Sigues errado. Si echas las cuentas, y ves la distancia entre Emaús y Jerusalén (60 estadios, aprox 12km), puede estar hablando del mismo día (una distancia recorrida en aprox. 2 horas andando). La expresión que subrayas debe entenderse en el contexto, es decir, no una palabra literal, sino una palabra de unos discípulos deseosos de que Jesús se "quedara" con ellos. La hora en que llegaron a Emaús y comieron con Jesús puede situarse perfectamente a las 3-4PM (día "ya declinado" y "atardeciendo"), tras de lo cuál les pudo haber dado tiempo de sobra de llegar a Jersualén esa misma tarde/atardecer solar (6-7PM).
Por otro lado, conviniendo contigo en que sólo se lo dijo a los 11, no hay ninguna prueba de que ese "poder especial de retener o remitir pecados" fuera transmitido a nadie más. Además, dada la importancia del dogma, esta palabra ambigüa de Jesús no es entendida como vosotros la entendéis ni fue transmitida así por los apóstoles, en cuyos escritos encontramos todo lo contrario: fe en Cristo (Sumo Sacerdote) para salvación y remisión de pecados. Sin intermediario alguno aparte de representar el papel de mensajero de estas "buenas nuevas": simples "canales de comunicación" de esa "buena noticia" que cada persona debe aceptar de un modo totalmente personal y voluntario. Es la sangre de Cristo el Justo la que limpia al pecador, que debe reconocer sus pecados y depositar su esperanza y fe en ese sacrificio, y allí reside el enfoque principal de la enseñanza apostólica.
Lo que la figura papal está haciendo no es más que proclamar por primera vez lo que dice el evangelio desde hace 2000 años.
Amor,
Ibero