¿Es o no Pablo el autor de la epístola a los Hebreos?

A quienes fue escrita Hebreos, desde dónde y cuando.

A quienes fue escrita Hebreos, desde dónde y cuando.



Indudablemente que quienes sostenemos la autoría de Pablo de la epístola A los Hebreos, debemos proponer: a quienes fue escrita, desde dónde y cuando; y digo proponer, porque jamás podríamos presumir de dar solución definitiva a la cuestión, sino apenas presentar una ilación coherente de los hechos de manera que tengamos una propuesta tan verosímil como factible, y a la vez, no contradicha por el testimonio de la Escritura, antes bien, en plena armonía con ella. Lo que sí creemos, es que la dificultad obvia que representa el que el nombre de Pablo no aparezca en esta epístola, es un hecho de veras insólito pero insuficiente para haber quitado su nombre del título como se ha venido haciendo, refiriéndose habitualmente al innominado autor de la misma.

I - Comenzando por los destinatarios, no está enviada la carta a una iglesia determinada, como otras, aunque no cabe duda que los receptores conforman la iglesia en esa ciudad.
Cuatro aspectos: la antigüedad, el origen judío, el reproche en cuanto al magisterio que debían estar ejerciendo y el conocimiento personal que tenían del escritor, hacen de Jerusalem y Antioquía de Siria las candidatas. Eran las dos iglesias más antiguas y grandes. Jerusalem tenía a sus apóstoles y ancianos y “Había entonces en la iglesia que estaba en Antioquía profetas y maestros” (Hch.13:1). Pero son obvias aquí las ventajas de Jerusalem sobre Antioquía en los tres primeros aspectos, mientras que en el cuarto, si bien Pablo era bien conocido en Jerusalem, lo era más en Antioquía desde donde fue encomendado para la obra del Señor.
A esa ventaja jerusalemitana se le agrega un quinto aspecto: el tiempo presente al describir a los sumos sacerdotes constituidos por la Ley, la percepción actual de los diezmos por los levitas más las referencias al Santuario y los sacrificios, marcan a Jerusalem como la ciudad única en la que por poco tiempo todavía habría actividad en su Templo. La notoriedad de las fiestas de los judíos con todo el aparato ceremonial constituía un grave riesgo a una vuelta atrás de “cristianos” displicentes. El riesgo a que miembros de la iglesia en Antioquía retornaran a la Sinagoga, no era comparable a la fascinación que todavía seguía ejerciendo el Templo en Jerusalem, no sólo a los hermanos, sino a los propios apóstoles reacios todavía a despegarse de sus patios, pórticos y ritos; el propio Pablo, inclusive.
Un sexto aspecto todavía parece ser conclusivo para que los destinatarios de la carta A los Hebreos fuesen los cristianos judíos en Jerusalem: la persecución y demás tribulaciones de las que fueron objeto desde el principio (Comparar Hebreos 10:32-34 con los capítulos 4 al 8 y el 12 de Los Hechos de los Apóstoles).
El séptimo aspecto a considerar es que entre sus miembros habían quienes habían oído directamente al Señor Jesús y también convertidos por el testimonio de ellos, con todas las maravillas que entonces Dios había obrado (Hebreos 2:3,4), eventualidad más propia de Jerusalem que de cualquier otra ciudad de Judea, Samaria o la gentilidad.
Estos siete aspectos son los que yo he encontrado, pero los compañeros foristas quizás puedan hallar otros más todavía. Con esto parece que ninguna otra comunidad cristiana podría disputarle a la de Jerusalem ser la destinataria de la epístola.

II – III – El segundo y tercer punto hay que trabajarlos en forma conjunta, pues el dónde y el cuándo parecen depender el uno del otro.
Nada dice la Sagrada Escritura de una liberación de Pablo tras sus dos primeros años de reclusión en Roma y luego un segundo y final encarcelamiento.
Pero sí consta en la tradición e historia eclesiástica. Así se le hace viajar a Pablo extensamente, incluso hasta España, cumpliendo su aspiración señalada en Romanos.
De haber ocurrido así, no tenemos problema en pensar que fue escrita desde Roma a mediados de la década de los años 60. Su fiel compañero Timoteo, luego de padecer una temporal detención, sería su compañero para un añorado viaje a Jerusalem. Su nuevo y final encarcelamiento frustró definitivamente tal expectativa.
Pero es el caso que yo no me adhiero a este método sino al de Tobi: la Escritura explica a la Escritura. O sea, la propia epístola, más su entorno contiguo: las demás epístolas paulinas y el libro de Los Hechos de los Apóstoles, deberían de proveer una solución por lo menos verosímil, ya que nadie tiene intención de darla por confirmada y segura.
Hay un detalle que me hace pensar que no existió la eventualidad de un proyectado viaje de Pablo con Timoteo desde Roma a Jerusalem tras una presunta liberación del Apóstol, y es su despedida a los ancianos de Éfeso en Mileto. Allí todos lloran sobre su cuello porque Pablo les había anunciado que ya no volverían a ver su rostro (Hch.20:25,36-38). Sabemos que prosigue su viaje a Jerusalem, que es arrestado en el Templo y tras vicisitudes varias conducido preso a Roma: un viaje sin retorno.
Es posible todavía, que la Escritura pueda darnos alguna pista para encontrar la ocasión y lugar desde donde Pablo pudo escribir esta epístola A los Hebreos.
Este es el estudio que me resta hacer, y de hallar algo, con gusto lo compartiré mañana viernes 10.
Conste que no busco soluciones hurgando en Comentarios Bíblicos. Los respeto mucho y suelo consultarlos después de haber hecho mi propio estudio en la Biblia; pero nunca antes. Temo ser desviado por la influencia y mayor prestigio de los eruditos.
Ojalá muchos de ustedes sean también efectivos colaboradores.
¡Dios les bendiga!
Ricardo.
 
DESDE DONDE Y CUANDO PABLO ESCRIBIÓ “HEBREOS”

DESDE DONDE Y CUANDO PABLO ESCRIBIÓ “HEBREOS”



Confieso que la pista a seguir fue a partir del saludo final de Hebreos 13:24: “Los de Italia os saludan”. No me convencía la natural inferencia de que la epístola fuera escrita desde Roma, pues difícilmente Pablo alentara esperanzas a salir de allí rumbo a Jerusalem, tal como ayer estuvimos viendo. Aquella inferencia, por apropiada que pareciera, podía haber despistado a investigadores prejuiciosos o poco perspicaces.
Entonces, si ese saludo tenía otra connotación distinta a la que se le venía dando, podía ser ese un buen indicio a seguir. Aparte de He.13:24, Italia es mencionada otras tres veces, todas ellas en el libro de Los Hechos.
La primera cita es en el 18:2: “Y halló a un judío llamado Aquila, natural del Ponto, recién venido de Italia con Priscila, su mujer, por cuanto Claudio había mandado que todos los judíos salieran de Roma”.
- ¡Ajá! – me dije – Esto empieza a ponerse interesante.
Veamos: El capítulo 17 nos narra las peripecias de Pablo y Silas, primero en Tesalónica y luego en Berea, teniendo Pablo que escapar de allí, pero dejando a Silas y Timoteo con el encargo de que se les reunieran en cuanto pudieran. Luego tenemos el episodio de Pablo solo en Atenas, logrando pocos resultados. Llegado a Corinto, allí se encuentra con esta pareja, que fuera ya entonces cristiana, o se convirtiera mientras compartieron juntos su mismo oficio, convivió con ellos. Poco más de un año y medio radicó Pablo en Corinto, donde el Señor le había dicho: “yo tengo mucho pueblo en esta ciudad” (18:10). No es difícil que entre los muchos que fueron ganados para el Señor entonces, hubieran más judíos de los expulsados de Roma, como Priscila y Aquila. Mientras Pablo está aquí entregado de lleno a la predicación llega Timoteo con Silas (v.5) procedentes de Macedonia, pues habían sido dejados en Berea, donde las cosas se habían puesto difíciles para Pablo a causa de las multitudes alborotadas por los judíos de Tesalónica. Timoteo y Silas tenían el encargo de reunirse con Pablo en cuanto pudieran (17:10-15).
Seguramente se demoraron más de lo que Pablo pensaba, pues luego de su pasaje por Atenas, Pablo se radica en Corinto quedándose a vivir y trabajar junto a Aquila y Priscila, y luego dedicándose enteramente a la predicación. Así lo encontraron Silas y Timoteo cuando regresan de Macedonia (18:5). Ahora bien, sabiendo del capítulo anterior lo difíciles que estaban las cosas en Berea por causa de los alborotadores judíos de Tesalónica, no sería de extrañar que la demora de los colaboradores de Pablo se pudiera explicar por haber sido puestos en la cárcel por algún tiempo. Los hermanos de Tesalónica o los de Berea habrían informado a Pablo primero de la detención y luego de la liberación de Silas y Timoteo. Estas noticias probablemente se propagaban entonces entre las iglesias, buscando por la intercesión de los fieles que Dios protegiera a sus siervos y bendijera sus esfuerzos en el evangelio. Así, mensajeros o viajeros cristianos provenientes de Macedonia a Corinto, pasarían luego por Éfeso, Antioquía y Cesarea, llegando finalmente a Jerusalem. Y lo mismo el viaje a la inversa. Mayormente los comerciantes, viajaban mucho entre las poblaciones del área del Mediterráneo. No es que Pablo fuese adicto a los chismes, pero su celo e interés por el bien de las iglesias le hacía prestar oídos a las diversas situaciones que se daban en las distintas localidades, tanto en la conducta como en las doctrinas que se enseñaban: “Y además de otras cosas, lo que sobre mí se añade cada día: la preocupación por todas las iglesias. ¿Quién enferma y yo no enfermo? ¿A quién se le hace tropezar y yo no me indigno?” (2Co.11:28,29). Así, no será descabellado decir que en aquella época existían dos centros principales de información: uno en Jerusalem, con Jacobo a la cabeza, y otro donde Pablo estuviera. Tan bien estaba enterado Pablo de cómo marchaban las cosas en Jerusalem, como lo estaba Jacobo de los trabajos de Pablo entre los gentiles. Cuando se juntaban, el uno procuraba no desagradar y molestar al otro, sino tolerarse mutuamente.
Jacobo tenía motivos para recelar de Pablo en cuanto a que se inclinaba demasiado a la izquierda enfatizando la gracia a costa de la Ley de Moisés, y por su parte Pablo no podía ver con buenos ojos ni mostrarse indiferente ante la tendencia derechista de Jacobo con su apego a las viejas tradiciones. A nosotros nada de esto nos escandaliza, sino que era un fenómeno natural en aquella época de transición. La Ley actuaba como un pedagogo temporal para llevarlos a Cristo, pero tanto tiempo habían permanecido encariñados con el pedagogo, que les costaba mucho soltarlo para agarrarse sólo de Cristo (Gál.3:24). Y todo esto está dicho nada más que para proponer que la epístola A los Hebreos salió de la propia pluma de Pablo, en idioma hebreo, durante su estadía en Corinto, mientras esperaba el regreso de Timoteo. Así, aquel “Los de Italia os saludan” de He.13:24, probablemente se refiera a Aquila y Priscila y otros nuevos hermanos que estaban en su misma situación, habiendo sido expulsados de Roma por el decreto del Emperador Claudio del año 49. O sea, no trasmitía saludos de romanos o italianos, sino de cristianos judíos llegados desde Italia a Corinto, probablemente con la expectativa de regresar allá como ocurrió luego con Priscila y Aquila, después de la muerte de Claudio en el año 54.
Así, dataríamos Hebreos como una de las epístolas más tempranas, alrededor del año 50 d.C. o poco más.
Cuando Pablo por fin llega a Jerusalem y se reúne con Jacobo y los ancianos, no hay constancia que hablaran sobre la epístola, sino que el orden seguido fue el de un entusiasta informe de Pablo de lo que Dios había hecho entre los gentiles por su ministerio, seguido de otro comenzado con similar entusiasmo por Jacobo, pero que conducía a comprometer a Pablo a disipar las aprehensiones que algunos tenían para con él. A la vez, al enterar a Pablo de que se habían mantenido en lo acordado ocho años antes en la consulta resuelta en Jerusalem, las cosas quedaban compensadas (Hch. 21:17-25). De ser cierta la presente propuesta y estar imbuidos tanto Jacobo como los ancianos del contenido de la epístola, pudo existir un tácito consenso de ambas partes de no volver sobre el tema, para no adentrarse en engorrosas discusiones. Nosotros todavía hacemos lo mismo, cuando rehuimos con un amigo o hermano volver sobre una carta o conversación, para evitarnos incómodas fricciones. Por otra parte, de haber sido los de Jerusalem los receptores de la carta, y discrepar en algún punto, ahora tenían su oportunidad de demandar a su autor las explicaciones del caso. Si no lo hicieron, es porque nada tenían que replicar, como tampoco lo hizo Pedro cuando fue reprendido por Pablo en Antioquía.
Es posible ahora que nuestro amables lectores, con toda razón pregunten:
- ¿Cuáles citas de las Sagradas Escrituras puede darnos usted probando que es así como dice? ¡Cite el o los versículos que digan que la epístola A los Hebreos fue escrita por Pablo en idioma hebreo a los hermanos en Jerusalem, desde Corinto, mientras esperaba el regreso de Timoteo, quien habría padecido un corto encarcelamiento en Macedonia y ya estaba libre, y termina enviando saludos de los hermanos judíos venidos desde Italia?
- ¡Pues de entrada sabíamos que no contábamos con tales citas, de otra manera este debate ni siquiera hubiera tenido lugar, pues todo estaría ya probado! Lo que a primera vista haría aceptable esta propuesta, es que armoniza y no contradice en nada ni con los Hechos narrados por Lucas ni con el epistolario paulino.
Finalmente, que la traducción griega que hoy tenemos de Hebreos sea obra de Lucas, está avalada por la elegancia y estilo desplegados tanto en su Evangelio como en el libro de Los Hechos de los Apóstoles. Siendo que no poseemos escrito alguno de los otros candidatos a autores o traductores de la epístola, sus demás dones y talentos en la oratoria, enseñanza y evangelización, no los hace de por sí escritores idóneos bajo la inspiración del Espíritu Santo. En su última carta cercana a su martirio Pablo escribe: “Solo Lucas está conmigo” (2Ti.4:11). No es ninguna presunción forzada traída de los pelos que este colaborador tan cercano al Apóstol fuera el autor de la versión griega de la carta de Pablo.
Sé, que ahora se me dirá que todo esto es mucho especular, demasiadas conjeturas.
Pues de ser así, ¿qué queda entonces para los que proponen a Apolos, Bernabé, Silas, Timoteo, Tito, el propio Lucas, y hasta Priscila y Aquila? ¡Ni siquiera tienen cómo empezar a conjeturar! Véase entonces, que ahí la especulación estalla sin restricción alguna perdiéndose todas las referencias con la realidad conocida.
Los compañeros foristas podrán seguir colaborando como hasta ahora han hecho, inclusive presentando sus reparos u objeciones a lo propuesto.
Les saludo afectuosamente.
Ricardo.
 
Estimado Julio:

Estimado Julio:


En tu primer aporte a este epígrafe escribiste primero para repetirlo seguidamente, que estabas convencido por el Espíritu Santo que la carta a los Hebreos era de Pablo.
Luego te manifestaste un tanto ambiguo, diciendo que también pudo ser de un discípulo de Pablo, lo que despertó en Clemente la duda de cuán convencido efectivamente estabas. Después le decías a Leal que a ti no te afectaba quien hubiera escrito la carta, para confesar luego que sí pensabas y creías que fue Pablo, para finalizar diciendo que tampoco descartabas que fuese un discípulo paulino.
Dos fraternos y bien intencionados consejos:
1 – Acostúmbrate a no escribir Espíritu Santo por sus iniciales, pues con ellas solas podría también entenderse otro espíritu que no es precisamente el que es el solo Dios verdadero, uno con el Padre y el Hijo.
2 – Si no estás seguro en tu propia opinión (Ro.15:5) es mejor que no involucres al Espíritu Santo diciendo que te dio tal convicción, pues le contristas cuando luego te muestras indeciso y variable, olvidado ya ciertamente del testimonio que antes diste.
3 - Y por último: en tu anterior mensaje habías dicho literalmente:
“creo que pablo la escribió antes de su muerte.”.
Explícanos, por favor: - ¿Cabe la posibilidad que la escribiera después de su muerte?”.
Cordialmente,
Ricardo.
 
Re: ¿Es o no Pablo el autor de la epístola a los Hebreos?

Hermano Ricardo, sin dejar de pensar en las dificultades que encontramos para atribuirle a Pablo la autoría de la carta, considero que tus planteamientos tienen sentido, bien pudriera haber sido así como dices. Con todo, yo no me atrevo a afirmar que la carta fue escrita por Pablo. No puedo imaginar al apóstol de la iglesia de Jesucristo, escribiendo en forma anónima y menos dándole a otra persona la responsabilidad de trasladar el sentido de las palabras de un idioma a otro, en un estilo diferente al suyo. Quiero decir, que me parece poco probable, que el documento que llegó a los hermanos no fue el autógrafo de Pablo.

Saludos,

Leal
 
Estimado hermano Leal:

Estimado hermano Leal:


Agradezco tu comprensiòn y buena disposición.
Yo tambièn entiendo que la improbabilidad que tu dices tiene sentido, y como es un aspecto que todavía no he considerado, en caso que tenga algo que aportar al respecto con gusto lo harè.
El Señor te bendiga.
Ricardo.
 
Apreciado hermano Leal:

Apreciado hermano Leal:


He comenzado - ¡pero cuanto cuesta! – a pensar en tu seria objeción en cuanto a la omisión del nombre del autor de la epístola A los Hebreos.
Confieso que a mí me hubiera gustado un comienzo distinto de fuerte tono paulino, como pudiera ser:
“Pablo, siervo de Jesucristo, con los hermanos Aquila y Priscila que están conmigo aquí en Corinto, a los hermanos que están en Jerusalem con Jacobo, Pedro y Juan, y los demás apóstoles y ancianos:”.
Pero es tan variable la condición humana, que fue escribir lo precedente para que reaccionara de inmediato:
- ¡No, de ningún modo! Por nada del mundo cambio “Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos últimos días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo y por quien asimismo hizo el universo” ¡y lo que sigue, y lo que sigue y lo que sigue!
De todos modos, pienso que la dificultad mayor todavía la tendríamos si apareciera algún nombre de los propuestos: Bernabé, Apolos, Silas, Timoteo, Tito, Lucas, Aquilas y Priscila, etc. En tal caso, eliminado el presente problema del anonimato, surgiría otro nuevo, pues entonces la evidencia interna, la historia y la tradición pondrían en duda la pretensión de la autoría bajo tal nombre, como si se tratara de un plagio para restarle incidencia sobre los hermanos en Jerusalem al apóstol de los gentiles. Aun con el nombre autografiado de otro autor la polémica persistiría, porque no pocos lectores jurarían y rejurarían estar leyendo a Pablo. La controversia tomaría entonces otro cariz, pero seguramente más encendida todavía que el presente caso de la omisión del nombre.
Antes de comenzar a rascarme la cabeza y devanarme los sesos en procura de averiguar qué pudo haber pasado para que al menos al final de la carta Pablo dejara inequívocamente grabada su firma, hay algo que hay que refutar de plano, y es lo que algún forista aventuró al comienzo de este epígrafe - probablemente remedando a algún comentario bíblico trasnochado. Con todo el respeto que nos merecen los comentaristas, hay comentarios suyos que no merecen ningún respeto, pues seguramente escribieron fuera de su mejor ritmo biológico, cuando las neuronas estaban tomando su siesta.
Es así que se nos aportó el siguiente comentario que transcribo y puede leerse en la pg.1 de este tópico:
“En cuanto a la paternidad del libro, es que el nombre del autor no aparece.
Estoy convencido por el E.S. que la razón porque el nombre de Pablo no aparece en la carta ,es porque si hubiere puesto Pablo su nombre los Judíos no hubieran querido leer la carta, por las razones que ya sabemos. Los Judíos creían que Pablo era un apóstata de la ley de Moisés; sabiendo Pablo que su nombre sería un obstáculo para que la carta fuera leída entre los judíos entonces guiado por el E.S. omite su nombre.”
Para cualquier cristiano normal es clarísimo como el agua que tal eventualidad es imposible.
1 – No sabemos de una sola razón siquiera por la que los hermanos en Cristo hebreos no quisieran leer nada de Pablo. Aunque fue fuerte la controversia en Hechos 15, hubo un acuerdo unánime y Pablo obtuvo la recomendación de toda la iglesia, junto con Bernabé, Silas y Judas.
2 – Si bien Pablo resistía en la cara a los judaizantes, no se puede hablar de antagonismo de iglesias, apóstoles, ancianos y hermanos hacia la persona de Pablo. Otra cosa podía ser la actitud de falsos hermanos y seudo apóstoles, pero no es aquí ese el caso.
3 – Pablo no era un falsario capaz de hacer pasar gato por liebre. El “a todos me he hecho todo” de ninguna manera afectaba su sinceridad, honestidad e integridad. Si de veras quería bendecir a sus lectores con su carta, jamás sería haciéndoles caer en el engaño de que se tragasen la píldora por ignorar al emisario.
4 – Si lo anterior hubiera sido sobremanera reprobable en Pablo, ¿qué nos queda decir cuando se le achaca al Espíritu Santo la responsabilidad de haber inducido a Pablo a tal cosa?
Antes de citar de un Comentario Bíblico debemos primero pensar con nuestra propia cabeza, y jamás cometer tal irreverencia como responsabilizar al Espíritu Santo de nuestros ridículos macaneos.
Si mañana domingo el Señor por su gracia me socorre con alguna luz, con gusto lo compartiré.
Dios les bendiga!
Ricardo.
 
Re: Estimado Ricardo:

Re: Estimado Ricardo:

En tu primer aporte a este epígrafe escribiste primero para repetirlo seguidamente, que estabas convencido por el Espíritu Santo que la carta a los Hebreos era de Pablo.
Luego te manifestaste un tanto ambiguo, diciendo que también pudo ser de un discípulo de Pablo, lo que despertó en Clemente la duda de cuán convencido efectivamente estabas. Después le decías a Leal que a ti no te afectaba quien hubiera escrito la carta, para confesar luego que sí pensabas y creías que fue Pablo, para finalizar diciendo que tampoco descartabas que fuese un discípulo paulino.
Dos fraternos y bien intencionados consejos:
1 – Acostúmbrate a no escribir Espíritu Santo por sus iniciales, pues con ellas solas podría también entenderse otro espíritu que no es precisamente el que es el solo Dios verdadero, uno con el Padre y el Hijo.
2 – Si no estás seguro en tu propia opinión (Ro.15:5) es mejor que no involucres al Espíritu Santo diciendo que te dio tal convicción, pues le contristas cuando luego te muestras indeciso y variable, olvidado ya ciertamente del testimonio que antes diste.
3 - Y por último: en tu anterior mensaje habías dicho literalmente:
“creo que pablo la escribió antes de su muerte.”.
Explícanos, por favor: - ¿Cabe la posibilidad que la escribiera después de su muerte?”.
Cordialmente,
Ricardo.

saludos Ricardo.
Con mucho gusto ampliare lo que me preguntas, talves lo haga mañana.
 
Estimado Leal:

Estimado Leal:


Retorno al asunto que planteabas últimamente; y a la verdad, mejor que exigir esfuerzos a la imaginación y al intelecto, nada hay como en los desvelos de la noche orar a Dios pidiendo luz y sabiduría de lo alto. Para que no me mal acostumbre, creo que el Señor no siempre me responde tal como espero, y el dejarme en la ignorancia, ciertamente que prueba la humildad y la paciencia. Si nos dejamos conducir por nuestras propias luces, a poco somos ciegos dibujando en las tinieblas.
Pero podemos comenzar diciendo, que en cuanto a paternidad literaria, la alta crítica apenas ha dejado títere con cabeza. Desde el autor del Génesis al del Apocalipsis, no importa que fuese Moisés o Juan el Teólogo, los más de ellos fueron cuestionados y en su lugar propuestos otros autores. Para ellos ni siquiera alcanza la constancia del nombre del autor, pues aducen que quizás fue introducido para que su desconocido autor pudiera ser leído y aceptada su doctrina (probablemente esto ocurra con apócrifos del NT, como ya vimos en este Foro con la presunta carta “perdida” de Pablo a Laodicea, donde al comienzo y al final era evidente la intención de remarcar la autoría de Pablo). Recuérdese, además, como la reina Jezabel escribió cartas en nombre de Acab, las selló con su anillo y las envió como si fueran del rey (1Re.21:8).
Seguramente que se puede fundamentar mejor la autoría de Pablo de “Hebreos”, que la de Shakespeare en algunas de sus más famosas tragedias que el público concurre a ver, sin pasársele por el pensamiento la sospecha de que quizás la obra original perteneciera a otro autor.
Pero volviendo a lo nuestro, vayamos por partes. Marcas tu primer diferencia diciendo:
“No puedo imaginar al apóstol de la iglesia de Jesucristo, escribiendo en forma anónima”.
Sí, es cierto, en todo el epistolario paulino aparece el nombre del apóstol, como para no dejar duda alguna de su paternidad. Sin embargo, el libro de Hebreos no es la única excepción a la falta del nombre del escritor, pues tampoco aparece en las tres epístolas de Juan. Esto no fue óbice a que desde la antigüedad se tuvieran las tres como del discípulo “a quien Jesús amaba”, expresión con la que Juan acostumbraba ocultarse como sucede en su Evangelio. El estilo de presentación y saludo final al que Pablo se acomoda era el de uso entre los romanos, lo que no estaba en la tradición epistolar de los hebreos. Es así, que mucho nos hubiera extrañado que el encabezamiento a la Epístola a los Romanos fuese al estilo de la de A los Hebreos; pero no debería sorprendernos tanto que el de ésta no fuera al estilo del de aquella, tomando en cuanto a los destinatarios de origen hebreo.
En el mundo “Occidental y Cristiano” desde la escuela primaria fuimos enseñados a cómo redactar una carta, lo que no se nos ha olvidado y seguimos practicando. Pero en otras culturas, es posible que se utilicen formas distintas.
Seguidamente agregas:
“y menos dándole a otra persona la responsabilidad de trasladar el sentido de las palabras de un idioma a otro, en un estilo diferente al suyo.”.
Aunque Pablo dice que él hablaba más idiomas que los corintios (1Co.14:18), en el marco de lo que en ese capítulo él instruye, es propio pensar que él mismo actuaba dentro del mismo orden, de modo que no podría tener inconveniente que si llegado a una región con un idioma particular (p.ej. armenio), otro hermano local lo interpretara a la lengua de los lugareños. Él podía confiar en Lucas, que trasladando al griego su epístola A los Hebreos, ella podía ser presentada con una corrección y elegancia de lenguaje que contribuiría a la mejor difusión de la doctrina allí expuesta en todas las iglesias de la gentilidad. Lucas también fue un escritor inspirado del Espíritu, y no tenía por qué serlo menos traduciendo a Pablo, que en su Evangelio y Los Hechos de los Apóstoles. Podemos estar seguros que nada distinto tenemos en el texto griego de esta carta de lo que fuera expresado en su forma hebrea original. Todo esto es una hipótesis, es cierto, mas no arbitraria ni falta de fundamento.
Finalizas diciendo que te
“parece poco probable, que el documento que llegó a los hermanos no fue el autógrafo de Pablo”.
Pues fíjate que el documento que propongo haya llegado a los hermanos en Jerusalem, positivamente sí fuera autógrafo de Pablo. No lo sería la traducción de Lucas, como tampoco lo eran las copias que se hacían de las demás epístolas de Pablo que se distribuían entre las iglesias. Pero tanto a ellos entonces, como a nosotros hoy día cuando las leemos en los idiomas modernos, no pierden ellas vigencia ni autoridad pues es palabra de Dios “viva y eficaz” (He.4:12).
Yo tampoco me animaría a afirmar con un 100% de certeza que las cosas son tan así como las voy aprendiendo, ni pretendo dar solución definitiva a todas las dificultades.
Digo no más que otras hipótesis que se aventuren presentan dificultades más numerosas y de mayor tamaño.
Lo que sí afirmo, es que no ha sido solución sabia y justa la de quitar el nombre de Pablo del título de la epístola A los Hebreos en nuestras Biblias modernas. Así, soslayaron el problema, sin resolverlo. También los predicadores, al referirse al “autor de Hebreos” con cierto aire de erudición, se evitan problemas. Eso es cómodo.
No pretendo convencerte a ti ni a otros hermanos de lo que yo mismo no estoy convencido al 100%. Pero un 99% me alcanza para satisfacer mi mente y dar paz a mi espíritu. A otras posibilidades, les asigno apenas decimales de aquel único dígito.
Hasta aquí llegué. Si tú u otros foristas tienen más que aportar, soy todo oídos.
Dios bendiga a todos.
Ricardo.
 
To be or not tu be?

To be or not tu be?

Y bien, Julio, desde hace un par de dìas nos tienes suspensos con las respuestas que dijiste darìas. Parece que el mañana se te extendiò en el tiempo. Ojalà no dure una eternidad.
Saludos.
Ricardo.
 
Re: ¿Es o no Pablo el autor de la epístola a los Hebreos?

Originalmente enviado por Leal Ver Mensaje
Una pregunta para los hermanos que le atribuyen la autoría de hebreos al apóstol Pablo.

¿Pablo estaba preso o en libertad cuando escribió esta carta?

Saludos,

Leal

Buena pregunta.
Esta es la respuesta:

Pablo, ni estaba preso ni en libertad. Sino muerto (al menos en este mundo).
Así, Pablo tuvo que escribirla despues de muerto. :confused:
La carta fue escrita después de la persecución de Nerón y muy cerca a la de Domiciano.
Eso lo afirma claramente el mismo autor de la Carta que, Clemente ha definido acertadamente como de estilo "homilético"
Nerón ejecutó a Pablo (año 68) le siguieron: Galba (68-69); Oto Vitelio, 69; Vespaciano, 69-79: Tito, 79-81; Domiciano, 81-96. Hebreos fué escrita en este periodo de tiempo y más cerca del 96 que del 81.
Las citas de la misma carta que incluí en mi primera aportación lo demuestran.
 
Re: ¿Es o no Pablo el autor de la epístola a los Hebreos?

Originalmente enviado por Leal Ver Mensaje


Buena pregunta.
Esta es la respuesta:

Pablo, ni estaba preso ni en libertad. Sino muerto (al menos en este mundo).
Así, Pablo tuvo que escribirla despues de muerto. :confused:
La carta fue escrita después de la persecución de Nerón y muy cerca a la de Domiciano.
Eso lo afirma claramente el mismo autor de la Carta que, Clemente ha definido acertadamente como de estilo "homilético"
Nerón ejecutó a Pablo (año 68) le siguieron: Galba (68-69); Oto Vitelio, 69; Vespaciano, 69-79: Tito, 79-81; Domiciano, 81-96. Hebreos fué escrita en este periodo de tiempo y más cerca del 96 que del 81.
Las citas de la misma carta que incluí en mi primera aportación lo demuestran.

Si la carta fue escrita despues del año 70 DC. entonces porque se mensiona en la carta que el templo y las ofrendas por los pecados seguian ofreciendose.
si ya para despues ddel año 70 DC. no existia ni templo, ni sumo sacerdotes ni ofrendas por los pecados???????
Heb 9.
9 Lo cual es símbolo para el tiempo presente, según el cual se presentan ofrendas y sacrificios que no pueden hacer perfecto, en cuanto a la conciencia, al que practica ese culto,

Heb.10
1 Porque la ley, teniendo la sombra de los bienes venideros, no la imagen misma de las cosas, nunca puede, por los mismos sacrificios que se ofrecen continuamente cada año, hacer perfectos a los que se acercan.
2 De otra manera cesarían de ofrecerse, pues los que tributan este culto, limpios una vez, no tendrían ya más conciencia de pecado.

3 Pero en estos sacrificios cada año se hace memoria de los pecados;

4 porque la sangre de los toros y de los machos cabríos no puede quitar los pecados.


Espero esta ves no tardes mucho en responder, espero que tu busca de la pregunta no tarde demasiado.jeje
 
Re: ¿Es o no Pablo el autor de la epístola a los Hebreos?

Julio escribió
Si la carta fue escrita despues del año 70 DC. entonces porque se mensiona en la carta que el templo y las ofrendas por los pecados seguian ofreciendose.
Que seguian ofreciédose lo dices tu y no el autor de la carta.
Eso es lo que dice la carta, en 10:1
Porque la ley, teniendo la sombra de los bienes venideros, no la imagen misma de las cosas, nunca puede, por los mismos sacrificios que se ofrecen continuamente cada año, hacer perfectos a los que se acercan
Por lo visto la hermenéutica no es tu fuerte, ni tampoco la sintaxis lógica.
Si la ley solo tiene la sombra de los bienes venideros y no la imagen mismas de las cosas, significa que reduce las ordenanzas sacrificiales a la categoria de "símbolos" lo que el autor hace es una comparación de lo que se hacía y de aquí que dice en el verso 10:3
"Pero en estos sacrificios cada año de hace memoria de los pecados"
¿Se hace esto cada año, actualmente? Pues no, porque los judios ni tienen templo, ni altar donde realizar estos sacrificios.
Si tu lo aplicas en el tiempo de despues de la destrucción del Templo tambien tienes que aplicarlo a la actualidad.
Pero hay más. Según el Talmud de Jerusalen y tambien el Babilonio. los sacrificios del Yom Kippur dejaron de ofrecerse justo e inmediatamente despues de la muerte de Cristo. La rotura del velo que separaba el lugar Santo del Santísimo no se pudo reparar. El camino estaba abierto y no solo para el Sumo Sacerdote una vez al año y con la sangre del macho cabrío. Sino para todo aquel avalado por la sangre del Señor.

El autor de la carta hace una síntesis de los símbolos y los reduce a "nada" puesto que lo que simbolizaban ya se había realizado.
Si alguien con un buen dominio del griego y de su ideología se reiria de tu pregunta.
Fraternalmente
 
Re: ¿Es o no Pablo el autor de la epístola a los Hebreos?

saludos tobi.
para empezar te saltastes este versiculo.
Heb 9.
9 Lo cual es símbolo para el tiempo presente, según el cual se presentan ofrendas y sacrificios que no pueden hacer perfecto, en cuanto a la conciencia, al que practica ese culto,

no se si fue intencionalmente o no sabias que decir.
te doy el derecho a la duda.
 
Re: ¿Es o no Pablo el autor de la epístola a los Hebreos?

saludos tobi.
Se hace esto cada año, actualmente? Pues no, porque los judios ni tienen templo, ni altar donde realizar estos sacrificios.
Si tu lo aplicas en el tiempo de despues de la destrucción del Templo tambien tienes que aplicarlo a la actualidad.

pues ahora no tiene logica decirlo ,pero en ese entonces si, el que no sabe hermeneutica ni sentido comun puede ser otro,por eso te pido que solo demos nuestra opinion sin tirar indirectas.
soy una persona que enseña la palabra de Dios de una forma facil y sencilla basandome solo en lo que tenemos escrito.
lo demas no tiene sentido lo que dices a menos que lo expliques?

Pero hay más. Según el Talmud de Jerusalen y tambien el Babilonio. los sacrificios del Yom Kippur dejaron de ofrecerse justo e inmediatamente despues de la muerte de Cristo. La rotura del velo que separaba el lugar Santo del Santísimo no se pudo reparar. El camino estaba abierto y no solo para el Sumo Sacerdote una vez al año y con la sangre del macho cabrío. Sino para todo aquel avalado por la sangre del Señor.
osea que das una ves mas por seguro,que los sacrificios por los pecados de acuerdo a la ley de Moises dejaron de celebrarse inmediatamente despues de la muerte de Cristo.\
sabes esa no me la sabia, debo confesar que si es asi soy ignorante!
y yo que pense que el sumo sacerdote siguio fungiendo sus ritos como si nada hubiera pasado despues de la muerte de Cristo.
y me podrias decir las fuentes donde puedo leer eso?
 
Re: ¿Es o no Pablo el autor de la epístola a los Hebreos?

Una cosa ha quedado clara, Julio.
Si el apostol Pablo viniese y te dijera que el no escribió Hebreos, tampoco le creerías.:dormido:
 
Estimados compañeros foristas:

Estimados compañeros foristas:


Se ha despertado en mí una inquietud por la que quisiera consultarles:
¿Qué les parece si se le pidiera a las Sociedades Bíblicas Unidas una reconsideración de su decisión que les llevara en la revisión Reina – Valera 1960 a omitir en el título de la Epístola a los Hebreos al Apóstol Pablo como por cuatro siglos se venía haciendo?
Fíjense, por favor, que no se está pidiendo ya que se restaure el título antiguo – sería una osadía -, sino apenas una reconsideración de aquella decisión, pues si hubo algún trascendido de época, lo cierto es que entre los ministros de la Palabra actualmente activos que he consultado, nadie recuerda nada, fuera de los dos o tres argumentos más conocidos.
Se podrá preguntar: ¿pero en qué cambian las cosas hoy día de cuanto pudo haberse tomado en cuenta medio siglo atrás?
Pues mucho en una sola palabra: Internet. Hoy día se obtiene fácil, rápido y económico acceso a toda una información dificultosa de manipular a las revisores de la RVR1960.
Por supuesto que últimamente las Sociedades Bíblicas han integrado a sus equipos de consultores a reconocidos biblistas, traductores y lingüistas, pero es obvio que el peso de las decisiones cabe a los editores anglosajones, británicos y norteamericanos.
A nosotros, los cristianos evangélicos hispano hablantes, que leemos, distribuimos y compramos las Biblias, nos asiste derecho a pedir y recibir explicaciones de los cambios que se han venido haciendo. Puede ser que muchos fueran oportunos, pero quizás no todos.
Bueno, ¿qué piensan?
Agradezco emitan sus opiniones.
Ricardo.
 
Re: ¿Es o no Pablo el autor de la epístola a los Hebreos?

Una cosa ha quedado clara, Julio.
Si el apostol Pablo viniese y te dijera que el no escribió Hebreos, tampoco le creerías.:dormido:

Entonces queda demostrado basandonos en la evidencia de la misma,que la carta fue escrita antes de la destruccion de Jerusalem.Y no despues.
 
Re: ¿Es o no Pablo el autor de la epístola a los Hebreos?

Entonces queda demostrado basandonos en la evidencia de la misma,que la carta fue escrita antes de la destruccion de Jerusalem.Y no despues.

¿Por qué?
 
Estimados Julio y Tobi:

Estimados Julio y Tobi:

Les felicito por la tremenda lección que nos están dando a todos los foristas de cómo se puede aportar a un Foro economizando al máximo la actividad de las neuronas. A este ritmo, durante el milenio ustedes desplegarán una sin igual inteligencia por el ahorro que en esta vida terrenal están haciendo.
Ricardo.