Bueno, no te digo esto para jactarme de ti, pues no hay jactancia alguna. Te lo digo a ti y a mis lectores para testimonio de Su obra en mí. NO de mis obras de justicia ni de mi espiritualidad, sino de Su poder. Creo que es de los pocos "testimonios personales" que he compartido públicamente en este foro.
Muriendo el año 2019, Dios me llamó a empezar el año 2020 con "oración y lectura de la Biblia" en un encierro que duró hasta la tercera semana de febrero inclusive. Durante casi 2 meses no trabajé ni hice actividad alguna (ni siquiera deporte), aunque tenía muchísimo trabajo pendiente. En esta lectura de reclusión de completo reposo experimenté un extraño ayuno interior. El impulso interior a finales del 2019 era a una "reclusión", a sumergirme en Su palabra. No podía huir de ello, y tomé la decisión. Esto fue una anticipación de lo que vendría a continuación, que es lo que estamos viviendo ahora. Cuando a principios de la última semana de febrero volví a mi actividad normal, yo notaba que seguía en "reclusión" y apenas podía retomar mi "vida normal". Seguía "recluido", aunque no quisiera. Es algo que jamás había experimentado antes. Un "encierro" extraño donde todo en mí se había puesto en "suspenso" o "standby". El Señor no me lo indicó con palabra o sueño, sino con una experiencia interior de algo que habría de venir. Me entregó una experiencia anticipatoria ("profética") en mi propio cuerpo de lo que estamos viviendo, y, curiosamente, soy de los que critico las medidas que están tomando los gobiernos. No soy un "pro-cuarentena", sino que, objetivamente hablando, creo que el remedio será peor que la enfermedad.
Te digo todas estas cosas para que empieces a cambiar de disco, porque estás MUY perdido respecto a mí. No sólo te estás guiando por las apariencias, sino que estás lleno de un espíritu de estupor. Ni me conoces, ni el espíritu que te anima me conoce. Si fueras profeta o tuvieras el don de discernimiento que dices tener, me conocerías. Ni siquiera digo reconocer, sino conocer. Me puedes conocer sin reconocerme. Es distinto. Por lo que yo escribo aquí ya me deberías de conocer, como algunos aquí me conocen, pero NO. Lo tuyo siempre es este ídolo pentecostalista... "sectario" y "ciego".
No me conoces, ni interés tiene tu ídolo en ello. Ya el prejuicio te "habla", y te indica el camino a seguir.
Por cierto, me reúno TODOS los días con otros creyentes para compartir y buscar el Rostro. Tengo más "vida de iglesia" de lo que la inmensa mayoría experimenta, incluido tú. Así que tu don de discernimiento es NULO... no sólo no lo tienes, sino que me demuestras cada día que intercambio contigo que este "espíritu de estupor" te tiene atenazado y poseído.
Querido, aprovecha el coronavirus para poner en orden tu vida.
¡Amor!,
Ibero