Re: El relato del rico y Lázaro de Lucas 16 es Historia no Parábola
2 Corintios 5
…7(porque por fe andamos, no por vista); 8 pero cobramos ánimo y preferimos más bien estar ausentes del cuerpo y habitar con el Señor. 9Por eso, ya sea presentes o ausentes, ambicionamos serle agradables.
Pero los desaparicionistas dicen que no, que eso no es posible, que Eclesaistes dice que desparecemos.
Ah, buenoooo
Qué equivocado estás! No puedes descifrar lo que Pablo dice; pues no dice ahí que él diga que ya sea que me vaya con Dios en este mismo momento y dejar mi cuerpo o que me vaya ahora mismo. Pablo no habla del tabernáculo como é mismo, sino que habla de la iglesia de Dios.
Analicemos el capítulo hasta el versículo 10.
2 Corintios 5:1-10
1 Porque sabemos que si nuestra morada terrestre,
Aquí Pablo no está hablando para nada, de nuestro cuerpo, sino que habla de la morada en donde estamos, la cual no está en el cielo sino en la tierra.
este tabernáculo, se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna, en los cielos.
Entonces el verso 1 no dice que Pablo desea estar descarnado. Está hablando de la casa que Jesús prometió cuando dijo: "en la casa de mi Padre muchas moradas hay. Pablo no le habla a un montón de descarnados, sino que le habla a los vivos que no están en el cielo y que no tienen un alma en los cielos; sino una morada que Jesús les fue a preparar, porque dice:
tenemos de Dios un edificio,
una casa no hecha de manos, eterna,
en los cielos.
2 Y por esto también gemimos, deseando ser revestidos de aquella nuestra habitación celestial;
¿Acaso no deseamos que Cristo venga y nos lleve a ese edificio celestial eterno, la nueva Jerusalem?
Entonces, sigue Pablo hablando de aquel edificio, aquella casa construida por Dios y no por el hombre, en donde nadie que no tiene ropas blancas podrá estar; cuando seamos revestidos de incorrupción y esto mortal sea vestido de inmortalidad para vivir en la habitación celestial que Jesús nos ha aparejado. Esto no se cumple sino hasta que venga Cristo otra vez: "vendré otra vez y os tomaré a mí mismo, para que en donde yo estoy, vosotros también estéis".
3 pues así seremos hallados vestidos, y no desnudos.
Pablo profundiza en su exposición de la palabra, hablando a personas espirituales que entienden su condición desnuda ante Dios. Porque no ignoran que Adán y Eva se escondieron al pecar y se dieron cuenta de su desnudez ante Dios. El pecado nos avergüenza; mas cuando seamos revestidos, no tendremos vergüenza; porque seremos como los ángeles del cielo, cubiertos por la luz de Dios que cubrió al Adán de la creación.
4 Porque asimismo los que estamos en este tabernáculo gemimos con angustia; porque no quisiéramos ser desnudados, sino revestidos, para que lo mortal sea absorbido por la vida.
Aquí ya habla Pablo del cuerpo como tabernáculo, como comparación del cuerpo celestial y el cuerpo terrenal; pues sabemos que solamente los hijos de Dios seremos vestidos de manto de justicia, pero la injusticia de los de satanás quedará desnuda o sin vestidos, delante de Dios. Lo que muere será desvanecido y convertido a inmortal (lo mortal sea absorbido por la vida).
5 Mas el que nos hizo para esto mismo es Dios, quien nos ha dado las arras del Espíritu.
Así que queda claro que el Espíritu de Dios en aquellos que han de recibir vestiduras de justicia o que seremos transformados de nuestros cuerpos, es arras o constancia de que seremos revestidos de lo que añoramos hoy. Porque el Espíritu mismo da testimonio acerca de nuestros deseos.
6 Así que vivimos confiados siempre, y sabiendo que entre tanto que estamos en el cuerpo, estamos ausentes del Señor
Muy claro se entiende a Pablo, cuando dice que sabemos que mientras estemos en el cuerpo terrenal, no podemos estar presentes ante el Señor.
7 (porque por fe andamos, no por vista);
Andamos en la tierra por fe y no por vista; porque aunque estemos en el cuerpo, el Espíritu Santo nos muestra las glorias del cielo.
8 pero confiamos, y más quisiéramos estar ausentes del cuerpo, y presentes al Señor.
Pero creemos y tenemos fe y más deseamos que ese día glorioso, cuando seamos revestidos de mortalidad venga para estar presentes al Señor. Recordemos que debemos entenderlo de acuerdo al contexto que nos dice que seremos revestidos de la habitación celestial, para morar en la casa hecha por Dios en los cielos.
9 Por tanto procuramos también, o ausentes o presentes, serle agradables.
Pablo dijo que no lo había logrado, pero que seguía al blanco. De igual manera aquí, dice que procuramos serle agradables mientras estamos en este mundo; porque ya sea que estemos vivos o que muramos y resucitemos, no seamos avergonzados. El ausente tiene que ver con el vivir en la tierra y el presente, con ser revestidos con la gloria de la casa celestial.
10 Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo.
Creo que el vers½culo con el que Pablo cierra, es más que explícito acerca de todo lo que viene él hablando: "la esperanza de vida eterna; el ser revestidos de inmortalidad y vivir eternamente en las habitaciones que Jesús nos fue a preparar, según la recompensa de lo que hayamos hecho mientras estábamos en el cuerpo".