Los verdaderos mandamientos dados en el Sinaí son los que Jesucristo nos enseña en el Evangelio. En Éxodo 20 hay mandamientos que no son iguales a los que Jesucristo nos enseña en el Evangelio, pues permiten que los hombres se hagan servir por otros hombres teniéndolos de esclavos, todo lo contrario a lo que nos enseña Jesucristo, que nos dio su Ejemplo para que hiciéramos como Él hizo, que no vino a ser servido sino a servir y dar su vida en redención de muchos.
Jesús mandó no codiciar. Pero el mandamiento escrito en el viejo testamento que manda no codiciar a los esclavos del prójimo ni nada de lo que el prójimo tiene, es muy diferente al mandamiento que Jesucristo dio al joven rico, pues Jesucristo le dijo:
"vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme".
Como ves, esto que Jesús mandó al joven rico es muy diferente al mandamiento que está escrito en el viejo testamento, pues el mandamiento del viejo testamento permite que unos tengan muchas posesiones mientras otros son muy pobres o no tienen nada, mientras que el mandamiento de Jesucristo manda a los que tienen muchas posesiones que vendan todo lo que tienen y lo den a los pobres.
Y eso de que los hombres puedan ser dueños de otros hombres y tenerlos como siervos o esclavos, quedó abolido por Jesucristo, como hemos visto en la enseñanza de Jesús que así dice:
"Jesús los llamó y les dijo: "Sabéis que los jefes de las naciones las tiranizan y que los grandes las oprimen con su poderío. Entre vosotros no debe ser así, sino que si alguno de vosotros quiere ser grande, que sea vuestro servidor; y el que de vosotros quiera ser el primero, que sea el servidor de todos; de la misma manera que el hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y dar su vida en redención de muchos". (Mateo 20:25-28).