Hay numerosísimos versículos que afirman la absoluta libertad del ser humano ante la creación y el mundo.
Pero por situarnos en el momento determinante, es bueno leer atentamente el Genésis:
"Y el Señor Dios dijo: «He aquí que el hombre se ha hecho como uno de nosotros en el conocimiento del bien y el mal; no vaya ahora a alargar su mano y tome también del árbol de la vida, coma de él y viva para siempre»"
Aquí queda confirmada nuestra absoluta libertad cuando afirma "como uno de nosotros", y a esto se añadirá por ejemplo Salmos 82, donde se nos afirma como "dioses" en este sentido.
Posteriormente el entendimiento cristiano de Jesús como Cristo y relevación de Dios, nos hace releer de nuevo el Génesis. El Árbol de la Vida es Cristo, por eso el que coma de él vivirá para siempre. Este es el significado pascual de la Comunión.
Por eso hay un esquema claro que va poco a poco revelando que la Ley está escrita en nuestro corazón, que tenemos conocimiento del bien y el mal, por tanto responsabilidad ante la decisión o no de pecar, que podemos salvarnos aceptando la venida de Cristo como Árbol de la Vida (Camino a la Verdad y la Vida por tanto) y que ante esa fe tenemos un sostén que es la Gracia de Dios, gratuita, ilimitada, incondicional siempre que la aceptemos (arrepentimiento sincero y búsqueda de un renacer en la fe).