"Este Dios, ya lo dije alguna vez sería incompetente, indiferente o cruel: Una vez has visto los resultados de su creación, no puedes llegar a la conclusión de que se trate de un Dios justo y misericordioso, al mismo tiempo que omnipotente y omnipresente. Si fuese todas estas cosas eliminaría el sufrimiento con la misma facilidad con la que nosotros respiramos: Una deidad justa y misericordiosa, todo amor a sus criaturas, no dejaría que estas sufriesen, ni estaría dispuesto a condenar eternamente por los fallos de otros, si tuviese poder para evitarlo. Entonces, yo creo que, si Dios es Justicia y Misericordia, amor eterno a sus criaturas, es un Dios incompetente incapaz de solucionar lo que ha creado: Si hubiese sido competente nunca habría dejado que sus criaturas llegasen al punto en que se encuentran ahora, nunca habría tenido ocasión el Pecado Original, ya que la perfección de Dios habría creado humanos perfectos (literalmente estamos hechos a su imagen y semejanza, por lo que deberíamos estar cerca de la perfección o ser humanamente perfectos).
Sin embargo un Dios omnipotente que resultase ser indiferente o cruel, habría dejado que los humanos llegasen hasta donde se encuentran, permitido las sangrientas guerras mundiales, la muerte de millones de niños en África, el abuso sexual sistemático a niñas en decenas de países del mundo sumidos en guerras constantes entre sus gobiernos y milicias de uno u otro cariz, o la propia explotación infantil que se dió en Europa, y otros lugares ahora considerados civilizados, durante siglos y continua dándose en numerosos países en todo el mundo. Un Dios cruel disfrutaría con el rumbo de la humanidad, viendo en sus acciones un disfrute nada edificante. Por contra uno indiferente simplemente ignoraría su obra y el rumbo que está tomando.
De cualquiera de las tres formas el resultado es el mismo: Dios no ha actuado, no lo hace, ni muy posiblemente lo hará en el Universo. Pudo ser la chispa que dio origen a todo, pero una vez hecho esto no pudo o no quiso volver a actuar. Mi conclusión es sencilla, resulta indiferente el saber si existe o no Dios, ya que cualquiera que sea la respuesta lo que obtenemos es el mismo vacío."