Re: El relato del rico y Lázaro de Lucas 16 es Historia no Parábola
Si Jesús hubiera sabido o pensado que en el Hades le esperaba un lugar agradable como el seno de Abrahán, la Biblia no hablara del sufrimiento intrínseco en su muerte, insistiendo tanto en ello. Se hubiera ahorrado LITERALMENTE sudor de sangre.
Luc.22:41 Y él mismo se apartó de ellos como a un tiro de piedra, y dobló las rodillas y se puso a orar, 42 diciendo: “Padre, si deseas, remueve de mí esta copa. Sin embargo, que no se efectúe mi voluntad, sino la tuya”. 43 Entonces se le apareció un ángel del cielo y lo fortaleció. 44 Mas él, entrando en agonía, continuó orando más encarecidamente; y su sudor se hizo como gotas de sangre que caían al suelo.
Mientras Jesús estaba vivo, sabía que moriría. Él enseñaba a sus discípulos y les decía: “El Hijo del hombre ha de ser entregado en manos de los hombres, y lo matarán, pero, a pesar de que lo maten, se levantará tres días después”. Sin embargo, ellos no entendían el dicho, y tenían miedo de interrogarle."(Marc.9:31,32).
Sabía que "no hay trabajo ni formación de proyectos ni conocimiento ni sabiduría en el Seol, el lugar adonde" iba (Ecl.9:10). Sabía que tenía que hacer toda su obra antes de que fuera el tiempo de morir, "porque en la muerte no hay mención de" Dios; "en el Seol, ¿quién (...) elogiará [a Jehová]?" (Sal.6:5).
Estaría como dormido, como Lázaro (Juan 11:11-16), inconsciente durante tres días, en espera, como cuando Job dice "Tú llamarás, y yo mismo te responderé. Por la obra de tus manos sentirás anhelo." (Job 14:15).
Estaría retenido allí durante tres días, como decía la profecía, sin poder hacer nada, totalmente anulado, qué dolor para él solo de pensarlo! El cuerpo que había tenido en vida estaría quizás corrompiéndose mientras él estaba insconciente? Pero él pensaba en la promesa, y se decía a sí mismo "mi carne residirá en esperanza; porque no dejarás mi alma en el Hades, ni permitirás que el que te es leal vea corrupción" (Hech.2:27).
Y así fue; al tercer día, "Dios lo resucitó desatando los dolores de la muerte, porque no era posible que él continuara retenido por ella" (Hech.2:24).
Agrego lo feliz de haber sido resucitado que estaba Jesús cuando dijo dijo: “Yo soy el Primero y el Último, 18 y el viviente; y llegué a estar muerto, pero, ¡mira!, vivo para siempre jamás, y tengo las llaves de la muerte y del Hades" en Rev.1:17.
Si Jesús hubiera sabido o pensado que en el Hades le esperaba un lugar agradable como el seno de Abrahán, la Biblia no hablara del sufrimiento intrínseco en su muerte, insistiendo tanto en ello. Se hubiera ahorrado LITERALMENTE sudor de sangre.
Luc.22:41 Y él mismo se apartó de ellos como a un tiro de piedra, y dobló las rodillas y se puso a orar, 42 diciendo: “Padre, si deseas, remueve de mí esta copa. Sin embargo, que no se efectúe mi voluntad, sino la tuya”. 43 Entonces se le apareció un ángel del cielo y lo fortaleció. 44 Mas él, entrando en agonía, continuó orando más encarecidamente; y su sudor se hizo como gotas de sangre que caían al suelo.