La ley a la que se refería Jesús era la ley primigenia, no a la mal llamada ley de Moisés que fue trastocada por los hombres después agregando mandamientos, y holocaustos que nunca sirvieron para perdonar pecados.
La última cena revive el rito ofrendal de Pan y Vino que era común a Abrahán pero que no se contempla en la ley levita.
La ley es la ley. Y tanto para Jesús, como para Pablo, es y solo hay una Ley. Jesús es claro: NO HE VENIDO A ABOLIRLA... por lo tanto, me parece que no está entendiendo de que está hablando Pablo, pues le garantizo que, de modo alguno, contradice en absoluto a Jesús.