Re: LA DIOSA MARIA
Esto es endiosar a María.
San Luis Maria Grignon en su "Tratado sobre la verdadera devoción a la Santísima Virgen":
149. 4) Por insignificante y pobre que sea para Jesucristo, Rey de reyes y Santo de los santos, el don que le presentas, María hace que El acepte tus buenas obras. Pero quien, por su cuenta y apoyado en su propia industria y habilidad, lleva algo a Jesucristo, debe recordar que El examina el obsequio y, muchas veces, lo rechaza por hallarlo manchado de egoísmo lo mismo que en otro tiempo rechazó los sacrificios de los judíos por estar llenos de voluntad propia.
Pero si al presentar algo a Jesús, lo ofreces por las manos puras y virginales de su Madre amadísima, le coges por su flaco si me permites la expresión. El no mirará tanto el don que le ofreces, cuanto a su bondadosa Madre que es quien se lo presenta, ni considera tanto la procedencia del don, cuanto a Aquella que se lo ofrece.
Así, María jamás rechazada y siempre bien recibida por su Hijo hace que el Señor acepte con agrado cuanto se le ofrezca grande o pequeño: basta que María lo presente para que Jesús lo acepte y se complazca en el obsequio. El gran consejo que san Bernardo daba a aquellos que dirigía a la perfección era éste: "Si quieres ofrecer algo a Dios, procura presentarlo por las manos agradabilísimas y dignísimas de María, si no quieres ser rechazado"
de veras que es necia esta chica, aun no le entra en el coco que son ellos los que endiosan a maria. no los catolicos. pero bueno ella es feliz vreyendo sus propias mentiras.
Esto es endiosar a María.
San Luis Maria Grignon en su "Tratado sobre la verdadera devoción a la Santísima Virgen":
149. 4) Por insignificante y pobre que sea para Jesucristo, Rey de reyes y Santo de los santos, el don que le presentas, María hace que El acepte tus buenas obras. Pero quien, por su cuenta y apoyado en su propia industria y habilidad, lleva algo a Jesucristo, debe recordar que El examina el obsequio y, muchas veces, lo rechaza por hallarlo manchado de egoísmo lo mismo que en otro tiempo rechazó los sacrificios de los judíos por estar llenos de voluntad propia.
Pero si al presentar algo a Jesús, lo ofreces por las manos puras y virginales de su Madre amadísima, le coges por su flaco si me permites la expresión. El no mirará tanto el don que le ofreces, cuanto a su bondadosa Madre que es quien se lo presenta, ni considera tanto la procedencia del don, cuanto a Aquella que se lo ofrece.
Así, María jamás rechazada y siempre bien recibida por su Hijo hace que el Señor acepte con agrado cuanto se le ofrezca grande o pequeño: basta que María lo presente para que Jesús lo acepte y se complazca en el obsequio. El gran consejo que san Bernardo daba a aquellos que dirigía a la perfección era éste: "Si quieres ofrecer algo a Dios, procura presentarlo por las manos agradabilísimas y dignísimas de María, si no quieres ser rechazado"