Re: Elena G. de White, mensajera del Señor
Estimado hermano Manuel5. Saludos cordiales.
Para tu conocimiento y para información de mis hermanos en general, debo señalar que cuando generalizas estás incurriendo en una falta de apreciación poco digna de un cristiano.
Manuel5 escribió: “Yo diría: "¡Vaya desfachatez, por parte de las mujeres adventistas, no aceptar el consejo de Dios!!!”
…” ..¿O es que las propias mujeres adventistas no se lo creen?”
Respondo: No es así como lo planteas.
Fíjate en la declaración de la Sra. White: “La reforma en el vestido era uno de los detalles menores que contribuirían a la gran reforma en la salud, y nunca debería ser considerada como una verdad y una prueba indispensable de nuestra salvación. El plan de Dios era que en el momento preciso, en circunstancias apropiadas, las personas reconocieron sus beneficios como una bendición, y recomendaron la uniformidad y unión de acción".
Por otro lado, te informo, que si hay hermanas adventistas en el mundo que siguen los consejos sobre el vestido revelado a Ellen White; ella escribió en 1867, en respuesta a una pregunta: …"Un tercer grupo desfiló ante mí, de alegre aspecto y con paso libre y elástico. El largo de sus vestidos era del largo que yo había indicado ser aprobado, modesto y saludable. Quedaba siempre pulgadas por encima del suelo, bajo todas las circunstancias, tales como la de subir o bajar escalones, etc. Review and Herald, octubre 8, 1867.” Conversando con una hermana amiga del movimiento Adventista de la Reforma, ella me indicó que en China, en la India y en Siberia las hermanas usan abajo del vestido “un pantalón”, en otros países se emplea el criterio. En América también hay hermanas que se visten en forma sobria.
En Chile he visto hermanas que usan su vestido largo y nunca me he preocupado en preguntarles el porque de esto, y me parece que no es digno de un caballero inmiscuirse en cosas propias de damas, hoy le pregunté a mi amiga como excepción a la regla (era la mas cercana a quién podía acudir), ya que tú presentaste este tema y ¡generalizaste!
Entonces podríamos preguntarle a una persona que generaliza de este modo: ¿Eres chismoso?- El diccionario define el chisme como “hablilla, murmuración o conversación malsana acerca de una persona ausente”.
La Biblia da cuatro características del chismoso 1) falsedad, 2) maldad, 3) voracidad, 4) vaciedad. El que se ocupa del chisme aparenta amistad. Pero en el fondo no es más que un falso. En Proverbios 11:13 Salomón dice: “El que anda en chismes descubre el secreto. Mas el de espíritu fiel lo guarda todo“. [/COLOR](¡Ojala ese no sea tu caso!)
Ellen White hablo del vestido de su época: "El largo del vestido femenino que está de moda es censurable por varias razones... El vestido debería llegar más o menos debajo del borde de la bota; pero debería ser suficientemente corto para no llegar al suelo, sin ser sostenido". Cómo Vivir, No. 6, pág. 62-64.
Añadió: “Cualquiera que sea el largo del vestido, las mujeres deberían cubrir sus extremidades inferiores como lo hacen los hombres. Lo pueden hacer llevando pantalones forrados unidos a una banda que pueda atarse a la altura del tobillo o bien ajustados en el extremo inferior, y deberían bajar lo suficiente hasta la altura del zapato". Cómo Vivir, No. 6, pág. 64
Los cristianos no deberían empeñarse en ser puntos de atracción vistiéndose de una manera diferente a la del mundo. Pero, si por mantenerse en conformidad con la fe y su deber en cuanto a vestirse modesta y saludablemente, se encuentran fuera de moda, no deben cambiar su modo de vestir para parecerse al mundo". Cómo Vivir, No. 6, pág. 61.
Ahora podemos preguntarnos: ¿Por qué este vestido ha sido puesto a un lado?
Ellen White señala a esto: "Para aquellas que lo llevan a regañadientes, por deber, es un yugo pesado. Para otras que aparentemente eran las reformadoras más entusiastas, manifestaban una triste falta de orden y pulcritud en su vestido". Testimonies for the Church, Vol. 4, pág. 636.
Por consiguiente, "porque lo que había sido dado como una bendición se convirtió en maldición, la carga de defender la reforma fue quitada". Manuscrito de E. G. White, 167, 1897.
Algunos pueden preguntar, "¿Acaso Dios rebaja alguna vez sus principios según la conveniencia de los gustos y antojos de la gente? El pastor G. I. Butler, hablando de la reforma en el vestido, responde a esta pregunta: "El Señor acomoda sus requerimientos de acuerdo a las características de la gente, aun cuando preferiría que hicieran algo diferente o mejor. Aunque no siempre actúa así o lo hace respecto a alguno de sus requerimientos; sin embargo, en asuntos de menor importancia y porque así conviene en el momento, aun cuando El ha recomendado un mejor método, permite a veces que sigan su propia decisión, aunque comprueba que siempre es menos provechoso que si se hubiese actuado de acuerdo a su dirección. Nos proponemos comprobar esto muy claramente"."
"Algunas pensaron que el modelo dado era exactamente el que todas debían aceptar. No es así. Pero algo tan sencillo como esto sería lo mejor que pudiéramos adoptar bajo estas circunstancias. No me ha sido dado un estilo preciso como regla exacta para guiar a todos". E. G. White, carta 19, 1897.
Fijémonos en esta importante declaración: “El asunto del vestido no debe ser nuestra verdad presente. Al enemigo le gustaría crear dificultad por causa de este punto. Se deleitará en tener la mente distraída en cualquier tema que le permitiera crear división de sentimientos, y guiar a nuestro pueblo en controversias.
Le pido a nuestro pueblo que ande con cuidado y temor delante de Dios. Que siga las costumbres en el vestir hasta donde se conformen con los principios de salud. Que nuestras hermanas se vistan con modestia, como lo hacen varias, con ropa de material bueno, durable, apropiado para este tiempo, y que no dejen que el asunto del vestido llene sus mentes. Nuestras hermanas deberían vestirse con simplicidad. Deberían llevar ropa modesta, con pudor y sobriedad. Den al mundo un testimonio vivo del adorno interior de la gracia de Dios. Colóquense bajo la disciplina de los oráculos vivos de Dios, sujetando su mente a las influencias que forman el carácter rectamente.
Que nuestras hermanas presten atención a la palabra de Dios ellas mismas. No empiece la obra de reforma hasta que usted mismo la practique. Usted no puede cambiar el corazón. Adoptar un estilo de vestido diferente no lo hará. Tampoco la dificultad reside en que la iglesia necesita conversión cada día. Hay muchas cosas que vendrán para probar esas pobres almas engañadas, muertas espiritualmente y amantes del mundo. Tendrán grandes pruebas. Que no hayan pruebas humanas, porque Dios ya ha provisto pruebas para ellas. Si prestan atención a sus consejos y advertencias, humillan sus almas delante de El, y le dejan ser el objeto de su adoración, El las recibirá misericordiosamente.[/B
]La obra del Espíritu de Dios operará un cambio visible. Los que se aventuran a desobedecer las enseñanzas más claras de la inspiración, no escucharán a ningún humano que las induzca a llevar un vestido modesto, pulcro, sin adornos y adecuado, que en ninguna manera las hará resaltar como diferentes. Seguirán exponiéndose, desplegando sus colores frente al mundo.”
Algunas nunca regresarán a su primer amor. Nunca dejarán de hacer del yo un ídolo. Con toda la luz de la Palabra de Dios brillando en su sendero, no obedecerán a sus directivas. Seguirán sus propios gustos y harán lo que les plazca. Estas hermanas dan un mal ejemplo a la juventud, y a los recién convertidos en la fe, porque ellos ven poca diferencia entre su vestimenta y la del mundo.
A los que hacen del yo su ídolo, no se les deberían presentar pruebas de orden humano, pues esto les dará únicamente una excusa para dar el último paso hacia la apostasía. No saben a quien están sirviendo. El conocimiento y el poder pertenecer a Dios. El culpable ignorante debe conocer su propia condición.
Debemos esperar pacientemente, y no desmayar o desanimarnos, porque Dios ha planeado todo. Mientras estamos agobiados y deprimidos, pero esperando con paciente sumisión, nuestro ayudador invisible hará la obra que no podemos ver, y en su providencia dirigirá acontecimientos que operarán reformas, que separarán a estos miembros, amantes del mundo, de los creyentes. El Señor sabe cada caso y como actuar en cada uno de ellos. Nuestra sabiduría es limitada hasta cierto punto, mientras que la sabiduría infinita comprende el fin desde el principio. Nuestro tiempo de prueba es muy corto. Se hará una obra corta en la tierra. Las pruebas de Dios vendrán; su probatoria será decisiva y determinante. Que cada alma se humille delante de Dios, y se prepare para lo que nos espera.
Que las hermanas conscientes que aceptan la obra de la reforma en el vestido anden con circunspección, y laboren de acuerdo con la carga del mensaje para este tiempo. La entrega del corazón, del alma y del espíritu; en obediencia a los mandamientos de Dios, es como un hilo de oro que ata las cosas preciosas de Dios y revela su valor en el tiempo de prueba.
Por consiguiente digo a mis hermanas: no participen en ningún conflicto en cuanto al atavío exterior, pero estén seguras de poseer el atavío interior de un espíritu manso y tranquilo. Que todos los que acepten la verdad enseñen sus colores verdaderos. Somos un espectáculo para el mundo, los ángeles y los hombres. La prudencia falsa, la modestia fingida se puede notar por el atavío exterior, mientras que el corazón necesita grandemente el atavío interior. Permanezcan siempre comprometidas con la verdad.”
No mire alrededor para ver si no hay pruebas que puedan ser dadas al pueblo de Dios. Dios ha puesto una prueba - el sábado del cuarto mandamiento. "Guardaréis mis sábados: porque es señal entre mí y vosotros por vuestras edades, para que sepáis que yo soy Jehová que os santifico...Guardarán, pues, el sábado los hijos de Israel: celebrándolo por sus edades por pacto perpetuo: Señal es para siempre entre mí y los hijos de Israel; porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, y en el séptimo día cesó, y reposó". Éxodo 31:l3, 16, 17.
Todos los que traen a la observancia del sábado un corazón consagrado a Dios, encontrarán que el día santificado por el Señor es más para ellos de lo que hubieran imaginado. "Yo soy Jehová que os santifico". Éxodo 3l:13. Si retrajeres del sábado tu pie, de hacer tu voluntad en mi día santo, y al sábado llamares delicias, santo, glorioso de Jehová; y lo venerares, no haciendo tus caminos, ni buscando tu voluntad, ni hablando tus palabras: Entonces te deleitarás en Jehová; y yo te haré subir sobre las alturas de la tierra, y te daré a comer la heredad de Jacob tu padre: porque la boca de Jehová lo ha hablado". Isa. 58:l3, l4 - E. G. White, Manuscrito l67, l897.
¡Feliz sábado para todos! y ¡Bendiciones!.
Luego todo Israel será salvo.