Comienzo con lo ultimo la Biblia... este tema deja mucho que desear de tu credibilidad porque ya sabemos que asi sepas que algo es falso, lo defenderas para salvaguardar al vaticano, pero no esta de mas darte un pequeño resume:
En el siglo IX, dos misioneros de Tesalónica llamados Metodio y Cirilo, actuando en representación de la Iglesia oriental bizantina, fomentaron el uso de la lengua eslava en la liturgia. Su finalidad era que los pueblos eslavos del este de Europa, que no entendían griego ni latín, aprendieran de Dios en su propia lengua.
No obstante, ambos misioneros tuvieron que hacer frente a la feroz oposición del clero alemán, que intentaba imponer el latín como barrera defensiva contra el creciente influjo del cristianismo bizantino. Obviamente, para la Iglesia pesaba más el poder que la instrucción religiosa de la gente. Las tensiones cada vez mayores entre las ramas oriental y occidental de la cristiandad desembocaron en 1054 en la separación entre el catolicismo romano y la ortodoxia oriental.
Finalmente, el catolicismo elevó el latín a la categoría de lengua santa. Por esta razón, cuando Vratislao, duque de Bohemia, le pidió permiso en 1079 al papa Gregorio VII para realizar los oficios religiosos en eslavo, este le respondió: “Nos es imposible acceder a vuestra demanda”. ¿Por qué?
“Dios ha querido que la sagrada Escritura fuese oscura en muchos lugares —prosiguió el Papa— para que, siendo sobrado sencilla y clara, no suministrase motivo de error a espíritus vulgares presuntuosos.”
El clero limitó gravemente el acceso de la gente común a la Biblia y se aseguró de que así se quedaran las cosas. Esta situación le confirió poder sobre las masas. No quería que el vulgo incursionara en dominios que consideraba suyos.
En 1199, el papa Inocencio III calificó de “herejes” a quienes osaron traducir la Biblia al francés y discutirla entre ellos, y les aplicó estas palabras de Jesús: “No den lo santo a los perros, ni tiren sus perlas delante de los cerdos” (Mateo 7:6). ¿Qué pretendía el Papa con este argumento? “Que ningún simple e indocto presuma tocar a la sublimidad de la Sagrada Escritura ni predicarla a otros”, escribió. A menudo, los que contravenían su decreto eran entregados a los inquisidores, quienes los torturaban para que confesaran. Los que se negaban a retractarse eran quemados vivos.
Durante la larga batalla en torno al derecho de poseer y leer la Biblia se citó con frecuencia esta epístola papal como apoyo para prohibir el empleo y la traducción de las Sagradas Escrituras. Poco después de promulgado el decreto de Inocencio, comenzó la quema de biblias en lenguas vernáculas y, en ocasiones, también de algunos de sus dueños. En siglos subsiguientes, los obispos y gobernantes de la Europa católica procuraron por todos los medios hacer cumplir la prohibición papal.
La jerarquía católica sabía perfectamente que gran parte de sus enseñanzas no se fundaban en la Biblia, sino en la tradición eclesiástica. Esta fue, sin duda, una de las razones de su renuencia a dejar que los fieles tuvieran acceso a ella. Si estos la leían, se darían cuenta de la incompatibilidad que había entre las doctrinas de la Iglesia y las Escrituras.
La llegada del protestantismo cambió el panorama religioso de Europa. Los intentos de Martín Lutero de reformar la Iglesia Católica y su posterior ruptura con ella en 1521 se debieron esencialmente a la comprensión que tenía de la Biblia. Tras el rompimiento, Lutero utilizó su talento como traductor para hacerla accesible al público.
La Biblia alemana de Lutero tuvo una amplia difusión. Este hecho no le pasó inadvertido a la Iglesia, que juzgó conveniente publicar como contrapartida una traducción que tuviera su aprobación. Y pronto aparecieron dos. Pero menos de veinticinco años después, en 1546, el Concilio de Trento determinó que nadie, aparte de la Iglesia Católica, podía imprimir libros religiosos, incluidas las traducciones de la Biblia.
El concilio decretó: “Que en adelante la Sagrada Escritura [...] se imprima de la manera más correcta posible, y a nadie sea lícito imprimir o hacer imprimir cualesquiera libros sobre materias sagradas sin el nombre del autor, ni venderlos en lo futuro ni tampoco retenerlos consigo, si primero no hubieren sido examinados y aprobados por el [obispo diocesano]”.
En 1559, el papa Pablo IV promulgó el primer índice de libros prohibidos por la Iglesia Católica, el cual condenaba la posesión de biblias en alemán, español, francés, holandés, inglés e italiano, así como algunas en latín. Cualquiera que quisiera leer la Biblia debía obtener permiso escrito de los obispos o los inquisidores, una perspectiva nada halagüeña para quien deseara mantenerse a salvo de las sospechas de herejía.
Los que se atrevían a poseer una Biblia o a distribuirla en su propio idioma se acarreaban la ira de la Iglesia. Muchos fueron arrestados, quemados en la hoguera, asados en varas, condenados a cadena perpetua o sentenciados a las galeras. Las biblias confiscadas se quemaban. De hecho, los sacerdotes siguieron confiscando y quemando biblias hasta bien entrado el siglo XX.
Si bueno, ocurren tres cosas:
1.- El papa Gregorio VII fue el impulsor la llamada Reforma Gregoriana, cuyo principal eje de acción era unificar la liturgia occidental y llevar la Escritura a cada monasterio y parroquia. Que tu no sepas que latín siguió siendo lengua usada en Occidente hasta el siglo XX, bueno, ya es otro cantar.
2.- Inocencio III no prohibió la biblia en francés sino en occitano, la llamada Biblia Catara contenía numerosos errores y omisiones. De hecho es considerado hoy en día como la segunda peor traducción de la Escritura solo superada por la traducción nefasta que hacen los Testigos de Jehova.
3.- ¿Que tiene de malo que la Iglesia tome Autoridad sobre la Escritura? Nosotros no creemos en la SolaScriptura, dicha herejía ya fue censurada por Trento, nosotros creemos en la superioridad de la Iglesia con base al Evangelio no con base a la Escritura.
Por cierto, sobre traducciones bíblicas ¿cuantas personas sabían leer escribir entre los siglo IV y XVI?
Sobre, Adversus haereses
Es que eso es un hecho cientifico conocido, osea, me explico: No hay una copia anterior al siglo 14 de esta obra y aun las de este periodo son muy raras y estan en mal estado, desde hace muchos años se estudia esta obra siguiendo el rastro de sus copias y es conocido que no hay copias del periodo original ni aun la habia en el siglo IX y X.. cual es el problema de esto ?? muy facil, si no se tienen los pergaminos originales es facil colocar una copia adulterada que ayude a documentar la supuesta sucesion papal de Pedro que todos sabemos nunca existio.
este Libro se llama
Un manuscrito desconocido de San Ireneo Adversus Haereses
por Dom Alexandre M. Olivar de mediados del siglo XX
al final de la primera pagina podemos leer que "La mayoria de los ejemplares son del siglo 15 o muy cercanos a este periodo.
tengo libros y documentos que estudian otras versiones de otras bibliotecas los carmelitas de Oxford y Christ Church en Canterbury. Inglaterra, ambos de este periodo...
Tienes que demostrar que tienes los pergaminos originales del siglo II lo cual es imposible porque no existen
Ver el archivo adjunto 3307912
¿Me estas citando a Alexandre Olivar? ¿Enserio? Uf, que triste. Pero bueno, lo que no dice Olivar en ese prieto estudio que tomaste de google, es que la obra de san Ireneo tiene numerosas traducciones desde el siglo III y IV. Siendo la mas antigua las de Eusebio en Historia de la Iglesia. Por eso el perro infeliz de Calvino (que ojala en la otra vida haya pedido perdón a Dios) impugno a toda la Patristica del siglo I al siglo IV como invenciones del siglo XV, cosa que ya ha sido refutado por dos hombre maravillosos: el anglicano William Cureton y el luterano Adolf von Harnack en el siglo XIX.
Actualmente ya nadie duda de la autenticidad de san Ireneo de Lyon y otros Padres Apostólicos.
Por cierto, la Biblia mas antigua que tenemos dada del siglo IV d.C. ¿sera entonces un invento de ese siglo? Digo, si usamos tu mismo tipo de razonamiento pues...
Pax.