tu, acabas de MENTIR Y FALSEAR en este Post, para defender las doctrinas de tu falsa profeta, Elena G. de White, la que fue inspirada por Satanas mismo, la cual MINTIO Y FALSEO la Palabra de Dios, exactamente asi como tu lo has hecho.
Respondo: "Este Moisés es el que dijo a los hijos de Israel: Profeta os levantará el Señor vuestro Dios de entre vuestros hermanos, como a mí; a él oiréis.
Este es aquel Moisés que estuvo en la congregación en el desierto con el ángel que le hablaba en el monte Sinaí, y con nuestros padres, y que recibió palabras de vida que darnos" Hechos 7:37,38.
En el Sinaí, en Cristo fue quitado el ministerio de muerte. La ley fue dada "en manos de un Mediador" (Gál. 3:19), de forma que significaba vida para todos los que la recibieran en Cristo. Fue abolida la muerte, que viene por el pecado, y la potencia de la cual está en la ley (1 Cor. 15:56), y en su lugar se estableció la vida para todo aquel que creyera, fueran pocos o muchos en número.
Pero no hay que olvidar que, si bien el evangelio brilló en su plena gloria en el Sinaí, también la ley, tal como fue dada en el Sinaí, está siempre presente en el evangelio. La ley escrita en tablas de piedra no era más que una sombra; no obstante era una sombra exacta de la ley viviente en la Piedra viva, Jesucristo. Dios quiere que todos sepan, allí donde sea oída su voz, que la justicia que la obediencia de Cristo imparte al creyente es la justicia que describe la ley proclamada en el Sinaí. Ni una sola letra de ella puede ser alterada. Es una fotografía exacta del carácter de Dios en Cristo. Una fotografía no es más que un sombra, es cierto; pero si la luz es clara, se trata de una representación exacta de alguna realidad. En este caso la luz era "la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios" (2 Cor. 4:4), a fin de que podamos saber que los diez mandamientos son la forma exacta y literal de la justicia de Dios. Nos describen precisamente lo que el Espíritu Santo grabará en letras brillantes y vivientes sobre las tablas de carne de nuestros corazones, si es que están sensibilizadas por la fe sincera.
"Y Jehová dijo a Moisés: Hazte una serpiente ardiente, y ponla sobre una asta; y cualquiera que fuere mordido y mirare a ella, vivirá.
Y Moisés hizo una serpiente de bronce, y la puso sobre una asta; y cuando alguna serpiente mordía a alguno, miraba a la serpiente de bronce, y vivía." Números 21:8,9.
Como símbolo o a manera de una lección objetiva acerca del Redentor que había de venir, se levantó una serpiente de bronce en medio del campo, y se les exhortó a todos los que habían sido mordidos para que la mirasen y viviesen. Se les dió así a los castigados la oportunidad de arrepentirse y de ejercitar su fe en el poder salvador de Aquél que más tarde iba a ser levantado en la cruz del Calvario. Los que tenían fe y miraban al símbolo del poderoso salvador, eran inmediatamente sanados y restablecidos.
Durante su ministerio aquí en la tierra, Jesucristo puso en claro la relación que existe entre la serpiente levantada en el leño, en medio del desierto, y su propia crucifixión, ocurrida muchos siglos más tarde. Les dijo a sus discípulos: "Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado,
para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna." Juan 3:14,15.
Más tarde explicó así cuál era el objeto de esto: "Y yo, si fuere levantado de la tierra, a todos atraeré a mí mismo." Juan 12:32.
Y Él es el mismo ayer hoy y para siempre. Hoy lo mismo que en la antigüedad, el Salvador está muy cerca de los que tienen fe en los méritos del sacrificio expiatorio que de si mismo hizo en pro de una raza que estaba perdida. Una mirada de fe, dirigida hacia Cristo en la cruz del Calvario, alcanza la vida y la salvación para el pecador arrepentido.
"Por tanto, nosotros todos, mirando á cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma semejanza, como por el Espíritu del Señor." 2 Corintios 3:18
Por medio de la influencia del Espíritu Santo, el Señor está obrando en los corazones humanos. Nos dice a los pecadores: Yo he sido tentado como tú. Te ofrezco la esperanza, el valor y la salvación en cambio de una mirada. Mira no más y vivirás.
Bendiciones.
Luego todo Israel será salvo.