Re: ¿EUGENESIA EN LA BIBLIA? EL DILUVIO UNIVERSAL
Bueno, creo que se ha perdido el tema considerado en este foro, para lo cual aportaré nuevamente datos interesantes para nuestros compañeros foristas ateos y demás elenco "dispuestos2 y "predispuestos" contra todo lo que huela a "Biblia".
Goldschmidt, que insistió en que 1a evolución es un hecho para el cual ya no se necesita de más pruebas, también reveló su fracaso en cumplir el criterio generalmente aceptado para establecer una teoría como científica. Después de describir las etapas de su mecanismo evolutivo, al que bautizó con el nombre de «Systemic mutation» (Mutación sistémica) o «Hopeful Monster» (Monstruo Viable), Goldschmidt afirmó: “A esta suposición se oponen violentamente la mayoría de los genéticos que pretenden que los hechos hallados al nivel subespecífico se tienen que aplicar también a las categorías superiores. El repetir incansablemente esta pretensión no probada, el pasar de ligero sobre las dificultades y el adoptar una actitud arrogante frente a los que no se dejan influir tan fácilmente por las modas en la Ciencia, se considera que proporciona una prueba científica de su doctrina. Es verdad que nadie hasta ahora ha producido una nueva especie, género, etc., por macromutación; pero es igualmente cierto que nadie ha producido ni una sola especie por selección de micromutaciones”. Más adelante, en el mismo artículo declaró:
“Tampoco nadie ha presenciado nunca la producción de un nuevo individuo de categoría taxonómica superior por selección de micromutaciones.” Goldschmidt ha afirmado, pues, que en el contexto de “las moléculas al hombre” –como lo indicó claramente– solamente se ha observado el cambio más trivial, al nivel de las subespecies. Aún más, los arquitectos de la moderna teoría sintética de la evolución la han construido tan cuidadosamente, que no es posible su “falsación”: La teoría es tan plástica que es capaz de explicar cualquier cosa.
Esta fue la queja de Olson y de varios participantes en el “Wistar Symposium on Mathematical Challenges to the Neo-Darwinian Interpretation of Evolution” (Simposium Wistar de Desafíos Matemáticos a la Interpretación Neodarwinista de la Evolución), incluyendo incluso a Mayr, uno de los principales exponentes de esta teoría. Edén, uno de los matemáticos, lo expresó de esta manera, con referencia a la “falsabilidad”: “Esto no se puede hacer en evolución, tomándola en su sentido general, y esto es lo que quise decir cuando la califiqué de tautológica."
Se puede ser, o no, ingenioso al proponer un mecanismo que parece razonable a los seres humanos, incluso mecanismos que sean coherentes con otros mecanismos que se hayan descubierto, pero no deja de ser una teoría “no falsable”.
Aun más, aparte de los científicos creacionistas, un creciente número de otros científicos han expresado dudas de que la moderna teoría de la evolución pueda explicar algo más que cambios triviales. Edén quedó tan desanimado después de una consideración completa de la teoría desde el punto de vista probabilístico, que proclamó: “Una teoría científica y adecuada debe esperar el descubrimiento y elucidación de nuevas leyes físicas, fisicoquímicas y biológicas”. Salisbury ha expresado similarmente sus dudas, basadas en consideraciones probabilísticas. El ataque a la teoría por parte de científicos franceses ha sido intenso en años recientes. Se está viendo crecer rápidamente la controversia, hasta con artículos aparecidos en la revista Science et Vie bajo el tema “¿Deberíamos quemar a Darwin?” El artículo, escrito por el divulgador Aimé Michel, estaba basado en las entrevistas del autor con especialistas tales como la señora Andrée Tetry, profesora en la famosa Ecôle de Hautes Etudes –y autoridad mundial en problemas de la evolución–, el profesor Rémy Chauvin y otros biólogos franceses de nota; y en un estudio a fondo de unas 600 páginas de compilación de datos biológicos reunidos, en colaboración con la señora Tetry, por el difunto Michael Cuenot, biólogo de fama mundial. La conclusión de Aimé Michael es significativa: la clásica teoría de la evolución, en su sentido estricto, pertenece al pasado.
Aunque no tomen una posición definida, hoy en día prácticamente todos los especialistas franceses mantienen fuertes reservas mentales en cuanto a la validez de la selección natural. E. C. Olson, uno de los oradores en la celebración del Centenario Darwiniano, hizo en aquella ocasión la siguiente afirmación: Existe, asimismo, un grupo generalmente silencioso de estudiosos dedicados a investigaciones biológicas, que tienden a disentir con mucha parte del pensamiento actual, pero dicen y publican poco a causa de que no están particularmente interesados. Este autor ha publicado recientemente un libro sumamente crítico frente al darwinismo en los distintos ámbitos de las ciencias biológicas, Darwinismo, El Fin de un Mito, editorial Espasa Calpe, S.A. - Madrid, 2000 o no ven que la controversia sobre la evolución sea de alguna importancia particular, o están tan totalmente en desacuerdo que les parece inútil dedicarse al monumental trabajo de controvertir el inmenso edificio de información y teoría que existe en la formulación del pensamiento moderno.
Desde luego es difícil juzgar el tamaño y la composición de este silencioso sector, pero no hay duda de que los números no son despreciables. Fothergill se refiere a lo que él llama “la poquedad de la teoría como un todo”. Erhlich y Holm han afirmado sus reservas de la siguiente manera: “Finalmente, consideremos la cuestión presentada anteriormente: “¿Cuál es la explicación de lo que observamos en la naturaleza?” Ha llegado a ser moda el contemplar la moderna teoría de la evolución corno la única explicación posible, en lugar de decir que es la mejor conseguida hasta ahora. “Es concebible, y hasta lo más posible, que lo que podríamos llamar chistosamente una teoría No-Euclideana de la evolución apunte en el horizonte. La perpetuación de la teoría actual como dogma no animará el progreso hacia una explicación más satisfactoria de los hechos observados”.
Algunos ataques son abiertamente críticos, tales como la carta de Danson que apareció recientemente en New Scientist y en la que, entre otras cosas, afirmaba: “La teoría de la evolución ya no está más con nosotros, a causa de que hoy en día se reconoce al Neodarwinismo como incapaz de explicar cualquier otra cosa que no sean cambios triviales, y, a falta de otra teoría, no tenemos ninguna ... a pesar de la hostilidad de los testimonios ofrecidos por el registro fósil, a pesar de las dificultades innumerables, y a pesar de la falta de una teoría creíble, la evolución sobrevive ... ¿Puede haber, por ejemplo, otra área de la ciencia en la que se utilice un concepto intelectualmente tan estéril como el de la recapitulación embriológica como evidencia de una teoría?. Macbeth ha publicado una crítica especialmente incisiva de la teoría de la evolución. Apunta al hecho de que a pesar de que los evolucionistas han abandonado el evolucionismo clásico, la moderna teoría sintética de la evolución que han propuesto como sustitución es igualmente inadecuada para explicar el cambio progresivo como resultado de la selección natural y, de hecho, no pueden ni siquiera definir Selección Natural en términos que no sean tautólogos. La incapacidad de la teoría actual, y el fracaso del registro fósil en cumplir las predicciones que le son propias, dejan a la macroevolución, y aún a la misma microevolución, como misterios intratables, según Macbeth. No obstante, Macbeth sugiere que no hay ninguna teoría –por el presente– preferible a ésta.
En vista de las consideraciones expuestas, es increíble que científicos líderes, incluyendo algunos oradores de reconocida trayectoria científica, insistan dogmáticamente en que la teoría de la evolución de la molécula al hombre se enseñe con exclusión de todo otro postulado. La evolución en este amplio sentido no está demostrada y no se puede demostrar, y, por lo tanto, no puede ser considerada como un hecho. No está sujeta a prueba por los métodos normales de la ciencia experimental: Observación y falsación. Así, en el sentido estricto, no puede ser ni siquiera calificada de teoría científica. Es un postulado, y puede servir de modelo con el cual se puede intentar explicar y correlacionar los datos que tenemos en el registro fósil, y hacer predicciones respecto a la naturaleza de descubrimientos futuros.
La creación, desde luego, no está probada, y no se puede probar por los métodos de la ciencia experimental. Según el criterio expresado anteriormente, tampoco la podemos calificar de teoría científica, ya que la creación habría sido inobservable y, como teoría, sería no-falsable. La creación es, por tanto, como la evolución, un postulado que puede servir como modelo para explicar y correlacionar la evidencia relacionada con los orígenes. La creación no es, en este punto, ni más religiosa ni menos científica que la evolución. De hecho, a muchos científicos bien informados les parece que la creación es muy superior al modelo evolucionista como explicación de los orígenes.