Re: La doctrina de los 144000 desde la perspectiva de los TJ
Espero no haberles molestado con esta in-formación, pero la consideraba importante para conocer el trasfondo d las interpretaciones, incluso sería muy bueno trazar la historia de las interpretaciones; pero eso todavía me excede, y solo podría aventurar alguna tesis.
Pero ahora me gustaría compartir con ustedes el concepto de "reino" de la Iglesia "ortodoxa" de oriente; guardadora en el monte Athos d la tradición patrística mas antigua. Aquí está:
Βασιλεία τοῦ Θεοῦ/τῶν ουρανῶν (vasilía tu Zeú/ton uranón) Realeza de Dios/de los cielos, el nombre Reino (βασίλειο) no está en ninguno de los originales Elénicos. Si bien “Reino” en castellano también tiene el significado de “nuevo estado de cosas en que rige la sanación y salvación y la energía increada de la voluntad de Dios”, no es el significado habitual de la palabra (territorio o conjunto de personas que lo gobiernan); por lo cual proponemos la más cercana a la voz helénica original, Realeza (dignidad o soberanía real). Realeza (cualidad, atributo) es el elemento básico de las enseñanzas de Jesús y el tema central de los libros del Nuevo Testamento, donde, con esta expresión, se manifiesta una nueva época que se inaugura con la obra de Χριστός (Jristós) Cristo y en la cual domina, en vez de odio el amor; en vez de la oscuridad tinieblas, la luz; en vez de la incredulidad, la luz de la fe; en vez de la desesperación, la esperanza. La nueva época se anuncia ya como actual presente, pero también esperada por completo en el futuro con la Segunda Presencia venida de Cristo. La realeza increada de Dios es el predominio entero de la energía increada de la voluntad de Dios en la vida de los hombres, tanto en la personal “la realeza de los cielos está dentro, en vuestro interior” (Lc. 17,21), como en la vida social “que venga tu realeza en nosotros, hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo” (Mt. 6,10). La realeza de Dios, como realidad terrenal del presente, se materializa en las personas por la vida santa de los cristianos, “los hijos de la realeza” (Mt. 8,12), y entonces coincide con la institución de la Iglesia.
Realeza de Dios es el Paraíso, la comunión del hombre con Dios. Esta Realeza la vivimos desde ahora como en el noviazgo, en cambio entonces la viviremos como en la boda. La Realeza de Dios no tiene fin. Es eterna, increada e interminable. Nada tiene que ver con reino, porque este término manifiesta un estado creado.
San Máximo el Confesor nos dice que la realeza (increada) es el Espíritu Santo de Quien percibimos su increada energía Jaris y la zeoría (expectación) de la increada Luz, la cual hemos perdido por la desobediencia a Dios. Porque, el nombre de Dios y Padre en hipostasis (base substancial) es el Hijo Unigénito, y la realeza de Dios y Padre en hipostasis es el Espíritu Santo procedente del Padre. (Filocalía).
La Gracia sea con ustedes