¿EXISTE EL TORMENTO ETERNO?

Re: ¿EXISTE EL TORMENTO ETERNO?

Ya veis que la justicia divina es de amor, no es de castigo como la vuestra. ¿Qué sería de vosotros si Dios usara vuestras mismas leyes para juzgaros, ante El para quien no valen apariencias ni falsos argumentos? Si Dios os juzgase según vuestra maldad y usara vuestras leyes de dureza terrible, ¿qué sería de vosotros? Entonces sí Le pediríais con justicia que tuviese clemencia.

Mas no debéis temer porque Su amor nunca se marchita, ni cambia, ni pasa; en cambio, vosotros sí pasáis, morís y renacéis, os vais y luego volvéis; y así vais peregrinando, hasta que llegue el día en que reconozcáis a vuestro Padre y os sometáis a Su divina Ley.


Vosotros aquí sois pasajeros, pero Dios es eterno; vosotros pasáis gimiendo porque os alejáis del sendero que os señala su Ley, mientras que El es inmutable.
 
Re: ¿EXISTE EL TORMENTO ETERNO?

Ya veis que la justicia divina es de amor, no es de castigo como la vuestra. ¿Qué sería de vosotros si Dios usara vuestras mismas leyes para juzgaros, ante El para quien no valen apariencias ni falsos argumentos? Si Dios os juzgase según vuestra maldad y usara vuestras leyes de dureza terrible, ¿qué sería de vosotros? Entonces sí Le pediríais con justicia que tuviese clemencia.

Mas no debéis temer porque Su amor nunca se marchita, ni cambia, ni pasa; en cambio, vosotros sí pasáis, morís y renacéis, os vais y luego volvéis; y así vais peregrinando, hasta que llegue el día en que reconozcáis a vuestro Padre y os sometáis a Su divina Ley.


Vosotros aquí sois pasajeros, pero Dios es eterno; vosotros pasáis gimiendo porque os alejáis del sendero que os señala su Ley, mientras que El es inmutable.



¿Te expulsan y tan pronto vuelves con tus doctrinas llenas de muerte? amanecido...?
 
Re: ¿EXISTE EL TORMENTO ETERNO?

Martamaría no es una creyente de un Dios sanguinario que prefiere hacer sufrir a su creación por tiempo sin fin en un incendio y no tener un poquito de misericordia para eliminar para siempre con el incendio a quien no quizo vivir eternamente.

Martamaría tiene mejor concepto que tu respecto a la misericordia de Dios ¡y siendo una atea!.

Si, el mérito es de ella porque si conociera a Dios le daría toda la honra y gloria y no como tu que lo pintas como alguien quien no tiene misericordia.
...

Martamaria cuando dé con él va a ser una fiel creyente de ese dios conforme a su idea y que colme sus expectativas, ya que el nuestro no la satisface.

Conocer al único y verdadero Dios tal como se nos revela en su Palabra implica el admirarlo en todos sus atributos, y no en algunos soslayando otros.

Apreciar su amor, gracia, misericordia, paciencia y benignidad, significa reconocer también el castigo eterno de insoportable tormento de quienes le tuvieron en poco a Él y a todas esas características suyas que no llevaron en esta vida al pecador al arrepentimiento y conversión sino a morir aborreciéndole y blasfemando.

Dios no puede dejar de ser lo que siempre fue, es y será nada más que para satisfacer a quienes pretenden ser más buenos que Él.
 
Re: ¿EXISTE EL TORMENTO ETERNO?

¡Cómo han falseado la verdad de la justicia divina todos los que van predicando una doctrina de temores, de castigos y de ignorancia! Mas, ¿sabéis el porqué de esa actitud? Porque necesitan tener supremacía sobre los demás, porque no conocen la humildad, y en cambio tienen mucha vanidad para nombrarse poseedores de la verdad y predilectos sobre los demás.

Predican la ignorancia y atemorizan para no perder su lugar de privilegiados.
 
Re: ¿EXISTE EL TORMENTO ETERNO?

Cuando el espíritu de algún gran pecador se desprende de la vida material para penetrar en el valle espiritual, se sorprende al comprobar que el infierno como él lo imaginaba no existe, y que el fuego del cual se le habló en los tiempos pasados, no es sino la esencia de sus obras al encontrarse ante el juez inexorable de su conciencia.

Ese juicio eterno, esa claridad que se hace en medio de las tinieblas que envuelven a aquel pecador, quema más que el fuego más ardiente que pudieseis concebir, mas no es una tortura preparada como un castigo para el que ofendió a Dios; no, esa tortura proviene del conocimiento de las faltas cometidas, del pesar de haber ofendido a quien le dio la existencia, de haber hecho mal uso del tiempo y de cuantos bienes recibió de su Señor.

¿Creéis que deba Dios castigar a quien con sus pecados Le ofendió, cuando Dios sabe que el pecado ofende más a quien lo comete? ¿No miráis que el pecador es a sí mismo a quien se hace mal, y que Dios no va a aumentar la desgracia que se ha labrado? Dios Solamente deja que se mire a sí mismo, que oiga la voz inexorable de su conciencia, que se interrogue y se responda, que recobre la memoria espiritual que a través de la materia había perdido y recuerde su principio, su destino y sus promesas; y ahí, en ese juicio, habrá de experimentar el efecto del fuego que extermine su mal, que le funda de nuevo como el oro en el crisol, para apartar de él lo nocivo, lo superfluo y todo lo que no es espiritual.

Cuando un espíritu se detiene a escuchar la voz y el juicio de su conciencia, de cierto os digo, que en esa hora se encuentra ante la presencia de Dios.

Ese momento de quietud, de serenidad y de claridad, no llega al mismo tiempo a todos los espíritus; unos penetran pronto en aquel examen de sí mismos y con ello se evitan muchas amarguras, porque en cuanto despiertan a la realidad y reconocen sus errores, se preparan y disponen para reparar la última de sus malas obras.

Otros, ofuscados ya sea por el vicio, por algún rencor o por haber llevado una existencia de pecados, tardan en salir de su confusión; otros más, insatisfechos, creyendo haber sido arrebatados de la Tierra antes de tiempo cuando todo les sonreía, imprecan y blasfeman, retardando así el poder librarse de su turbación; y como éstas, hay un gran número de situaciones que solamente la sabiduría de Dios conoce.

Tampoco existen lugares creados por Dios expresamente para la expiación de las faltas cometidas por Sus hijos. Yo os digo que no existe un mundo donde no haya depositado sus maravillas y bendiciones.

¿No decís que este mundo en que habitáis es un valle de lágrimas, o sea, un valle de expiación? ¿Y quién lo hizo valle de lágrimas, Dios o los hombres? Dios lo formo a imagen del paraíso celestial, sembrándolo de maravillas y complacencias, pensando hasta en lo más pequeño e insignificante para haceros felices; y sin embargo, dentro de un mundo formado así, para el bienestar y el adelanto, para el deleite y la elevación espiritual de la Humanidad, los hombres sufren, lloran, se desesperan y se pierden.

Mas vuelvo a deciros que Dios no hizo este mundo para el dolor de los hombres; los mundos son lo que sus moradores quieren que sean. Ved cuánto ha deformado la verdad el hombre con sus malas interpretaciones, cuán distinto ha interpretado el sentido figurado con el que se le ha revelado la vida espiritual.

Ni oscuridad, ni fuego, ni cadenas existen en el inmenso valle espiritual.

Remordimientos y torturas que provienen de la falta de saber, sufrimiento por carecer de espiritualidad para disfrutar aquella vida; esto y más existe en la expiación de los espíritus que llegan manchados o sin preparación a los umbrales de la vida espiritual. Ved cómo el pecado, las imperfecciones o la perversidad de los hombres, Dios no puede tomarlos como ofensa hecha al Padre, sabiendo que el mal se lo han hecho a sí mismos.

Tampoco la Tierra se ha manchado; ella es tan buena y tan limpia como cuando brotó del Padre; por eso no os pedira Dios que le devolváis su pureza, ya que ella no se ha apartado de su destino de ser madre, albergue y hogar para los hombres; en cambio, a la Humanidad sí le pedira que se arrepienta, que se regenere, que purifique su espíritu y su cuerpo, en una palabra, que retorne a su pureza original y que ostente en su espíritu la luz conquistada a través de la evolución, de la lucha y de la práctica de la virtud.
 
Re: ¿EXISTE EL TORMENTO ETERNO?

¡Cómo han falseado la verdad de la justicia divina todos los que van predicando una doctrina de temores, de castigos y de ignorancia! Mas, ¿sabéis el porqué de esa actitud? Porque necesitan tener supremacía sobre los demás, porque no conocen la humildad, y en cambio tienen mucha vanidad para nombrarse poseedores de la verdad y predilectos sobre los demás.

Predican la ignorancia y atemorizan para no perder su lugar de privilegiados.

¿Cuáles privilegios? enfermedad es ésta... Tu eres el nick que tantos temas le fueron borrados. libro de la vida verdadera o algo así.
 
Re: ¿EXISTE EL TORMENTO ETERNO?

En verdad os digo que la muerte no existe, porque el Creador es la vida y sus obras no pueden morir.

El hombre es el que con su imaginación ha creado la muerte y además ha creado infiernos y glorias según su pobre entendimiento. ¿Qué conceptos justos podrá tener de la existencia de Dios, de su justicia y de la verdad sobre la vida eterna? Sólo confusión hay en el corazón de la Humanidad, y esa confusión forma parte de los cimientos donde descansan las creencias de las mayorías.

¿Qué futuro le espera a la Humanidad si persiste en apartarse del camino verdadero? Sólo miseria, turbación y dolor, de lo cual tiene un anticipo en la vida llena de vicisitudes que lleva en la Tierra.
La doctrina del Espíritu, es el rayo de luz que viene a romper las tinieblas en que habéis penetrado. Sólo a través de ella llegarán los hombres a tener una enseñanza absoluta y amplia de su destino espiritual y un conocimiento verdadero sobre la existencia de la justicia de Dios.

Los hombres de hoy no pueden pensar en Dios sin materializarlo en alguna forma; no pueden hablar de tentaciones sin personificar la influencia del mal en un ser, cuya misión es perder a los espíritus, y tampoco pueden pensar en la expiación del que ha pecado, sin imaginar el castigo del fuego del infierno, el cual jamás ha existido.

Sobre estas tres confusiones que dominan la mente de la Humanidad, os digo que, si creéis que Dios es el Espíritu Santo, no tenéis por qué buscarlo en formas materiales, puesto que es Espíritu; y que ese ser imaginario, a quien llamáis Lucifer o Satanás, no existe sino en la mente de quienes no han podido interpretar espiritualmente las palabras de Dios, sus revelaciones y mensajes de los tiempos pasados.

En verdad os digo que existen en el valle espiritual muchos espíritus en tiniebla, sembradores de discordias, de odios y perversidad; existen multitudes de espíritus cuya influencia alcanza a los hombres al transmitirles malos pensamientos e inducirles a malas obras.
Pero esos seres no son demonios, son seres imperfectos, turbados, confundidos, oscurecidos por el dolor, por la envidia o por el rencor. No os asombréis si os digo que su naturaleza es la misma que tiene vuestro espíritu y la misma que tienen aquellos seres llamados ángeles por vosotros.
¿Por qué no llamáis demonios a los malos hombres que habitan la Tierra, si ellos también os tientan, si también os inducen al mal y os apartan del camino verdadero? Ellos, como los seres turbados del espacio, también son espíritus imperfectos, pero que han alcanzado poder y fuerza, porque se ha apoderado de ellos un ideal de grandeza.

En verdad os digo que ni entre los que habitan en la Tierra, ni en los que se encuentran en espíritu Dios tiene enemigos. No existe uno que se dedique a odiarle, a blasfemar contra El, o a apartar de la buena senda a sus semejantes por el solo placer de ofenderle.

Quienes apartan a los hombres de la fe, quienes borran del corazón de sus hermanos Su nombre y quienes luchan contra lo espiritual, no lo hacen por ofenderle, lo hacen porque así conviene a sus ambiciones terrestres, a sus sueños de grandeza y de gloria humana.

A similitud de eso acontece con los seres del Más Allá que no han despertado a la luz que eleva por el camino del amor. Ellos han tratado de ser grandes por la ciencia simplemente, y cuando influyen en sus hermanos y los apartan de la buena senda, no es con el fin de causarle a Dios un dolor, de rivalizar con su poder, de gozarse en el triunfo del mal sobre el bien; no, el móvil, aunque malo, no es el de ofenderle. ¿Cómo podéis estar pensando toda la vida en que frente a Dios se encuentra un poderoso adversario que a cada paso le arrebata lo que es suyo?

¿Cómo concebís que Dios hubiese puesto en la senda de los hombres a un ser infinitamente más poderoso que ellos, para que les estuviese tentando sin cesar y que al final los empujase a la perdición eterna?

¡Qué mal pensáis de Dios y de su justicia, los que decís conocerle y amarle!

Ciertamente los malos tientan a los buenos, los fuertes abusan de los débiles, los injustos escarnecen a los inocentes y los impuros violan lo que es puro.

Pero son tentaciones que aquél que las encuentra las puede rechazar, porque posee armas y escudo para luchar y defenderse. Su espada es la conciencia y tras ella están la moral, la fe y la razón, para no dejarse seducir por las malas influencias; y no solamente debe hacer eso, sino también sembrar la virtud con sus obras, contrarrestando en todo lo posible al mal; si ve que hay quienes siembran perdición, vicios y destrucción, levantarse a sembrar luz, a salvar al perdido, a levantar al que ha caído.
Es la lucha del bien contra el mal y de la luz contra la tiniebla, lucha indispensable para escalar y alcanzar las alturas de la perfección.

Tan meritorio es ante Dios que un ser manchado con la huella de las más graves faltas se purifique inspirado en un elevado ideal, como que un ser que ha perseverado en la pureza luche hasta el fin por no mancharse, porque él desde un principio amó la luz.
 
Re: ¿EXISTE EL TORMENTO ETERNO?

Fueron los patriarcas y los primeros profetas los que empezaron a hacer comprender al hombre que Dios era justicia, sí, pero justicia perfecta, que era ante todo Padre, y que, como Padre, amaba a todas sus criaturas.
 
Re: ¿EXISTE EL TORMENTO ETERNO?

Cuando el espíritu de algún gran pecador se desprende de la vida material para penetrar en el valle espiritual, se sorprende al comprobar que el infierno como él lo imaginaba no existe, y que el fuego del cual se le habló en los tiempos pasados, no es sino la esencia de sus obras al encontrarse ante el juez inexorable de su conciencia.

Ese juicio eterno, esa claridad que se hace en medio de las tinieblas que envuelven a aquel pecador, quema más que el fuego más ardiente que pudieseis concebir, mas no es una tortura preparada como un castigo para el que ofendió a Dios; no, esa tortura proviene del conocimiento de las faltas cometidas, del pesar de haber ofendido a quien le dio la existencia, de haber hecho mal uso del tiempo y de cuantos bienes recibió de su Señor.

¿Creéis que deba Dios castigar a quien con sus pecados Le ofendió, cuando Dios sabe que el pecado ofende más a quien lo comete? ¿No miráis que el pecador es a sí mismo a quien se hace mal, y que Dios no va a aumentar la desgracia que se ha labrado? Dios Solamente deja que se mire a sí mismo, que oiga la voz inexorable de su conciencia, que se interrogue y se responda, que recobre la memoria espiritual que a través de la materia había perdido y recuerde su principio, su destino y sus promesas; y ahí, en ese juicio, habrá de experimentar el efecto del fuego que extermine su mal, que le funda de nuevo como el oro en el crisol, para apartar de él lo nocivo, lo superfluo y todo lo que no es espiritual.

Cuando un espíritu se detiene a escuchar la voz y el juicio de su conciencia, de cierto os digo, que en esa hora se encuentra ante la presencia de Dios.

Ese momento de quietud, de serenidad y de claridad, no llega al mismo tiempo a todos los espíritus; unos penetran pronto en aquel examen de sí mismos y con ello se evitan muchas amarguras, porque en cuanto despiertan a la realidad y reconocen sus errores, se preparan y disponen para reparar la última de sus malas obras.

Otros, ofuscados ya sea por el vicio, por algún rencor o por haber llevado una existencia de pecados, tardan en salir de su confusión; otros más, insatisfechos, creyendo haber sido arrebatados de la Tierra antes de tiempo cuando todo les sonreía, imprecan y blasfeman, retardando así el poder librarse de su turbación; y como éstas, hay un gran número de situaciones que solamente la sabiduría de Dios conoce.

Tampoco existen lugares creados por Dios expresamente para la expiación de las faltas cometidas por Sus hijos. Yo os digo que no existe un mundo donde no haya depositado sus maravillas y bendiciones.

¿No decís que este mundo en que habitáis es un valle de lágrimas, o sea, un valle de expiación? ¿Y quién lo hizo valle de lágrimas, Dios o los hombres? Dios lo formo a imagen del paraíso celestial, sembrándolo de maravillas y complacencias, pensando hasta en lo más pequeño e insignificante para haceros felices; y sin embargo, dentro de un mundo formado así, para el bienestar y el adelanto, para el deleite y la elevación espiritual de la Humanidad, los hombres sufren, lloran, se desesperan y se pierden.

Mas vuelvo a deciros que Dios no hizo este mundo para el dolor de los hombres; los mundos son lo que sus moradores quieren que sean. Ved cuánto ha deformado la verdad el hombre con sus malas interpretaciones, cuán distinto ha interpretado el sentido figurado con el que se le ha revelado la vida espiritual.

Ni oscuridad, ni fuego, ni cadenas existen en el inmenso valle espiritual.

Remordimientos y torturas que provienen de la falta de saber, sufrimiento por carecer de espiritualidad para disfrutar aquella vida; esto y más existe en la expiación de los espíritus que llegan manchados o sin preparación a los umbrales de la vida espiritual. Ved cómo el pecado, las imperfecciones o la perversidad de los hombres, Dios no puede tomarlos como ofensa hecha al Padre, sabiendo que el mal se lo han hecho a sí mismos.

Tampoco la Tierra se ha manchado; ella es tan buena y tan limpia como cuando brotó del Padre; por eso no os pedira Dios que le devolváis su pureza, ya que ella no se ha apartado de su destino de ser madre, albergue y hogar para los hombres; en cambio, a la Humanidad sí le pedira que se arrepienta, que se regenere, que purifique su espíritu y su cuerpo, en una palabra, que retorne a su pureza original y que ostente en su espíritu la luz conquistada a través de la evolución, de la lucha y de la práctica de la virtud.

king = lucerodelamance

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Re: ¿EXISTE EL TORMENTO ETERNO?

Dios a todos ama y a nadie castiga; es su justicia la que corrige y perfecciona a los espíritus.

El Espíritu Divino está lleno de amor; en Él no existe la ira; creed que si el Padre ante vuestras ofensas y faltas por un instante se sintiese airado, ese instante bastaría para exterminaros.
 
Re: ¿EXISTE EL TORMENTO ETERNO?

La idea errónea que de la justicia divina se formó el hombre en los primeros tiempos, desaparecerá definitivamente para dar paso al verdadero conocimiento de ella.

La justicia divina será al fin comprendida como la luz que brota del amor perfecto que existe en nuestro Padre (Dios).

Aquel Dios a quien los hombres creyeron vengativo, cruel, rencoroso e inflexible será sentido en lo profundo del corazón, como un Padre que perdona a cambio de las ofensas de sus hijos, como el Padre que persuade con ternura al pecador, como el Juez que, en vez de condenar al que ha faltado gravemente, le proporciona una nueva oportunidad de salvación.

¡Cuántas imperfecciones le atribuían a Dios los hombres en su ignorancia, creyéndole capaz de sentir ira, siendo la ira sólo una flaqueza humana!

Si los profetas os hablaron de la ira santa del Señor, ahora os digo que aquella expresión la interpretéis como justicia divina.
Los hombres del Primer Tiempo no hubieran entendido de otra manera, ni los disolutos o los libertinos hubiesen tomado en cuenta las amonestaciones de los profetas si ellos no les hubiesen hablado en aquella forma.

Era menester que la inspiración de los enviados de Dios fuera expresada en términos que impresionaran el cerebro y el corazón de aquellos hombres escasos de desarrollo espiritual.
 
Re: ¿EXISTE EL TORMENTO ETERNO?

El amor de Dios levantará del fango a los que en él hayan caído y les salvará porque también ellos brotaron del seno divino para cumplir una misión de amor.
Reconoced que cuando habéis caído en error, vais buscando la muerte, sin comprender que habéis sido creados para vivir. Vais tras del cáliz de amargura, cuando Dios ha sembrado de elevados deleites y de verdaderos goces vuestra existencia.

¡cuán distinta es la justicia divina de como la concebís vosotros, cuando creíais que vendría el cetro de Dios a exterminaros por desobedientes a su Ley!
 
Re: ¿EXISTE EL TORMENTO ETERNO?

¡Cuán importante es que esta humanidad llegue al conocimiento de lo que significa la restitución espiritual, para que así, pensando que el espíritu tiene un pasado que sólo Dios conoce, acepte con amor, paciencia, respeto y hasta alegría su caliz de amargura, sabiendo que con ello está lavando manchas pasadas o presentes, está saldando cuentas y está haciendo méritos ante la Ley!

Nunca como ahora, este mundo se había convulsionado con tanto dolor, manifestado en diferentes formas. Todo ésto origina muchas preguntas profundas en los seres humanos, en las naciones y en todas las culturas, preguntas que no podrán ser contestadas por la ciencia, ni por las religiones.
El dolor es intenso, por éso es necesario que la humanidad comprenda que este tiempo es de restitución, es decir, que se viene a este mundo a pagar errores que han sido cometidos en vidas pasadas. ¡Este es el sentido o significado de restitución!
 
Re: ¿EXISTE EL TORMENTO ETERNO?

Abolid el dolor. La vida creada por Dios no es dolorosa; el sufrimiento proviene de las desobediencias y faltas de los hijos de Dios.

Es necesario que toda mancha sea lavada, ya que ninguna falta escapa a la justicia divina. Podrá pasarse un año, un siglo, y hasta una era, mas el momento de juicio tenía que llegar, aunque este juicio en apariencia llega tarde o fuera de tiempo, siempre se manifiesta en forma perfecta e inexorable.
Los hombres no esperan la edad madura para empezar a sufrir. Cuántos niños ya conocen el dolor, el hambre, las pruebas; muchas veces el dolor empieza desde el seno de su madre, es decir antes de nacer.
Es tiempo de restitución, de dolor y de justicia, no es un día de 24 horas, es un tiempo que terminará cuando la humanidad se detenga unos instantes en su vida, y comprenda cuánto dolor ha causado. Las vidas que los hombres han segado y la sangre derramada, claman justicia.
 
Re: ¿EXISTE EL TORMENTO ETERNO?

Existen muchos que por intuición comprenden y aceptan que esta vida, es una oportunidad para pagar errores pasados, y lo toman como lo más natural; en cambio para quienes no tienen noción del concepto de restitución, ¡qué difícil es aceptarlo y comprenderlo y como no lo entienden, niegan lo que no comprenden y atribuyen todo a la injusticia divina! Su mente se confunde por falta de de estudio y de análisis, ya que toman la restitución como un castigo de Dios.

La humanidad es como un arbusto con ramas tan secas y enfermas, por eso es necesario el corte doloroso del mal.
¿Por qué los elementos se desatan? Terremotos. inundaciones, sequías, multitudes de seres que perecen en diferentes maneras, problemas familiares, guerras. ¿Comprendéis el momento en que vivis? La humanidad, no debe ser tan sólo resignada en estas pruebas, sino que es necesario que comprenda el origen de su dolor, para que este sufrimiento no sea estéril y entienda la lección que le deja.