¿Es o no Pablo el autor de la epístola a los Hebreos?

Re: ¿Es o no Pablo el autor de la epístola a los Hebreos?

Tobi.
Veras, cuando alguien se empeña a no dar su brazo a torcer no hay fuerza capaz de torcerlo. Con lo cual se convierte en diálogo de sordos.
Esto mismo se puede aplicar a su persona tambien!
Saludos
 
Re: Julio y Tobi:

Re: Julio y Tobi:

Lo que pasa con ustedes dos, es que el uno piensa convertir al otro, pensando cada cual que el otro le es accesible.
Pero como ninguno va al grano ni hace mayor gasto, por supuesto que el diàlogo es de sordos, y mejor hacen desertando del epìgrafe que encarando un debate juicioso y serio que implique estudio y razonamiento.
Yo no desertaré, pero tampoco contribuiré con más aportes al tema si no aparece alguien capaz de conversar como Dios manda.
Saludos.
Ricardo.
Lo que pasa es que este es un dialogo, no se trata de convertir a nadie.!
Solo aporta y deja de señalamientos .
todos somos amigos.
 
Re: ¿Es o no Pablo el autor de la epístola a los Hebreos?

Tobi.

Esto mismo se puede aplicar a su persona tambien!
Saludos
Independiente si estoy o no de acuerdo con julio velasquez en el tema, le doy la razón respecto a Tobi, el mismo que no responderá mi exposición que es una alternativa válida que no puede aceptar.
Bien pudo Pablo ser autor de Gálatas como de Hebreos.

Saludos
 
Julio:

Julio:

Me pides que aporte. ¿Crees que es poco lo que he aportado?
¿Cuànto has aportado tù?
Saludos.
Ricardo
 
Re: Sr. Pedro Vega

Re: Sr. Pedro Vega

Discúlpeme por favor si mi estilo le resultó inapropiado, pero para nada fue mi intención ofenderle, sino todo lo contrario.
Pienso que en mi mensaje respondí lo mejor que pude a su cuestionario.
En el primer punto ciertamente que dije lo que creo, pero en los demás expresé lo que pienso.
Por supuesto que tengo leído, estudiado y cotejado mucho de lo que Vd. propone, pero indudablemente que el don de la fe que por gracia de Dios he recibido va indisolublemente unido a lo que pienso, lo que sé y lo que diariamente aprendo.
La verdadera ciencia no está reñida con lo que creo.
La pseudo ciencia, la ficción y la fantasía del loco divagar de los hombres incrédulos sí podrá estar reñida con mi fe, pero eso no me preocupa pues me confirma que estoy en la verdad.
Reciba Vd. mi cordial y respetuoso saludo.
Ricardo.

Sr. Ricardo:
Es decir, que usted, aun a pesar de conocer de las miles de corrupciones y alteraciones de la biblia sigue creyendo que es "la palabra" ¿es asi?.
Por otro lado me gustaria, si le parece y asi gusta, que me contestara de forma mas explicita a lo que le pregunto aqui: http://forocristiano.iglesia.net/showpost.php?p=452079&postcount=133

Es unicamente con el fin de saber si usted cree el la biblia como "la palabra" por desconocimiento o si comete el pecado de creerlo conociendo esto.
 
Sr. Pedro Vega

Sr. Pedro Vega

Si de veras peco, no podrìa alegar ignorancia, pues tras medio siglo de leer la Biblia diariamente, estudiarla, predicarla, enseñarla y escuchar y leer bastante sobre ella, la linguìstica, arqueología y materias afines, y todavía consciente de que es mucho más lo que me resta por aprender que lo que llevo logrado, sè positivamente que cuanto escenario se monta y fuegos de artificio ascienden a los cielos proclamando sus vicios y defectos, mi razòn y mi conciencia atestiguan que la Biblia como Palabra de Dios que es, es perfecta, limpia, pura, santa, sin contradicciones ni errores de ninguna especie. He señalado que todas esas malas yerbas apenas reptan a la sombra de la Biblia y en las mentes que no han sido todavía alumbradas por ella.
Le saludo muy respetuosamente.
Ricardo.
 
Re: Sr. Pedro Vega

Re: Sr. Pedro Vega

Si de veras peco, no podrìa alegar ignorancia, pues tras medio siglo de leer la Biblia diariamente, estudiarla, predicarla, enseñarla y escuchar y leer bastante sobre ella, la linguìstica, arqueología y materias afines, y todavía consciente de que es mucho más lo que me resta por aprender que lo que llevo logrado, sè positivamente que cuanto escenario se monta y fuegos de artificio ascienden a los cielos proclamando sus vicios y defectos, mi razòn y mi conciencia atestiguan que la Biblia como Palabra de Dios que es, es perfecta, limpia, pura, santa, sin contradicciones ni errores de ninguna especie. He señalado que todas esas malas yerbas apenas reptan a la sombra de la Biblia y en las mentes que no han sido todavía alumbradas por ella.
Le saludo muy respetuosamente.
Ricardo.

Y segun usted cual canon es el "verdadero"?? Cuales libros son "realmente" los inspirados?? Porque fueron entrando y sacando libros del canon?? Usted cree que la opinión de los que decidieron esos canones era acertada???.
Por otro lado, si conoce de los miles de adulteraciones y falsificaciones de la biblia ¿Porque cree que es "perfecta" "limpia" "pura" y "santa"?? ¿Eso incluye tambien las falsificaciones y las manzas de los hombres que alteraron su contenido? ¿Ellos tambien son "perfectos, limpios, puros y santos"??.
Por otro lado ¿Todas las traducciones son perfectas, limpias puras y santas aun sabiendose que son tendenciosas la mayoria de ellas?....Y ES MAS AUN...me atreveria a preguntarle....¿NO tendrá nada que ver Dios para que hallamos encontrado tantas pruebas de que la biblia está manipulada y alterada intencionadamente? ¿Dios no tiene nada que ver en que todas esas mentiras salgan a la luz? ¿Dios no a tenido nada que ver en que aparecieran los escritos de Oxirrinco, Qumran, Nag Hamaddi etc etc para que tengamos elementos que nos ayuden a hallar la verdad? ¿Dios no a tenido nada que ver en que tengamos "milagrosamente" mas de 5.000 documentos antoguos que prueban esas falsificaciones?
 
Re: Sr. Pedro Vega

Re: Sr. Pedro Vega

Y segun usted cual canon es el "verdadero"?? Cuales libros son "realmente" los inspirados?? Porque fueron entrando y sacando libros del canon?? Usted cree que la opinión de los que decidieron esos canones era acertada???.
Por otro lado, si conoce de los miles de adulteraciones y falsificaciones de la biblia ¿Porque cree que es "perfecta" "limpia" "pura" y "santa"?? ¿Eso incluye tambien las falsificaciones y las manzas de los hombres que alteraron su contenido? ¿Ellos tambien son "perfectos, limpios, puros y santos"??.
Por otro lado ¿Todas las traducciones son perfectas, limpias puras y santas aun sabiendose que son tendenciosas la mayoria de ellas?....Y ES MAS AUN...me atreveria a preguntarle....¿NO tendrá nada que ver Dios para que hallamos encontrado tantas pruebas de que la biblia está manipulada y alterada intencionadamente? ¿Dios no tiene nada que ver en que todas esas mentiras salgan a la luz? ¿Dios no a tenido nada que ver en que aparecieran los escritos de Oxirrinco, Qumran, Nag Hamaddi etc etc para que tengamos elementos que nos ayuden a hallar la verdad? ¿Dios no a tenido nada que ver en que tengamos "milagrosamente" mas de 5.000 documentos antoguos que prueban esas falsificaciones?

Bien, has hecho unas claras afirmaciones. Ahora te reto a demostrarlo.
Para ello deberás conocer a la perfección la antigua lengua hebrea. Tambien y con la misma perfección el griego, tanto el clásico como la coiné. Seguidamente tener las versiones antiguas escritas en las lenguas citadas.

Para que te enteres. En la historia de la literatura humana no hay uns sóla colección de libros que haya sido más trillada como lo ha sido la Biblia.
Muchas de sus afirmaciones se han mostrado como ciertas mediante la arqueología...pero, en fin, no voy a ilustrate al respecto. Te repito que tus afirmaciones te retan a probrarlas. De lo contrario entenderemos que quien habla es tu fatuidad.
 
Re: Sr. Pedro Vega

Re: Sr. Pedro Vega

Bien, has hecho unas claras afirmaciones. Ahora te reto a demostrarlo.
Para ello deberás conocer a la perfección la antigua lengua hebrea. Tambien y con la misma perfección el griego, tanto el clásico como la coiné. Seguidamente tener las versiones antiguas escritas en las lenguas citadas.

Para que te enteres. En la historia de la literatura humana no hay uns sóla colección de libros que haya sido más trillada como lo ha sido la Biblia.
Muchas de sus afirmaciones se han mostrado como ciertas mediante la arqueología...pero, en fin, no voy a ilustrate al respecto. Te repito que tus afirmaciones te retan a probrarlas. De lo contrario entenderemos que quien habla es tu fatuidad.

Sr. Tobi:
¿Puede facilitarme una lista de todas aquellas afirmaciones mias que crea usted que son falsas?. Una por una. Y yo le aporto la información que lo prueba.
En cuanto a estudios y preparación en estos temas, pues veo que le preocupa, no conozco el hebreo, pero si la Koiné asi como el latin. Aunque hoy, por suerte, no hace falta tener esos conocimientos pues hay excelentes traductores (la biblia gateway puede instalar el E-Sword con unas herramientas fantasticas, asi como otras.) en muchos formatos. Si a alguien le intersa informarse tiene los medios necesarios. Yo incluso conseguí los papiros Ryland por internet y leer el original impreso. Y despues el estudio de la biblia mediante aparatos criticos como el de Nestle-Aland corroboró gran parte de lo que afirmo. Tambien ma da la razón la historia y las pruebas documentales. Es por eso que con tanta seguridad le puedo pedir una lista con TODO lo que usted crea que es de mi invención.
Demelá y le aporto las pruebas.
Pero demelá por favor. (Y por favor no ponga ninguna que usted "ya sepa la respuesta". Solo las que usted desconozca, es para no hacerlo muy largo)
 
Re: ¿Es o no Pablo el autor de la epístola a los Hebreos?

Hermanos valoro sus conocimientos, pero los llamo a la paz y si el Espíritu Santo mora en uds. El los llevará a toda verdad y justicia, les guiará y sobre todo les dará el discernimiento para llevar la palabra con bien a la práctica, es una humilde opinión de esta sierva que se deja llevar por el Espíritu de Dios, lo que les digo lo siento profundamente y ello me da tranquilidad pese a todas las pruebas y las adversidades de este mundo, busquen a Dios lleven el mensaje a las naciones y no discutan tanto, mas buenas acciones es lo que este convulsionado mundo necesita, afectuosamente
 
Re: ¿Es o no Pablo el autor de la epístola a los Hebreos?

Hermanos valoro sus conocimientos, pero los llamo a la paz y si el Espíritu Santo mora en uds. El los llevará a toda verdad y justicia, les guiará y sobre todo les dará el discernimiento para llevar la palabra con bien a la práctica, es una humilde opinión de esta sierva que se deja llevar por el Espíritu de Dios, lo que les digo lo siento profundamente y ello me da tranquilidad pese a todas las pruebas y las adversidades de este mundo, busquen a Dios lleven el mensaje a las naciones y no discutan tanto, mas buenas acciones es lo que este convulsionado mundo necesita, afectuosamente

Sra. Sierva:
Poco o nada tienen que ver los conocimientos con llevar "el mensaje a las naciones". Para eso debe usted aclarar que entiende usted por ese "mensaje". Entiendo que debe ser el mensaje de Jesús, la buena nueva que Él trajo. ¿Cual es segun usted esta buena nueva (evangelio)?.

En otro orden de cosas decirle que lo que digo al forista Tobi es unicamente porque él duda de lo que digo y yo SE que lo que digo es porque "conozco" de lo que hablo. Muchos hablan de lo que no saben pero en mi caso concreto si no se de algo no hablo sobre ello y lo estudio. Asi llevo mas de 40 años y me a sido muy util.
 
Re: ¿Es o no Pablo el autor de la epístola a los Hebreos?

Sr Vega
He aquí una prueba de sus conocimientos lingüisticos:

"Demelá; y la repite "demelá"
 
Re: ¿Es o no Pablo el autor de la epístola a los Hebreos?

Sr Vega
He aquí una prueba de sus conocimientos lingüisticos:

"Demelá; y la repite "demelá"

Sr. Tobi:
Y aparte de dedicarse a buscar errores gramaticales (de los que me verá muchos mas) ¿¿¿VA USTED A APORTAR AQUELLO EN LO QUE DICE QUE ESTOY ERRADO??? o se contentará con buscr si pongo un acento o diacritico en mal lugar???.
Continuo esperando a que usted de UNA SOLA afirmación mia que no sea cierta. Pero si usted es feliz buscando alguna falta ortografica siga haciendolo, yo no perdere mi tiempo en buscar las suyas, que serán muchas seguramente.
 
Sr. Pedro Vega:

Sr. Pedro Vega:

Procuraré responder puntualmente a cada ítem de su mensaje, si bien estoy en infracción pues me hallo fuera del asunto de este epígrafe:

1 – No necesito componer ningún canon a mi exclusivo gusto y placer, ya que desde hace unos sesenta años, cuando comencé a leer la versión castellana de Reina-Valera, mi mente y conciencia me daban testimonio de que los 66 libros que la componían eran divinamente inspirados. Cuando leí los Deuterocanónicos del Antiguo Testamento, no tuve igual convicción ni en mi espíritu los tomé como a los otros 39. En cuanto al Nuevo Testamento, los cristianos de las tres grandes Confesiones (católica, ortodoxa y protestante) aceptamos los 27 libros.
Minorías que agreguen o quiten algunos es su problema, no el mío.

2 – La formación del Canon admito que fue un proceso con sus dificultades y complicaciones, y que llevó más tiempo que el simple final del primer siglo como los fundamentalistas se empeñan en porfiar. Pero así como el corazón de los reyes está en las manos de Dios y a lo que Él quiere los inclina, creo también que a la inspiración plenaria del Espíritu Santo en los escritores sagrados, siguió también un cuidado especial de su divino Autor por que compiladores y traductores nos dieran versiones fieles a los originales y apropiadas al cometido de instruirnos debidamente para conocer y obedecer al Señor como es digno de Él. Acertada o no en su momento la opinión de cuantos tuvieron que ver con el Canon, traducciones y revisiones, en nada afectó el propósito original de nuestro omnisciente y omnipotente Dios. Ni siquiera la ignorancia, descuido, torpeza o mala intención de algunos hombres impidió que finalmente tuviéramos las Sagradas Escrituras como Palabra de Dios que es, viva, eficaz y permanente.

3 – El que yo crea que existen falsificaciones y adulteraciones hechas de los textos originales o copias fieles de los mismos (nunca me puse a contarlas como para hablar de “miles”), de ningún modo hace que consienta con ellas, sino que las repruebe y condene por espurias. Pero lejos de afectar la integridad de la Palabra de Dios, tales indeseables cosas comprueban su virtud, pues únicamente lo bueno, puro y verdadero atrae el interés de lo que no pertenece a la misma índole, por imitarlo, deformarlo y corromperlo. Permítaseme un ejemplo demasiado vulgar: supuesto un numeroso grupo de amigas íntimas, de haber entre ellas una bastante fea y torpe, las demás disimularán sus defectos, y aunque más no sea por compasión elogiarán cualquier aspecto positivo suyo que merezca comentarlo. Pero si de entre ellas, otra resaltara por su belleza, simpatía, bondad e inteligencia, bastará que se aparte diez pasos del grupo para que comiencen las críticas para afear su aspecto y cuestionar su conducta. Así sucede con nuestro mundo “occidental y cristiano”: con aires de intelectualidad y espíritu abierto se vierten juicios positivos sobre el Corán y demás libros sagrados hindúes, budistas y de todo el exótico Oriente. Si alguien abriera la boca para rebatirlos, se expone a ser denunciado por intolerante o xenófobo. Sin embargo, sobre la Biblia que iluminó a Europa y América, cualquiera se considera con derecho a decir disparates y proferir injurias que sabe que nada arriesga. Por supuesto que todos los hombres que deliberadamente alteraron los textos bíblicos hicieron mal y son malos por demás, pero ya el juicio les está esperando: Apocalipsis 22:18,19. Los que estudiamos las Escrituras no ignoramos las maquinaciones de Satanás ni las perversidades de los falsos apóstoles, pseudo profetas y malos pastores. Simplemente, decantamos de la Biblia todo cuanto el Espíritu de Dios no haya inspirado. Por otro lado, los títulos, subtítulos, divisiones en capítulos y versículos, resúmenes, referencias marginales y notas al pie de página, son todas invalorables ayudas que usamos con discreción, sabiendo que no todas siempre son acertadas. Esto no corrompe necesariamente el texto, sino que proporciona al lector información complementaria en beneficio de su propio estudio.

4 – De todas las versiones bíblicas conocidas, la única que podría calificar de “tendenciosa” es la que se hicieron para su propio uso los “Testigos de Jehová” por razones obvias. Pero las mismas versiones católicas (exceptuado el asunto de los Deuterocanónicos) creo que fueron hechas con la mejor intención de trasladar el sentido de los idiomas originales a nuestras lenguas respectivas. En cuanto a las que últimamente están apareciendo y todavía aparecerán, mejor ni hablar; pues sus marcadas tendencias están inspiradas por el espíritu del Anticristo.

5 – Finalmente, creo que sí tienes razón y que Dios tuvo no sólo mucho que ver con todo ese aquelarre que mencionas, sino que hasta en su propia Palabra nos dejó informados de ese fenómeno que deploramos pero que no podemos revertir: hablando Pablo de los que no recibieron el amor de la verdad para ser salvos, explica: “Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira, a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia” (2Tes.2:11,12). Por eso, todo el que rechaza la luz que proviene de la Palabra de Dios, se enreda, tropieza y cae con todos esos escritos de antiguas y exóticas religiones que tú citas. La desgracia es, que toda una eternidad no basta para arrepentirse de haber asumido tan errónea actitud. Rechazar la verdad, no es permanecer abierto a lo que sea, sino hundirse en el error en una prisión de eterna oscuridad.
Pero por gracia de Dios, “estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios y la vida eterna” (1Juan 5:20).

Cordiales saludos.
Ricardo.
 
Re: Sr. Pedro Vega:

Re: Sr. Pedro Vega:

Procuraré responder puntualmente a cada ítem de su mensaje, si bien estoy en infracción pues me hallo fuera del asunto de este epígrafe:

1 – No necesito componer ningún canon a mi exclusivo gusto y placer, ya que desde hace unos sesenta años, cuando comencé a leer la versión castellana de Reina-Valera, mi mente y conciencia me daban testimonio de que los 66 libros que la componían eran divinamente inspirados. Cuando leí los Deuterocanónicos del Antiguo Testamento, no tuve igual convicción ni en mi espíritu los tomé como a los otros 39. En cuanto al Nuevo Testamento, los cristianos de las tres grandes Confesiones (católica, ortodoxa y protestante) aceptamos los 27 libros.
Minorías que agreguen o quiten algunos es su problema, no el mío.

2 – La formación del Canon admito que fue un proceso con sus dificultades y complicaciones, y que llevó más tiempo que el simple final del primer siglo como los fundamentalistas se empeñan en porfiar. Pero así como el corazón de los reyes está en las manos de Dios y a lo que Él quiere los inclina, creo también que a la inspiración plenaria del Espíritu Santo en los escritores sagrados, siguió también un cuidado especial de su divino Autor por que compiladores y traductores nos dieran versiones fieles a los originales y apropiadas al cometido de instruirnos debidamente para conocer y obedecer al Señor como es digno de Él. Acertada o no en su momento la opinión de cuantos tuvieron que ver con el Canon, traducciones y revisiones, en nada afectó el propósito original de nuestro omnisciente y omnipotente Dios. Ni siquiera la ignorancia, descuido, torpeza o mala intención de algunos hombres impidió que finalmente tuviéramos las Sagradas Escrituras como Palabra de Dios que es, viva, eficaz y permanente.

3 – El que yo crea que existen falsificaciones y adulteraciones hechas de los textos originales o copias fieles de los mismos (nunca me puse a contarlas como para hablar de “miles”), de ningún modo hace que consienta con ellas, sino que las repruebe y condene por espurias. Pero lejos de afectar la integridad de la Palabra de Dios, tales indeseables cosas comprueban su virtud, pues únicamente lo bueno, puro y verdadero atrae el interés de lo que no pertenece a la misma índole, por imitarlo, deformarlo y corromperlo. Permítaseme un ejemplo demasiado vulgar: supuesto un numeroso grupo de amigas íntimas, de haber entre ellas una bastante fea y torpe, las demás disimularán sus defectos, y aunque más no sea por compasión elogiarán cualquier aspecto positivo suyo que merezca comentarlo. Pero si de entre ellas, otra resaltara por su belleza, simpatía, bondad e inteligencia, bastará que se aparte diez pasos del grupo para que comiencen las críticas para afear su aspecto y cuestionar su conducta. Así sucede con nuestro mundo “occidental y cristiano”: con aires de intelectualidad y espíritu abierto se vierten juicios positivos sobre el Corán y demás libros sagrados hindúes, budistas y de todo el exótico Oriente. Si alguien abriera la boca para rebatirlos, se expone a ser denunciado por intolerante o xenófobo. Sin embargo, sobre la Biblia que iluminó a Europa y América, cualquiera se considera con derecho a decir disparates y proferir injurias que sabe que nada arriesga. Por supuesto que todos los hombres que deliberadamente alteraron los textos bíblicos hicieron mal y son malos por demás, pero ya el juicio les está esperando: Apocalipsis 22:18,19. Los que estudiamos las Escrituras no ignoramos las maquinaciones de Satanás ni las perversidades de los falsos apóstoles, pseudo profetas y malos pastores. Simplemente, decantamos de la Biblia todo cuanto el Espíritu de Dios no haya inspirado. Por otro lado, los títulos, subtítulos, divisiones en capítulos y versículos, resúmenes, referencias marginales y notas al pie de página, son todas invalorables ayudas que usamos con discreción, sabiendo que no todas siempre son acertadas. Esto no corrompe necesariamente el texto, sino que proporciona al lector información complementaria en beneficio de su propio estudio.

4 – De todas las versiones bíblicas conocidas, la única que podría calificar de “tendenciosa” es la que se hicieron para su propio uso los “Testigos de Jehová” por razones obvias. Pero las mismas versiones católicas (exceptuado el asunto de los Deuterocanónicos) creo que fueron hechas con la mejor intención de trasladar el sentido de los idiomas originales a nuestras lenguas respectivas. En cuanto a las que últimamente están apareciendo y todavía aparecerán, mejor ni hablar; pues sus marcadas tendencias están inspiradas por el espíritu del Anticristo.

5 – Finalmente, creo que sí tienes razón y que Dios tuvo no sólo mucho que ver con todo ese aquelarre que mencionas, sino que hasta en su propia Palabra nos dejó informados de ese fenómeno que deploramos pero que no podemos revertir: hablando Pablo de los que no recibieron el amor de la verdad para ser salvos, explica: “Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira, a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia” (2Tes.2:11,12). Por eso, todo el que rechaza la luz que proviene de la Palabra de Dios, se enreda, tropieza y cae con todos esos escritos de antiguas y exóticas religiones que tú citas. La desgracia es, que toda una eternidad no basta para arrepentirse de haber asumido tan errónea actitud. Rechazar la verdad, no es permanecer abierto a lo que sea, sino hundirse en el error en una prisión de eterna oscuridad.
Pero por gracia de Dios, “estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios y la vida eterna” (1Juan 5:20).

Cordiales saludos.
Ricardo.

Sr. Ricardo:
Resumiendo en axiomas su post se podria resumir asi (corrigame si cometo alguna incorrección) de forma resumida:
1- Usted conoce de las adulteraciones de la biblia, pero no importa porque alguien en su dia dijo que era "la palabra de Dios" y usted asi lo acepta.
2- Usted conoce de las mas de 15 canones distintos que han habido, pero no importa porque usted acepta lo que otros fueron aceptando o rechazando, y usted asi lo acepta.
3- Usted cree que la biblia es "inspirada" (necesitaria saber su defibición exacta de esa "inspirción") y que los errores, contradicciones y demas que presenta NO SON inspirados pero Dios lo permitio ¿Es asi?
4- Usted asegura que "todos los que adulteraron la biblia son malos por demas y les espera el juicio", pero aun asi y con eso sigue pensando que los mismos que la adulteraron QUE LA MAYORIA FUERON PARTE DE LOS QUE CREARON EL CANON, son gente confiable y de criterio justo. (No entraré ahora a enumerarle las atrocidades cometidas por esos en los que usted confia)
5- Used afirma que la unica traduccion poco valida es la de los tj. Sin embargo TODAS, segun la creencia del traductor, están influenciadas de uno u otro modo.
etc etc etc.
Hasta aqui, para mi, ya ES INACEPTABLE su postura, pero aun me lomratifica mas sus palabras al decir:
Simplemente, decantamos de la Biblia todo cuanto el Espíritu de Dios no haya inspirado.
Es decir, usted "sabe" (de alguna forma misteriosa) que es inspirado y que no. ¿Podria usted decirme en que se basa que no sea su propio criterio?.

Lo que trato de decir es que en usted el pecado queda retenido pues siendo conocedor de todo lo expuesto lo admite porque necesita "tener un libro en el que creer" y abandona el amor a la verdad consignandolo a su propio criterio, pero sin embargo diciendole a los demas que está "pura, santa, impoluta...".

¿Cree usted que eso es logico y coherente? ¿Cree usted que hace bien llevando al engaño a otros al afirmarles que la biblia "es la palabra"?
 
¿Un clon de Pablo?

¿Un clon de Pablo?

Durante estos días que mantuve un paréntesis para dialogar con el Sr. Pedro Vega (cuyo último mensaje responderé más tarde, si Dios quiere) estuve evaluando todo el asunto de las evidencias externas e internas que favorecen la paternidad paulina de la Epístola a los Hebreos. El peso es tal, que la posición que la niega parece mucho más vulnerable y floja que lo que antes podía suponer.
Los que proponen otros candidatos, suelen preferir a quienes en algún tiempo estuvieron cerca de Pablo, como para compenetrarse bien de su pensamiento,
forma de argumentar y hasta por el empleo de ciertas palabras del Apóstol que conocemos de sus otras epístolas. En lenguaje moderno, diríamos que ellos están proponiendo un clon de Pablo, porque ciertamente los demás aspirantes a “autor de Hebreos” quedan lejos todavía de llenar sus propias expectativas, tan consubstanciadas con la personalidad y estilo del apóstol a los gentiles.
Es que el dilema que afrontan los cuestionadores de la autoría de Pablo, es
similar al de determinar si un vaso con agua hasta la mitad de su capacidad es un vaso medio lleno o medio vacío. O sea, reparan las diferencias entre esta epístola y las otras trece para legitimar que Pablo no pudo ser su autor. Pero por otro lado, reparan también en las semejanzas para aventurar que bien pudo ser alguno de sus camaradas más allegado en el apostolado.
En todo caso, y teniendo en cuenta que el nivel literario de Hebreos es superior al de las otras epístolas, necesitan crear un personaje de ficción que reúna todas las características conocidas de Pablo, e incluso, en algún aspecto, las supere. Apolos, Bernabé, Lucas, Silas, Timoteo, Tito, quedan remotamente lejos de contar con buenas chances, por inconvenientes particulares a cada uno de ellos. Así que el clon de Pablo sería un modelo mejorado del que nos es conocido del Nuevo Testamento.
Así como los evolucionistas necesitan una mayor dosis de su propia “fe” para tragarse su teoría, que nosotros para creer la verdad revelada de la creación en Génesis 1, así también los que necesitan alimentar su duda de Pablo para darle el crédito a cualquier otro autor.
Todavía pienso que las Sociedades Bíblicas Unidas deben haber considerado
mejores argumentos que los que aquí hemos debatido. De otro modo difícilmente se hubieran atrevido a quitar el nombre del Apóstol Pablo del título de la Epístola en la RVR1960 y versiones en otros idiomas.
Cordiales saludos.
Ricardo.
 
Sr. Pedro Vega:

Sr. Pedro Vega:

Aprovechando su invitación a corregirle (lo de “alguna” queda corto), seré indulgente en cuanto a puntuación y acentuación, pero así como no confundo gato con jirafa (y no por lo largo de su pescuezo) no es la mejor entrada precisamente la de equivocar la jota del “corríjame” con la “g” de “gallego”, pues sería como danzar la jota en Galicia y la muñeira en Aragón. Perdone Vd. esta humorada, pero es que para quienes vivimos allende el océano a miles de kilómetros de Castilla, nos encanta la fidelidad a nuestra lengua común. Pero también comprendo que su conocimiento de las muertas (a lenguas me refiero) puedan afectar lo castizo de su español.
Volviendo ahora a lo nuestro, los únicos puntos en que Vd. comete equivocaciones son los que seguidamente detallo y corrijo:
1 - Porque la Biblia es la Palabra de Dios, yo no acepto sino que desecho toda y cualquier adulteración hecha a su sagrado texto. Muchos dólares falsos circulan por el mundo, pero al no aceptarlos, tampoco puedo darlos.
2 - Que yo tenga algún conocimiento de la variedad de cánones no me hace solidario con ellos ni con quienes los compilaron. Muchas constituciones diferentes se han dado las repúblicas independientes, pero yo solamente me debo y sujeto a aquella de la que soy ciudadano. Así, no puedo evitar que un católico lea con la misma devoción el libro de Tobías que el evangelio de Juan, pero respetando su libertad asumo la mía para no hacer yo lo mismo. En el mundo que vivimos aceptamos la realidad de muchas cosas que deploramos; pero el confesar su existencia no implica que estemos involucrados con ellas, antes bien, las denunciamos y nos oponemos a las mismas.
3 - Literalmente entiendo por “inspiración” que el Espíritu Santo “sopló” las palabras hebreas, arameas y griegas a los escritores sagrados de los 66 libros del Antiguo y Nuevo Testamento. Tal acción divina de ninguna manera violentó la propia idiosincrasia del escritor, sino que se valió del conocimiento, temperamento y estilo de cada autor. ¡Sólo Dios puede hacer tal cosa de conjugar en una unidad perfecta sus pensamientos más altos que los cielos con los de su criatura que camina por la tierra! ¡Pero lo hizo!
Lo que Dios no podía permitir nunca en los textos originales, permitió luego en las copias que de ellos se hicieron, a fin de probar la fidelidad de los que son guiados por el Espíritu de verdad en el discernimiento del bien y del mal, la verdad y el error, la luz y las tinieblas, lo justo y lo injusto.
4 - Mi confianza está puesta únicamente en Dios y no en los hombres. Dios pudo usar a hombres imperfectos inclinándolos a hacer algo tan perfecto como es la Sagrada Escritura. Si ésta fuera meramente un producto literario como tantos otros, podría quizás interesar conocer cabalmente las biografías de cada uno de ellos. Pero si hasta al conceder premios literarios, no se toma en cuenta la vida sino la obra escrita del candidato, ¿cuánto podrá interesarnos las presuntas atrocidades cometidas por compiladores y demás corruptores textuales de los que Vd. habla cuando Dios estuvo por sobre toda esa maquinaria humana?
5 - Que la personalidad del traductor influya el resultado de su obra, es algo tan obvio y natural que para nada debiera asustar a alguien, a menos que permitamos - como Eva - que Satanás le traduzca la palabra de Dios dándole su propia versión. Por el contrario, los lectores hispanos hallamos muy bien que la propia personalidad de Casiodoro de Reina trasunte toda su versión castellana, que disfrutamos por casi ya cuatro siglos y medio.
Como verá, yo usé la primera persona del plural al decir “decantamos”, pues por supuesto no tengo ninguna exclusividad que me permita bajar del cielo a mi casilla la versión correcta de las Escrituras. Digo, que los estudiosos de las Escrituras (y no necesariamente profesionales de la religión) conocemos los casos - aislados y no tan numerosos como Vd. insiste en hacer ver - en que interpolaciones y otros vicios en el proceso de copia, traducción e impresión afean algunas ediciones. Al predicar o enseñar hacemos las rectificciones del caso. Además de esta salvaguardia que es de orden intelectual - y para la que disciplinas como la hermenéutica y la exégesis bíblica son grandes ayudas -, es de orden estrictamente espiritual la guía e iluminación del Espíritu Santo que confiere sabiduría de lo alto a quien humildemente la pide y recibe de Dios. Un don otorgado por gracia de Dios a quien el Espíritu quiera darlo, es precisamente el de discernimiento de espíritus (1Co.12:10).
Lejos de necesitar yo un libro en el cual creer, el Libro me necesita a mí para que lo exponga trazando bien la palabra de verdad, pues es por el oír esta Palabra de Dios que es la fe que viene con la salvación eterna del alma. Yo no tanto uso de la Biblia como ella de mí.
La lógica es la parte de la Filosofía que más me apasiona, y como ajedrecista que soy, mi cerebro está ordenado para la coherencia racional tan necesaria para desplegar la estrategia y las tácticas conducentes al mejor resultado.
Estos son los únicos cinco puntos en que Vd. ha padecido alguna equivocación.
Lejos de desanimarse, vea que lo inacepable de mi posición importa poco. La que sí importa es la suya y la mía delante de Dios. Tenemos en Jesucristo al mediador que nos reconcilia con Dios en virtud de su sangre derramada a nuestro favor. Nuestra respuesta a su amor lo decide todo.
Reciba Vd. mi afectuoso saludo.
Ricardo.
 
La omisión del nombre de Pablo.

La omisión del nombre de Pablo.

En el primer aporte de Julio a este epígrafe él daba su opinión en cuanto al motivo que pudo tener Pablo para ocultar su nombre, argumentos que después tomé tiempo y espacio para explicar. Recientemente encontré una conceptuosa exposición en igual sentido en Barnes’ Notes on the Bible, Volume 16 –Hebrews, Introduction, pgs.15,16, la que traduje ligeramente, nada más que para mostrar el riesgo que siempre corremos de no detenernos a razonar lo que leemos. Lo que eruditos y esclarecidos comentaristas normalmente nos brindan demandan el mismo examen que cuanto oímos o leemos, pues si están escribiendo en un horario fuera del más adecuado en su tiempo biológico para el ejercicio intelectual, pueden sorprendernos con cosas que no condicen con su habitual alto nivel de su exégesis y demás comentarios. Una jarra de más de cerveza en Lutero, un disgusto de Calvino con su mujer, etc., etc., a veces son factores que inciden en comentarios que en su mejor momento no hubiesen expresado, pero que después de escritos, tales fuertes personalidades se muestran reacias a corregirlos. Claro, ya sé, Tobi ya dijo que algo así es lo que a mí me acontece. Pero veremos. Luego de este comentarios de A. Barnes me permitiré llamar la atención a lo que decía Cantinflas:
- ¡Ahí está el detalle!
Leamos pues a Barnes:
“Es difícil de considerar el tema por el hecho que el nombre del autor fue omitido. Se encuentra en cada Epístola de Pablo, y en general es añadido a las epístolas en el Nuevo Testamento. Se omite, sin embargo, en las tres Epístolas de Juan, por razones que son ahora desconocidas. Y puede que también por razones similares quedara omitido en este caso.
El hecho simple es que es anónima; y quienquiera fuera el autor, la misma dificultad persistiría. Si este mero hecho demostrara que Pablo no era el autor, probaría lo mismo con respecto a todo otro candidato propuesto, como evidencia finalmente conclusiva en cualquier caso de que no tenía autor.
Pero cuales hayan sido las razones para la omisión del nombre, sólo puede ser materia de conjetura. La opinión más probable, que me parece a mí, es esta: el nombre de Pablo era odioso a los judíos. Él fue considerado por la nación como un apóstata de su religión, y por todas partes ellos mostraron especial malignidad contra él.
Vea los Hechos de los Apóstoles. Que él fuese considerado así por ellos podía influir indirectamente incluso en aquellos que habían sido convertidos del
Judaísmo a la Cristiandad. Ellos vivían en Palestina. Estaban cercanos al templo, comprometidos en sus ceremonias y sacrificios — pues no hay evidencia que ellos rompieran con esas observancias en su conversión a la Cristiandad. Pablo estaba en el extranjero. Se podría haber informado que él estuvo predicando contra el templo y sus sacrificios, e incluso los judíos cristianos en Palestina podrían haber supuesto que él estaba llevando estos asuntos demasiado lejos. En estas circunstancias podría haber sido IMPRUDENTE para él haber anunciado su nombre, porque podría haber despertado prejuicios que un hombre sabio desearía obviar. Pero si él pudiera presentar un argumento, en algo así como un ensayo, que mostrara que él creía que las instituciones judías fueron fijadas por Dios, y que él no era un
apóstata y un infiel; si pudiera dirigir una demostración acorde a las perspectivas prevalecientes entre los cristianos de Palestina, adaptándolas y explicando la verdadera naturaleza de los ritos judíos, entonces podría fortalecerlos en la fe del evangelio, y ellos alcanzarían a aprender todo eso, consiguiendo su objetivo sin dificultad.
Pablo fue el autor, sin prejuicio ni alarma. De acuerdo con su conducta que argumenta, al final les da tales INSINUACIONES por las que ellos entenderían sin dificultad quien les escribió.
Si este fuera el motivo, sería un caso de TACTO como era ciertamente la característica de Pablo, lo que no es indigno de ningún hombre. Yo no tengo ninguna duda que este fue el verdadero motivo. Se conocería pronto quién lo escribió; y de acuerdo con lo que ya hemos visto nunca se disputó en las iglesias Orientales” (la autoría de Pablo).
Observaciones a dicho comentario:
Aunque a mí mismo me parece demasiada presunción pretenderle enmendar la plana a A. Barnes, soy del parecer que si él pudiera responder se animaría a rectificarse.
Veamos:
1 – Comienza por decir que quizás por razones similares a las que se omite el nombre del apóstol Juan en sus tres epístolas, aparezca también omitido el nombre del autor de la Epístola a los Hebreos. Pero luego se olvida de esto, pues la conjetura que propone y a la que finalmente presenta como su indubitable opinión de ser esa la verdadera motivación que tuvo Pablo para ocultar su nombre, difícilmente pueda achacarse al apóstol Juan y sus epístolas.
2 – “el nombre de Pablo era odioso a los judíos”. Desde el mismo comienzo de Los Hechos de los Apóstoles, el único nombre que podría merecer tal calificativo era el de Jesús de Nazaret, y luego ningún otro. De ahí las reiteradas amenazas a los apóstoles a que no siguiesen hablando ni enseñando en el nombre de Jesús (Hch.4:17,18; 5:28,40). El propio Saulo apresaba a cuantos invocaban ese nombre (Hch.9:14,21; 26:9). Pero de que el nombre de Pablo resultase odioso a los judíos, no tenemos rastro en todo el NT. Cuando finalmente él llega a Roma, los principales de la sinagoga le dicen no saber nada de él, pero sí notoriamente en contra de “la secta” (Hch.28:21,22).
En cuanto no ya al nombre, sino a la propia persona y ministerio de Pablo, era sí “preocupante” para los judíos cristianos en Jerusalem, la versión que corría de que Pablo enseñaba a los judíos de la gentilidad a apostatar de Moisés. Para invalidarla, Pablo se somete a la propuesta de Jacobo y los ancianos en Jerusalem (Hch. 21:17-26). Paradójicamente, al cumplirla, desencadenó lo que se quería evitar, pues unos pocos judíos que le conocían de Asia, incitaron a la multitud contra él. Pero estos no eran cristianos judíos ni siquiera judaizantes, sino judíos fanáticos al estilo de los ortodoxos que hoy mismo en Israel persiguen a los mesiánicos (Hch.21:27-29). No eran los sionistas contemporáneos de Pablo los receptores de su carta, sino sus hermanos en Cristo, judíos como él.
3 – Es ciertamente muy difícil imaginarse a un apóstol inspirado por el Espíritu Santo urdiendo artimañas y apelando a recursos tan humanos como el de ocultar su identidad para lograr un mejor suceso entre los destinatarios de su escrito. Por lo menos, no sería el Pablo que conocemos.
4 - ¡Cuántas cosas somos capaces de meter dentro del expediente del TACTO! Todo cabe, a gusto del consumidor. La verdad es que escribiendo o predicando, los apóstoles poco se cuidaban de las susceptibilidades de los judíos. Basten apenas unos pocos ejemplos de entre muchos que se podrían dar: los dos primeros discursos de Pedro:
“- Varones israelitas, oíd estas palabras: Jesús nazareno … prendisteis y matasteis por manos de inicuos, crucificándole …Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo” (Hch.2:22,23,36).
“ – Varones israelitas … a su Hijo Jesús, a quien vosotros entregasteis y negasteis delante de Pilato … vosotros negasteis al Santo y al Justo, y pedisteis que se os diese un homicida, y matasteis al Autor de la vida …” (Hch. 3:12-15).
- ¡Qué falta de tacto Pedro! – pero se convirtieron tres mil tras el primer sermón y cinco mil hombres tras el segundo.
Esteban ante el Concilio de los judíos:
“ -¡Duros de cerviz, e incircuncisos de corazón y de oídos! Vosotros resistís siempre al Espíritu Santo; como vuestros padres, así también vosotros” (Hch.7:51).
- ¡Qué falta de tacto, Esteban!
Fue muerto a pedradas; pero antes vio a Jesús a la diestra de Dios pronto a recibirle.
Y el tiempo nos faltaría recordando a Pablo confrontando a los judíos en Antioquía de Pisidia (Hch.13) y otras partes más, sin pelos en la lengua.
Pero una cosa es el “tacto” y otra cosa es “otra cosa”. Veamos 2Co.4:2 para discernir:
“Antes bien renunciamos a lo oculto y vergonzoso, no andando con astucia, ni adulterando la palabra de Dios, sino por la manifestación de la verdad recomendándonos a toda conciencia humana delante de Dios”. De esta buena conciencia es de la que habla Hebreos 13:18: “confiamos en que tenemos buena conciencia, deseando conducirnos bien en todo” (de paso adviértase el uso de los verbos en la primera persona del plural, tan propio de Pablo). ¿Cómo andaría la conciencia del escritor si les estuviera escamoteando su nombre a los lectores de la epístola?
La ética cristiana y paulina jamás admitiría refugiarse en el subterfugio del anonimato, por más loables que fueran las motivaciones.
4 – Finalmente, viene una ingenuidad propia de los anglosajones pero que raramente se ve entre los hispanos y demás latinos: dice que al final les da insinuaciones (intimations) con las que ellos podrían deducir al toque quien era el escritor. ¡Pablo jugando a los enigmas! Adivinen: ¿Quién es el autor? Para ello tendrán que leer el capítulo trece. 7 pistas: a) les aconsejo con autoridad espiritual sobre diversos asuntos; b) pido que oren por nosotros; c) les puedo ser restituido prontamente; d) sopórtenme al exhortarles pues les escribí brevemente; e) Timoteo me acompañará; f) saludos a todos; de los que se vinieron de Italia, inclusive; g) ¡Ah, me olvidaba! El signo en toda carta mía, el saludo final: “La gracia sea con todos vosotros. Amén”. Contar hasta siete y concluir que el autor era Pablo (incluso después de leída toda la homilía), era bien sencillo. Pero entonces, ¿qué sentido tiene buscarle explicación a la omisión del nombre para luego decir que al final fácilmente se colige?
Tanto en aquella época como ahora es mayor noticia la que descubre algo encubierto que lo que está a la vista de todos.
De haber sido así las cosas como el Mr. Barnes imagina, no bien trascendiera el nombre del autor de la epístola, a cuantos les resultaba odioso el nombre de Pablo, más odioso ahora todavía, pues su estratagema había servido para que los incautos se avinieran a su enseñanza en la ignorancia de quien era el que así los instruía. Un amargo sabor a engaño, embuste y traición, hubiera sin duda arrojado tal carta al olvido.
¡Peor es el remedio que la enfermedad!
¡Por favor! Si de veras alguien piensa que estoy alucinando, hágamelo saber.
Pero si halla pertinente estas observaciones, vaya precavido y bien atento y despierto cuando consulte un Comentario.
Saludos.
Ricardo.