Re: "HOY MISMO ESTARÁS CONMIGO EN EL PARAISO"
No,
Por enésima vez, ya entiende:
2 Timoteo 1:10
y que ahora ha sido manifestada por la aparición de nuestro Salvador Cristo Jesús, quien abolió la muerte y sacó a la luz la vida y la inmortalidad por medio del evangelio,
Solo para aquellos que reciben el evangelio de Cristo, como dice la escritura:
"El que cree en El no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios."
Así que la salvación no es para los incrédulos, por tanto no distorsiones -ni mis palabras ni las del apóstol- diciendo "Con este texto, quiere dar a entender que todo ser humano es inmortal.", esta conclusión es tuya y es falsa, y constituye otro más de tus absurdos y un atentado contra el intelecto humano.
Tienes razón. Dios abolió la muerte. Aquí está el apoyo escritural para este versículo que citas:
1 Corintios 15:55-57
55 ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria?
56 ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado, la ley.
57 Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo.
Este verso es alusivo a lo que dice el verso al que tú tomas como referencia. Mira que te hablo porque eres entendido y sé que entiendes perfectamente que Jesús resucitó y venció la muerte. Por eso puede decir: "Sorbida es la muerte en victoria". Por lo cual entendemos que de lo que se está hablando no es del espíritu; sino del cuerpo que resucitará y la muerte no puede retenerlo, como tampoco pudo retenerlo a él. Cuando venció, tomó las llaves de la muerte; por lo cual es poderoso para que con voz de mando diga: "venid benditos de mi Padre".
El abolir la muerte, debe pues entenderse, que resucitó de los muertos aboliendo la muerte y sacó a luz la vida (de la sepultura) para que prediquemos el evangelio de las buenas nuevas, de que Jesús ha vencido y tienes las llaves de la muerte, la inmortalidad
por medio del evangelio,
Es la única enseñanza acerca de la muerte que la escritura nos enseña y es nuestra esperanza, pues dice que nos llamará y resucitaremos, así como él murió y resucito, también así lo haremos.
¿Qué prueba todo esto? Pues que morimos y descansamos, o sea, esperamos nuestro regalo: "la resurrección prometida".
Esto lo enseña claramente Jesús también:
Juan 14:3 Y si me voy y les preparo lugar, vendré otra vez, y los llevaré conmigo, para que donde yo esté, también ustedes estén.
Esa es una promesa de Jesús. Jesús no enseñó que cuando uno se muere se va con él a un lugar preparado para esperar siendo consciente y gozando de las maravillas del cielo. Jesús dijo que vendrá otra vez y nos llevará con él, para estar en donde él está. Pero Jesús es claro cuando dice: "y si me fuere"; esto no porque lo dude, sino para que los discípulos supieran que su reino no es de este mundo y que entendieran que debía irse y regresar victorioso.
La muerte pues, es así como lo que pasó con Jesús, quien le dijo a María: "no me toques porque todavía no he ido al Padre".
Jesús no murió y se fue al Padre. Está clara la palabra de Jesús. La esperanza que nos dio es "no temáis, yo he vencido al mundo.."
Mientras estemos en el mundo sufriremos y moriremos, pero Jesús nos ha prometido que estaremos en donde él está, que vendrá otra vez para llevarnos con él: en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la trompeta final; pues la trompeta sonará y los muertos resucitarán incorruptibles, y nosotros
seremos transformados. Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad.
Es bien claro que no somos inmortales, pues perdimos nuestra inmortalidad al no tener acceso al árbol de la vida; sino que morimos; pero tenemos promesa de resurrección, así como Cristo resucitó. "Al que venciere, yo le daré a que coma del árbol de la vida".