Ya, pero todavía no logro ver una razón de por qué Dios no podría haber preservado del pecado a una creatura, simplemente porque así lo quiso hacer.
Por qué esa posibilidad, supongamosla hipotética, sí contradice el "todos pecaron" de Romanos, pero la posibilidad de que alguien no haya salido de Jerusalen no contradice el "todos salieron a ver a Jesús".
No, porque Jesus fue concebido por el Espiritu Santo, fue un milagro su concepcion, como lo afirma la Biblia, tambien su vida impecable lo afirma la Biblia ninguna de esas opciones se dice de Maria.
Y se me hace muy raro que evites debatir a fondo los argumentos, haber Maria nacio de Mujer bajo la ley, entonces, la madre de Maria, la humana pecadora, le paso el pecado a Maria.
¿Por qué lo iba a hacer con María y no lo iba a hacer con su hijo? No entiendo de donde viene eso. Nadie que yo recuerde ha dicho que preservó a María pero no a Jesús.
Lo que estoy tratando de que alguien me responda, y creo que es es infructuoso, es por qué el "todos pecaron" de Romanos no admite posibilidad alguna que Dios preserve a una o varias personas, pero el "todos salieron a ver a Jesús" admite sin problemas que algunos residentes de Jerusalen no hayan salido a ver a Jesús.
Es que son un completo enredo..
Cuando leen "TODOS pecaron" ese "TODOS" significa que es "TODOS"
Cuando leen "Esto ES mi cuerpo" ese "ES" significa "SIMBOLO"
Leen como les conviene
Saludos
No, leemos como Dios nos revela.
De María podemos decir que es hija de padres pecadores, de Jesús definitivamente no.
La virgen, tal como le prefigura Isaías, lo es en sentido total. María es virgen en todo, más aún lo es en alma.
Es por sentido común, nadie pone los más preciado del universo en tinajas de barro, en un vaso sucio o perforado. María es el vaso creado por Dios para contener lo incontenible, lo santísimo, a su Hijo Jesucristo. Es un vaso creado para la misión más santa y sublime de todos los tiempos, concebir al Hijo de Dios.
Bendiciones.
Nos, me suena a 'manada'. Por ejemplo, a un cristiano Dios le 'revela' que las mujeres pueden ser pastores, pero hay otro cristiano que el mismo Dios le 'revela' otra cosa. ¿No será más bien que ustedes mismos se revelan rebelándose a la verdad? porque en El Eterno no hay tales contradicciones.
Bendiciones.
La virgen, tal como le prefigura Isaías, lo es en sentido total. María es virgen en todo, más aún lo es en alma.
En ese caso, ninguno de nosotros sería digno de ser templo del Espíritu Santo, pues lo que era maldición Dios lo ha bendecido y nos ha hecho nuevas criaturas, así mismo con María, siendo mujer, humana y pecadora Dios la hizo bienaventurada. Que yo sepa, cuando Jesús dijo que el que esté libre de pecado tirara la primera piedra, María no salió corriendo a apedrear a la mujer adultera, o si?
Es por sentido común, nadie pone los más preciado del universo en tinajas de barro, en un vaso sucio o perforado. María es el vaso creado por Dios para contener lo incontenible, lo santísimo, a su Hijo Jesucristo. Es un vaso creado para la misión más santa y sublime de todos los tiempos, concebir al Hijo de Dios.
En ese caso, ninguno de nosotros sería digno de ser templo del Espíritu Santo, pues lo que era maldición Dios lo ha bendecido y nos ha hecho nuevas criaturas, así mismo con María, siendo mujer, humana y pecadora Dios la hizo bienaventurada. Que yo sepa, cuando Jesús dijo que el que esté libre de pecado tirara la primera piedra, María no salió corriendo a apedrear a la mujer adultera, o si?
Es un vaso creado para la misión más santa y sublime de todos los tiempos, concebir al Hijo de Dios.
Con respecto a lo de 'tirar piedras', alguien tan santa, tan llena de amor, jamás haría tal cosa. Al contrario, no dudaría en arrancar de su Hijo algún prodigio, aún fuera de su tiempo, con tal de ayudar a unos novios apurados. Esa es la gran fe, ese el gran amor, fiel hasta la cruz, de la Madre del Señor.
Bendiciones.
Y quien dijo que somos maquinas que pensamos de igual manera. Una cosa es el razonamiento con base en el conocimiento y otro el discernimiento y la revelación como don de Dios.
Te contradices. Primero dices que Dios 'nos revela', pero ahora das reversa y dices que a veces les revela, y a veces ustedes solos hacen sus razonamientos.Entonces pues, la Escritura la observan, al estudian, con lógica humana y con 'discernimiento'.
Lo curioso es que nadie sabría decir en qué momento empieza una, y cuando acaba la otra, lo que nos lleva a concluir que cualquier interpretación que se pueda dar por 'ustedes' (ya que haces uso del 'nos') es sumamente tímida, volátil y relativa.
Bendiciones, vuelvo ahora.
Eidher, hermano, ¿realmente crees que vale la pena responder a tanta aberración, y perder el tiempo?...
Tú mismo. Un saludo.
Hace algún tiempo te hice esa pregunta, pues estaba pensando no volver a participar en los foros, pero tu mismo me motivaste a continuar, así que te la devuelvo hermano.
Para recibir al Espíritu Santo hay que nacer de arriba, y ciertamente quien está con Dios no peca.
Nadie de los que escriben aquí tiene siquiera una semajanza con la enorme gracia recibida por María. Es cierto, se nos es dado el Espíritu Santo, pero no ha plenitud. Si fuése así, tú no estarías pecando en este momento, y ambos sabemos que sí lo haces (lo hacemos).
María recibió en plenitud al Espíritu Santo, concibió en plenitud al Hijo de Dios. Nadie ha llevado a Dios, completamente, tan adentro de su cuerpo. Sólo María. Con tanto amor, sólo María.
Ahora, no es ninguna causalidad que la señal que preparó Dios haya sido el de una virgen.Virgen, santa e inmaculada, porque a quien iba de recibir lo era en sumo grado.
La sombra de Dios (lean Lucas y el AT) sólo se hacía patente en lugares sumamente reservados. Inclusive estaba prohibidísimo entrar cuando la gloria de Dios cubría con su sombra el templo.
María es el templo del Espíritu Santo por excelencia, ella la única a la que las Escrituras refieres como cubierta de la sombra de Dios. No hay punto alguno de comparación.
Con respecto a lo de 'tirar piedras', alguien tan santa, tan llena de amor, jamás haría tal cosa. Al contrario, no dudaría en arrancar de su Hijo algún prodigio, aún fuera de su tiempo, con tal de ayudar a unos novios apurados. Esa es la gran fe, ese el gran amor, fiel hasta la cruz, de la Madre del Señor.