Re: GÉNESIS SIN EL VELO
Algunas fuentes ya citadas, para los que no leyeron los post anteriores:
¿Fue el libro de Génesis redacción de una restauración de varios mundos por causa de la rebelión de Satán y gentes que le siguieron? No. ¿Es el relato de la Creación como directamente se lee? Sí. La restauración que se menciona en este y varios textos trata de lo ocurrido en las aguas oscuras (Gén. 1:2), no antes.
La problemática nada tuvo que ver con el individuo llamado Satán o serpiente, el cual apareció miles de años después, como argumentan los manuscritos.
No se menciona nada de mundos del celeste afectados por dicha “rebelión”, sino, únicamente las autoridades que nacieron en Gén. 1:3, y que estuvieron posteriormente asociados con el sistema solar. No fuera de él. Solo un manuscrito menciona a una raza que fue creada por esos seres entre el Gén. 1:4 y 1:6, que migraron fuera del sistema, pero no fueron seres “malos”, “malignos” ni “rebeldes”.
No se menciona a seres extraterrestres que hubiesen seguido a Satán. Al menos no en Génesis. No se menciona a principados y potestades que le siguieran. Al menos no en Génesis. Satán no fue el primer individuo en rebelarse, y no instigó a seres celestiales en sus ideas. Su rebelión fue individuas, egoísta, y su comportamiento solo influyó en las ideas de los bnei haElohim que años después de él desertaron tomando mujeres. Las autoridades del caos no siguieron a Satán. Satán era uno de sus ángeles. Tras el Diluvio, y pasado el tiempo, las autoridades terminaron bajo la astuta persuasión de Satán. Todo esto, como siempre, está documentado.
Con respecto de la Creación “genésica”: «Tú solo eres Jehová; tú hiciste los cielos, y los cielos de los cielos, con todo su ejército, la tierra y todo lo que está en ella, los mares y todo lo que hay en ellos; y tú vivificas todas estas cosas, y los ejércitos de los cielos te adoran.» (Nehemías 9:6) Este hombre de Dios habla de lo mismo que he dicho con anterioridad: creación de los cielos (los 7 de este sistema), el cielo de los cielos (el Aravot), todo su ejército (las estrellas y sus ministros), el planeta tierra, con sus mares y todo lo que en ambos hay.
«Usted que hizo el cielo y la tierra con todo su fin; que [ha] encadenado al mar por su palabra de mando, que limita el Abismo y [ha] sellado con su terrible y glorioso nombre; todas estas cosas las cuales [se] estremecen, y tiemblan ante su poder…» (Oración de Manasés 1:2-4) Ese mar fue el océano de este planeta, el cual encierra los abismos: «El fundó la tierra sobre sus cimientos; No será jamás removida. Con el abismo, como con vestido, la cubriste; Sobre los montes estaban las aguas. A tu reprensión huyeron; Al sonido de tu trueno se apresuraron; Subieron los montes, descendieron los valles, Al lugar que tú les fundaste. Les pusiste término, el cual no traspasarán, Ni volverán a cubrir la tierra.» (Salmo 104:5-9)
«Todo el mar, todas sus aguas y todos sus movimientos, ¿no son acaso obra del Más Alto, no ha puesto Él su sello sobre toda su acción [del mar] y no lo ha encadenado por completo a la arena?» (1ª Enoc 101:6) Todo lo que he resumido está aquí, incluido el modo en que se limitaron los océanos. Todo lo existente en el sistema solar fue creado de la masa de agua inicial, de la cual fue sacada la vida, como ya he dicho: «Éstos ignoran voluntariamente, que en el tiempo antiguo fueron hechos por la palabra de Dios los cielos, y también la tierra, que proviene del agua y por el agua subsiste, por lo cual el mundo de entonces pereció anegado en agua…» (2ª Pedro 3:5-6)
Pero como todo lo que he dicho está documentado, compartiré, no para Josias el mentiroso, sino para loa interesados, y que realmente buscan la verdad, un breve ejemplo de la revelación dad del Espíritu: «Y el Señor me citó, y me dijo: Janoj, siéntate a mi izquierda con Gabriel. Y yo me arrodillé ante el Señor, y el Señor me habló: Janoj, querido, todo lo que ves, [sobre] todas las cosas que están manteniéndose firmes terminadas, te hablo a ti, incluso [sobre las cosas] antes del comienzo primordial, todo lo que yo creé a partir de ningún ser, y cosas visibles de lo invisible. Escucha, Janoj, y toma estas mis palabras, porque ni a mis ángeles tengo yo dicho mi secreto, y yo no les tengo dicho [el origen de] su salida, ni siquiera a mi reino sin fin, ni siquiera han entendido mi creación, cual te digo hoy. Pues antes [de que] todas las cosas fuesen visibles, yo solo solía ir acerca de las cosas invisibles, como el sol del este al oeste, y del oeste al este. Pero incluso el sol tiene paz en sí mismo, mientras yo no encuentro paz, porque yo estaba creando todas las cosas, y yo concebí el pensamiento de colocar fundamentos, y de crear creación visible.» (2ª Enoc 24:1-5)
«Y salió de las [cosas] más elevadas porque salió un visible de lo no visible y salió Uriel muy poderoso. Y he aquí que su apariencia era una gran luz sin comparación. Y le dije a Uriel el dar a luz y sea visible el nacimiento de ti. Y dio a luz y salió grandiosa, y yo estaba en medio de la luz. Y la luz revoloteó, y salió de en medio de la luz [un] gran mundo, visión de toda la Creación que dije crearse. Y vi que era bueno. Y la estancia mía [fue un] trono y me senté en él. Y a la luz le dije: ve arriba y siéntate al [lado] del trono y hubo fundamento para las cosas elevadas. Y no hay más allá de la luz. Y entonces yo doblé y miré desde mi trono y llamé una segunda vez…» (2ª Enoc 25:1-6)
«Y yo convoqué el muy bajo una segunda vez, y dije: Deja Arjas (espíritu de creación) salir dureza, y él manifestó dureza-solidez desde lo invisible. Y Arjas vino surgió, duro, pesado, y muy rojo. Y yo dije: Ábrete, Arjas, y deja [que] allá que nazca de ti [todo ello], y él se deshizo, [así] una era salió adelante, muy grandiosa y muy oscura, portando la creación de todas las cosas bajas, y yo vi que eso era bueno y le dije a él: Ve por lo tanto abajo [muy por] debajo, y [manifiéstate] hasta [hacerte] a ti mismo firme, y se una fundación para las cosas bajas; y ello sucedió y él fue abajo y se reparó a sí mismo, y vino la fundación para las cosas bajas, y debajo de la oscuridad no hay nada más.» (2ª Enoc 26:1-4)
«Y yo ordené que allá debían ser tomados de luz y oscuridad, y yo dije: Sea densidad, y ello fue así, y yo lo separé fuera con luz, y ello se convirtió en aguas, y yo lo separé fuera con oscuridad, por debajo de la luz, y entonces hice firmes las aguas, es decir el abismo (insondable, sin fondo), y yo hice fundación de luz alrededor de las aguas, y creé siete círculos desde dentro, e imaginadas las aguas como cristal mojado y seco, que es decir como vidrio, y la circunscripción de las aguas y de los otros elementos, y mostré [a] cada uno de ellos su camino, y las siete estrellas cada una de ellas en su cielo, [porque] ellos van así, y yo vi que eso era bueno. Y separé entre la luz y entre la oscuridad, que es decir en el medio del agua aquí y allá, y yo dije a la luz, que ello debía ser el día, y a la oscuridad, que ello debía ser la noche, y fue tarde y fue mañana el primer día.» (2ª Enoc 27:1-2)
«Porque él dijo, y fue hecho; Él mandó, y existió.» (Salmo 33:9) Todo salió de su Palabra (en griego Logos), que es la misma Luz que vino al mundo, y la que se manifestó en el Primer Día: «… Cuando de edad no había mundo con sus habitantes, que hizo concebir y hablar con una palabra, y de inmediato las obras de creación salieron adelante. Y le dijo que quisiste hacer el hombre para su mundo como el administrador de sus obras, que tal vez se sepa que él no era de hecho en cuenta el mundo, pero el mundo a causa de él. Y ahora veo que, como para el mundo que se hizo a cuenta de nosotros, ¡Oh! Es justo, pero nosotros, en razón de los cuales se haya dictado, apartarse'.» (2ª Baruc 14:17-19) Así fue constituido el universo, creado lo visible: «Por la fe entendemos haber sido constituido el Universo por la Palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía.» (Hebreos 11:3) Y esa creación fue agua. Agua que más adelante se organizó en planetas, luego sus partes se separaron en la Tierra para formar la atmósfera; seguidamente se dejaron abajo del agua los elementos pesados y arriba los ligeros; luego hizo un agujero para empujar el agua y dar lugar a la tierra seca y sus océanos.
«Y entonces yo hice firme el círculo celestial, e hice que las aguas bajas cuales están bajo el cielo se colectasen a sí mismas, juntas, hacia dentro de un agujero, y que el caos se volviera seco, y ello se convirtió así. Fuera de las olas (onda) yo creé roca dura y grande, y de la roca yo llené lo seco, y lo seco yo llamé tierra, y el medio de la tierra yo la llamé abismo, que es decir lo sin fondo (insondable), yo colecté el mar en un lugar y lo limité junto con un yugo. Y yo dije al mar: ‘Contempla yo te doy tus límites eternos, y tu no deberás romperte [,] soltarte de tus partes componentes. Así yo hice rápido el firmamento. [A] este día yo llamé la primera-creación.» (2ª Enoc 28:1-4) Todo esto se realizó para quitar la mente entrelaza de las autoridades que estaba en este mundo cuando fue creado de oscuridad y caos, y fue deportada al abismo: «… tú eres la Luz infinita que se le dio por la voluntad de la Majestad de establecer todas las luces del Espíritu Santo en el lugar, y para separar la mente de la oscuridad porque no estaba bien, de la luz del Espíritu para permanecer en el Hades. Porque en tu deseo del Espíritu surge de contemplar tu grandeza".» (Paráfrasis de Sem 11:20-30)
Fue la misma Luz-Palabra la que dio lugar a esa atmósfera, dígase firmamento, expansión, bóveda, espacio, o como se desee traducir: «vi como los vientos extienden el velo del Cielo en lo alto y cómo tienen su puesto entre el Cielo y la tierra: son las columnas del Cielo…» (1ª Enoc 18:3) Y está escrito: «La Luz es vida, puesto que sin la gran Luz nada puede siquiera existir. Sábete, que en toda la materia formada, el corazón de la Luz siempre existe. Sí, aunque atada en la oscuridad, la Luz inherente siempre existe.» (Texto del Yucatán del 34.000 a.C.) Y 4 partes más adelante dice: «Sábete que esta Tierra no es más que un portal, cuidada por poderes desconocidos por el hombre. No obstante, los Señores Oscuros ocultan la entrada que lleva a la tierra nacida del Cielo. Sábete, que el camino a la esfera de Arulu es cuidada por barreras abiertas solamente por el hombre nacido de la Luz.»
La Tierra fue creada para limitar dentro de ella el caos, y conectar con el Cielo, siendo, a la vez, la morada para aquellos que vendría a quitar el dominio a las autoridades: «Él me dijo: "Al principio de la circunferencia de la tierra, antes de [establecerse] los portales del mundo en su lugar […], y antes de que el ruido del trueno sonase, y antes de [que] los destellos de los rayos brillasen, y antes de [que] las fundaciones del paraíso se estableciesen, y antes de [que] las hermosas flores se hubiesen visto, y antes de [que] las competencias de los movimientos se hubiesen establecido, y antes de [que] las innumerables legiones de ángeles se reunieran, y antes de [que] las alturas del cielo se levantaran, y antes de que las medidas de los firmamentos fuesen nombradas, y los pies delante de Sión se crearon…» (4ª Esdras 6:1-4)
Cuando el jefe de las autoridades, Samael, dijo que él era Dios y que ningún otro existía (Ez. 28:2), estando en medio de las aguas primigenias, «El fondo de las aguas sobre el mundo material fue iluminado por la imagen que había aparecido.» (Libro Secreto de Juan 8:9-10). Samael fue humillado por la aparición de la luz que comenzó a quitar el poder de Samael y sus 7 autoridades de entre la mente que contenía la tierra acuosa que la Sabiduría de dios había creado: «Le dije: "Señor, usted ha hablado al comienzo de la Creación, y dijo el Primer Día, 'Que el cielo y la tierra fueran hechos', y su palabra [fue] la labor realizada. Entonces el espíritu soplaba, y la oscuridad y el silencio [tenía] abrazado todo, el sonido de la voz humana aún no había allí. Entonces mandó un rayo de luz a ser manifiesto desde su habitáculo, de modo que su trabajo pudiera ser visto.» (4ª Esdras 6:38-40)
Entonces fue la Tierra primigenia dividida, y de su masa creados nuestros planetas análogos: «Y yo ordené que allá debían ser tomados desde la luz y la tiniebla, y yo dije: “Se grueso y rodeado de luz”, y lo separé y [se] hizo agua. Y lo separado sobre la tiniebla debajo de la luz y así separé las aguas y hubo abismo, y lo endurecí en luz círculo de agua, y creé 7 círculos en medio, y sólidos como copa mojada y seca, y él cristal y hielo del círculo de las aguas y [el] resto de los elementos; y mostré a cada uno de ellos su camino, a las 7 estrellas, a cada una de ellas en su rakiá (firmamento), y todos fueron [así]. Y yo vi que eso era bueno, y diferencié entre la luz y entre la tiniebla, es decir, en el medio de las aguas, entre estas y entre estas, y dije a la luz, ella es el día, y a la tiniebla, dije que era noche; y fue tarde y [el] otro fue mañana, y éste es el Primer Día.» (2ª Enoc 27:1-2) Y esto lo repite Esdras: «En su palabra fueron las estrellas fijas en sus lugares, y lo sabe el número de las estrellas. Busca el abismo y sus tesoros, sino que ha medido el mar y su contenido; que ha limitado el mar en medio de las aguas, y por su palabra que ha suspendido la tierra sobre el agua. Se ha extendido el cielo como una cúpula y lo aseguró sobre las aguas…» (4º Esdras 16:56-59)
Y sobre estos 7 cuerpos que llamamos planetas en sus órbitas, fue escrito en un manuscrito egipcio contemporáneo de Moisés: «Mira también la jerarquía de los siete cielos, bellamente creada en un orden eterno y cumpliendo los siglos en cursos diferentes. Todo está lleno de luz sin haber fuego en ningún lado: pues la amistad y la combinación de los opuestos y de los disímiles se hizo luz, y brillan sobre nosotros por la energía de Dios generador de todo bien y jefe y conductor del orden entero de los siete cielos.»
«Así hice firme el círculo de los cielos, y dije que se alineasen las aguas bajas que estaban debajo el Cielo en un conjunto y se secasen sus montones, y fue así. Y de entre los montones creé rocas duras grandes. Y de entre las rocas atrapé sequedad, y sucedió que se secó tierra. Y para en medio de la pura Tierra sucedió profundidad y hubo abismo. Ese, el mar, almacené en un lugar y lo até por la arena. Y dije al mar: mira, te puse límite perpetuo, y no [deberás] fracturarte a ti mismo. Así hice la rakiá y su fundamento arriba, de [entre] las aguas. Ese día es cabeza de la creación que me creé, y fue tarde y otra mañana, fue Día Segundo.» (2ª Enoc 28:1-4)
«"El tercer día le mandó a las aguas que se reúnen en una séptima parte de la tierra; seis partes que se secó y conservarse de forma que algunos de ellos podrían ser plantados y cultivados y de servicio que tienen ante ustedes. Por su palabra salieron, y al mismo tiempo se realizó el trabajo. Inmediatamente vinieron las frutas en abundancia y un sinfín de variados apelación al gusto, y flores de color inimitable, inefable y olores de los perfumes. Estas se hicieron en el Tercer Día.» (4ª Esdras 6:42-44)
«Y el tercer día mandó las aguas para pasar de la faz de la tierra entera en un solo lugar, y la tierra seca a aparecer. Y las aguas lo hicieron como él les mandó, y retiró de la faz de la tierra en un lugar fuera de esta rakiá, y la tierra seca apareció. Y ese día ha creado para ellos todos los mares de acuerdo a sus diferentes lugares de reunión, y todos los ríos, y las reuniones de las aguas en las montañas y sobre toda la tierra, y todos los lagos, y todo el rocío de la tierra, y la semilla que se siembra, germinación y todas las cosas, y árboles frutales, y los árboles de la madera, y el jardín del Edén, en el Edén y todos. Estos cuatro grandes obras que Dios creó el tercer día.» (Jubileos 2:5-8)
«Y así hice todos los cielos; y fue el Día Tercero; Y en el Día Tercero ordené para que la Adamáh abundara de árboles grandes y prósperos y los montes, todo de pasto dulce y toda semilla sobre lo esparcido; y puse jardín y lo cerré, y custodié [con] ángeles de fuego nutridores-atentos. Y así hice honra al mundo-universo. Y fue tarde y fue mañana Cuarto Día.» (2ª Enoc 30:1-2)