Ahora, pues, tomaos siete becerros y siete carneros, e id a mi siervo Job, y ofreced holocausto por vosotros, y mi siervo Job orará por vosotros; porque de cierto a él atenderé para no trataros afrentosamente, por cuanto no habéis hablado de mí con rectitud, como mi siervo Job.
(Job 42,8)
Por ser oración de Job Dios la escucha.
¿Está alguno entre vosotros enfermo? Que llame a los ancianos de la iglesia y que ellos oren por él, ungiéndolo con aceite en el nombre del Señor
(Sant 5, 14)
La oración de los ancianos es especial.
Aconteció que el pueblo se quejó a oídos de Jehová; y lo oyó Jehová, y ardió su ira, y se encendió en ellos fuego de Jehová, y consumió uno de los extremos del campamento. Entonces el pueblo clamó a Moisés, y Moisés oró a Jehová, y el fuego se extinguió.
(Num 11: 1-2)
La oración de Moisés es especial.
Esto lo he puesto para mostrar que la oración de una persona santa y justa tiene un poder especial ante Dios. Sin duda alguna la oración de intercesión de una persona tan santa y justa como la virgen María es muy fuerte. Por algo los israelitas llamaban a Moisés para que clamara a Dios. Por algo Santiago pide que el enfermo llame a los ancianos para que oren por ellos. Por algo Dios escucha a Job, solo por ser él.