-Si no quieres ver lo que yo percibo más allá de la literalidad de las palabras, estás en tu derecho, mas no desvarío, sino que atiendo a razones para ello. La primera es que los cambistas del Templo cuyas mesas Jesús trastornó, cambiaban sus monedas hebreas sin efigie de hombre ni dios alguno, como ocurría con las griegas o romanas que la gente traía. La moneda que se le presentó a Jesús, no debería estar allí en el Templo. En cuanto a la "imagen caída del cielo", se piensa que era un meteorito, o que de este mismo se modeló a la diosa. Este detalle podía animar a Lucas a especificar la procedencia de la imagen.
-Si la imágenes de patriarcas, profetas, apóstoles y Cristo mismo no son las de ellos, entonces no hay forma de que los representen. La disposición del cabello, barba, color de tez y ojos, vestido y calzado, a veces coincide con lo que se imaginaba era propio de los judíos del antiguo Israel, y otras veces con la apariencia de los individuos de la Edad Media y el Renacimiento, en Europa. No hay un patrón único para Cristo, María, los demás santos y ángeles. A mejor artista, más bonita la imagen; de no serlo, hay tallas y pinturas bastante grotescas.