Re: El reposo es Cristo y sólo en Él existe el reposo.
Estimado Phenot:
Es cierto lo que dices, que habla de un día; solo que debemos examinar esto a la luz de su Palabra.
Cuando Hebreos 4:7, dice que Dios "determina otra vez un cierto día" (Antigua Versión Reina-Valera 1602) no se trata que se refiera al día sábado; no... solo que Dios determina un "cierto" (un día indefinido) día en que restaurará la oportunidad de que el creyente entre nuevamente a su reposo... solo que ahora... será un reposo espiritual...
Esa expresión ("un cierto día") se escribió luego de ésta expresión: "Y aquellos a quienes primero fue anunciado no entraron por causa de desobediencia... determina otra vez un cierto día"
Es decir, la oportunidad de que los creyentes vuelvan a gozar del reposo de Dios, que había sido quitado: "Juré en mi ira, no entrarán en mi reposo" (Heb. 4:3) Dios la abre nuevamente (determina "otra vez"... un cierto día)
No puede referirse al sábado... 1).- porque el sábado no es "un cierto día"... es definidamente "sábado".
No puede referirse al sábado... 2).- porque el sábado fue instituido una sola vez y para siempre (eternamente) ... de modo que no puede decir "otra vez"... lo que obviamente señalaría que Dios estaría instituyendo dos veces el mismo día.
Cuando Dios determina un cierto día en que restaurará la oportunidad de que el hombre vuelva a gozar de su reposo, lo hace profetizando a través de David; por eso dice:
"Determina otra vez un cierto día, diciendo por David: Hoy, después de tanto tiempo; como está dicho: Si oyéreis su voz hoy, no endurezcáis vuestros corazones" (Hebreos 4:7)
Eso fue lo que dijo Dios a través de David, y como puedes ver, David no mencionó ningún día, sino solamente la exhortación a no endurecer el corazón como lo habían hecho los israelitas.
Hebreos 4 habla por excelencia del reposo de Dios, no de un día.
Espero haberme dado a entender bien estimado Phenot
Dios te bendiga
Que opinas de la interpretación oficial de la Iglesia Adventista del séptimo con respecto a lo de Hebreos....?
Es algo largo...pero por favor lealo...
Por tanto, queda.
Ver com. vers. 6. En el vers. 9 se presenta la conclusión a la cual se aludió en el vers. 6, la cual se dedujo de una serie de razonamientos que comienzan en el vers. 3 con el fin de probar la premisa de los vers. 1 y 3. Esos razonamientos pueden resumirse así:
1. El "reposo" de Dios como originalmente le fue prometido al antiguo Israel, incluía: (a) un establecimiento permanente en la tierra de Canaán, (b) una transformación de carácter que haría de la nación un adecuado representante de los principios del reino de Dios, y (c) haría de ellos el agente escogido de Dios para la salvación del mundo (ver t. IV, pp. 28-32; com. cap. 3: 11).
2. La generación a la cual originalmente fue hecha la promesa del "reposo", fracasó; no entró en Canaán debido a "incredulidad" (ver com. cap. 3: 19) y "desobediencia" (cap. 4: 6).
3. Josué presidió a la siguiente generación en la entrada a la tierra que se les había prometido (ver com. cap. 3:11), pero como eran espiritualmente duros de cerviz no pudo hacerlos entrar en el "reposo" espiritual que Dios quería que disfrutaran (ver com. cap. 4: 7-8).
4. La misma promesa fue repetida en los días de David (vers. 7). Esto demuestra que Israel aún no había entrado en el "reposo" espiritual, y también que su fracaso en los días de Moisés y de Josué no había invalidado la promesa original.
5. Es seguro el cumplimiento final de los propósitos de Dios a pesar del fracaso de sucesivas generaciones (ver com. vers. 3 y 4).
6. El autor suplica fervientemente al pueblo de Dios de los días apostólicos que entre "en aquel reposo" (vers. 11, 16). Es una comprobación 437 más de que continuaba la validez de la invitación y de que el pueblo de Dios no había entrado en conjunto en ese "reposo" ni aun en los tiempos apostólicos.
7. En conclusión, continúa la validez de la promesa de entrar en el "reposo" espiritual de Dios (vers. 6 y 9), y los cristianos deben procurar "entrar en aquel reposo" (vers. 11).
Debe notarse que el "reposo" que queda en los tiempos del cristianismo es el mismo "reposo" espiritual prometido originalmente a Israel (ver com. vers. 3). Es evidente que si "queda" es porque antes existió.
Reposo.
Gr. sabbatismós, "descanso de sábado", "reposo sabático". Esta es la única vez que aparece esta palabra en la Biblia. No aparece en los escritos extrabíblicos sino en una obra de Plutarco (Moralia, 166A) y en escritos de los siglos II y III. Por esto algunos han pensado que el autor de Hebreos pudo haber acuñado la palabra. Sin embargo, el sentido no es discutido. La derivación de Sabbatismós es clara. En el AT se emplea 70 veces el verbo shabath, "cesar" o "reposar". De esas veces, 7 tienen que ver con reposar el día sábado; las restantes 63 se refieren a otras formas de cesar o reposar Como ejemplos de este segundo uso, pueden citarse: Gén. 8: 22; Jos. 5: 12; Neh. 6: 3; Lam. 5: 14; Isa. 14: 4; 24: 8; 33: 8. El sustantivo shabbath, derivado del verbo shabath, significa "reposo" o "día de reposo", y aparece en el AT 101 veces. Generalmente designa el día de reposo semanal, el séptimo de la semana, o sea sábado. De tener un sentido general, "reposo", pasó a tener un sentido específico, "sábado". También se emplea la palabra shabbath para referirse a la semana, un período de siete días que concluye con el sábado. En algunos casos, se usa shabbath como designación del año sabático, el año cuando la tierra debía descansar (Lev. 25: 6; 26: 34, 43; 2 Crón. 36: 21). Un derivado de shabbath, la palabra shabbathon, se usa 10 veces, generalmente en la construcción shabbath shabbathon, a veces traducida como "sábado de reposo" en la RVA. Designa por lo general a las "fiestas sabáticas": el día de la expiación (Lev. 16: 31; 23: 32); la fiesta de las trompetas (Lev. 23: 24); al primero y último día de la fiesta de los tabernáculos (Lev. 23: 39). También se aplica al año sabático (Lev 25: 45) y al día de reposo semanal (Exo. 16: 23; 31: 15; 35: 2). La LXX, en idioma griego, emplea la palabra sábbaton para designar al sábado, día de reposo semanal. También se usa sábbaton en el NT, aunque a veces tiene la forma plural sábbata con sentido singular (ver com. Mat. 28: 1 y Col. 2: 16). Siempre se refiere al día sábado o a la semana, período de siete días que culmina con el sábado.
El verbo griego sabbatíz, "sabatizar", si se quiere, o mejor, "guardar el sábado"; deriva de sábbaton. No aparece en el NT. Se usa siete veces en la LXX como traducción de shabath, "cesar", "descansar". Una vez se refiere a reposar el sábado semanal (Exo. 16: 30); una vez a reposar el día de la expiación (Lev. 23: 32); cinco veces se relaciona con el reposo de la tierra durante el año sabático (Lev. 26: 34-35; 2 Crón. 36: 21).
La palabra sabbatismós, "descanso sabático", deriva de sabbatíz. Es evidente su derivación del original hebreo shabath, "cesar". Pero su derivación más cercana es de sábbaton, "sábado", por lo cual refleja mejor el contenido de esa palabra que el del original hebreo shabath. Por esto, el sentido de sabbatismós es claro: "descanso de sábado" o "reposo sabático".
Hasta aquí, el autor de Hebreos ha usado el verbo katapáuo y el sustantivo katápausis para referirse al descanso al cual deben aspirar sus lectores (cap. 4: 1, 3-4, 5, 8). Este es el reposo de Dios, al cual los israelitas bajo Josué no entraron, pero que todavía está abierto a los que creen. Katapáuo y katápausis se usan en el AT como traducción de shabath, "cesar". Son palabras ricas en sentido. Pero en el vers. 9, se usa una nueva palabra: sabbatismós, "reposo sabático", que aunque sinónima de la primera, tiene un contenido más amplio que el de katápausis.
Sabbatismós, que se refiere específicamente al descanso "sabático", sugiere un reposo especial, no sólo la cesación de las actividades. Este reposo que Dios promete a los fieles tiene, como el día sábado, ribetes de bendición (Gén. 2: 2-3; Isa. 58: 13-14), de redención (Deut. 5: 15) y de santificación (Eze. 20: 20). El descanso que ofrece Dios es el que cada semana miran por la fe los que observan el día de reposo ordenado por Dios. Este texto sugiere la importancia cósmica del día sábado, como símbolo del reposo eterno que Dios quiere que tengan los suyos.
Corresponde notar que en el vers. 3, el autor insta a que "entremos" al descanso, como si no hiciera falta esperar a la eternidad para gozar del reposo que Dios ofrece. El reposo 438 simbolizado por el "reposo sabático" es el reposo de la gracia (ver Material Suplementario de EGW, com. Heb. 4: 9; cf. CS 295). Ese es el "verdadero reposo de la fe" (DMJ 9).
Entramos en el "reposo" de Dios cuando consideramos a Jesús (cap. 3: 1) y escuchamos su voz (cap. 3: 7, 15; 4: 7), cuando depositamos nuestra fe en él (cap. 4: 2-3), cuando desistimos de nuestros propios esfuerzos para ganar la salvación (vers. 10), cuando retenemos nuestra profesión (vers. 14) y cuando nos acercamos al trono de la gracia (vers. 16). Los que quieran participar de esta experiencia deben librarse de un "corazón malo de incredulidad" (cap. 3: 12), deben dejar de endurecer su corazón (cap. 3: 8, 15; 4: 7), y deben esforzarse por entrar en el "reposo" de Dios (cap. 4: 11). Los que entren en el "reposo" de Dios retendrán su "profesión" (vers. 14). Se acercarán "confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro" (vers. 16).
Algunos han pensado que en este pasaje Pablo indica que los cristianos deben dejar de guardar el sábado semanal, propio de los judíos, y pensar, en cambio, en entrar en el reposo cósmico y espiritual de Dios. Esta interpretación carece de base. El pasaje simplemente emplea una figura, la del reposo de sábado, con todas sus bendiciones y símbolos, para ilustrar la idea del reposo de Dios. La epístola a los Hebreos está dirigida a quienes observaban el sábado y gozaban de sus bendiciones. Este texto contiene una invitación a los cristianos hebreos de darle al reposo sabático semanal una amplitud mayor, a saber, reconocerlo como un símbolo claro del reposo eterno que Dios promete. Esta misma invitación es para los cristianos observadores del sábado en el siglo XX.