Re: Elena G. de White, mensajera del Señor
Estimados hermanos. Saludos cordiales
Dice egl:
“También queda al descubierto que te haces el loco en cuanto a estos temas:
1.
http://forocristiano.iglesia.net/sho...&postcount=212”
“A la crítica formulada por egl:
Puedes, en tus propias palabras (si es que tienes), explicar por qué, según EGW, borró el párrafo en cuestión?
Si ella vio en visión que Dios rechazó tanto a los que dejaron de creer como los que nunca creyeron el mensaje diabólico de Miller, ¿por qué lo borró? Si no lo vio, ¿por qué dijo que lo vio?” #212
Respondo a las acusaciones de Ernesto Gil. (Primer punto)
Verán que personalmente ya le había emitido una respuesta sobre esto, del Centro White.
Respuesta dada #211
Noticia de último momento: Los 144K sabrán el día y la hora de la 2da venida de Jesús
Dice Ernesto Gil
“No me sorprende en lo absoluto que encuentres linda esa cita. En cambio yo la encuentro asquerosamente llena de odio hacia los que no creyeron en el mensaje diabólico de William Miller. Cuando EGW se convenció de que la puerta de gracia no se había cerrado, la muy tramposa, en vez de confesar que ella no había visto tal cosa, simplemente borró el siguiente párrafo: "Era tan imposible que ellos recobraran el camino y fueran a la ciudad, como todo el mundo impío que Dios había rechazado". Es por eso que ese párrafo no se encuentra en las nuevas versiones de la primera visión de EGW. ¡Vaya mensajera de Dios!”
UNA RESPUESTA A UNA OBJECIÓN
[Poco después de la reimpresión, en 1882, de los tres primeros libros de la Sra. E. G. de White, A Sketch of the Christian Experience and Views of Ellen G. White (Un bosquejo de la experiencia cristiana y visiones de Elena G. de White), A Supplement to Experience and Views (Un suplemento a Experiencia y visiones) y Spiritual Gifts (Dones espirituales), tomo 1, los cuales constituyen hoy Early Writings (Primeros escritos), se levantaron diversas preguntas acerca de si estaban completos algunos de los artículos y acerca del significado de ciertas declaraciones que aparecían allí o en artículos todavía anteriores. La Sra. de White contestó esas preguntas en 1883 en la declaración que consignamos luego. Se hace referencia a las enseñanzas acerca de "la puerta cerrada". Más referencias en cuanto al significado de "la puerta cerrada" pueden hallarse en El conflicto de los siglos, págs. 481-485, edición de PPPA, que corresponden con las últimas páginas del cap. 25. -Los compiladores.]
RECIENTEMENTE se me llamó la atención a un folleto de 16 páginas publicado por C. de Marion, Iowa, titulado Comparison of the Early Writings of Mrs. White With Later Publicactions (Comparación de los primeros escritos de la Sra. de White con publicaciones posteriores). El autor dice que algunas partes de mis primeras visiones, tal como fueron publicadas, se han suprimido en la obra recientemente editada bajo el título Early Writings of Mrs. E. G. White (Primeros escritos de la Sra. E. G. de White), y conjetura, como razón para esa supresión, que esos pasajes enseñan doctrinas que ahora repudiamos en conjunto.
También nos acusa de engañar deliberadamente al presentar Early Writings como una reedición completa de mis primeras visiones, con sólo cambios de algunas palabras de la obra original.
Antes de que señale por separado los pasajes que se dice que han sido omitidos, es justo que se presenten algunos hechos. Cuando mis primeras visiones fueron publicadas por primera vez en forma de folleto*, la edición fue pequeña y pronto se vendió. A esto siguió, pocos años después, un libro mayor: The Christian Experience and Views of Mrs. E. G. White, impreso en 1851, y que contiene mucho material adicional.
En nuestras continuas mudanzas en los albores de la obra de publicaciones, y luego en los casi incesantes viajes, mientras trabajaba desde Maine a Texas, desde Míchigan a California - y he cruzado las llanuras no menos de 17 veces - , perdí toda huella de las obras publicadas primero. Cuando se decidió publicar Early Wlitings en Oakland, el otoño pasado, nos vimos obligados a pedir prestado un ejemplar de Experience and Views de Míchigan. Y al hacer esto, supusimos haber obtenido un ejemplar exacto de las primeras visiones como fueron publicadas al principio. Reimprimimos eso, tal como se dice en el prefacio de Early Writings, con sólo algunos cambios de palabras de la obra original.Y aquí debo detenerme para decir que cualquier hermano nuestro que tenga un ejemplar de cualquiera de mis primeras visiones o de todas ellas tal como se publicaron antes de 1851, me haría un gran favor si me los enviara sin demora. Le prometo devolvérselos tan pronto como se pueda hacer una copia.
Lejos de desear retener cualquier cosa que yo haya publicado, sentiré gran satisfacción en dar al público cada línea de mis escritos que se hayan editado.
Los testimonios pervertidos por Elí Curtis
Hay otro hecho que se debiera presentar aquí. No soy responsable por todo lo que se ha impreso pretendiendo que procedía de mí. Por el tiempo cuando se publicaron por primera vez mis primeras visiones, aparecieron varios artículos que se pretendía que habían sido escritos por mí para relatar lo que el Señor me había mostrado, pero que sancionaban doctrinas que yo no creía. Los tales fueron publicados en una revista editada por un Sr. Curtis. No estoy segura del nombre de la revista. En los años de preocupaciones y trabajos que han pasado desde entonces he olvidado algunos de estos detalles de menor importancia, pero todavía resaltan en mi mente los puntos principales.
Ese hombre tomó artículos que yo había escrito y completamente los transformo y distorsionó, entresacando una frase aquí y otra allí, sin su contexto, y luego, después de haber insertado sus propias ideas, les añadió mi nombre como si vinieran directamente de mí.
Al ver esos artículos, le escribimos expresando nuestra sorpresa y desaprobación y le prohibimos que así tergiversara mis testimonios.
Contestó que publicaría lo que le placiera, que él sabía que las visiones debían decir lo que el había publicado, y que si yo las hubiera escrito como el Señor me las había dado, ellas habrían dicho esas cosas. Declaró que si las visiones habían sido dadas para el beneficio de la iglesia, tenía derecho a usarlas como le placiera.
Quizá existan todavía algunas de esas hojas, y podrían ser presentadas como provenientes de mí, pero no soy responsable por ellas.
Los artículos presentados en Early Writings ciertamente pasaron bajo mis ojos; y puesto que la edición de Experience and Views, publicada en 1851, fue la primera que poseímos, y como no teníamos conocimiento de ninguna cosa adicional en revistas o folletos anteriores, no soy responsable por las omisiones que se dice que existen.
La primera omisión
La primera cita mencionada por C es de un folleto de 24 páginas publicado en 1847, titulado A Word to the Little Flock (Un mensaje para la pequeña grey). Aquí están las líneas omitidas en Experience and Views:
"Era tan imposible que ellos [los que abandonaron su fe en el movimiento de 1844] recobraran el camino y fueran a la ciudad, como todo el mundo impío que Dios había rechazado. Cayeron a todo lo largo del sendero, uno tras otro".
Daré todo el contexto, para que se pueda ver claramente la plena fuerza de las expresiones:
"Mientras orábamos en el altar familiar, descendió sobre mí el Espíritu Santo y me pareció ser levantada cada vez más arriba, muy por encima del oscuro mundo. Me volví para buscar al pueblo adventista en el mundo, pero no lo hallé en parte alguna, y entonces una voz me dijo: 'Vuelve a mirar un poco más arriba'. Alcé los ojos, y vi un sendero recto y angosto trazado muy por encima del mundo. El pueblo adventista andaba por ese sendero en dirección a la ciudad que se veía en su último extremo. En el comienzo del sendero, detrás de los que ya andaban, había una brillante luz, que, según me dijo un ángel, era el 'clamor de media noche'. Esta luz brillaba a todo lo largo del sendero, para que no tropezaran. Delante de ellos iba Jesús guiándolos hacia la ciudad, y si no apartaban los ojos de él, iban seguros. Pero no tardaron algunos en cansarse, diciendo que la ciudad estaba todavía muy lejos, y que contaban con haber llegado más pronto a ella. Entonces Jesús los alentaba levantando su glorioso brazo derecho, del cual provenía una luz que ondeaba sobre la hueste adventista, y exclamaban: '¡Aleluya!'. Otros negaron temerariamente la luz que brillaba tras ellos, diciendo que no era Dios quien los había guiado hasta allí. Pero entonces se extinguió para ellos la luz que estaba detrás y dejó sus pies en tinieblas, de modo que tropezaron y, perdiendo de vista el blanco y a Jesús, cayeron fuera del sendero abajo, en el mundo sombrío y perverso".
Ahora sigue el pasaje que se dice que estaba en la obra original, pero que no se encuentra en Experience and Views ni en Early Writings:
"Era tan imposible que ellos [los que abandonaron su fe en el movimiento de 1844] recobraran el camino y fueran a la ciudad, como todo el mundo impío que Dios había rechazado. Cayeron a todo lo largo del sendero, uno tras otro".
Definición de "la puerta cerrada"
Se pretende que esas expresiones demuestran la doctrina de la puerta cerrada, y que ésa es la razón para su omisión en ediciones posteriores. Pero en realidad sólo enseñan lo que ha sido sostenido por nosotros como pueblo, y todavía lo es, como lo demostraré.
Por un tiempo después del chasco de 1844, sostuve junto con el conjunto de adventistas que la puerta de la gracia quedó entonces cerrada para siempre para el mundo. Tomé esa posición antes de que se me diera mi primera visión. Fue la luz que me dio Dios la que corrigió nuestro error y nos capacitó para ver la verdadera situación.Todavía creo en la teoría de la puerta cerrada, pero no en el sentido en que se empleó el término al principio o en el que es empleado por mis oponentes.Hubo una puerta cerrada en los días de Noé. Entonces fue retirado el Espíritu de Dios de la raza pecaminosa que pereció en las aguas del diluvio. Dios mismo dio a Noé el mensaje de la puerta cerrada:
"No contenderá mi espíritu con el hombre para siempre, porque ciertamente él es carne; mas serán sus días ciento veinte años" (Gén. 6: 3).
Hubo una puerta cerrada en los días de Abrahán.
La misericordia dejó de interceder por los habitantes de Sodoma, y todos, con excepción de Lot, su esposa y dos hijas, fueron consumidos por el fuego que descendió del cielo.
Hubo una puerta cerrada en los días de Cristo. El Hijo de Dios declaró a los judíos incrédulos de esa generación: "Vuestra casa os es dejada desierta" (Mat. 23: 38).
Mirando hacia la corriente del tiempo en los últimos días, el mismo poder infinito proclamó mediante Juan:
"Esto dice el Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y ninguno cierra, y cierra y ninguno abre" (Apoc. 3: 7).
Se me mostró en visión, y todavía lo creo, que hubo una puerta cerrada en 1844. Todos los que vieron la luz de los mensajes del primero y segundo ángeles y rechazaron esa luz, fueron dejados en tinieblas. Y los que la aceptaron y recibieron el Espíritu Santo que acompañó a la proclamación del mensaje celestial, y que después renunciaron a su fe y declararon que su experiencia había sido un engaño, de ese modo rechazaron al Espíritu de Dios, y éste no intercedió más por ellos.
Los que no vieron la luz, no fueron culpables de rechazarla. Los únicos a los cuales el Espíritu de Dios no podía alcanzar eran los que habían despreciado la luz celestial. Y en esa clase estaban incluidos, como lo he dicho, tanto los que rehusaron aceptar el mensaje cuando les fue presentado, como los que, habiéndolo recibido, después renunciaron a su fe. Estos podrían tener una forma de piedad y profesar ser seguidores de Cristo. Pero no teniendo una comunicación viviente con Dios, eran llevados cautivos por los engaños de Satanás. Se presentan esas dos clases en la visión¬ los que declararon que era un engaño la luz que habían seguido, y los impíos del mundo que, habiendo rechazado la luz, habían sido rechazados por Dios. No se hace referencia a los que no habían visto la luz y, por lo tanto, no eran culpables de su rechazo.
Para probar que yo creía y enseñaba la doctrina de la puerta cerrada, el Sr. C presenta una cita de la Review del 11 de junio de 1861, firmada por nueve de nuestros miembros importantes. La cita dice así:
"Nuestros conceptos de la obra que nos correspondía eran entonces mayormente vagos e indefinidos; algunos se aferraban todavía a la idea aceptada por el conjunto de creyentes adventistas de 1844, a cuya cabeza estaba Guillermo Miller, de que nuestra obra para 'el mundo' había terminado y que el mensaje se restringía a aquellos de la fe adventista original. Tan firmemente se creía esto que casi se le rehusó el mensaje a uno de los nuestros, pues el que sostenía esto tenía dudas de la posibilidad de la salvación de aquél porque no había estado en 'el movimiento de 1844'".
Sólo necesito añadir a esto que en la misma reunión en que se insistió que el mensaje no podía ser dado a ese hermano, mediante una visión se me dio un testimonio para animarlo a confiar en Dios y dar su corazón plenamente a Jesús, lo que él hizo entonces y allí mismo.Una conjetura irrazonable En otro pasaje del libro A Word to the Little Flock (Un mensaje a la pequeña grey),
hablo de escenas de la "tierra nueva y declaro que allí vi a santos de la antigüedad: Abrahán, Isaac, Jacob, Noé, Daniel y muchos como ellos". Porque hablo de haber visto a esos hombres, nuestros oponentes conjeturan que entonces yo creía en la inmortalidad del alma y que habiendo cambiado después mis opiniones sobre este punto, vi necesario suprimir ese pasaje. Están tan lejos de la verdad aquí como en otras conjeturas.En el año 1844, acepté la doctrina que ahora sostenemos, en cuanto a que el alma no es inmortal, como se puede ver por referencias de Life Sketches (Apuntes biográficos), págs. 170, 171 [edición de 1880. Véase también la edición de 1915, pág. 49; Testimonies, tomo 1, páginas 39, 401, y nunca he defendido otra doctrina, ni verbalmente ni por escrito. Si hubiésemos suprimido ese pasaje debido a su enseñanza de la inmortalidad del alma, hubiéramos encontrado necesario suprimir otros pasajes.
Al relatar mi primera visión, en la página 13 de Early Writings [pág. 17 de la actual edición, que coincide con Primeros escritos], hablo de haber visto a hermanos que poco antes habían dormido en Jesús, y en la página 14 actual edición, págs. 18 y 19 declaro que se me mostró a un gran grupo que había sufrido el martirio por la fe.” (Centro White)
Entonces a su burda acusación:
“Puedes, en tus propias palabras (si es que tienes), explicar por qué, según EGW, borró el párrafo en cuestión?”
Respondo: No es necesario que te diga más
ya que en este texto se expone con claridad el asunto por la misma Sra. White. la que es a mi humilde entender del todo lógica y no necesita de mis palabras.
Bendiciones.
Luego todo Israel será salvo