Bueno, si así lo consideras adelante. No he venido a defender posturas, sino a posicionarme al lado de mi Maestro.
En tiempos de Jesús no había ateos, si acaso escépticos, pero todo el mundo tenía férreas creencias en una causa primera o múltiples divinidades que asumían funcionalidades para explicar la poiesis del mundo que conocemos.
Soy creyente, con la certeza de la experiencia, pero esa misma experiencia me ha hecho apreciar todavía más a los ateos, ¿cómo es posible?
Pues por una razón fundamental, los ateos que he tenido la suerte de conocer son grandes personas, que a su lado muchos de los cristianos que conozco palidecen. ¿Para mi quién es más justo y menos impío?, evidentemente aquel que riega de amor su entorno, esa es para mi la fe fundamental.
Ser ateo o creyente es igual, porque las realidades últimas nunca serán demostradas, carece de sentido, porque dejarían de ser realidades últimas, por hacer un símil, es como si conoces de repente la explicación de algo y esa realidad última se aleja aún más, pues es infinita, inalcanzable.
Su naturaleza, la naturaleza del Dios en el que creo es evolutiva también, Dios evoluciona con nosotros, su carácter Absoluto representa precisamente el que contenga toda la información de su Creación, que además es evolutiva y constante, no estática como algunos literalistas afirman, la prueba es que nosotros somos creadores.
