Mirá, el espíritu santo es algo no alguien, y le pertenece a Jehová Dios, cuando Jesús fue bautizado descendió en forma corporal de una paloma, para que Juan el bautista supiera a quien estaba bautizado.
Juan también dio testimonio, y dijo: “Vi el espíritu bajar como paloma del cielo, y permaneció sobre él. Ni siquiera yo lo conocía, pero El Mismo que me envió a bautizar en agua me dijo: ‘Sobre quienquiera que veas el espíritu descender y permanecer, este es el que bautiza en espíritu santo’ Y yo lo he visto, y he dado testimonio de que este es el Hijo de Dios”. Jn. 1: 32 - 34.
“El espíritu de Jehová está sobre mí, porque él me ungió para declarar buenas nuevas a los pobres, me envió para predicar una liberación a los cautivos y un recobro de vista a los ciegos, para despachar a los quebrantados con una liberación, para predicar el año acepto de Jehová”. Con eso enrolló el rollo, se lo devolvió al servidor, y se sentó; y los ojos de todos los que estaban en la sinagoga se fijaron atentamente en él. Entonces comenzó a decirles: “Hoy se cumple esta escritura que acaban de oír”. Lc. 4: 18 - 21.
Ustedes conocen el tema acerca del cual se habló por toda Judea, comenzando desde Galilea después del bautismo que Juan predicó, a saber, Jesús que era de Nazaret, cómo Dios lo ungió con espíritu santo y poder, y fue por la tierra haciendo bien y sanando a todos los que eran oprimidos por el Diablo; porque Dios estaba con él. Hch. 10: 37, 38.
Porque no tenemos a un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino que tenemos a uno que ha sido probado como nosotros en todo sentido, pero sin pecado. Heb. 4: 15.
Así pues, tuvo que llegar a ser igual que sus “hermanos” en todo sentido, para poder ser un sumo sacerdote misericordioso y fiel en lo relacionado con Dios, a fin de ofrecer un sacrificio de reconciliación por los pecados de la gente. Heb. 2: 17.
No hago comentario sobre estos textos, porqué creo que ellos hablan por sí solo.