El judaísmo y el cristianismo son dos religiones completamente distintas y separadas... DKT

Tiempo sin leerte, en mi otra cuenta soy JFB. ¿Cómo has estado?

Aquí mi punto de vista actual sobre el mormonismo:

Mormon no existió. Y Smith fue el Walt Disney de su época. Los templos mormones son como Disney Landia (parques de diversiones inspirados en fantasía).

Pasala bien Moroni. :)

Que tal JFB. Como te va? El antiguo testamento es en su mayoría una colección de cuentos. Moisés no existió, está inspirado este cuento en un personaje sumerio llamado Sargón, y a Dios no le gusta el olor a carne quemada, que grotesco !!. Y el nuevo testamento está muy tergiversado. Estos si son cuentos chinos, jojojo.
 
...El antiguo testamento es en su mayoría una colección de cuentos. Moisés no existió, está inspirado este cuento en un personaje sumerio llamado Sargón, y a Dios no le gusta el olor a carne quemada, que grotesco !!. Y el nuevo testamento está muy tergiversado...

Como conclusión se puede deducir que objetas la Biblia como cierto. ¿Es así?
 
Última edición:
Que tal JFB. Como te va? El antiguo testamento es en su mayoría una colección de cuentos. Moisés no existió, está inspirado este cuento en un personaje sumerio llamado Sargón, y a Dios no le gusta el olor a carne quemada, que grotesco !!. Y el nuevo testamento está muy tergiversado. Estos si son cuentos chinos, jojojo.

LA BIBLIA ES LA PALABRA DE DIOS

La Biblia es realmente la Palabra de Dios, debemos apreciarla, estudiarla, obedecerla y finalmente confiar en ella. Siendo la Biblia la Palabra de Dios, entonces, rechazarla es rechazar a Dios mismo.
El hecho de que Dios nos dio la Biblia, es una evidencia e ilustración de Su amor por nosotros. El término “revelación” simplemente significa que Dios comunicó a la humanidad cómo es El y cómo podemos tener una correcta relación con El. Estas son cosas que no podríamos haber conocido si Dios divinamente, no nos lo hubiera revelado por medio de la Biblia. Aunque la revelación de Dios mismo en la Biblia fue dada progresivamente por sobre los 1500 años aproximadamente, siempre ha contenido cualquier cosa que el hombre ha necesitado para conocer acerca de Dios, a fin de tener una correcta relación con El. Si la Biblia es realmente la Palabra de Dios, entonces esta es la última autoridad para todos los asuntos de fe, práctica religiosa y moral.

La pregunta que debemos hacernos es, ¿cómo podemos saber que la Biblia es la Palabra de Dios y no solamente un buen libro? ¿Qué es excepcional acerca de la Biblia que se destaca de todos los otros libros religiosos alguna vez escritos? ¿Hay alguna evidencia de que la Biblia es realmente la Palabra de Dios? Este es el tipo de preguntas que deben ser consideradas si vamos a examinar seriamente la demanda bíblica de que la Biblia es la Palabra misma de Dios, divinamente inspirada, y totalmente suficiente para todos estos asuntos de fe y práctica.

No puede haber duda acerca del hecho de que la Biblia demanda ser la Palabra misma de Dios. Esto se lo ve claramente en versículos como 2 de Timoteo 3:15-17, el cual dice, “…y que desde las niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.”

A fin de contestar estas preguntas, debemos mirar tanto a las evidencias internas, como a las externas, que muestran que la Biblia en realidad es la Palabra de Dios. Las evidencias internas son aquellas cosas internas de la Biblia misma, que testifican de su origen divino. Una de las primeras evidencias internas, de que la Biblia es en realidad la Palabra de Dios, se la ve en su unidad. Aún cuando en realidad son sesenta y seis libros individuales, escritos en tres continentes, en tres diferentes idiomas, en un período aproximado de sobre los 1,500 años, por más de 40 autores (que vinieron de muchos caminos diversos), la Biblia permanece como un libro unificado de principio a fin, sin contradicción. Esta unidad es única a diferencia de los otros libros, y es una evidencia del origen divino de las palabras, mientras Dios movió a los hombres de tal manera, que registraron Sus palabras mismas.

Otra de las evidencias internas que indican que la Biblia es realmente la Palabra de Dios se la ve en las profecías detalladas, contenidas en el interior de sus páginas. La Biblia contiene cientos de profecías detalladas, referentes al futuro de naciones particulares incluyendo Israel, al futuro de ciertas ciudades, al futuro de la humanidad, y a la venida de Uno que sería el Mesías, el Salvador de no solamente Israel, sino de todo el que creyera en El. A diferencia de las profecías encontradas en otros libros religiosos o aquellas dadas por Nostradamus, las profecías bíblicas son extremadamente detalladas y nunca han dejado de hacerse realidad. Sólo en el Antiguo Testamento, hay sobre trescientas profecías referentes a Jesucristo. No solamente que fue profetizado dónde nacería y de qué familia vendría, sino también cómo moriría y que resucitaría al tercer día. Simplemente no hay un camino lógico para explicar las profecías cumplidas en la Biblia sino por origen divino. No hay otro libro religioso con el alcance o tipo de profecía de predicción que tiene la Biblia.

Una tercera evidencia interna del origen divino de la Biblia se ve en su autoridad y poder únicos. Mientras esta evidencia es más subjetiva que las dos primeras evidencias internas, ésta no es un testimonio menos poderoso del origen divino de la Biblia. A diferencia de cualquier otro libro alguna vez escrito, la Biblia tiene una autoridad única. Esta autoridad y poder son mejor vistos de manera que innumerables vidas han sido transformadas al leer la Biblia. Los adictos a las drogas han sido curados gracias a ella, homosexuales han sido liberados por ella, abandonados y haraganes han sido transformados por ella, criminales empedernidos, reformados por ella, pecadores son reprendidos por ella, y el odio se ha convertido en amor al leerla. La Biblia posee un poder dinámico y transformador que es posible solamente a causa de la verdadera Palabra de Dios.

Además de la evidencia interna de que la Biblia es en realidad la Palabra de Dios, también hay evidencias externas que indican que la Biblia es en realidad la Palabra de Dios. Una de aquellas evidencias es la historicidad de la Biblia. Ya que la Biblia detalla eventos históricos, su veracidad y precisión son sujetos de verificación como cualquier otra documentación histórica. A través de evidencias arqueológicas y otros documentos escritos, las descripciones históricas de la Biblia han sido probadas una y otra vez, para que sea exacta y verdadera. De hecho, toda la evidencia arqueológica y manuscrita que apoyan a la Biblia, hacen de ésta el mejor libro documentado del mundo antiguo. El hecho de que la Biblia registra con exactitud y verdad eventos históricamente verificables, es una gran indicación de su veracidad al tratar con temas religiosos y doctrinas, y ayuda a corroborar su demanda de que ésta es, la Palabra de Dios misma

Otra evidencia externa de que la Biblia es realmente la Palabra de Dios es la integridad de los autores humanos. Como mencioné antes, Dios usó al hombre desde muchos caminos diversos para registrar Sus Palabras para nosotros. Al estudiar las vidas de estos hombres, no hay una buena razón para creer que ellos no fueron hombres honestos y sinceros. Al examinar sus vidas y el hecho de que estuvieron dispuestos a morir (a menudo muertes atroces) por lo que creían, rápidamente se vuelve claro que estos hombres ordinarios, no obstante honestos, realmente creyeron que Dios les había hablado. Los hombres que escribieron el Nuevo Testamento y muchos otros cientos de creyentes (1 Corintios 15:6) conocían la verdad de su mensaje porque habían visto y pasado tiempo con Jesucristo luego de que resucitó de los muertos. La transformación de ver al Cristo resucitado tuvo un impacto tremendo sobre estos hombres. Ellos pasaron de esconderse por el temor, a estar dispuestos a morir por el mensaje que Dios les había revelado. Sus vidas y muertes testifican el hecho de que la Biblia realmente es la Palabra de Dios.

Una evidencia externa final de que la Biblia realmente es la Palabra de Dios es la indestructibilidad de la Biblia. A causa de su importancia y su demanda de ser la Palabra misma de Dios, la Biblia ha sufrido más ataques agresivos e intentos de destruirla que cualquier otro libro en la historia. Desde los Emperadores Romanos de la antigüedad como Diocleciano, a través de los dictadores comunistas y los ateos y agnósticos de los días modernos, la Biblia ha resistido y sobrevivido a todos sus agresores, y todavía es el libro más ampliamente publicado en el mundo hoy.

A través del tiempo, los escépticos han considerado a la Biblia como mitológica, pero la arqueología la ha establecido como histórica. Los oponentes han atacado su enseñanza como primitiva y anticuada, pero sus conceptos morales y legales, y enseñanzas, han tenido una influencia positiva en sociedades y culturas en todo el mundo. Continúa siendo atacada por la ciencia, la psicología y los movimientos políticos, no obstante permanece tan veraz y relevante hoy, al igual que desde cuando fue escrita. Este es un libro que ha transformado innumerables vidas y culturas a través de los últimos dos mil años. Por mucho que sus oponentes traten de atacar, destruir o desacreditarla, la Biblia permanece tan fuerte, tan real, y tan relevante como lo fue antes, aún después de los ataques. La precisión con la que ha sido preservada a pesar de cada intento de alterarla, atacarla o destruirla, es un claro testimonio del hecho de que la Biblia es realmente la Palabra de Dios. No debería sorprendernos que por muy atacada que sea la Biblia, ésta siempre aparece igual y ha salido ilesa. Después de todo, Jesús dijo, “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán” (Marcos 13:31). Después de mirar la evidencia, uno puede decir sin duda que “Sí, la Biblia es realmente la Palabra de Dios.”
 
Gracais por tus palabras, pero temo desillusionarte.--- mis conocimientos son muy precarios ...

Mi querida Norah, no me has decepcionado.
Me he tardado en responder porque he leído tus mensajes con calma.

Obvio, la biblia no cayo del cielo y ordenada por capitulos y versiculos .

Sabes que no faltan aquellas personas que creen literalmente que es así.


Hubo grupos o comunidades que creyeron la predicacion fue oral y luego escrita , genero textos, muchas veces disimiles . La iglesia le dio forma al desorden a traves de un proceso de seleccion sobre la base de distintos criteriosa saber, que los escritos mantuviean la misma regla de fe, que tuvieran directa o indurectamente tradicion apostolica y su uso comun en la liturgia de las iglesias.
Si por generar el NT entendemos darle formato, si es correcto .

Si, a esto se refiere Gatell.

Desconozco los conflictos internos politicos y sociales del judaismo palestinense en el siglo I.

Hace referencia a los conflictos que llevaron a la guerra contra Roma que finalizó con la destrucción del Segundo Templo. La ilegitimidad de Herodes en el trono, las distintas facciones judías (Saduceos, Fariseos, Helensitas, etc).

Para decirlo sencillamente, el cristianismo comienza siendo una corriente mas del judaismo, …

Correcto.

Quienes eran estos semijudios? Los judios griegos de la diaspora post exilica?

Hace referencia a los grupos étnicos que fueron obligados a convertirse al judaísmo por parte de la dinastía Hasmonea, de donde salieron grupos como los samaritanos e idumeos. Por otro lado, en las sinagogas del Mediterráneo había personas que sin ser judías, eran simpatizantes del judaísmo, algunos llegaban a convertirse (la gran mayoría eran mujeres por razones obvias), otros nunca llegaban a la conversión, pero practicaban un judaísmo básico.

A que clase de libros se refiere?

Todos los libros que componen el canon y los apócrifos. Los rollos del Mar Muerto son un ejemplo, vemos que uno de los libros más famosos era Isaías.

Existe un conflicto historico bimilenaro entre el judaismo de Palestina y el judaismo helenizado y es lo que refleja la tesis de Gatiell-

Este tema te prometo tocarlo en profundidad después, porque realmente es muy emocionante.

Si los grupos helenicos optaron por una ruptura definitiva , por que razon preservaron los escritos judios y su tradicion religiosa? Muy confuso...

Tal ve para responder esta pregunta debamos analizar otros elementos.


Desconozco la doctriina judia de la salvacion.
Me da la sensacion que Gatiell quiere vincular el gnosticismo como antecedente de la cabala… cito palabras de A. Piñero : .. hubo una gnosis cristiana y judía de los siglos I y II, movimiento que no duró mucho en su pujanza, pero que ha dejado rastros en la cábala judía y el misticismo Cristiano..

El gnosticismo existía desde antes de los inicios de la predicacion del evangelio. Fijate que en las cartas paulinas ( alrededor del año 50), en especial la primera carta a Timoteo ya advierte y rechaza por erroneas los que hoy consideramos escuelas pregnosticas ( ..1 Tim cap 4 y 6)
Tambien hay una referencia en el libro de los Hechos de los Apostoles a Simon el Mago, un gnostico.
Tambien en 1 carta a los corintios, Pablo lucha contra gnósticos que negaban una futura resurrección del cuerpo afirmando que la única posible, la del espíritu habla tenido lugar ya

El gnosticismo fue un movimiento plural y de origenes tambien muy diversos, con elementos de religiones orientales (mesopotámicas, iranies y egipcias), junto a la apocalíptica judíay las especulaciones del judaísmo alejandrino,

Su teología era de un dualismo radical, basada en la creencia de que el universo estaba compuesto por dos mundos en absoluto conflicto, uno espiritual creado por Dios, y otro material, hecho por el enemigo.(demiurgo) .Asimismo rechazaban la materia y ensalzaban la gnosis( sabiduria)..
Marcion no era un gnostico " puro" sino que tomo elementos gnosticos.

Negó que Cristo hubiera nacido de la Virgen María según la carne, como así también negaba su muerte real en la cruz al carecer de un cuerpo real (sólo era aparente). Practicante de un ascetismo riguroso, prohibió el vino, la carne y el matrimonio ( en esto era gnostico)
La intención original de Marción no era la de fundar una nueva Iglesia, sino la de anunciar el mensaje de Jesús, que le parecía adulterado por la comunidad cristiana de su tiempo. El núcleo de su doctrina era la proclamación de la redención realizada por Jesús por la misericordia de Dios Padre.

Rechazó el principio dualista del gnosticísmo, afirmando que la creación había sido obra de un ángel caído y no del Demiurgo (a quien identificaba con el Dios del A.T.). Creyó en la preexistencia de las almas, considerando que las mismas habían sido encerradas en un cuerpo al ser arrojadas al mundo material, salvo en el caso de Cristo que por su condición celestial no fue éste el que estuvo en el mundo terrenal sino su apariencia.

A continuación te dejo un escrito de Gatell donde amplia su tesis del gnositicimos y antignosticismo. Te aclaro que es puede ser incómoda para un cristiano, particularmente tengo algunas discrepancias con Gatell (y se lo he dicho directamente), porque tengo ciertas afinidades con Mario Sabán (y bastantes discrepancias también). Sabes que lo hago desde el más profundo respeto y deseo que me des tus aportes al respecto y opiniones.


"Entre más retrocedamos en la historia vamos a encontrar que

Jesúsescristos hubo muchos. Los “krestos” (cristos) plagaban el
ideario gnóstico desde el siglo II AEC, y es por eso que existieron luego
tantas versiones de jesúsescristos como sectas habían. En un principio había un
kristos de los mandeístas, uno de los dositeos, un kresto de los egipcios
helénicos, un kresto de los valentinianos, de los gnostico-hebreos. Y si
hablamos de esto, tenemos que tocar ineludiblemente los jesuses gnósticos (los
primeros, que anteceden al de los sinópticos y al de juan): el jesús del
evangelio de felipe, el kresto del evangelio de judas… así sigue según el
libro de Nag-Hammadi que elijamos leer.

Al ser producto de los
gnosticismos y las religiones De Misterios del mediterráneo, sus raíces se
enredan a las ideas de dioses, semidioses y héroes más populares del paganismo.
Te voy a poner un ejemplo que ayude a la analogía: Pie Grande. Dicen que es
americano, otros que canadiense, otros que lo han visto en bosques europeos,
otros en china también afirman tener sus pisadas. Y hay supuestas filmaciones y
pisadas en casi todo el mundo. El día que el “piegrandismo” se una en
el mundo y en caso hipotético sea tan fuerte para conformar una religión y una
pseudociencia, dentro de milenios nadie sabrá si existió o no. Y quienes
defiendan el piegrandismo dirán: ¿pero cómo pueden decir que no existió si lo
veían en estados unidos, en canadá, en europa, en asia?. Lo mismo ocurre con
Jesús. Hay tantas versiones de su vida que más que hecho histórico a lo que se
asemeja es a un personaje de leyenda (mito) que cada pueblo y cada grupo de
pensamiento adapta y le agrega innovaciones según su propia visión.
Cuando se lee los textos cristianos, uno no encuentra a este presunto personaje histórico. Uno encuentra una extraña mezcla de personalidades que
sumado a los errores internos de los textos (en cuanto a contexto judío, datos
geográficos y demás) sólo pudo haber nacido como una elucubración de
concepciones gnósticos. Y creo que seguramente adjudicaron a un Yeshu histórico
todas estas ideas, y para salvar su falso mesianismo copiaron eso de
“muerte, resurrección y regreso” de otro falso mesías de la época:
Simón de Perea.
Los gnosticismos se fueron fraguando desde el siglo III AEC.
Eran muy variados, pero todos en su forma hablaban de “el misterio de los
siglos” (¿te suena familiar?) que ha sido revelado, de cómo el mundo era
redimido de la carnalidad a través del Logos, un tipo de emanación divina que
podría triunfar sobre el vicio y el mal rectificando la sabiduría y triunfando
sobre los arcontes y potestates a través de la cruz de los 4 elementos. Lo que
distingue al gnosticismo es esencialmente eso: afirmar que posee un conocimiento
místico y secreto que puede salvar las almas.
Los grupos más judaizantes entre ellos fueron: ebionitas,
elkesaítas (del arameo el-kasai, poder superior) y nazarenos; contenían en
mayor o menor grado gnosticismo en sus creencias. Los que menos tenían eran los
ebionitas, que conservaban el dualismo gnóstico y por eso su voto de pobreza
que les dio nombre. Los eclesaítas también tenían rastros de dualismo al
afirmar que la divinidad poseía dos hijos: jesús que representaba la carnalidad
y su hermana (femenina) la espíritu santo que representaba obviamente la
espiritualidad. Ambos eran “hermano y hermana, hijos de D-s” y que
cuando el Logos (el hijo, jesús, según ellos) dejó este mundo, lo dejó bajo la
guianza de su hermana la espíritu santo para que la humanidad entendiera que el
imperio de la carne (representado por el hijo carnal de D-s) había terminado y
que ahora era una nueva era, la era del espíritu (representada por su hermana
la esoíritu santo). Los nazarenos (no confundir con nasoreanos) se acercaban un
poco más al cristianismo formal y universal del siglo III al tener en sus
ideales un gnosticismo más maduro, no tan filosófico sino más religioso. ¿Por
qué digo que se acercaba más a la cristiandad universal (católica) del siglo
III? porque por ejemplo decían que Jesús era divino, aceptaban el nacimiento
virginal (típico de las mitologías paganas) y además que obedecían el
“N.T”.
Habían grupos que desde el siglo
II AEC mezclaban gnosticismo con elementos judaicos. Hacían parte de lo que
nosotros llamamos “los helenistas”.
Pero contrario a lo que muchos creen, los grupos “más
judaizantes” como ebionitas, eclesaítas y nasoreanos tenían un fuerte
elemento gnóstico… que no era el que primaba sino que el que primaba era el
elemento judaico, pero eso no los hace menos gnósticos ni más judíos.
Los cambios en los siglos II y III EC no fueron una
desjudaización. Vamos, a nosotros nos han querido desjudaizar por siglos y no
le hemos permitido. Lo que ocurrió en en esos siglos fue una sistemática
armonización de la diversidad gnóstica mayoritaria, armonización en la que
elementos minoritarios (como los elementos judaicos) quedaron relegados a un
papel secundario, a simples huellas.

Mucha parte de ese relego sistemático se debe a que la
opinión mayoritaria era más cerca de las concepciones marcionistas (abandonar
lo viejo, el nuevo pueblo de D-s, el n.t) que de las concepciones judaicas.
Y no sólo los elementos del gnosticismo hebraizado quedaron
relegados sino que también los del otro extremo. Por ejemplo, Marción y su
grupo fueron considerados heréticos… en la opinión central los vieron como
desviados. Los desviados del otro extremo eran los grupos judaizados.
Y aquí hay que tocar algo importante: la ortodoxia. El
cristianismo desde sus comienzos siempre trató de establecer cuál era la forma
correcta (orto-) de la enseñanza (-doxia) apostólica. El camino que siguieron
para madurar fue el camino del medio; por eso ves que en el fondo el
cristianismo se compone de ideas mutuamente excluyentes como dogma para crear
una armonía entre ambas y encontrar el centro; te doy ejemplos: un D-s único
que es uno, pero que es plural (trino). Un cristo (mesías) que cumple
profecías, pero que no cumple y tiene que volver. Un compendio unido de
“antiguo” y “nuevo” testamento. Un calendario propio, pero
con pascua móvil fijada cerca de pésaj. Una prédica de un D-s que no necesita
más viejos sacrificios, pero que el sacrificio humano de su hijo sí lo
necesita. Una religión que no se define entre ley o gracia.
En parte ese punto medio, ese intento de concilar algo en la
mitad y abandonar los extremos es la causa de que el cristianismo
necesariamente se divida posteriormente contra sí mismo. Divisiones y cismas
que no son únicos de nuestros días sino que incluso en la edad media hacían
tambalear el panorama europeo.
Por eso no podemos hablar de una desjudaización, sino del
establecimiento de un dogma central y unificado que estimó como herético ambos
extremos (tanto la judaización como el antinomianismo de estilo griego). Ah,
por cierto que también el extremo gnosticismo puro quedó atrás como algo
herético.
Todos los extremos fueron declarados heterodoxia y la única Ortodoxia
fue el centralismo teológico de la institución católica (universal, ecuménica),
apostólica (clerical) y romana.
El establecimiento del catolicismo imperial no se trató de que un pequeño grupo imperial de un momento a
otro salió a eliminar su rastro histórico judaico, se trató de que la amplia
mayoría de creyentes en Jesús, unidos por una red ecuménica de obispos, fue
declarada como “versión oficial” de los hechos.
Los grupos extremos como judaizantes y otros del otro lado
griego fueron perseguidos y exterminados. Pero no porque la iglesia tratara de
borrar “lo judío” sino porque trataba de borrar todo aquello que no quedó
incluido en los Concilios Ecuménicos (así se llamaron: ecuménicos, el nombre lo
dice todo). Igualmente exterminaron a los paganos puristas que seguían creyendo
en Ze-s o en sus dioses. Y todo ello ¿por qué? Porque nada era lo
suficientemente popular como para ponerse en camino del avance católico
(universal).
Así pues, la creencia en Jesús no se trata de la evaporación
de una secta judía mesianista y la consecuente manipulación romana; se trata
más bien de una evolución del Sincretismo Gnóstico en cuyos capítulos se dieron
grupos más o menos judaizantes, pero todos, todos con esencia gnóstica al fin y
al cabo.

Todas esa ideas de un iluminado consagrado (ungido) como
punto focal de la creación (cual ónfalo) como el Logos (Palabra) encarnado,
etc. Son puro mesianismo gnóstico.
Para nosotros la mesiandad de alguien comienza con algo muy
simple: su unción como rey de Israel o como cohen gadol. Sin eso para nosotros
no hay forma de llamar a alguien ungido (mesías). Sin embargo debes reconocer
que todos estos conceptos de crestos-cristos que he mencionado dejaron una
huella profunda en el cristianismo, y no sólo “la dejaron” como si fuera algo
externo tocando otra cosa, sino que dejaron huella de paternidad indeleble.
Es imposible que una secta de origen judío entendiera la
palabra “mesías” de otra forma distinta a lo que eso significa para
nosotros. Y las sectas que quisieron nombrar un mesías que no era mesías, pues
se desvanecían en unos cuantos años por su franca contradicción.
La única secta gnóstico que se quebrantó el binomio
cristos-crestos fueron los ebionitas, y por obvias razones, si su intento fue
judaizarse no podían creer que Yeshu fuera un tipo de ungido; por eso fue que
creyeron en él como crestos pero en su lenguaje hebraizado lo referenciaban
como profeta. Y por eso, de nuevo, esta secta también pereció y nunca pudo ser
parte de nada: no podía adjuntarse a al judaísmo que trataba de imitar porque
su profetismo era contrario; y tampoco podían adjuntarse al
“cristianismo” porque no tenían un cristos.
Este es uno de los grandes tropiezos para decir que el
cristianismo nació como un mesianismo judío que posteriormente se desfiguró,
porque si hubiera nacido así, sería imposible que luego cambiara tan
drásticamente por abandonar la concepción judía por el binomio gnóstico
crestos-cristos. Muchos especialistas concuerdan que el gnosticismo comenzó a
judaizarse cuando varias sectas tomaron elementos de Filón y del helenismo
judaico. Filón trató de poner a la Torá en términos filosóficos griegos y terminó
creando un puente para que grupos gnósticos tomaran conceptos judaicos y
también para que judíos se hicieran gnósticos y terminaran renegando de la
Torá.
Es por eso que entender el papel que juega en el
cristianismo su idea mesianista como base y piedra fundamental, es algo
primario para comprende a dónde se encuentran sus orígenes.
Todo el cristianismo radica en eso: en su idea mesianista
heredada del gnosticismo y en el sentido de que son ellos quienes al estar
iluminados por la luz del euangelion pueden percibir claramente una realidad
espiritual a la cual nosotros los judíos estamos “cegados”. Mira que esto es lo
que exponen los evangelios, en esto se basa Pablo. Si tú lees a Pablo te
encuentras con un gentil que interpreta todo el Tanaj con conceptos gnósticos,
pero bueno, de Pablo podemos dialogar luego.
Al ser el gnosticismo un ambiente perfecto para el
amalgamamiento religioso (no en vano había sincretizado elementos de todas las
religiones de la época), se le hace más fácil adquirir elementos judaicos que
al revés: que una secta mesianista judía se rinda por completo a una concepción
mesianista órfica y gnóstica por excelencia.
¿Por qué seguimos nosotros firmes en la idea de que Yeshu no
es el mesías? Porque lo que ustedes presentan como “mesías” para nosotros NO es
el mesías. Le llamen Yeshua, Yehoshua de Natzrat. Por mucho que se esfuercen en
disfrazarlo cargando de hebraísmos y reinterpretando sus escritos, no hay
reconciliación posible en lo que ustedes creen del mesías y lo que nosotros concebimos.
Para nosotros es algo muy simple: el mesías debe ser ungido y debe hacer
posible el reinado mesiánico con el cumplimiento de las profecías. Ya. Para
ustedes no.
Precisamente por eso es que las sectas mesianistas judías
que se apoyaron en concepciones judías sobre el mesías al final sólo han durado
unos pocos años debido a la falsedad del mesías que prediquen. Pero como su
percepción mesianista no es judía sino gnóstica, ustedes no tienen problema con
que se les acabe su “gasolina” teológica (como le ocurrió a los
pseudomesianismos judíos).
Las cantidades de inexactitudes del N.T, como comienza
contradiciendo las genealogías del Tanaj, como desconoce conceptos de halajá y
procedimiento legal judaico, cómo desconoce la geografía de Israel. Con decirte
que hay más elementos judíos en el Corán que en el NT.

La mesianología judía dista mucho de la mesianología que
pretende presentar el cristianismo por eso es que la teoría de que su origen
sea judaico es tan atacada, porque el origen del cristianismo como creencia
mesianista supondría que en caso de ser judía, debiera seguir el concepto judío
sobre el mesías, pero en la realidad no es así. Lo que el cristianismo entiende
por mesías es un montón de “espiritualización” y de conceptos que más
concuerdan con el binomio gnóstico cristos-crestos."


sigo en otro post..
un saludo muy cordial

Un abrazo cordial para ti mi querida Norah.
 
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Mi querida Norah, muchas gracias por tomarte el tiempo de leer, aportar tus anotaciones y datos para hacer un análisis de esta tesis de Gatell.

Voy a leer cada aporte con calma, mil gracias.

Quedo atento a todo el análisis que hagas de cada punto expuesto.

Un cordial saludo.

este es el finalllll
16. Todo el siglo IV se fue en la controversia entre Nicenos y Arrianos, finalmente ganada por los primeros. Arrianos y Gnósticos tuvieron que exiliarse, y encontraron en los territorios del Imperio Parto el lugar perfecto para desarrollarse sin que las autoridades romanas los molestaran.

No fue tan asi.. los arrianos despues de la derota teologica en Nicea, su destierro y posterior rehabilitacion por Constantino tuvieronn su tiempo de gloria porque los emperadores que sucedieron a Constanino . fueron arrianos, y castigaron y expulsaron a los cristianos nicenos hasta que el emperador Teodosio, con el edicto de Tesalonica, (380) proclamo el cristiansimo niceno como religion official del imperio.

17. Consolidado el control básico del Cristianismo en los territorios del Imperio Romano, la Iglesia se lanzó a la última discusión pendiente: el contenido “oficial” del Nuevo Testamento. Así, en el Concilio de Roma en el año 382 se propuso la lista defiitiva (los 27 libros que hay en el NT), misma que fue avalada en los Concilios de Cartago e Hipona en los años 393 y 397.

No existio ningun control, no se trato de una secuencia programada sino de simultaneidad de procesos, mientras el cristianismo oriental (Bizancio luego Constantinopla) se deshacia en debates teologicos, los cristianos de Roma seguian disctutiendo el canon biblico.

Pero los 3 concilios citados fueron regionales y no vinculantes para las cristianos griegos/bizantinos razon por el cual el canon no fue aceptado totalmente en las Iglesias orientales , las disputas por algunos libros continuaron hasta las epocas del emperador Justiniano en el siglo VII donde se proclama el canon oficial , ( de uso habitual ) pero no dogmatico.

Gatiell olvida, omite o deliberadamente ignora que el Concilio de Trento( siglo XVI) , en su declaracion dogmatica cerro el canon biblico, en respuesta a los cuestionamientos y rechazos de algunos libros del AT y del NT por parte de Lutero.

Claro, para un ex protestante metodista, un hueso dificil de roer…

un saludo muy cordial
 
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A continuación te dejo un escrito de Gatell donde amplia su tesis del gnositicimos y antignosticismo. Te aclaro que es puede ser incómoda para un cristiano, particularmente tengo algunas discrepancias con Gatell (y se lo he dicho directamente), porque tengo ciertas afinidades con Mario Sabán (y bastantes discrepancias también). Sabes que lo hago desde el más profundo respeto y deseo que me des tus aportes al respecto y opiniones.

En honor a la brevedad y a fines de no saturar el foro , te respondo..

Estuve googleando la curricula del sr Gatiell , encontre que es hijo de una familia judia no observante y que en su juventud fue metodista ( movimiento populista separado de la iglesia anglicana de Gran Bretaña siglo XVIII, defiende la inerrancia biblica literalista, precursor del evangelismo) .

Ahora cobra sentido su batalla personal contra el cristianismo, su parcialidad e inexactitudes en algunos items acerca del origen del NT, entre otros.
Como buen ex protestante “reconvertido” al judaismo – esto es una constante en los conversos evangelicos- , reniega de su pasado para reivindicar su presente.
Yo le diria al sr Gatiell que se reconcilie con su pasado, lo acepte como una eleccion de su juventud y disfrute el regreso a sus raices.

un saludo afectuoso
norah
 
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Reacciones: DKT
SIONISMO: es el Gobierno Mundial Oculto que opera detrás de bambalinas a través de la masoneria, y otras sociedades como CFR, BILDERBERG, todos ellos JUDIOS JAZAROS que tienen el control absoluto del PODER FINANCIERO INTERNACIONAL (Reserva Federal de los EEUU inclusive), la familia emblemática son los ROTHSCHILD que a su vez contribuyeron a fortalecer el poderio de los ROCKEFELLER otra familia ILLUMINATI. Estuvieron detrás de la Revolución Francesa, la Revolución bolchevique (crearon el comunismo), y financiaron ambos lados en la Primera y Segunda guerra mundial, esto último con el fin de crear la ONU y de arrebatarle las tierras a Palestina para la conformación del actual estado genocida de Israel, donde NINGUN judio jázaro (converso) tuvo jamas un antepasado, su fin ultimo es establecer el NUEVO ORDEN MUNDIAL DEL ANTICRISTO. Como corolario y muy a su pesar el Verdadero Pueblo de Israel (sefardies, no jázaro) FINALMENTE RECONOCERA A JESUS COMO SU MESIAS (ZACARIAS 12:10), ROMANOS 11:26


El sionista Rabino Bergman declara a Argentina como tierra prometida para ser "partida y repartida" a ciertas personas. Recuerden que Argentina es el pais mas rico del mundo y gran parte es gracias a nuestra Patagonia. Ya nos robaron las Malvinas, dejaremos que nos roben la Patagonia?

 
Lo mismo se puede decir de tu hipótesis sobre la primogenitura de David, siendo el menor de sus hermanos. :)

Voy ir respondiendo a estos tópicos que quedan en el aire para que no queden dudas si alguien los lee posteriormente:

Ser primogénito no necesariamente implica que uno sea el mayor de todos sus hermanos, se primogénito es que uno sea el primer hijo nacido de una madre, en otras palabras es el hijo que abre matriz. Entre los hijos de Ia'akov hubo como tal cuatro (4) primogénitos, porque tuvo 2 esposas y 2 concubinas. En particular, José fue primogénito de Rajel, pero claramente no era el hijo mayor entre sus hermanos. Luego, respecto a David hay varios indicios (dentro del Tanaj y por fuera también) que pueden indicar que él era un primogénito, pero no era el mayor de sus hermanos.


Habiendo suministrado las referencias a sitios web de judaísmo pienso que podemos colegiar que no es mi argumento, es un argumento del judaísmo, religión que no practico pero que está relacionada con este tema.

Si recurrí a esas fuentes fue para ver tu opinión al respecto. Por lo que veo ni tú la compartes.

¿Yo acepté la interpretación judía y tu la rechazas?

Voy a ser claro y puntual:

Lo que sucede con las fuentes judías que citas, es que vos las estás mal interpretando y sacando de su contexto, entonces ni siquiera puedes juzgar lo que realmente están diciendo.


Ahora, en ningún momento descarto ninguna interpretación de la biblia, sea de la religión que sea. Si coincide con lo que dice la biblia la acepto. También puedo aceptar interpretación católica, protestante, adventista, sin ser de esas comunidades religiosas.

No soy tampoco como los católicos que dicen que el papa no se equivoca.

Exactamente: ¿Qué clase o denominación de cristiano eres? Tal vez, me ayude a entender qué es lo que exactamente defiendes.

Por lo que veo en el judaísmo las mujeres no pueden heredar a sus esposos.

¿Por qué piensas esto?

No era el caso de Sara porque ella era hermana de Abraham (aunque el judaísmo dice que no).

¿De dónde sacas esta afirmación?

Entonces ¿qué hacemos con Atalia, cómo fue que pudo llegar a ser reina? 2 Reyes 11.

Honestamente no comprendo qué pretendes con mencionar a Atalia en todo esto, sin embargo, creo que basta con leer la historia completa para darte cuenta que ella fue una "reina" ilegítima, incluso usurpó por medio de un genocidio el trono de Yehudá. No creo que haya mucho que decir. Ojalá me aclararas tu punto.

Eliezer no era pariente biológico de Abraham pero muy probablemente era su hijo adoptivo, por tanto un miembro de la familia.

La adopción era una práctica común en Nuzi, donde una pareja sin hijos podría adoptar a una persona nacida libre o un esclavo para que cuidara de ellos en la vejez, para que les diera un entierro debido, y, eventualmente, para que heredara la propiedad familiar. Abraham parece haber adoptado a su siervo Eliezer de Damasco (Gn. 15:1-4) , aunque él todavía esperaba tener un hijo propio. Fuente: https://www.biblia.work/diccionarios/nuzi/https://www.biblia.work/diccionarios/nuzi/
https://www.biblia.work/diccionarios/nuzi/

No comprendo qué pretendes con este mensaje, es bastante confuso la relación de ideas que haces.

Pero cuál es esa interpretación DKT. Como sabes yo no practico el judaísmo, te traje fuentes de judaísmo y percibo que las rechazas.

Yo no estoy rechazado nada, estoy señalando que estás mal interpretando de forma errónea los links que citaste. Por otro lado, el judaísmo no es dogmático en cuanto a la interpretación de los textos. Mientas esa interpretación, no contradiga la Torá, entonces puede ser válida o no.

Por eso no aceptas que Sara fue de gran influencia a la hora de que su hijo perteneciera a la casa de Abraham.

Abraham y Sara eran de la misma familia.

Según lo que vienes diciendo María no podía haberle dado nada, pues si ella era de la tribu de Judá y el hijo no lo era porque ella no le entregaba la pertenencia a dicha tribu, entonces él no podría heredar ninguna tierra porque la tierra dejaría de pertencer a la tribu de Judá. Por eso se acordo que las hijas se casaran con hombres de su misma tribu.

Vamos por partes:

1. María (la que menciona el NT) no tiene una genealogía trazada en ningún evangelio. La única mención que se hace de una posible pertenencia tribal de esta mujer es que tenía una familiar que era descendiente de Aharon, osea de la tribu de Leví. Decir que la genealogía de Lucas es la de María es forzado, es sólo un intento de buena fe del cristianismo de enmendar una clara diferencia que hay con el autor de Mateo.

2. La hipótesis de que María fuera de la tribu de Yehudá, es sólo una idea alternativa que surge dentro del cristianismo para intentar explicar la posible pertenencia de Jesús como descendiente terrenal de David, pues si se asume que José no era su padre, entonces no podría ser considerado heredero legítimo para el trono de Israel. No, existe ni una sola evidencia genealógica de María en todo el NT.

3. Dentro de la hipótesis de que la genealogía de María era la dada en Lucas, entonces se presentan varios problemas: el primero es que esa línea se traza por Natán (quién nunca fue rey y no tiene derecho de sucesión por más que te inventes que Natán si es legitimo rey, de hecho no hay un sólo texto en el Tanaj que diga que Natán o sus descendientes fueron aspirantes al trono: tu argumento es falso), ese era sólo una derecho que puede ser trazado por Salomón. El segundo problema es que esa genealogía de Lucas, se vuelve a unir a la genealogía de Jeconías (a quién se le fue quitado el reinado y por ende su derecho de sucesión por parte de Dios mismo). Luego, aunque fuera verdad que Lucas habla de una genealogía de María, entonces no podría heredar el trono porque Dios mismo se las quitó.

4. Ninguna de las dos genealogías dadas en los evangelios son válidas para heredar el trono de Yehudá o Israel.


"No se casarán con ellos, ustedes no darán su hija a su hijo, y ustedes no tomarán a su hija para su hijo, que harán que su hijo se aleje de Mí y ellos adorarán a los dioses de los otros" Deuteronomio 7:3,4.

Aquí cometes el error de asociar un texto que no tiene nada que ver o por lo menos ni siquiera te tomas la molestia de explicar cuál es tu punto al citarlo:

Devarím/Deuteronomio 7:1-4

1. Cuando te haga venir Adonai, tu a la tierra, a la que tú vas a venir allí, para poseerla; y desalojará pueblos numerosos de ante de ti: el Hittí y el Guirgashí y el Emorí y el Quenahaní y el Perizzí y el Hiví y el Iebusí, siete pueblos numerosos y poderosos, más que tú.

2. Los entregará Adonai, tu D’s., ante ti y los batirás. Destruir habrás de destruirlos, no les concertes pacto y no habrás de agraciarlos.

3. No te emparientes con ellos: tu hija no darás para su hijo, y su hija no tomarás para tu hijo.

4. Ya que apartará a tu hijo de en pos de Mí y servirán dioses otros; y se encenderá el furor de Adonai contra vosotros y te destruirá pronto.
Lo que este pasaje está refiriendo que no deben existir uniones matrimoniales con los pueblos cananeos que poseían la tierra de Kena'án.

¿Se puede ser judío sin pertenecer a ninguna tribu? ¿qué dice el Tanaj?

Pues, siempre han existido personas que se han adherido al pueblo judío por voluntad propia...en la Torá son llamados Guer Tosháv o Guer, algunos lo traducen como converso, prosélito o extranjero residente, etc. Estas personas no pertenecían a ninguna tribu, sólo eran considerados parte del pueblo de Israel. El ejemplo claro de esto, puede verse cuando una persona nace en un país (digamos Chile) pero luego por voluntad propia y después de un proceso legal puede obtener la nacionalidad de otro país (digamos Rusia) distinto al de su nacimiento. Esa persona es contada como ruso, tiene pasaporte ruso, goza de los privilegios de cualquier ruso, pero no pertenece a ninguna ciudad rusa o puede decir que es moscovita o algo por el estilo. Luego, dentro del pueblo judío, una persona puede ser judía sin pertenecer a ninguna tribu si hace conversión. Este converso, tiene todos los privilegios como cualquier otro judío, pero no puede ser levita o no puede ser Kohen o ser rey.

Me parece que esto ya lo había explicado. El pariente biológico o de sangre de María sería Neri, no Salatiel ni Zorobabel.

Me parece que no comprendes que decir que la genealogía dada en Lucas no dice que sea de María, eso es sólo una hipótesis, no hay un sustento en el NT para decirlo, sólo es una explicación tardía para enmendar las diferencias en ambos textos. En segundo lugar, no hay forma de que alguna de esas dos genealogías sean válidas. De hecho, son demasiadas inconsistencias.


Precisamente porque no es hijo biológico puede acceder al trono.

No Beto, comprende esto:

La biología es la que determina quién puede ser ungido y quien no.
Precisamente porque según el NT Jesús no era hijo biológico de José, entonces ni siquiera podía ser contado como aspirante al trono, pues sólo por medio del padre se transmitía el trono y la pertenencia tribal.
Si era sólo hijo biológico de María, entonces no era contado para la tribu a la que perteneciera ella, simplemente era considerado como ciudadano (te expliqué esto). Pero no podía acceder al trono, además no hay una sola cita en el NT que indique que María pertenecía a la tribu de Judá. Sin embargo, si existe la posibilidad de que ella perteneciera a la tribu de Leví.
Si era hijo biológico de José, entonces era de la tribu de Judá, pero no podía acceder al trono porque ya esa línea de sucesión real se había cortado con Jeconías que era el ancestro común.
Si María fuera de la tribu de Judá, entonces volvemos al mismo punto anterior, porque ella no podía pasar ni sacerdocio ni reinado, además ella sería descendiente de Jeconías también, por lo tanto tampoco tendría derecho a reinar.
Por otro lado "Ungido" hace referencia a dos personas: el rey y el Kohen Gadol.
En ambos casos es necesario tener la sangre del padre para poder aspirar al cargo: tanto el kohen como el rey. No se trata de una cuestión de si lo aceptas o no lo aceptas, de si te parece o no.
No hay un sólo pasaje del NT donde se diga o exprese que Jesús fuera ungido con aceite como David, Aharon, etc.

Tu afirmación es incorrecta pues precisamente la biología es la que no permite a Jesús ser elegible como rey de Israel, ni como sacerdote.

Veo que te gusta leer mucho sobre el cristianismo. Te felicito.

Gracias, procuro leer sobre todas las religiones para comprender sus creencias y siempre aprender lo que sea provechoso.
Durante muchos años he estudiado el cristianismo y me valoro muchísimos de sus conceptos éticos, morales y espirituales. No obstante, desde una perspectiva textual (al menos desde el original hebreo), histórica, entre otras es claro que hay muchos errores interpretativos (como Isaías 7:14) y que no puedan reconciliarse con el judaísmo en todas sus etapas históricas.


Juan no era literalmente el profeta Elías (que debía tener muchos años en ese entonces). Al igual que Eliseo Juan tenía el espíritu de Elias. Recuerda que Malaquías es una nevua, no debes entender las cosas tan literalmente.

Lo siento mucho amigo, pero te pongo nuevamente el texto:

"He aquí Yo envío Mi mensajero, el cual preparará el camino delante de Mí. Y luego, repentinamente, vendrá a Su Templo el Señor a quien buscáis, y el enviado del pacto a quien vosotros deseáis. ¡He aquí que viene!, ha dicho el Eterno de los Ejércitos.
¿Quién podrá resistir el día de su venida? o ¿quién podrá mantenerse en pie cuando él se manifieste? Porque él es como fuego purificador y como lejía de lavanderos.
Él se sentará para afinar y purificar la plata, porque purificará a los hijos de Leví. Los afinará como a oro y como a plata, y ofrecerán al Eterno ofrenda en justicia.
Así será grata al Eterno la ofrenda de Yehudá [Judá] y de Ierushalaim [Jerusalén], como en los días de antaño y como en los tiempos antiguos.
"
(Malaji / Malaquías 3:1-4)

"Acordaos de la Torá de Mi siervo Moshé [Moisés], a quien encargué en Joreb/Horeb decretos y leyes para todo Israel.
«He aquí Yo envío al profeta Elías antes de que venga el día del Eterno, grande e imponente.»
(Malaji / Malaquías 3:22-24)
Me perdonas, pero aquí no dice que HaShem enviará el espíritu de Elías, dice que enviará a Elías. De hecho, Elías no murió según el Tanaj. Luego, no es nada descabellado que vuelva Elías mismo.

El texto no dice: "...enviaré a uno como Elías..." por ejemplo cuando Moshé habla de que vendrían otros profetas"como él". Eso es bastante claro.

"Profeta les levantaré, de entre sus hermanos como tú; Yo pondré Mis palabras en su boca, y él les hablará todo lo que Yo le mande."
(Devarim / Deuteronomio 18:18)

Además, según revela el mismo evangelio Juan el bautista afirma que él no es Elías. Los judíos, no nos tenemos que inventar nada al respecto del texto para que nos encajen todas las cosas.

Pudo ser el error de un copista (eso quisieras jeje). En el texto griego no se encuentra la palabra "kairos" que es la relacionada con tiempo. En Marcos 2:6, dice "epi" que según Strong sería "sobre, en, á". Así que esa traducción de en "los tiempos de" no es la mejor. Puede ser más probable que Jesucristo dijo que "en el relato de Abiatar" se encuentra el relato de la entrada de David al templo, pues solo un capítulo después de este acontecimiento Abiatar advierte a David que le han dado muerte a los sacerdotes.

Definitivamente con esto me van quedando dudas sobre esa necesidad que tienes de inventar argumentos u omitir información para que te encajen tus argumentos:

Me citas a Strong y dices que "no es la mejor". Sin embargo, veamos lo que dice Strong y que vos niegas...sencillamente Jesús se equivocó con el dato o si quieres es más fácil aceptar que tal vez el autor del texto se equivocó. Eso es más factible.


(https://bibliaparalela.com/greek/1909.htm)

II de tiempo cuando; con el genitivo de una persona en la época o edad de un hombre (en los días de); en el momento en que uno ocupaba un cargo; bajo la administración de (cf. Winers Grammar, 375 (352); Buttmann, 336 (289)): Marcos 2:26; Lucas 3: 2; Lucas 4: 2; Hechos 11:28; (1 Macc. 13:42 1 Macc. 14:27 (para otros ejemplos en los que esta frase es equivalente en o del reinado, etc. de, y está precedida por una especificación del año, etc., vea la edición americana de BD, p. 651 nota {b}); 2 Macc. 8:19 2 Mac. 15:22; para numerosos ejemplos de escritos griegos ver Passow, i., 2, p. 1035, usar hilo dental completamente en Liddell y Scott, bajo la palabra, A. II.)). con el genitivo de un cansancio, en el momento de cualquier ocurrencia: ἐπί τῆς μετοικεσίας Βαβυλῶνος, en el momento de la deportación a Babilonia, Mateo 1:11; (en Lucas 12:54 T Tr lectura marginal WH ver δυσμή); de la época en que se realiza (o se realiza) cualquier ocupación: ἐπί τῶν προσευχῶν μου, latín en precibus meis, en mis oraciones, cuando estoy orando, Romanos 1:10 (9); Efesios 1:16; 1 Tesalonicenses 1: 2; Filemón 1: 4. del tiempo mismo, ἐπ 'ἐσχάτων y (según otra lectura) ἐσχάτου τῶν ἡμερῶν (literalmente, al final de los días): 2 Pedro 3: 3; Hebreos 1: 2 (1) (para el hebreo הַיָמִים בְּאַחֲרִית, Génesis 49: 1; Números 24:14; Jeremías 37:24 (); Miqueas 4: 1; Daniel 10:14); ἐπ 'ἐσχάτου τοῦ χρόνου, Judas 1:18 L T Tr WH; (τῶν χρόνων, 1 Pedro 1:20 L T Tr WH).

¿Qué son las ciudades a las que se refiere Jesucristo? Veamos lo que dicen él y Pablo:

Zacarías 8:3 Así dice El Eterno: Yo he restaurado a Sion, y moraré en medio de Jerusalén; y Jerusalén se llamará Ciudad de la Verdad, y el monte de El Eterno de los ejércitos, Monte de Santidad.


No sé cómo puedes relacionar esta profecía que si la lees toda, no hay dudas que habla del pueblo judío e incluso habla de los ayunos que hacemos al año (4 en total), habla del Templo, e incluso dice expresamente que todas las naciones vendrán donde los judíos a buscar sabiduría. Lo siento, pero por más que le intento buscar la lógica o la conexión o la encuentro porque no la hay.

Es el típico argumento que nace de tomar un pasaje o palabra y sacarlo del contexto para que te pueda encajar. Eso es una falacia.


Hebreos 12 .... os habéis acercado al monte de Sion, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial, a la compañía de muchos millares de ángeles, 23 a la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos, a Dios el Juez de todos, a los espíritus de los justos hechos perfectos,
Como podemos leer, se acercaron a la santa ciudad. Pero la obra en tiempos de Pablo aún continuaba hasta que entren todos los que deben entrar. Cuando entren todos entonces habrán terminado de recorrer todas las ciudades.

Mateo 5:14 Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. 15 Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa.


Lo único que veo es las palabras textuales que dijo Jesús no se cumplieron...les estaba hablando a los apóstoles y les dijo que ellos (los apóstoles) no terminarían de recorrer todas las ciudades de Israel antes de que él volviera y pues ellos murieron...

Disculpa, pero para afirmar algo debes presentar fuentes o pruebas. ¿Qué biblia católica?


Disculpa, pero eso mismo te digo yo a vos...para poder afirmar algo debes presentar fuentes o pruebas:
¿Dónde dice en el NT que la genealogía de Lucas es de María?
¿Dónde dice en en el Tanaj que Natán y su descendencia serian reyes de Israel?

Por otro lado, ya te dí la referencia, vuelve y lee lo que te mandé haz bien la tarea de leer.


En todo momento el cristianismo (la enseñanza de Cristo) promuebe la paz. La muerte de Cristo es un ejemplo, mira que cuando Pedro trató de defenderlo Jesucristo lo mandó a guardar su espada.

En ningún momento Jesucristo y los discípulos se involucraron en guerras.


Te recuerdo que hay pasaje dónde dice que Jesús con látigo en mano volteó de forma poco amistosa las mesas de los cambistas que estaban en patio de los gentiles. Que por cierto era legítimo y legal por la Torá y por otro lado que no era espacio propiamente del Templo sino una estructura adicional hecha por Herodes, pero que no constituía como la parte sacra del mismo. Averígualo.

De hecho, aunque muchos de ellos eran judíos, fueron víctimas de "sus parientes, los de su casa".


¿Perdón, pero qué fuentes usas para afirmar esto?

Muchos tropezarán entonces y caerán , y se traicionarán unos a otros, y unos a otros se odiarán
. Y se levantarán muchos falsos profetas, y a muchos engañarán. Y debido al aumento de la iniquidad, el amor de muchos se enfriará. Pero el que persevere hasta el fin, ése será salvo. Mateo 24:10,11,12.

Nota que aunque es algo que tiene que pasar no es salvo el que odia a otros.


El Tanaj en cambio dice claramente que el mesías rey traerá paz en todo el mundo.

Dijo muchas cosas que sus discípulos no le entendieron. Dijo que levantaría el templo en tres días (se refería a su cuerpo), provocó un rumor de que Juan no moriría y hablaba en parábolas para que no le entendieran con facilidad.


Un mensaje poco claro entonces...bastante confuso.

y di a la tierra de Israel: ``Así dice el SEÑOR: `He aquí, estoy contra ti; sacaré mi espada de la vaina y cortaré de ti al justo y al impío. Ezequiel 21:3. ¿Qué opinas, sacó Dios una espada de bronce o de algún metal para cortar?


Es fácil si lees todo el texto de Iejezkel que citas que aunque "la espada" de Dios es una figura alegórica, pero claramente está hablando de guerra, destrucción y muerte en términos físicos. Es que vos podes pintar la situación muy acomodada si deseas, sin embargo, cuando se habla se usa la palabra "espada" siempre o casi siempre hace referencia a guerra. Es tan claro, que los mismos apóstoles entendieron eso mismo, yo creo que Jesús eligió las palabras incorrectas. Por otro lado, si uno se ubica en el contexto histórico en que supuestamente se desarrollan los hechos narrados, era un época de tensión política y social entre el pueblo judío y Roma. Las palabras de Jesús en ese contexto (aunque fueran alegóricas como tu pretendes decir) eran incendiarias. En adición, la forma de muerte de Jesús era la asociada a los enemigos políticos y revolucionarios de Roma. Una pena por sedición. De hecho basta analizar el supuesto pasaje del cambio con Barrabas (que significa "Hijo del Padre" muy curioso que esa era uno de los apodos que Jesús se autoproclamaba) fuera con un sedicioso. Muchas coincidencias.

Es probable que las palabras de Yeshua tengan relación con esto que dice Pablo:

Tomad también el YELMO DE LA SALVACION, y la espada del Espíritu que es la palabra de Dios. Efesios 6:17.


El asunto es bastante obscuro porque en primer lugar Pablo que se supone no conoció a Jesús y difería con los otros apóstoles en muchas cosas dice claramente "espada del espíritu" pero esas no son las mismas palabras de Jesús. Incluso, siendo que los escritos de Pablo fueron redactados primero que los evangelios, entonces no tienen relación alguna realmente.

Por otro lado, si el autor del texto en varías ocasiones se toma la molestia de explicar que por ejemplo no hablaba del Templo, sino de su cuerpo...porque no se tomó la molestia de explicar (al menos al lector posterior) de que Jesús hablaba de otra cosa espiritual. Es sospechoso.


¿Así de legalistas extrictos son en el judaísmo? ¿No puede un hombre cambiar de parecer?

Veamos:

¡Que Dios me castigue sin piedad si antes del amanecer no acabo con todos sus hombres. 1 Samuel 25:22

¿Acabo David con Nabal y todos sus hombres? ¿Lo castigó Dios por no hacerlo?


Me dices legalista a mi que cuando te explico lo de los panes de la preposición que fueron dados por Kohen a David vos defendés que David si trangredió y trato de explicarte que estaba la vida de David en peligro, que el pan se sacó fuera del lugar santo, etc para que veas que existieron distintos elementos atenuantes en la situación. Por no decir, que si vos aceptas de plano que David incurrió en una transgresión, entonces Jesús también aceptó que estaba transgrediendo el Shabat, pues esa fue su defensa: que como David hizo...entonces yo también hago...

Claro que puedo aceptar que un hombre puede cambiar de parecer u opinión. Lee si en la Torá dice que Dios es hombre o hijo de hombre para mentir o cambiar de parecer u opinión. Y espero que lo asumas y no me salgas con pasajes mal leídos e interpretados y descontextualizados.

Ahora, como tú dices que los textos de la biblia tienen doble interpretación (el único argumento que pudiste sacar para Isaías 7:14, a pesar de que te dí pruebas contundentes de que ni el texto hebreo original, ni la LXX, ni el contexto, ni la historia, ni la gramática, ni la teología sustentan tu punto), entonces puedes aceptar que se interprete que Jesús no cambió de parecer, sino que mintió.

La interpretación es que Jesús mintió en que no iba a subir a Jerusalem, tanto se puede asumir que mintió que se mantuvo oculto de todos.

Debo suponer que te basas en el relato de Marcos que es el único de donde se pudiera interpretar que el gallo cantó antes de que Pedro negara a Cristo. Sin embargo el relato no especifica cuándo se dio el primer canto del gallo; una cosa es suponer que fue antes de que Pedro lo negara y otra que realmente fuera en ese momento.


Bueno, es similar a que tú supones que la genealogía de Lucas es de María (ningún pasaje del NT lo dice, es una suposición), tú supones que en Isaías 7:14 dice "virgen" aunque no haya ningún sustento para ello. Tú supones que hay un Dios hijo, aunque claramente Dios dice que no hay otro dios, ni otros dioses, etc. Tú supones que Jesús no habló de espadas (en un contexto de guerra entre judíos y romanos). Tú supones que Dios acepta sacrificios humanos cuando a lo largo del Tanaj los abomina, y era un práctica común entre todos los pueblos paganos del mundo. Tú supones que Dios se contradice a sí mismo. En fin.


Esa no es la forma correcta de interpretar esas palabras.


Perdón...pero tú afirmas que hay doble interpretación en toda la Biblia (fue el único argumento que pudiste usar para defender tu posición con Isaías 7:14), si eres consecuente con tus propias palabras y argumentos, tendrías que aceptar que no puedes afirmar que esa no es la forma correcta de interpretar esas palabras. Tendrías que asumir que mi interpretación también es válida.

Observa que el diablo le dijo a Eva que alcanzaría conocimiento del bien y del mal si comía del árbol, esto era cierto, pero su mentira consistió en decirle (contradiciendo lo que Dios había dicho): No morirás.


Perdón pero tú mientes, en la Torá en ningún momento de Bereshit/Génesis 3 dice ni literalmente ni metafóricamente que Eva habló con el diablo (una figura que no existe en el Tanaj). Empecemos por decir las cosas como son.

Así que es evidente que el diablo conoce cosas verdaderas y puede mencionarlas al hablar, pero su hablar (argumentos) se basa en la mentira.


Definitivamente esas son las contradicciones del NT en referencia al Tanaj. Este personaje es propio del cristianismo no del judaísmo o del Tanaj.

Con respecto a los demonios (estos no son el diablo) la biblia dice que ellos saben quién es Dios, así que no es de extrañar que reconocieran al Mesías, aunque sean aliados del mentiroso diablo. Santiago 2:29


El problema es que esta es una idea cristiana no judía...no se basa en el Tanaj. Luego, para mi es inoperante.

Nota que él habla de una serie de acontecimientos que indican que el fin se acerca, es en ese momento que introduce la afirmación de que una generación no pasará. Entonces bien se puede entender que la generación que no pasará a la que se refiere no es la de su tiempo sino la del tiempo en que ocurran las señales. Esto sería acorde con lo que dijo Pablo: "no todos moriremos" 1 Corintios 15:51. Ahora ¿Por qué parece que Pablo se incluye entre los que no morirán? Pues porque Pablo podía tener esa expectativa como otros cristianos de que Cristo volvería antes de que ellos murieran pues el día y hora nadie lo sabe, solo el Padre.


Ay amigo, se nota que no sabes nada de lo que es la literatura apocalíptica...no sabes los simbolismos usados y muchos menos conoces el contexto histórico, político y social en que se expresaban esas palabras. Te recomiendo que leas el mensaje largo que te dejé sobre el libro de Daniel. Esta es una de las razones por las que algunos consideran que Jesús era esenio o qumranita. Otros que tal vez era una superposición de distintos personajes.

Sin embargo, recuerda que tu consideras que hay doble interpretación, osea que la mía es tan válida como la tuya. Aunque la mía se basa en el texto mismo y los aspectos adyacentes a este, mientras que la tuya se basa en la fe (para este caso particular).

¿Cómo los que murieron podrán verlo? Pues la respuesta es simple: resucitarán.


Pero el texto no decía que cuando resucitaran...sino que ellos sin morir lo verían regresar.

“Lo que pasó con Yeshua el Nazareno [...]. Pero nosotros esperábamos que fuera él quien liberaría a Israel” Lucas 24:19-21.


Basta con leer los neviím y ver que el papel del mesias rey es ese...

“¡Ay, qué insensatos son ustedes y qué lentos para creer todas las cosas que dijeron los profetas! ¿Acaso el Cristo no tenía que sufrir estas cosas y entrar en su gloria?” Lucas 24:25,26.


El problema es que no se trata de insensatez como lo quiere hacer ver el autor de este texto...lo que sucede es que en ningún libro de los neviím se menciona que el mesias rey tenía que sufrir para entrar en ninguna gloria. Esta afirmación parte de una premisa falsa. Insensato aquél que se cree esto.

Nos dará vida después de dos días, al tercer día nos levantará y viviremos delante de El. Oseas 6:2.


Nuevamente el desfile de pasajes sacados de contexto y sin ninguna relación...ni siquiera habla del mesías rey. Es claro que habla de la restauración y unificación de los dos reinos. Lee desde el capítulo 5 y verás que nada tiene que ver con el mesias rey siquiera.

pues tú no abandonarás mi alma en el Seol, ni permitirás a tu Santo ver corrupción. Me darás a conocer la senda de la vida; en tu presencia hay plenitud de gozo; en tu diestra, deleites para siempre. Salmos 16:10,11. (Comparar con el Salmo 110:1).


Como siempre, sacando los textos de contexto...usando traducciones dudosas y tendenciosas: Leamos el Tehilím 16 completo (se habla de David y nada más que de David, el rey David):

1. Salmo precioso de David. Guárdame, oh EL (Di-s), porque en Ti he confiado. 2. Oh alma mía, dijiste a el Eterno: Tú eres mi Soberano; no hay para mí bien fuera de ti. 3. Hazlo por los consagrados que están en la tierra, y por los íntegros es toda mi complacencia. 4. Se multiplicarán los dolores de aquellos que sirven diligentemente a otro dios. No ofreceré yo sus libaciones de sangre, ni en mis labios tomaré sus nombres. 5. El Eterno es la porción de mi herencia y de mi copa; Tú sustentarás mi suerte. 6. Porciones cayeron para mí en lugares deleitosos, y es hermosa la heredad que me ha tocado. 7. Bendeciré al Eterno que me aconsejó; aun en las noches me enseña mi conciencia. 8. Al Eterno –he puesto siempre delante mí; porque está a mi diestra, no seré conmovido. 9. Se alegró por tanto mi corazón, y se gozó mi alma; mi carne también reposará confiadamente. 10. Porque Tú no abandonarás mi alma en el sepulcro, ni consentirás que Tu piadoso vea el abismo. 11. Me mostrarás la senda de la vida –oraj jayim-; en Tu presencia hay plenitud de alegrías; delicias a tu diestra para siempre.

No dice corrupción...dice literalmente "hoyo" o "abismo".

Sobre el Tehilím 110 no sé que intentas significar, pues claramente hace alusión a David HaMelej, luego ni siquiera es una nevua mesiánica.


Después de las sesenta y dos semanas un Mesías será muerto y el pueblo del príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario. Su fin vendrá con inundación; aun hasta el fin habrá guerra; las desolaciones están determinadas. Daniel 9:26.


De nuevo tus traducciones te llevan a caer en el error...además de sacar un texto fuera de contexto. ¿Hasta cuándo la insensatez?
"(24) Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para terminar con la transgresión, para acabar con el pecado, para expiar la iniquidad, para traer la justicia eterna; para sellar la visión y la profecía, y para ungir el lugar santísimo.
(25) Conoce, pues, y entiende que desde la salida de la palabra para restaurar y edificar Ierushalaim [Jerusalén] hasta [uno] ungido [como] príncipe, habrá siete semanas; y luego sesenta y dos semanas; y volverá a ser edificada con plaza y muro, pero en tiempos angustiosos.
(26) Después de las sesenta y dos semanas, [quien fuera] ungido será quitado y no tendrá nada (ikaret); y la ciudad y el santuario destruirá el pueblo de un gobernante que ha de venir, con cataclismo será su fin, y hasta el fin de la guerra está decretada la desolación.
"
(Daniel / Daniel 9)

Hay varios gravísimos cambios que modifican el sentido del original hebreo, veamos brevemente tres de ellos:

El primero cambio- la traducción cristiana tendenciosa traduce incorrectamente "un ungido como príncipe" (que esta escrito: mashiaj naguid), por Mesías Príncipe.
¿Cuáles son los errores en esta "traducción" - invención?
Gramaticalmente es una espantosa y mentirosa construcción artificiosa.
La palabra mashiaj (que significa ÚNICAMENTE "ungido") nunca es usada en el texto del Tanaj con función de nombre propio (por lo tanto, ¿con qué derecho lo traducen con mayúsculas y como nombre?), sino como sustantivo de persona con autoridad (verbigracia, ungido como: Sumo Sacerdote (ej.: Vaikra 4:3), rey judío (ej.: II Shemuel 22;51), rey extranjero (ej.: Ciro, en Ieshaiá 45:1)).
Luego, tampoco se usa en el versículo original un artículo determinado ("el ungido" = HAmashiaj), lo que en hebreo representa que se agrega un artículo indeterminado ("un", "uno", "una"), en este caso corresponde "uno", o su apócope "un".
Por lo tanto, NO se hace referencia a ningún rey judío en particular (el famoso Mashiaj de la tradición posterior), ni siquiera se menciona a un sólo ungido (pues veremos que se habla en verdad de dos).

Segundo cambio- si nota en el versículo 25 hay (en la traducción fidedigna) un punto y coma que altera el significado de la frase.
No es el mismo cálculo "7 semanas Y 62 semanas" (versión cristiana); al original que dice: "7 semanas; y luego 62 semanas".
En el original se habla de dos períodos diferentes, uno muchísimo más breve que el otro (7 y luego 62).
En tanto que en la versión fantasiosa se quiere hacer creer que existe un sólo y largo lapso de 69 semanas.
Los cristianos para un cálculo cristológico (que igual no tiene fundamento, como veremos luego) DEBEN eliminar el PUNTO Y COMA (etnajtá en el original), es decir, borrar el indicio de una clara separación entre las "semanas", que en el original y en la BUENA traducción dan a entender que las 7 semanas son una cosa diferente a las 62 semanas mencionadas luego. Cosa que las traducciones FALSAS no hacen, pues los cálculos cristológicos hacen 7 + 62 semanas, uniéndolos.
Como podemos leer en la fantasía expuesta como segunda "pregunta", estas 69 semanas se transforman en 483 años.
Luego nos hacen creer que esta cuenta de 483 años comenzó en el año 455 AEC.
Para finalizar con la estupenda conclusión que el "Mesías Príncipe" es Ieshu, "ungido por el espíritu santo" en el año 29 EC.

Veamos (alguna de) las mentiras de esta "interpretación".
Primero, no existe período de 483 años.
Sino, "7 semanas"; luego, "62 semanas".
Releamos el verso 26...¡maravillas!, cuando se refiere al ungido que "fue quitado sin quedar nada", ¿de cuánto tiempo nos habla? ¿De 69 semanas? ¿De 62?
¡Sin dudas! 62.
¿Qué pasó con las 69 semanas?
¿Estaban en el original o fueron inventadas?
Inventadas...
Pero, como esto puede resultar muy poca evidencia, continuemos;
Se inventaron un mashiaj: contando un período de 69 semanas inexistentes (partiendo de una fecha FALSA, que veremos luego).
En REALIDAD hay dos ungidos esbozados en este texto.
El de las 7 semanas = el rey persa Ciro.
El de las 62 semanas = el rey y Sumo Sacerdote judío Alexander Ianai (Alejandro Janeo, rey macabeo).
Veamos las cuentas claras.
Destrucción del Templo: año 586 AEC.
"7 semanas" = 49 años.
"62 semanas" = 434 años.
586 - 49 = 537 (AEC) ¡coincidencia total con la ascensión de Ciro!
537 - 434 = 103 (AEC) ¡coincidencia total con la ascensión de Alejandro Janeo!
¡No es fantástico que los números no mientan!
Ambos ungidos, fueron REALMENTE ungidos, con aceite, como corresponde y debe ser hecho; ambos ungidos fueron REALMENTE reyes, como corresponde a la unción.
Ambos ungidos REALMENTE fueron puntos de inflexión en la historia judía.
Ambos ungidos REALMENTE cumplen con los períodos de tiempo anunciados...con los DOS PERÍODOS.

Haré algo muy poco académico, una cita de la Encarta 2000 para que corroboremos la exactitud de la profecía del verso 26:
"Alejandro Janeo - (fallecido en el 76 a.C.), hermano y sucesor de Aristóbulo I, rey desde el 103 al 76 a.C. Se convirtió en rey y sumo sacerdote mediante el matrimonio con la viuda de Aristóbulo, Salomé Alejandra. Siguiendo la política de Juan Hircano, conquistó y convirtió al judaísmo los territorios vecinos, expandiendo el reino Asmoneo hasta su mayor extensión. Fue dictatorial y despiadado y su reinado estuvo marcado por intrigas y luchas internas. Murió durante el asedio a una ciudad griega."

Cabe agregar que tras su deceso, la puerta quedó abierta para el ingreso de los romanos, quienes posteriormente (un siglo más tarde) destrozarían el Templo, Ierushalaim y traerían la devastación. Empero, Tito el que destruyó el Templo, tuvo una muerte penosa, y un reinado con catástrofes naturales (erupción del Vesubio, inundaciones, etc.) tal como fuera profetizado.

¿Queda alguna duda de cual es la traducción correcta?
Pues sigamos aportando pruebas pues nos quieren hacer creer que los falsos 483 años comenzaron en el 455 AEC, con el pretexto de que el rey Artajerjes dio la orden de edificar Ierushalaim. Y nos dicen que eso está escrito en Nejemiá 2:1-8.
Leamos:

"Sucedió en el mes de Nisán, en el año 20 del rey Artajerjes"
(Nejemiá / Nehemías 2:1)
Artajerjes I comenzó su reinado en el año 465 AEC.
El libro consagrado del Tanaj nos especifica con claridad que este permiso fue dado en el año 20 de su reinado.
465 - 20 = ¡445 AEC! ¿Cómo, no nos dijeron que fue en el año 455 AEC?
Sí, seguramente fue un error de tecleado...a ver, hagamos el cálculo que ellos habían hecho antes...dijeron 455 - 483 = 29 EC; pues NO, no se habían equivocado al teclear, efectivamente dijeron 455 AEC.
¿A qué se debe este error?
Pues, sencillamente que el año real les daría 39 EC, es decir, "la unción del espíritu santo sobre Ieshu"...en definitiva, no concuerda la historia evangélica con los fríos números, por lo tanto...no sólo violan el texto sagrado del Tanaj, también violentan las matemáticas, las verdades históricas, y quién sabe cuántas cosas más...

Algo más.

El que realmente dio la primera autorización para reconstruir Ierushalaim fue nuestro viejo conocido Ciro:

"Soy quien dice de Ciro: 'Él es mi pastor.' Él cumplirá todo mi deseo al decir de Ierushalaim [Jerusalén]: 'Sea edificada', y del templo: 'Sean puestos tus cimientos.'"
(Ieshaiá / Isaías 44:28)

"(22) En el primer año de Ciro, rey de Persia, y para que se cumpliese la palabra de Hashem por boca de Jeremías, Hashem despertó el espíritu de Ciro, rey de Persia, quien hizo pregonar por todo su reino, oralmente y por escrito, diciendo:
(23) Así ha dicho Ciro, rey de Persia: ''Hashem, Elokim de los cielos, me ha dado todos los reinos de la tierra y me ha comisionado para que le edifique un templo en Ierushalaim [Jerusalén], que está en Yehudá [Judá]. Quien haya entre vosotros de todo su pueblo, que Hashem su Elokim sea con él, y suba.''
"
(2 Divrei Haiamim / II Crónicas 36)
Por lo tanto, queda en evidencia que es Ciro en el 537 AEC el que autorizó la reedificación de Ierushalaim (como base para la restauración del esplendor del Templo), y no fue Artajerjes el primero, sino que éste reforzó (en el año 445 AEC) una orden ya dada.
Siendo así, muchachos que siguen creyendo en las 69 semanas = 483 años, hagamos una nueva cuenta:
537 - 483 = 54 AEC. ¿En dónde queda Jesús en este cálculo? Como corresponde a la verdad: fuera.

Pero, ¿por qué nosotros asumimos como año de partida el 586 AEC, año de la destrucción? ¿No sería más razonable haber comenzado en el 537 AEC?
¿Acaso nosotros también manipulamos por gusto, para hacer que "las cuentas cierren"?
Evidentemente no.
En el mismo momento que Dios permitió la destrucción, YA estaba siendo dada la "palabra" (por Dios) para la restauración:

"Restauraré de la cautividad a Yehudá [Judá] y a Israel, y los edificaré como al principio."
(Irmiá / Jeremías 33:7) (Entre otros.)
Palabra de Dios en boca del profeta verdadero Irmiá, confirmando la reedificación de la destrucción a punto de ocurrir.
Por lo tanto, el remedio estaba dado desde antes de la destrucción, siendo así, el tiempo para empezar a contar los DOS períodos, comienza en el 586 AEC.
Nuestras cuentas son ciertas, verdaderas, fieles al Tanaj, a la lógica, a la verdad, a la matemática, etc.

Tercer cambio - nos dicen en la falsa traducción "mas no por sí", en lugar del verídico "y no tendrá nada". Es que se precisa esta mentira para "justificar" a un supuesto mesías, que supuestamente murió por el pecado de los demás, no por lo propios...¡por favor!
El ungido profetizado realmente murió, o fue quitado de su pueblo (como es más prolijo decir, acomodándose al original), y no quedó nada de él (como es coherente con los que sufren la pena de karet -ser quitado del pueblo-)...tal como aconteciera con Alexander Ianai...rey perverso, que estuvo en permanente conflicto con los Sabios, por sus pecaminosas actitudes.

Como vemos, el tema de las traducciones es delicado. (Tomado de Ribco)


Por opresión y juicio fue quitado; y en cuanto a su generación, ¿quién tuvo en cuenta que El fuera cortado de la tierra de los vivientes por la transgresión de mi pueblo, a quien correspondía la herida? Isaías 53:8. (a qué pueblo pertenecía Isaías).

Esto te lo voy a responder completamente en otro mensaje sin embargo...es claro que habla de Israel y de acuerdo a la Torá el único que puede pagar por las transgresiones de Israel es...Israel: nadie paga por las transgresiones de otros, eso es claro en la Torá. Israel como nación pecó y fue exiliada, luego este capítulo se escribe para ese retorno del exilio. Basta con ver incluso que está conjugado todo en tiempo pasado y no futuro. Nada tiene que ver con el mesías...te voy a dar la explicación completa para dejar este tema cerrado.

Igual mente. Bendicones. :)

Cordial saludo y bendiciones
 
Voy ir respondiendo a estos tópicos que quedan en el aire para que no queden dudas si alguien los lee posteriormente:

Ser primogénito no necesariamente implica que uno sea el mayor de todos sus hermanos, se primogénito es que uno sea el primer hijo nacido de una madre, en otras palabras es el hijo que abre matriz. Entre los hijos de Ia'akov hubo como tal cuatro (4) primogénitos, porque tuvo 2 esposas y 2 concubinas. En particular, José fue primogénito de Rajel, pero claramente no era el hijo mayor entre sus hermanos. Luego, respecto a David hay varios indicios (dentro del Tanaj y por fuera también) que pueden indicar que él era un primogénito, pero no era el mayor de sus hermanos.



Voy a ser claro y puntual:

Lo que sucede con las fuentes judías que citas, es que vos las estás mal interpretando y sacando de su contexto, entonces ni siquiera puedes juzgar lo que realmente están diciendo.



Exactamente: ¿Qué clase o denominación de cristiano eres? Tal vez, me ayude a entender qué es lo que exactamente defiendes.



¿Por qué piensas esto?



¿De dónde sacas esta afirmación?



Honestamente no comprendo qué pretendes con mencionar a Atalia en todo esto, sin embargo, creo que basta con leer la historia completa para darte cuenta que ella fue una "reina" ilegítima, incluso usurpó por medio de un genocidio el trono de Yehudá. No creo que haya mucho que decir. Ojalá me aclararas tu punto.


https://www.biblia.work/diccionarios/nuzi/

No comprendo qué pretendes con este mensaje, es bastante confuso la relación de ideas que haces.



Yo no estoy rechazado nada, estoy señalando que estás mal interpretando de forma errónea los links que citaste. Por otro lado, el judaísmo no es dogmático en cuanto a la interpretación de los textos. Mientas esa interpretación, no contradiga la Torá, entonces puede ser válida o no.



Abraham y Sara eran de la misma familia.



Vamos por partes:

1. María (la que menciona el NT) no tiene una genealogía trazada en ningún evangelio. La única mención que se hace de una posible pertenencia tribal de esta mujer es que tenía una familiar que era descendiente de Aharon, osea de la tribu de Leví. Decir que la genealogía de Lucas es la de María es forzado, es sólo un intento de buena fe del cristianismo de enmendar una clara diferencia que hay con el autor de Mateo.

2. La hipótesis de que María fuera de la tribu de Yehudá, es sólo una idea alternativa que surge dentro del cristianismo para intentar explicar la posible pertenencia de Jesús como descendiente terrenal de David, pues si se asume que José no era su padre, entonces no podría ser considerado heredero legítimo para el trono de Israel. No, existe ni una sola evidencia genealógica de María en todo el NT.

3. Dentro de la hipótesis de que la genealogía de María era la dada en Lucas, entonces se presentan varios problemas: el primero es que esa línea se traza por Natán (quién nunca fue rey y no tiene derecho de sucesión por más que te inventes que Natán si es legitimo rey, de hecho no hay un sólo texto en el Tanaj que diga que Natán o sus descendientes fueron aspirantes al trono: tu argumento es falso), ese era sólo una derecho que puede ser trazado por Salomón. El segundo problema es que esa genealogía de Lucas, se vuelve a unir a la genealogía de Jeconías (a quién se le fue quitado el reinado y por ende su derecho de sucesión por parte de Dios mismo). Luego, aunque fuera verdad que Lucas habla de una genealogía de María, entonces no podría heredar el trono porque Dios mismo se las quitó.

4. Ninguna de las dos genealogías dadas en los evangelios son válidas para heredar el trono de Yehudá o Israel.



Aquí cometes el error de asociar un texto que no tiene nada que ver o por lo menos ni siquiera te tomas la molestia de explicar cuál es tu punto al citarlo:


Devarím/Deuteronomio 7:1-4

1. Cuando te haga venir Adonai, tu a la tierra, a la que tú vas a venir allí, para poseerla; y desalojará pueblos numerosos de ante de ti: el Hittí y el Guirgashí y el Emorí y el Quenahaní y el Perizzí y el Hiví y el Iebusí, siete pueblos numerosos y poderosos, más que tú.

2. Los entregará Adonai, tu D’s., ante ti y los batirás. Destruir habrás de destruirlos, no les concertes pacto y no habrás de agraciarlos.

3. No te emparientes con ellos: tu hija no darás para su hijo, y su hija no tomarás para tu hijo.

4. Ya que apartará a tu hijo de en pos de Mí y servirán dioses otros; y se encenderá el furor de Adonai contra vosotros y te destruirá pronto.
Lo que este pasaje está refiriendo que no deben existir uniones matrimoniales con los pueblos cananeos que poseían la tierra de Kena'án.



Pues, siempre han existido personas que se han adherido al pueblo judío por voluntad propia...en la Torá son llamados Guer Tosháv o Guer, algunos lo traducen como converso, prosélito o extranjero residente, etc. Estas personas no pertenecían a ninguna tribu, sólo eran considerados parte del pueblo de Israel. El ejemplo claro de esto, puede verse cuando una persona nace en un país (digamos Chile) pero luego por voluntad propia y después de un proceso legal puede obtener la nacionalidad de otro país (digamos Rusia) distinto al de su nacimiento. Esa persona es contada como ruso, tiene pasaporte ruso, goza de los privilegios de cualquier ruso, pero no pertenece a ninguna ciudad rusa o puede decir que es moscovita o algo por el estilo. Luego, dentro del pueblo judío, una persona puede ser judía sin pertenecer a ninguna tribu si hace conversión. Este converso, tiene todos los privilegios como cualquier otro judío, pero no puede ser levita o no puede ser Kohen o ser rey.



Me parece que no comprendes que decir que la genealogía dada en Lucas no dice que sea de María, eso es sólo una hipótesis, no hay un sustento en el NT para decirlo, sólo es una explicación tardía para enmendar las diferencias en ambos textos. En segundo lugar, no hay forma de que alguna de esas dos genealogías sean válidas. De hecho, son demasiadas inconsistencias.



No Beto, comprende esto:

La biología es la que determina quién puede ser ungido y quien no.
Precisamente porque según el NT Jesús no era hijo biológico de José, entonces ni siquiera podía ser contado como aspirante al trono, pues sólo por medio del padre se transmitía el trono y la pertenencia tribal.
Si era sólo hijo biológico de María, entonces no era contado para la tribu a la que perteneciera ella, simplemente era considerado como ciudadano (te expliqué esto). Pero no podía acceder al trono, además no hay una sola cita en el NT que indique que María pertenecía a la tribu de Judá. Sin embargo, si existe la posibilidad de que ella perteneciera a la tribu de Leví.
Si era hijo biológico de José, entonces era de la tribu de Judá, pero no podía acceder al trono porque ya esa línea de sucesión real se había cortado con Jeconías que era el ancestro común.
Si María fuera de la tribu de Judá, entonces volvemos al mismo punto anterior, porque ella no podía pasar ni sacerdocio ni reinado, además ella sería descendiente de Jeconías también, por lo tanto tampoco tendría derecho a reinar.
Por otro lado "Ungido" hace referencia a dos personas: el rey y el Kohen Gadol.
En ambos casos es necesario tener la sangre del padre para poder aspirar al cargo: tanto el kohen como el rey. No se trata de una cuestión de si lo aceptas o no lo aceptas, de si te parece o no.
No hay un sólo pasaje del NT donde se diga o exprese que Jesús fuera ungido con aceite como David, Aharon, etc.

Tu afirmación es incorrecta pues precisamente la biología es la que no permite a Jesús ser elegible como rey de Israel, ni como sacerdote.



Gracias, procuro leer sobre todas las religiones para comprender sus creencias y siempre aprender lo que sea provechoso.
Durante muchos años he estudiado el cristianismo y me valoro muchísimos de sus conceptos éticos, morales y espirituales. No obstante, desde una perspectiva textual (al menos desde el original hebreo), histórica, entre otras es claro que hay muchos errores interpretativos (como Isaías 7:14) y que no puedan reconciliarse con el judaísmo en todas sus etapas históricas.



Lo siento mucho amigo, pero te pongo nuevamente el texto:


"He aquí Yo envío Mi mensajero, el cual preparará el camino delante de Mí. Y luego, repentinamente, vendrá a Su Templo el Señor a quien buscáis, y el enviado del pacto a quien vosotros deseáis. ¡He aquí que viene!, ha dicho el Eterno de los Ejércitos.
¿Quién podrá resistir el día de su venida? o ¿quién podrá mantenerse en pie cuando él se manifieste? Porque él es como fuego purificador y como lejía de lavanderos.
Él se sentará para afinar y purificar la plata, porque purificará a los hijos de Leví. Los afinará como a oro y como a plata, y ofrecerán al Eterno ofrenda en justicia.
Así será grata al Eterno la ofrenda de Yehudá [Judá] y de Ierushalaim [Jerusalén], como en los días de antaño y como en los tiempos antiguos.
"
(Malaji / Malaquías 3:1-4)

"Acordaos de la Torá de Mi siervo Moshé [Moisés], a quien encargué en Joreb/Horeb decretos y leyes para todo Israel.
«He aquí Yo envío al profeta Elías antes de que venga el día del Eterno, grande e imponente.»
(Malaji / Malaquías 3:22-24)
Me perdonas, pero aquí no dice que HaShem enviará el espíritu de Elías, dice que enviará a Elías. De hecho, Elías no murió según el Tanaj. Luego, no es nada descabellado que vuelva Elías mismo.

El texto no dice: "...enviaré a uno como Elías..." por ejemplo cuando Moshé habla de que vendrían otros profetas"como él". Eso es bastante claro.

"Profeta les levantaré, de entre sus hermanos como tú; Yo pondré Mis palabras en su boca, y él les hablará todo lo que Yo le mande."
(Devarim / Deuteronomio 18:18)

Además, según revela el mismo evangelio Juan el bautista afirma que él no es Elías. Los judíos, no nos tenemos que inventar nada al respecto del texto para que nos encajen todas las cosas.



Definitivamente con esto me van quedando dudas sobre esa necesidad que tienes de inventar argumentos u omitir información para que te encajen tus argumentos:

Me citas a Strong y dices que "no es la mejor". Sin embargo, veamos lo que dice Strong y que vos niegas...sencillamente Jesús se equivocó con el dato o si quieres es más fácil aceptar que tal vez el autor del texto se equivocó. Eso es más factible.


(https://bibliaparalela.com/greek/1909.htm)

II de tiempo cuando; con el genitivo de una persona en la época o edad de un hombre (en los días de); en el momento en que uno ocupaba un cargo; bajo la administración de (cf. Winers Grammar, 375 (352); Buttmann, 336 (289)): Marcos 2:26; Lucas 3: 2; Lucas 4: 2; Hechos 11:28; (1 Macc. 13:42 1 Macc. 14:27 (para otros ejemplos en los que esta frase es equivalente en o del reinado, etc. de, y está precedida por una especificación del año, etc., vea la edición americana de BD, p. 651 nota {b}); 2 Macc. 8:19 2 Mac. 15:22; para numerosos ejemplos de escritos griegos ver Passow, i., 2, p. 1035, usar hilo dental completamente en Liddell y Scott, bajo la palabra, A. II.)). con el genitivo de un cansancio, en el momento de cualquier ocurrencia: ἐπί τῆς μετοικεσίας Βαβυλῶνος, en el momento de la deportación a Babilonia, Mateo 1:11; (en Lucas 12:54 T Tr lectura marginal WH ver δυσμή); de la época en que se realiza (o se realiza) cualquier ocupación: ἐπί τῶν προσευχῶν μου, latín en precibus meis, en mis oraciones, cuando estoy orando, Romanos 1:10 (9); Efesios 1:16; 1 Tesalonicenses 1: 2; Filemón 1: 4. del tiempo mismo, ἐπ 'ἐσχάτων y (según otra lectura) ἐσχάτου τῶν ἡμερῶν (literalmente, al final de los días): 2 Pedro 3: 3; Hebreos 1: 2 (1) (para el hebreo הַיָמִים בְּאַחֲרִית, Génesis 49: 1; Números 24:14; Jeremías 37:24 (); Miqueas 4: 1; Daniel 10:14); ἐπ 'ἐσχάτου τοῦ χρόνου, Judas 1:18 L T Tr WH; (τῶν χρόνων, 1 Pedro 1:20 L T Tr WH).



No sé cómo puedes relacionar esta profecía que si la lees toda, no hay dudas que habla del pueblo judío e incluso habla de los ayunos que hacemos al año (4 en total), habla del Templo, e incluso dice expresamente que todas las naciones vendrán donde los judíos a buscar sabiduría. Lo siento, pero por más que le intento buscar la lógica o la conexión o la encuentro porque no la hay.

Es el típico argumento que nace de tomar un pasaje o palabra y sacarlo del contexto para que te pueda encajar. Eso es una falacia.



Lo único que veo es las palabras textuales que dijo Jesús no se cumplieron...les estaba hablando a los apóstoles y les dijo que ellos (los apóstoles) no terminarían de recorrer todas las ciudades de Israel
antes de que él volviera y pues ellos murieron...



Disculpa, pero eso mismo te digo yo a vos...para poder afirmar algo debes presentar fuentes o pruebas:
¿Dónde dice en el NT que la genealogía de Lucas es de María?
¿Dónde dice en en el Tanaj que Natán y su descendencia serian reyes de Israel?

Por otro lado, ya te dí la referencia, vuelve y lee lo que te mandé haz bien la tarea de leer.



Te recuerdo que hay pasaje dónde dice que Jesús con látigo en mano volteó de forma poco amistosa las mesas de los cambistas que estaban en patio de los gentiles. Que por cierto era legítimo y legal por la Torá y por otro lado que no era espacio propiamente del Templo sino una estructura adicional hecha por Herodes, pero que no constituía como la parte sacra del mismo. Averígualo.



¿Perdón, pero qué fuentes usas para afirmar esto?



El Tanaj en cambio dice claramente que el mesías rey traerá paz en todo el mundo.



Un mensaje poco claro entonces...bastante confuso.



Es fácil si lees todo el texto de Iejezkel que citas que aunque "la espada" de Dios es una figura alegórica, pero claramente está hablando de guerra, destrucción y muerte en términos físicos. Es que vos podes pintar la situación muy acomodada si deseas, sin embargo, cuando se habla se usa la palabra "espada" siempre o casi siempre hace referencia a guerra. Es tan claro, que los mismos apóstoles entendieron eso mismo, yo creo que Jesús eligió las palabras incorrectas. Por otro lado, si uno se ubica en el contexto histórico en que supuestamente se desarrollan los hechos narrados, era un época de tensión política y social entre el pueblo judío y Roma. Las palabras de Jesús en ese contexto (aunque fueran alegóricas como tu pretendes decir) eran incendiarias.
En adición, la forma de muerte de Jesús era la asociada a los enemigos políticos y revolucionarios de Roma. Una pena por sedición. De hecho basta analizar el supuesto pasaje del cambio con Barrabas (que significa "Hijo del Padre" muy curioso que esa era uno de los apodos que Jesús se autoproclamaba) fuera con un sedicioso. Muchas coincidencias.



El asunto es bastante obscuro porque en primer lugar Pablo que se supone no conoció a Jesús y difería con los otros apóstoles en muchas cosas dice claramente "espada del espíritu" pero esas no son las mismas palabras de Jesús. Incluso, siendo que los escritos de Pablo fueron redactados primero que los evangelios, entonces no tienen relación alguna realmente.

Por otro lado, si el autor del texto en varías ocasiones se toma la molestia de explicar que por ejemplo no hablaba del Templo, sino de su cuerpo...porque no se tomó la molestia de explicar (al menos al lector posterior) de que Jesús hablaba de otra cosa espiritual. Es sospechoso.



Me dices legalista a mi que cuando te explico lo de los panes de la preposición que fueron dados por Kohen a David vos defendés que David si trangredió y trato de explicarte que estaba la vida de David en peligro, que el pan se sacó fuera del lugar santo, etc para que veas que existieron distintos elementos atenuantes en la situación. Por no decir, que si vos aceptas de plano que David incurrió en una transgresión, entonces Jesús también aceptó que estaba transgrediendo el Shabat, pues esa fue su defensa: que como David hizo...entonces yo también hago...

Claro que puedo aceptar que un hombre puede cambiar de parecer u opinión. Lee si en la Torá dice que Dios es hombre o hijo de hombre para mentir o cambiar de parecer u opinión. Y espero que lo asumas y no me salgas con pasajes mal leídos e interpretados y descontextualizados.

Ahora, como tú dices que los textos de la biblia tienen doble interpretación (el único argumento que pudiste sacar para Isaías 7:14, a pesar de que te dí pruebas contundentes de que ni el texto hebreo original, ni la LXX, ni el contexto, ni la historia, ni la gramática, ni la teología sustentan tu punto), entonces puedes aceptar que se interprete que Jesús no cambió de parecer, sino que mintió.

La interpretación es que Jesús mintió en que no iba a subir a Jerusalem, tanto se puede asumir que mintió que se mantuvo oculto de todos.



Bueno, es similar a que tú supones que la genealogía de Lucas es de María (ningún pasaje del NT lo dice, es una suposición), tú supones que en Isaías 7:14 dice "virgen" aunque no haya ningún sustento para ello. Tú supones que hay un Dios hijo, aunque claramente Dios dice que no hay otro dios, ni otros dioses, etc. Tú supones que Jesús no habló de espadas (en un contexto de guerra entre judíos y romanos). Tú supones que Dios acepta sacrificios humanos cuando a lo largo del Tanaj los abomina, y era un práctica común entre todos los pueblos paganos del mundo. Tú supones que Dios se contradice a sí mismo. En fin.



Perdón...pero tú afirmas que hay doble interpretación en toda la Biblia (fue el único argumento que pudiste usar para defender tu posición con Isaías 7:14), si eres consecuente con tus propias palabras y argumentos, tendrías que aceptar que no puedes afirmar que esa no es la forma correcta de interpretar esas palabras. Tendrías que asumir que mi interpretación también es válida.



Perdón pero tú mientes, en la Torá en ningún momento
de Bereshit/Génesis 3 dice ni literalmente ni metafóricamente que Eva habló con el diablo (una figura que no existe en el Tanaj). Empecemos por decir las cosas como son.



Definitivamente esas son las contradicciones del NT en referencia al Tanaj. Este personaje es propio del cristianismo no del judaísmo o del Tanaj.



El problema es que esta es una idea cristiana no judía...no se basa en el Tanaj. Luego, para mi es inoperante.



Ay amigo, se nota que no sabes nada de lo que es la literatura apocalíptica...no sabes los simbolismos usados y muchos menos conoces el contexto histórico, político y social en que se expresaban esas palabras. Te recomiendo que leas el mensaje largo que te dejé sobre el libro de Daniel. Esta es una de las razones por las que algunos consideran que Jesús era esenio o qumranita. Otros que tal vez era una superposición de distintos personajes.


Sin embargo, recuerda que tu consideras que hay doble interpretación, osea que la mía es tan válida como la tuya. Aunque la mía se basa en el texto mismo y los aspectos adyacentes a este, mientras que la tuya se basa en la fe (para este caso particular).



Pero el texto no decía que cuando resucitaran...sino que ellos sin morir lo verían regresar.



Basta con leer los neviím y ver que el papel del mesias rey es ese...



El problema es que no se trata de insensatez como lo quiere hacer ver el autor de este texto...lo que sucede es que en ningún libro de los neviím se menciona que el mesias rey tenía que sufrir para entrar en ninguna gloria. Esta afirmación parte de una premisa falsa. Insensato aquél que se cree esto.



Nuevamente el desfile de pasajes sacados de contexto y sin ninguna relación...ni siquiera habla del mesías rey. Es claro que habla de la restauración y unificación de los dos reinos.
Lee desde el capítulo 5 y verás que nada tiene que ver con el mesias rey siquiera.



Como siempre, sacando los textos de contexto...usando traducciones dudosas y tendenciosas: Leamos el Tehilím 16 completo (se habla de David y nada más que de David, el rey David):

1. Salmo precioso de David. Guárdame, oh EL (Di-s), porque en Ti he confiado. 2. Oh alma mía, dijiste a el Eterno: Tú eres mi Soberano; no hay para mí bien fuera de ti. 3. Hazlo por los consagrados que están en la tierra, y por los íntegros es toda mi complacencia. 4. Se multiplicarán los dolores de aquellos que sirven diligentemente a otro dios. No ofreceré yo sus libaciones de sangre, ni en mis labios tomaré sus nombres. 5. El Eterno es la porción de mi herencia y de mi copa; Tú sustentarás mi suerte. 6. Porciones cayeron para mí en lugares deleitosos, y es hermosa la heredad que me ha tocado. 7. Bendeciré al Eterno que me aconsejó; aun en las noches me enseña mi conciencia. 8. Al Eterno –he puesto siempre delante mí; porque está a mi diestra, no seré conmovido. 9. Se alegró por tanto mi corazón, y se gozó mi alma; mi carne también reposará confiadamente. 10. Porque Tú no abandonarás mi alma en el sepulcro, ni consentirás que Tu piadoso vea el abismo. 11. Me mostrarás la senda de la vida –oraj jayim-; en Tu presencia hay plenitud de alegrías; delicias a tu diestra para siempre.

No dice corrupción...dice literalmente "hoyo" o "abismo".

Sobre el Tehilím 110 no sé que intentas significar, pues claramente hace alusión a David HaMelej, luego ni siquiera es una nevua mesiánica.



De nuevo tus traducciones te llevan a caer en el error...además de sacar un texto fuera de contexto. ¿Hasta cuándo la insensatez?


Hay varios gravísimos cambios que modifican el sentido del original hebreo, veamos brevemente tres de ellos:

El primero cambio- la traducción cristiana tendenciosa traduce incorrectamente "un ungido como príncipe" (que esta escrito: mashiaj naguid), por Mesías Príncipe.
¿Cuáles son los errores en esta "traducción" - invención?
Gramaticalmente es una espantosa y mentirosa construcción artificiosa.
La palabra mashiaj (que significa ÚNICAMENTE "ungido") nunca es usada en el texto del Tanaj con función de nombre propio (por lo tanto, ¿con qué derecho lo traducen con mayúsculas y como nombre?), sino como sustantivo de persona con autoridad (verbigracia, ungido como: Sumo Sacerdote (ej.: Vaikra 4:3), rey judío (ej.: II Shemuel 22;51), rey extranjero (ej.: Ciro, en Ieshaiá 45:1)).
Luego, tampoco se usa en el versículo original un artículo determinado ("el ungido" = HAmashiaj), lo que en hebreo representa que se agrega un artículo indeterminado ("un", "uno", "una"), en este caso corresponde "uno", o su apócope "un".
Por lo tanto, NO se hace referencia a ningún rey judío en particular (el famoso Mashiaj de la tradición posterior), ni siquiera se menciona a un sólo ungido (pues veremos que se habla en verdad de dos).

Segundo cambio- si nota en el versículo 25 hay (en la traducción fidedigna) un punto y coma que altera el significado de la frase.
No es el mismo cálculo "7 semanas Y 62 semanas" (versión cristiana); al original que dice: "7 semanas; y luego 62 semanas".
En el original se habla de dos períodos diferentes, uno muchísimo más breve que el otro (7 y luego 62).
En tanto que en la versión fantasiosa se quiere hacer creer que existe un sólo y largo lapso de 69 semanas.
Los cristianos para un cálculo cristológico (que igual no tiene fundamento, como veremos luego) DEBEN eliminar el PUNTO Y COMA (etnajtá en el original), es decir, borrar el indicio de una clara separación entre las "semanas", que en el original y en la BUENA traducción dan a entender que las 7 semanas son una cosa diferente a las 62 semanas mencionadas luego. Cosa que las traducciones FALSAS no hacen, pues los cálculos cristológicos hacen 7 + 62 semanas, uniéndolos.
Como podemos leer en la fantasía expuesta como segunda "pregunta", estas 69 semanas se transforman en 483 años.
Luego nos hacen creer que esta cuenta de 483 años comenzó en el año 455 AEC.
Para finalizar con la estupenda conclusión que el "Mesías Príncipe" es Ieshu, "ungido por el espíritu santo" en el año 29 EC.

Veamos (alguna de) las mentiras de esta "interpretación".
Primero, no existe período de 483 años.
Sino, "7 semanas"; luego, "62 semanas".
Releamos el verso 26...¡maravillas!, cuando se refiere al ungido que "fue quitado sin quedar nada", ¿de cuánto tiempo nos habla? ¿De 69 semanas? ¿De 62?
¡Sin dudas! 62.
¿Qué pasó con las 69 semanas?
¿Estaban en el original o fueron inventadas?
Inventadas...
Pero, como esto puede resultar muy poca evidencia, continuemos;
Se inventaron un mashiaj: contando un período de 69 semanas inexistentes (partiendo de una fecha FALSA, que veremos luego).
En REALIDAD hay dos ungidos esbozados en este texto.
El de las 7 semanas = el rey persa Ciro.
El de las 62 semanas = el rey y Sumo Sacerdote judío Alexander Ianai (Alejandro Janeo, rey macabeo).
Veamos las cuentas claras.
Destrucción del Templo: año 586 AEC.
"7 semanas" = 49 años.
"62 semanas" = 434 años.
586 - 49 = 537 (AEC) ¡coincidencia total con la ascensión de Ciro!
537 - 434 = 103 (AEC) ¡coincidencia total con la ascensión de Alejandro Janeo!
¡No es fantástico que los números no mientan!
Ambos ungidos, fueron REALMENTE ungidos, con aceite, como corresponde y debe ser hecho; ambos ungidos fueron REALMENTE reyes, como corresponde a la unción.
Ambos ungidos REALMENTE fueron puntos de inflexión en la historia judía.
Ambos ungidos REALMENTE cumplen con los períodos de tiempo anunciados...con los DOS PERÍODOS.

Haré algo muy poco académico, una cita de la Encarta 2000 para que corroboremos la exactitud de la profecía del verso 26:
"Alejandro Janeo - (fallecido en el 76 a.C.), hermano y sucesor de Aristóbulo I, rey desde el 103 al 76 a.C. Se convirtió en rey y sumo sacerdote mediante el matrimonio con la viuda de Aristóbulo, Salomé Alejandra. Siguiendo la política de Juan Hircano, conquistó y convirtió al judaísmo los territorios vecinos, expandiendo el reino Asmoneo hasta su mayor extensión. Fue dictatorial y despiadado y su reinado estuvo marcado por intrigas y luchas internas. Murió durante el asedio a una ciudad griega."

Cabe agregar que tras su deceso, la puerta quedó abierta para el ingreso de los romanos, quienes posteriormente (un siglo más tarde) destrozarían el Templo, Ierushalaim y traerían la devastación. Empero, Tito el que destruyó el Templo, tuvo una muerte penosa, y un reinado con catástrofes naturales (erupción del Vesubio, inundaciones, etc.) tal como fuera profetizado.

¿Queda alguna duda de cual es la traducción correcta?
Pues sigamos aportando pruebas pues nos quieren hacer creer que los falsos 483 años comenzaron en el 455 AEC, con el pretexto de que el rey Artajerjes dio la orden de edificar Ierushalaim. Y nos dicen que eso está escrito en Nejemiá 2:1-8.
Leamos:


Artajerjes I comenzó su reinado en el año 465 AEC.
El libro consagrado del Tanaj nos especifica con claridad que este permiso fue dado en el año 20 de su reinado.
465 - 20 = ¡445 AEC! ¿Cómo, no nos dijeron que fue en el año 455 AEC?
Sí, seguramente fue un error de tecleado...a ver, hagamos el cálculo que ellos habían hecho antes...dijeron 455 - 483 = 29 EC; pues NO, no se habían equivocado al teclear, efectivamente dijeron 455 AEC.
¿A qué se debe este error?
Pues, sencillamente que el año real les daría 39 EC, es decir, "la unción del espíritu santo sobre Ieshu"...en definitiva, no concuerda la historia evangélica con los fríos números, por lo tanto...no sólo violan el texto sagrado del Tanaj, también violentan las matemáticas, las verdades históricas, y quién sabe cuántas cosas más...

Algo más.

El que realmente dio la primera autorización para reconstruir Ierushalaim fue nuestro viejo conocido Ciro:




Por lo tanto, queda en evidencia que es Ciro en el 537 AEC el que autorizó la reedificación de Ierushalaim (como base para la restauración del esplendor del Templo), y no fue Artajerjes el primero, sino que éste reforzó (en el año 445 AEC) una orden ya dada.
Siendo así, muchachos que siguen creyendo en las 69 semanas = 483 años, hagamos una nueva cuenta:
537 - 483 = 54 AEC. ¿En dónde queda Jesús en este cálculo? Como corresponde a la verdad: fuera.

Pero, ¿por qué nosotros asumimos como año de partida el 586 AEC, año de la destrucción? ¿No sería más razonable haber comenzado en el 537 AEC?
¿Acaso nosotros también manipulamos por gusto, para hacer que "las cuentas cierren"?
Evidentemente no.
En el mismo momento que Dios permitió la destrucción, YA estaba siendo dada la "palabra" (por Dios) para la restauración:


Palabra de Dios en boca del profeta verdadero Irmiá, confirmando la reedificación de la destrucción a punto de ocurrir.
Por lo tanto, el remedio estaba dado desde antes de la destrucción, siendo así, el tiempo para empezar a contar los DOS períodos, comienza en el 586 AEC.
Nuestras cuentas son ciertas, verdaderas, fieles al Tanaj, a la lógica, a la verdad, a la matemática, etc.

Tercer cambio - nos dicen en la falsa traducción "mas no por sí", en lugar del verídico "y no tendrá nada". Es que se precisa esta mentira para "justificar" a un supuesto mesías, que supuestamente murió por el pecado de los demás, no por lo propios...¡por favor!
El ungido profetizado realmente murió, o fue quitado de su pueblo (como es más prolijo decir, acomodándose al original), y no quedó nada de él (como es coherente con los que sufren la pena de karet -ser quitado del pueblo-)...tal como aconteciera con Alexander Ianai...rey perverso, que estuvo en permanente conflicto con los Sabios, por sus pecaminosas actitudes.

Como vemos, el tema de las traducciones es delicado. (Tomado de Ribco)



Esto te lo voy a responder completamente en otro mensaje sin embargo...es claro que habla de Israel y de acuerdo a la Torá el único que puede pagar por las transgresiones de Israel es...Israel: nadie paga por las transgresiones de otros, eso es claro en la Torá. Israel como nación pecó y fue exiliada, luego este capítulo se escribe para ese retorno del exilio. Basta con ver incluso que está conjugado todo en tiempo pasado y no futuro. Nada tiene que ver con el mesías...te voy a dar la explicación completa para dejar este tema cerrado.



Cordial saludo y bendiciones


ESTIMADO LE HA FALTADO RESPONDER ALGUNOS TOPICOS COMO ESTOS QUE YA PUBLIQUE Y QUE UD PASO POR ALTO COMO SI FUERAN COSAS SIN IMPORTANCIA CUANDO SON DE SUMA RELEVANCIA, DADO QUE PARECE SER UN GRAN ERUDITO QUISIERA TENER SU PUNTO DE VISTA SOBRE EL PARTICULAR:





Y FINALMENTE EL PLATO FUERTE Y LO FUNDAMENTAL


MUCHAS GRACIAS EN FORMA ANTICIPADA POR SU OPINION

BENDICIONES
 
El Talmud: las Enseñanzas Judías de Odio y Rencor contra Jesús y los cristianos en particular y los no judios en general

IMPORTANTE: Aclaramos que este documento es solo de caracter informativo y no es un llamado a ningún acto de odio o que promueva acciones fuera de las leyes vigentes contra ningún colectivo étnico o religioso.

El Talmud: las Enseñanzas Judías de Odio y Rencor contra Jesús y los cristianos en particular y los no judios en general

El Talmud es la interpretación orgánica del Antiguo Testamento hecha por rabinos, maestros, profetas e iluminados judios para su pueblo, con dos partes principales: la Mishna (leyes religiosas) y la Gemara (comentarios, explicaciones e interpretaciones). Para la conciencia del hombre común, este documento está lleno de supersticiones, odios y afirmaciones aberrantes.
Como puede verse en el Pentateuco, la Ley Judia está señalada en los cinco libros atribuidos a Moisés. Lea usted cualquier Biblia judia -la misma que ha sido canonizada por la Iglesia y verá claramente en el Pentateuco que Jehová, “el Señor, Supremo Dios de Israel”, no es un Dios Sacro y Universal, sino terrible demonio tribal, sectario, portador de tremendas ambiciones de poder, sediento de sangre, vengativo y criminal, solicitador de constantes atrocidades y derramamiento ritual de sangre como forma de oración y culto.Jesús mismo declaró a los judios en Juan 8:44 del Nuevo Testamento (rechazado por la juderia talmudista): “Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre quereis hacer”. Veamos a que se referia:

Algunas de las “sabias enseñanzas filantrópicas” del talmud hebreo y sus “amorosos epítetos” para los no judios.

“Los judios son llamados humanos de condición, pero los no judios no son humanos. Ellos son bestias.” (Baba mezia, 114 b)
“El no judio es una basura; un excremento”. (Schulkman Arukh, con las palabras del rabino Josef Caro).
“Todos los niños gentiles son animales”. (Yebamoth 98 a).
“Considera al Goyim como un animal bestial y feroz, y trátalo como tal. Pon tu celo y tu ingenio en destruirle”. (Tomo 3, libro 2, cap. 4, art. 5).
“Los pueblos de gentiles (no judios) constituyen el prepucio del género humano que debe ser cortado”. (Libro del ohar, s. n. con.).
“Se hizo la pregunta del rabino de que si el vino robado de Pumbeditha se puede usar o si se tira, debido al hecho de que los ladrones pueden haber sido gentiles. El rabino dice no preocuparse, porque el vino es factible de ser usado por los judios, pues la mayoria de los ladrones en Pumbeditha, el lugar donde se robó el vino, son judios”. (Abodah Zarah 70 a. y Gemara Rosh Hashanah 25 b – Nota: la idea aqui es que un vino tocado por gentiles seria vino “sucio”.)
“Vosotros israelitas sois llamados hombres, mientras que las naciones del Mundo no son de llamarse hombres, sino bestias”. (Baba mezia, 114 c. 1)
“El Akum (no judio) es como un perro. Si: la sagrada escritura enseña a honrar al perro mas que a un no judio”. (Ereget Raschi Erod. 22, 30).
“Jehové creó al no judio en forma humana para que el judio no sea servido por bestias. Por lo tanto, el no judio es un animal en forma humana, condenado a servir al judio de dia y de noche”. (Midrasch Talpioth, 255 1, Warsaw 1.855).
“Las almas de los no judios provienen de espíritus impuros y se llaman cerdos”. (Jalkut Rubeni Gadol, 12 b).
“Aunque el no judio tiene la misma estructura corporal del judio, ellos se comparan con el judio como un mono a un humano”. (Schene luchoth haberith, p. 250 b).
“Si tu comes con un gentil (un no judio) es lo mismo que si comes con un perro”. (Tosapoth, Jebamoth 94 b).

Respeto a la vida:

“El mejor de los gentiles debe ser asesinado”. (Tractaes menor, Soferim 15, Regla 10).
“Cuando el mesias hijo de David venga, exterminará a todos los enemigos”. (Majene jeshua fol. 76, c. 1).
“Si vemos que un idólatra (gentil) es arrastrado o se ahoga en el rio, no debemos ayudarlo. Si vemos que su vida está en peligro, no debemos ayudarle a él”. (Maimonides, Mishnah Torah, p. 184).
“El que derrama sangre de los no judios ofrece un sacrificio a Dios”. (Jalkut Simeoni ad Pentateucum, s. n. con.)
“Al mejor de los no judios, matadlo”. (Abodah Zara, 26 b, Thosephoth, reeditando la enseñanza de Ben Yohai – Nota: en otras versiones se podria traducir como: “Hasta el mejor de los gentiles debe ser asesinado”.
“Si un judio tiene un sirviente o criado no judio que muere, no se le debe dar el ésame al judio, sino que debe decírsele: ‘Dios reemplazará tu pérdida como si uno de tus bueyes o asnos hubiese muerto’ “. (Jore dea 377, 1).
“Un gentil hereje puede ser asesinado de inmediato por tus propias manos”. (Abodah Zara, 4 b).
“No salves al goyim en peligro de muerte”. (Hilkkoth Akum, z 1).
“Todo judio que derrame la sangre de los sin Dios (no judios), hace lo mismo que un sacrificio a Dios”.(Bammidber raba c. 21 y Jalkut 722).
“El judio que derrame sangre de un goyim ofrece a Dios un sacrificio agradable”. (Sepher Or Israel 177 b).
“Asesinar un goyim es lo mismo que matar a un animal salvaje”. (Sanhedrin 59 a).
“Esta permitido tomar el cuerpo y la vida de un gentil (un no judio)”. (Sepher ikkarim III, c. 25).

Humildad y sentido de la autocrítica:

“Golpear a un judio es como abofetear la cara de Dios”. (Sanhedrin 58 b).
“Establecemos que ningún rabino alguna vez pueda irse al infierno”. (Hagigah 27 a).
“Un rabino debate con Dios y lo derrota a él. Dios le admite al rabino que ganó el debate”. (Baba Mezia 59 b).
“Cuando el mesias llegue, cada judio tendrá 2.800 esclavos”. (Simeon Haddaesen, fol. 56 d).
“El Santísimo habló así a los israelitas: vosotros me habeis reconocido como el único dominador del mundo y, por eso, yo os haré los únicos dominadores del mundo”. (Chaniga fol. 3 a y 3 b).
“Solo Israel justifica la creación de la tierra”. (Abramo Seba, “Zeror hammor” fol. 6, c. 4).
“Si se prueba que alguien le dió dinero de los israelitas a los goyims, de alguna manera debe ser encontrado, pues es razón suficiente para arrojarle fuera de la faz de la tierra”. (Choschen Ham 388, 15).
“El mesias no vendrá mientras existe un judio que deba soportar el ser dominado por un no judio”. (Shanhedrin 98 a).
“En tiempos del mesias, los judios extirparán a todos los pueblos del mundo”. (Bar Nachmani, “Bammidhar baba”, fol. 172, c. 4 y 173, c. 1).
“El mesias dará al judio el dominio del mundo y todos los pueblos serán subyugados”. (Sanhedrin fol. 88, c. 2, fol. 99 c. 1).
“Todas las propiedades de las otras naciones pertenecen a la nación judia, la cual, por consiguiente, tiene derecho a apoderarse de todo sin ningún escrúpulo”. (Schulchan Aruch, Choszen Hamiszpat 348).
“Que significa ‘Har Sanai’ (‘Monte Sinai’)? Significa monte desde el cual se ha irradiado Sina, es decir, el odio contra todos los pueblos del mundo”. (Sabbath fol. 89, c. 1).
“La agricultura es la mas baja de las ocupaciones”. (Yebamoth 63 a)
“Y el profeta Isaias anuncia que Dios le ha ungido a decir a los israelitas que a ellos serán entregados todos los pueblos del mundo y que los gentiles deberán trabajar de modo que los hijos de Israel no toquen ningún trabajo pesado y puedan servir a Dios, únicamente con la oración. Para poder tener tiempo para esta oración, deberán apropiarse de los bienes de los pueblos”. (Mashmia jeshue fol. 89, c. 4).
“Informar a un goyim de algo relacionado con nuestra religión seria igual que matar a todos los judios, pues si los goyims supieran lo que enseñamos acerca de ellos, nos matarian abiertamente”. (Libro de David, 37).
Sexo y femeneidad:
“Que cosa es una prostituta? Toda mujer no judia”. (Eben ha Ezer, 6, 8).
“Relaciones sexuales entre gentiles (no judios), son como las relaciones entre animales”. (Sanhedrin, 74 b).
“Las mujeres no judias son burras”. (Berakoth 58 a).
“Se prohibe a los perros, mujeres o palmeras (?) pasar entre dos hombres, ni pueden pasar andando los otros entre perros, mujeres o palmeras.Se corren peligros especiales si las mujeres están menstruando o están sentadas en un viaje”. (Pesahim 111 a).
“Se obliga decir la oración siguiente a todo judio cada dia: Gracias Dios por no haberme hecho un gentil, una mujer o un esclavo”. (Menahoth 43 b- 44 a).
“Una no judia preñada no es mejor que un animal preñado”. (Coschen hamischpat 405).
“La tasa de nacimientos cristiana debe ser materialmente disminuida”. (Zohar II, 64 b).
“Un judio puede hacerle a una mujer no judia lo que él quiera. Puede tratarla como trataria un trozo de carne”. (Nadarine 20 b, Schulman Aruch, Choszen Hamiszpat 348).
“Las muchachas gentiles están en un estado de niddah (‘suciedad’) desde el nacimiento”. (Abodah Zarah 36 b).
“Los gentiles prefieren el sexo con vacas”. (Abodah Zarah 22 a – 22 b).
“Establecemos que Adán tenia contacto sexual con todos los animales del jardín del Eden”. (Yebamoth 63 a – Nota: se establece esta supuesta costumbre de Adán como patrón permisivo para ser practicada por sus actuales descendientes).
“Un judio se puede casar a los tres años con una muchacha mayor”. (Sanhedrin 55 b – Nota: dice específicamente, tres años y un dia de edad).
“Está permitido mantener relaciones sexuales con una niña desde que esta tenga tres años de edad”. (Sanhedrin 54 b).
“Un judio tendrá sexo con un niño sólo y tanto tiempo como el niño tenga menos de nueve años de edad”. (Sanhedrin 54 b).
“Que un adulto copule con una muchacha pequeña no significa nada”. (Kethuboth 11 b).
“Una mujer que tuvo relaciones con una bestia es elegible de casarse con un sacerdote judio. Una mujer que tuvo sexo con un demonio también es elegible de casarse con un sacerdote judio”. (Yebamoth 59 b).
“Establecemos que no hay una prostituta en el mundo que no haya tenido sexo con el rabino talmúdico Eleazar”. (Abodah Zarah 17 a).
“Un kohen (tipo de rabino) no debe casarse con una prostituta, y que es una prostituta?, cualquier mujer no judia”. (Schulkhan Arukh, palabras del rabino Josef caro reafirmando a Eben ha Ezer).

“Holocausto":

“Allí donde lleguen los judios deberan convertirse en patrones, y hasta que no logremos el dominio absoluto, debemos considerarnos como exiliados y prisioneros; hasta que no nos hayamos apoderado de todo, no debemos cesar de gritar: ay, que tormento!, ay que humillación!”. (Sanhedrin fol. 104, c. 1).
“Demandamos que cuatro mil millones (!) de judios fueron asesinados por los romanos en la ciudad de Bethar”. (Gittin 57 b).
“Millones de niños judios fueron envueltos en hojas de pergaminos y se les quemó vivos por los romanos”. (Gittin 58 a).
“Cuando Roma sea destruida, Israel será redimida”. (Talmud Abadian, s. n. con.)
“Los judios pueden usar mentiras para engañar a un gentil”. (Babha Kamma, 113 a).
“Proclamamos que es lícito hacer uso de la mentira y del perjurio si se requiere condenar en un juicio a un no judio”. (Baba Kama, 113b).
“Es lícito matar a alguien que denuncie a un judio, en cualquier parte. Es lícito matarle incluso antes de que él lo denuncie”. (Schulchan, Aruch Choszen Hamiszpat 388).
“Un no judio que estudie el Talmud o el judio que le ayude a hacerlo deben ser condenados a muerte”. (Sanhedrin 59 a y Abohodan Zarah 8, 6).
“Un goyim que se ocupe de la Torah debe morir”. (Schulkhan Arukh, palabras del rabino Josef Caro).
“Tan pronto como el mesias Rey se proclame a si mismo, destruirá Roma y hará de ella un desierto. Espinas y rastrojos crecerán en el palacio del Papa. El empezará una guerra sin piedad a los no judios y se les subyugará. Él los aniquilará en masa, matará sus reyes y asolará toda la tierra de los romanos. Él dirá a los judios: ‘Yo soy el Mesias Rey por quien habeis estado esperando. Tomad l aplata y el oro de lso goyims’ “. (Josiah 60, 6, rabino Abarbanel a Daniel 7, 13).
Sobre los cristianos:
“Es la ley matar a quien reniegue de la Torah y los cristianos pertenecen a los detractores de la Torah”. (Coschen hamischpat 425, Hagah 425, 5).
“Los judios siempre deben tratar de engañar a los cristianos”. (Zohar 1, 160 a).
“El nombre de Dios no es profanado si un judio engaña a un cristiano”. (Babba Kama 113 b, -Nota: en otras versiones mas extensas la traducción correcta seria: “Está permitido engañar a los cristianos, el judio puede mentir y perjurar para condenar a un cristiano; el nombre de Dios no es profanado cuando se miente a los cristianos”).
“Un judio que mata a un cristiano no comete pecado, sino que ofrece un sacrificio aceptable a Dios”. (Abhdah Zarah 26 b, Tosephoth).
“La Virgen Maria es una prostituta. Ella, quien era descendiente de príncipes y gobernadores, jugó a la ramera con los carpinteros”. (Sanhedrin 106 a).
“Si un judio mata a un cristiano no hay pecado”. (Sepher or Israel, 177 b).
“Exterminar a los cristianos es algo necesario”. (Zohar 11, 43 a).
“No hagas acuerdos ni muestres piedad a los cristianos”. (Hilkhpth Akum x, 1).
“Es un mitzvah (‘deber religioso’), erradicar de cualquier modo a los judios traidores, minnim y apikorsim, y llevarlos a descender al hoyo de la destrucción, cuando causan dificultad a los judios y oscilación las personas lejos de Dios, como hacia a Jesús de Nazareth y sus discípulos, y Tzadok, Baithos, y sus discípulos”. (Maimonides, Mishnah Torah, c. 10, p 184).
“Aquellos judios que hacen el bien a los cristianos nunca resucitarán cuando mueran”. (Zohar 1, 25 b).
“Los judios tienen que ocultar su odio por los cristianos”. (Iore Dea 148, 12 h).
“Serás inocente de asesinato si intentas dar muerte a un cristiano”. (Makkoth, 7 b).
“Los judios deben destruir los libros de los cristianos, como el Nuevo Testamento”. (Shabbath 116 a – Nota: El Dr. Israel Shahak -judio- de le universidad hebrea, cuenta como los israelitas quemaron cientos de ejemplares del Nuevo Testamento en la oocupación de Palestina del 23 de marzo de 1.980, en su libro: “Historia Judaica, Religión Judaica”, pag. 21).
“La propiedad cristiana pertenece al primer judio que la reclame”. (Babba Bathra 54 b).
“La Virgen ‘Maria la Peluquera’ (?), tenia sexo con muchos hombres”. (Shabbath 104 b).
“El cautiverio de los judios terminará cuando príncipes cristianos mueran”. (Zohar 1 – 219 b).
“Jesús está en el infierno y está siendo castigado sumergiéndole en semen hirviente. Los crsitianos son sumergidos en excrementos hirvientes”. (Gittin 57 a – Nota: otras versiones de este versículo se traduce de esta manera: “Jesucristo hierve en excremento caliente”.)
“En vísperas del Passovar, Yeshu (Jesus) fué colgado. Que defensa pudo hacerse entonces? No era acaso un Mesias?”. (Sanhedrin 43 a).
“Los cristianos y otros quienes desecharon el Talmud irán al infierno y se les castigará allí por todas las generaciones”. (Rosh Hashanah 17 a).

Justicia:

“Está prohibido prestar a los no judios sin usura”. (Talmud Sanhedrin, fol. 76, c. 2).
“La hipocresia está permitida cuando el judio la necesite, o cuando tenga motivos por temor. Puede decir al no judio que le ama”. (Schulkan Arukh, palabras del rabino Josef Caro).
“Los judios pueden jurar falsamente por el medio del uso de palabras de subterfugio”. (Schabouth Hag. 6 b).
“Si un gentil golpea a un judio, a ese gentil se le debe matar”. (Sanhedrin 58 b).
“Dios ha ordenado practicar la usura con los no judios y prestarles dinero sólamente cuando paguen intereses, de manera tal que nosotros jamás les demos ayuda, creándose toda clase de dificultades, aún cuando nos sean útiles y nos presten favores…” (Maimonides, s. n. con).
“Un judio requiere no pagar a un gentil los sueldos que se le deben por su trabajo”. (Sanhedrin 57 a – Nota: en otras fuentes la traducción correcta seria: “Lo que un judio robe a un goyim se lo puede quedar”.)
“Si un judio se tienta de hacer algo malo, debe ir a una cuidad donde no se le conozca y hacer el mal allí”. (Moed Kattan 17 b).
“Si el buey de un israelita hiere al buey de un cananeo, no hay ninguna obligación, pero si el buey de un cananeo hiere al buey de un israelita, el pago ha de ser completo”. (Baba Kamma 37 b).
“Si un judio halla un objeto perdido por un gentil no tiene que devolverlo”. (Baba Mezia 24 a y Baba Kamma 113 b).
“Al que encuentre un objeto perdido por un gentil, le está prohibido devolverlo, debe quedarse con él”. (Sanhedrin, s. n. con).
“Dios no será generoso con un judio que case su hija con un hombre viejo, o que tome a una esposa por su hijo infante, o qu eregrese un artículo perdido a un no judio”. (Sanhedrin 76 a).
“Un judio puede quedarse algún bien perdido por un goyim y encontrado por un judio”. (Choschen Ham 226, 1).
“Cuando un judio asesina a un gentil, no habrá penalidad para dicha muerte”. (Sanhedrin 57 a).
“Un judio puede quedarse con algo que él encuentre que pertenece al Akum (no judio). El que devuelve la propiedad perdida a los goyims peca contra la ley por incrementar el poder de los transgresores de la ley. Es digno de alabanza, sin embargo, si el devolver la propiedad perdida se hace para honrar el nombre de Dios, principalmente si haciendo que los cristianos alaben a los judios y los miren como gent ehonorable”. (Choschen Ham 266 1).
“Como interpretar la palabra ‘robo’?… Para un goyim está prohibido robar, hurtar, o hacer esclavas a mujeres, etc. de un goyim o de un judio. En cambio, para un judio nada de esto está prohibido si lo hace a un goyim”. (Tosefta, Abhodat Zarah VIII, 5).
“Un judio pude perjurar él mismo con clara conciencia”. (Kallah 1 b, p. 18).
“Los judios pueden jurar fálsamente con palabras de subterfugio”. (Schabbouth Hag. d).
“Los gentiles están fuera de la proteción de la ley y Dios tiene dispuestos sus dineros para Israel”. (Baba Kamma 37 b).

 
Voy ir respondiendo a estos tópicos que quedan en el aire para que no queden dudas si alguien los lee posteriormente:

Ser primogénito no necesariamente implica que uno sea el mayor de todos sus hermanos, se primogénito es que uno sea el primer hijo nacido de una madre, en otras palabras es el hijo que abre matriz. Entre los hijos de Ia'akov hubo como tal cuatro (4) primogénitos, porque tuvo 2 esposas y 2 concubinas. En particular, José fue primogénito de Rajel, pero claramente no era el hijo mayor entre sus hermanos. Luego, respecto a David hay varios indicios (dentro del Tanaj y por fuera también) que pueden indicar que él era un primogénito, pero no era el mayor de sus hermanos

Voy a ser claro y puntual:

Lo que sucede con las fuentes judías que citas, es que vos las estás mal interpretando y sacando de su contexto, entonces ni siquiera puedes juzgar lo que realmente están diciendo.

Exactamente: ¿Qué clase o denominación de cristiano eres? Tal vez, me ayude a entender qué es lo que exactamente defiendes.

¿Por qué piensas esto?


Si mal no recuerdo decías que María no podía

¿De dónde sacas esta afirmación?



Honestamente no comprendo qué pretendes con mencionar a Atalia en todo esto, sin embargo, creo que basta con leer la historia completa para darte cuenta que ella fue una "reina" ilegítima, incluso usurpó por medio de un genocidio el trono de Yehudá. No creo que haya mucho que decir. Ojalá me aclararas tu punto.


https://www.biblia.work/diccionarios/nuzi/

No comprendo qué pretendes con este mensaje, es bastante confuso la relación de ideas que haces.



Yo no estoy rechazado nada, estoy señalando que estás mal interpretando de forma errónea los links que citaste. Por otro lado, el judaísmo no es dogmático en cuanto a la interpretación de los textos. Mientas esa interpretación, no contradiga la Torá, entonces puede ser válida o no.



Abraham y Sara eran de la misma familia.



Vamos por partes:

1. María (la que menciona el NT) no tiene una genealogía trazada en ningún evangelio. La única mención que se hace de una posible pertenencia tribal de esta mujer es que tenía una familiar que era descendiente de Aharon, osea de la tribu de Leví. Decir que la genealogía de Lucas es la de María es forzado, es sólo un intento de buena fe del cristianismo de enmendar una clara diferencia que hay con el autor de Mateo.

2. La hipótesis de que María fuera de la tribu de Yehudá, es sólo una idea alternativa que surge dentro del cristianismo para intentar explicar la posible pertenencia de Jesús como descendiente terrenal de David, pues si se asume que José no era su padre, entonces no podría ser considerado heredero legítimo para el trono de Israel. No, existe ni una sola evidencia genealógica de María en todo el NT.

3. Dentro de la hipótesis de que la genealogía de María era la dada en Lucas, entonces se presentan varios problemas: el primero es que esa línea se traza por Natán (quién nunca fue rey y no tiene derecho de sucesión por más que te inventes que Natán si es legitimo rey, de hecho no hay un sólo texto en el Tanaj que diga que Natán o sus descendientes fueron aspirantes al trono: tu argumento es falso), ese era sólo una derecho que puede ser trazado por Salomón. El segundo problema es que esa genealogía de Lucas, se vuelve a unir a la genealogía de Jeconías (a quién se le fue quitado el reinado y por ende su derecho de sucesión por parte de Dios mismo). Luego, aunque fuera verdad que Lucas habla de una genealogía de María, entonces no podría heredar el trono porque Dios mismo se las quitó.

4. Ninguna de las dos genealogías dadas en los evangelios son válidas para heredar el trono de Yehudá o Israel.



Aquí cometes el error de asociar un texto que no tiene nada que ver o por lo menos ni siquiera te tomas la molestia de explicar cuál es tu punto al citarlo:


Devarím/Deuteronomio 7:1-4

1. Cuando te haga venir Adonai, tu a la tierra, a la que tú vas a venir allí, para poseerla; y desalojará pueblos numerosos de ante de ti: el Hittí y el Guirgashí y el Emorí y el Quenahaní y el Perizzí y el Hiví y el Iebusí, siete pueblos numerosos y poderosos, más que tú.

2. Los entregará Adonai, tu D’s., ante ti y los batirás. Destruir habrás de destruirlos, no les concertes pacto y no habrás de agraciarlos.

3. No te emparientes con ellos: tu hija no darás para su hijo, y su hija no tomarás para tu hijo.

4. Ya que apartará a tu hijo de en pos de Mí y servirán dioses otros; y se encenderá el furor de Adonai contra vosotros y te destruirá pronto.
Lo que este pasaje está refiriendo que no deben existir uniones matrimoniales con los pueblos cananeos que poseían la tierra de Kena'án.



Pues, siempre han existido personas que se han adherido al pueblo judío por voluntad propia...en la Torá son llamados Guer Tosháv o Guer, algunos lo traducen como converso, prosélito o extranjero residente, etc. Estas personas no pertenecían a ninguna tribu, sólo eran considerados parte del pueblo de Israel. El ejemplo claro de esto, puede verse cuando una persona nace en un país (digamos Chile) pero luego por voluntad propia y después de un proceso legal puede obtener la nacionalidad de otro país (digamos Rusia) distinto al de su nacimiento. Esa persona es contada como ruso, tiene pasaporte ruso, goza de los privilegios de cualquier ruso, pero no pertenece a ninguna ciudad rusa o puede decir que es moscovita o algo por el estilo. Luego, dentro del pueblo judío, una persona puede ser judía sin pertenecer a ninguna tribu si hace conversión. Este converso, tiene todos los privilegios como cualquier otro judío, pero no puede ser levita o no puede ser Kohen o ser rey.



Me parece que no comprendes que decir que la genealogía dada en Lucas no dice que sea de María, eso es sólo una hipótesis, no hay un sustento en el NT para decirlo, sólo es una explicación tardía para enmendar las diferencias en ambos textos. En segundo lugar, no hay forma de que alguna de esas dos genealogías sean válidas. De hecho, son demasiadas inconsistencias.



No Beto, comprende esto:

La biología es la que determina quién puede ser ungido y quien no.
Precisamente porque según el NT Jesús no era hijo biológico de José, entonces ni siquiera podía ser contado como aspirante al trono, pues sólo por medio del padre se transmitía el trono y la pertenencia tribal.
Si era sólo hijo biológico de María, entonces no era contado para la tribu a la que perteneciera ella, simplemente era considerado como ciudadano (te expliqué esto). Pero no podía acceder al trono, además no hay una sola cita en el NT que indique que María pertenecía a la tribu de Judá. Sin embargo, si existe la posibilidad de que ella perteneciera a la tribu de Leví.
Si era hijo biológico de José, entonces era de la tribu de Judá, pero no podía acceder al trono porque ya esa línea de sucesión real se había cortado con Jeconías que era el ancestro común.
Si María fuera de la tribu de Judá, entonces volvemos al mismo punto anterior, porque ella no podía pasar ni sacerdocio ni reinado, además ella sería descendiente de Jeconías también, por lo tanto tampoco tendría derecho a reinar.
Por otro lado "Ungido" hace referencia a dos personas: el rey y el Kohen Gadol.
En ambos casos es necesario tener la sangre del padre para poder aspirar al cargo: tanto el kohen como el rey. No se trata de una cuestión de si lo aceptas o no lo aceptas, de si te parece o no.
No hay un sólo pasaje del NT donde se diga o exprese que Jesús fuera ungido con aceite como David, Aharon, etc.

Tu afirmación es incorrecta pues precisamente la biología es la que no permite a Jesús ser elegible como rey de Israel, ni como sacerdote.



Gracias, procuro leer sobre todas las religiones para comprender sus creencias y siempre aprender lo que sea provechoso.
Durante muchos años he estudiado el cristianismo y me valoro muchísimos de sus conceptos éticos, morales y espirituales. No obstante, desde una perspectiva textual (al menos desde el original hebreo), histórica, entre otras es claro que hay muchos errores interpretativos (como Isaías 7:14) y que no puedan reconciliarse con el judaísmo en todas sus etapas históricas.



Lo siento mucho amigo, pero te pongo nuevamente el texto:


"He aquí Yo envío Mi mensajero, el cual preparará el camino delante de Mí. Y luego, repentinamente, vendrá a Su Templo el Señor a quien buscáis, y el enviado del pacto a quien vosotros deseáis. ¡He aquí que viene!, ha dicho el Eterno de los Ejércitos.
¿Quién podrá resistir el día de su venida? o ¿quién podrá mantenerse en pie cuando él se manifieste? Porque él es como fuego purificador y como lejía de lavanderos.
Él se sentará para afinar y purificar la plata, porque purificará a los hijos de Leví. Los afinará como a oro y como a plata, y ofrecerán al Eterno ofrenda en justicia.
Así será grata al Eterno la ofrenda de Yehudá [Judá] y de Ierushalaim [Jerusalén], como en los días de antaño y como en los tiempos antiguos.
"
(Malaji / Malaquías 3:1-4)

"Acordaos de la Torá de Mi siervo Moshé [Moisés], a quien encargué en Joreb/Horeb decretos y leyes para todo Israel.
«He aquí Yo envío al profeta Elías antes de que venga el día del Eterno, grande e imponente.»
(Malaji / Malaquías 3:22-24)
Me perdonas, pero aquí no dice que HaShem enviará el espíritu de Elías, dice que enviará a Elías. De hecho, Elías no murió según el Tanaj. Luego, no es nada descabellado que vuelva Elías mismo.

El texto no dice: "...enviaré a uno como Elías..." por ejemplo cuando Moshé habla de que vendrían otros profetas"como él". Eso es bastante claro.

"Profeta les levantaré, de entre sus hermanos como tú; Yo pondré Mis palabras en su boca, y él les hablará todo lo que Yo le mande."
(Devarim / Deuteronomio 18:18)

Además, según revela el mismo evangelio Juan el bautista afirma que él no es Elías. Los judíos, no nos tenemos que inventar nada al respecto del texto para que nos encajen todas las cosas.



Definitivamente con esto me van quedando dudas sobre esa necesidad que tienes de inventar argumentos u omitir información para que te encajen tus argumentos:

Me citas a Strong y dices que "no es la mejor". Sin embargo, veamos lo que dice Strong y que vos niegas...sencillamente Jesús se equivocó con el dato o si quieres es más fácil aceptar que tal vez el autor del texto se equivocó. Eso es más factible.


(https://bibliaparalela.com/greek/1909.htm)

II de tiempo cuando; con el genitivo de una persona en la época o edad de un hombre (en los días de); en el momento en que uno ocupaba un cargo; bajo la administración de (cf. Winers Grammar, 375 (352); Buttmann, 336 (289)): Marcos 2:26; Lucas 3: 2; Lucas 4: 2; Hechos 11:28; (1 Macc. 13:42 1 Macc. 14:27 (para otros ejemplos en los que esta frase es equivalente en o del reinado, etc. de, y está precedida por una especificación del año, etc., vea la edición americana de BD, p. 651 nota {b}); 2 Macc. 8:19 2 Mac. 15:22; para numerosos ejemplos de escritos griegos ver Passow, i., 2, p. 1035, usar hilo dental completamente en Liddell y Scott, bajo la palabra, A. II.)). con el genitivo de un cansancio, en el momento de cualquier ocurrencia: ἐπί τῆς μετοικεσίας Βαβυλῶνος, en el momento de la deportación a Babilonia, Mateo 1:11; (en Lucas 12:54 T Tr lectura marginal WH ver δυσμή); de la época en que se realiza (o se realiza) cualquier ocupación: ἐπί τῶν προσευχῶν μου, latín en precibus meis, en mis oraciones, cuando estoy orando, Romanos 1:10 (9); Efesios 1:16; 1 Tesalonicenses 1: 2; Filemón 1: 4. del tiempo mismo, ἐπ 'ἐσχάτων y (según otra lectura) ἐσχάτου τῶν ἡμερῶν (literalmente, al final de los días): 2 Pedro 3: 3; Hebreos 1: 2 (1) (para el hebreo הַיָמִים בְּאַחֲרִית, Génesis 49: 1; Números 24:14; Jeremías 37:24 (); Miqueas 4: 1; Daniel 10:14); ἐπ 'ἐσχάτου τοῦ χρόνου, Judas 1:18 L T Tr WH; (τῶν χρόνων, 1 Pedro 1:20 L T Tr WH).



No sé cómo puedes relacionar esta profecía que si la lees toda, no hay dudas que habla del pueblo judío e incluso habla de los ayunos que hacemos al año (4 en total), habla del Templo, e incluso dice expresamente que todas las naciones vendrán donde los judíos a buscar sabiduría. Lo siento, pero por más que le intento buscar la lógica o la conexión o la encuentro porque no la hay.

Es el típico argumento que nace de tomar un pasaje o palabra y sacarlo del contexto para que te pueda encajar. Eso es una falacia.



Lo único que veo es las palabras textuales que dijo Jesús no se cumplieron...les estaba hablando a los apóstoles y les dijo que ellos (los apóstoles) no terminarían de recorrer todas las ciudades de Israel
antes de que él volviera y pues ellos murieron...



Disculpa, pero eso mismo te digo yo a vos...para poder afirmar algo debes presentar fuentes o pruebas:
¿Dónde dice en el NT que la genealogía de Lucas es de María?
¿Dónde dice en en el Tanaj que Natán y su descendencia serian reyes de Israel?

Por otro lado, ya te dí la referencia, vuelve y lee lo que te mandé haz bien la tarea de leer.



Te recuerdo que hay pasaje dónde dice que Jesús con látigo en mano volteó de forma poco amistosa las mesas de los cambistas que estaban en patio de los gentiles. Que por cierto era legítimo y legal por la Torá y por otro lado que no era espacio propiamente del Templo sino una estructura adicional hecha por Herodes, pero que no constituía como la parte sacra del mismo. Averígualo.



¿Perdón, pero qué fuentes usas para afirmar esto?



El Tanaj en cambio dice claramente que el mesías rey traerá paz en todo el mundo.



Un mensaje poco claro entonces...bastante confuso.



Es fácil si lees todo el texto de Iejezkel que citas que aunque "la espada" de Dios es una figura alegórica, pero claramente está hablando de guerra, destrucción y muerte en términos físicos. Es que vos podes pintar la situación muy acomodada si deseas, sin embargo, cuando se habla se usa la palabra "espada" siempre o casi siempre hace referencia a guerra. Es tan claro, que los mismos apóstoles entendieron eso mismo, yo creo que Jesús eligió las palabras incorrectas. Por otro lado, si uno se ubica en el contexto histórico en que supuestamente se desarrollan los hechos narrados, era un época de tensión política y social entre el pueblo judío y Roma. Las palabras de Jesús en ese contexto (aunque fueran alegóricas como tu pretendes decir) eran incendiarias.
En adición, la forma de muerte de Jesús era la asociada a los enemigos políticos y revolucionarios de Roma. Una pena por sedición. De hecho basta analizar el supuesto pasaje del cambio con Barrabas (que significa "Hijo del Padre" muy curioso que esa era uno de los apodos que Jesús se autoproclamaba) fuera con un sedicioso. Muchas coincidencias.



El asunto es bastante obscuro porque en primer lugar Pablo que se supone no conoció a Jesús y difería con los otros apóstoles en muchas cosas dice claramente "espada del espíritu" pero esas no son las mismas palabras de Jesús. Incluso, siendo que los escritos de Pablo fueron redactados primero que los evangelios, entonces no tienen relación alguna realmente.

Por otro lado, si el autor del texto en varías ocasiones se toma la molestia de explicar que por ejemplo no hablaba del Templo, sino de su cuerpo...porque no se tomó la molestia de explicar (al menos al lector posterior) de que Jesús hablaba de otra cosa espiritual. Es sospechoso.



Me dices legalista a mi que cuando te explico lo de los panes de la preposición que fueron dados por Kohen a David vos defendés que David si trangredió y trato de explicarte que estaba la vida de David en peligro, que el pan se sacó fuera del lugar santo, etc para que veas que existieron distintos elementos atenuantes en la situación. Por no decir, que si vos aceptas de plano que David incurrió en una transgresión, entonces Jesús también aceptó que estaba transgrediendo el Shabat, pues esa fue su defensa: que como David hizo...entonces yo también hago...

Claro que puedo aceptar que un hombre puede cambiar de parecer u opinión. Lee si en la Torá dice que Dios es hombre o hijo de hombre para mentir o cambiar de parecer u opinión. Y espero que lo asumas y no me salgas con pasajes mal leídos e interpretados y descontextualizados.

Ahora, como tú dices que los textos de la biblia tienen doble interpretación (el único argumento que pudiste sacar para Isaías 7:14, a pesar de que te dí pruebas contundentes de que ni el texto hebreo original, ni la LXX, ni el contexto, ni la historia, ni la gramática, ni la teología sustentan tu punto), entonces puedes aceptar que se interprete que Jesús no cambió de parecer, sino que mintió.

La interpretación es que Jesús mintió en que no iba a subir a Jerusalem, tanto se puede asumir que mintió que se mantuvo oculto de todos.



Bueno, es similar a que tú supones que la genealogía de Lucas es de María (ningún pasaje del NT lo dice, es una suposición), tú supones que en Isaías 7:14 dice "virgen" aunque no haya ningún sustento para ello. Tú supones que hay un Dios hijo, aunque claramente Dios dice que no hay otro dios, ni otros dioses, etc. Tú supones que Jesús no habló de espadas (en un contexto de guerra entre judíos y romanos). Tú supones que Dios acepta sacrificios humanos cuando a lo largo del Tanaj los abomina, y era un práctica común entre todos los pueblos paganos del mundo. Tú supones que Dios se contradice a sí mismo. En fin.



Perdón...pero tú afirmas que hay doble interpretación en toda la Biblia (fue el único argumento que pudiste usar para defender tu posición con Isaías 7:14), si eres consecuente con tus propias palabras y argumentos, tendrías que aceptar que no puedes afirmar que esa no es la forma correcta de interpretar esas palabras. Tendrías que asumir que mi interpretación también es válida.



Perdón pero tú mientes, en la Torá en ningún momento
de Bereshit/Génesis 3 dice ni literalmente ni metafóricamente que Eva habló con el diablo (una figura que no existe en el Tanaj). Empecemos por decir las cosas como son.



Definitivamente esas son las contradicciones del NT en referencia al Tanaj. Este personaje es propio del cristianismo no del judaísmo o del Tanaj.



El problema es que esta es una idea cristiana no judía...no se basa en el Tanaj. Luego, para mi es inoperante.



Ay amigo, se nota que no sabes nada de lo que es la literatura apocalíptica...no sabes los simbolismos usados y muchos menos conoces el contexto histórico, político y social en que se expresaban esas palabras. Te recomiendo que leas el mensaje largo que te dejé sobre el libro de Daniel. Esta es una de las razones por las que algunos consideran que Jesús era esenio o qumranita. Otros que tal vez era una superposición de distintos personajes.


Sin embargo, recuerda que tu consideras que hay doble interpretación, osea que la mía es tan válida como la tuya. Aunque la mía se basa en el texto mismo y los aspectos adyacentes a este, mientras que la tuya se basa en la fe (para este caso particular).



Pero el texto no decía que cuando resucitaran...sino que ellos sin morir lo verían regresar.



Basta con leer los neviím y ver que el papel del mesias rey es ese...



El problema es que no se trata de insensatez como lo quiere hacer ver el autor de este texto...lo que sucede es que en ningún libro de los neviím se menciona que el mesias rey tenía que sufrir para entrar en ninguna gloria. Esta afirmación parte de una premisa falsa. Insensato aquél que se cree esto.



Nuevamente el desfile de pasajes sacados de contexto y sin ninguna relación...ni siquiera habla del mesías rey. Es claro que habla de la restauración y unificación de los dos reinos.
Lee desde el capítulo 5 y verás que nada tiene que ver con el mesias rey siquiera.



Como siempre, sacando los textos de contexto...usando traducciones dudosas y tendenciosas: Leamos el Tehilím 16 completo (se habla de David y nada más que de David, el rey David):

1. Salmo precioso de David. Guárdame, oh EL (Di-s), porque en Ti he confiado. 2. Oh alma mía, dijiste a el Eterno: Tú eres mi Soberano; no hay para mí bien fuera de ti. 3. Hazlo por los consagrados que están en la tierra, y por los íntegros es toda mi complacencia. 4. Se multiplicarán los dolores de aquellos que sirven diligentemente a otro dios. No ofreceré yo sus libaciones de sangre, ni en mis labios tomaré sus nombres. 5. El Eterno es la porción de mi herencia y de mi copa; Tú sustentarás mi suerte. 6. Porciones cayeron para mí en lugares deleitosos, y es hermosa la heredad que me ha tocado. 7. Bendeciré al Eterno que me aconsejó; aun en las noches me enseña mi conciencia. 8. Al Eterno –he puesto siempre delante mí; porque está a mi diestra, no seré conmovido. 9. Se alegró por tanto mi corazón, y se gozó mi alma; mi carne también reposará confiadamente. 10. Porque Tú no abandonarás mi alma en el sepulcro, ni consentirás que Tu piadoso vea el abismo. 11. Me mostrarás la senda de la vida –oraj jayim-; en Tu presencia hay plenitud de alegrías; delicias a tu diestra para siempre.

No dice corrupción...dice literalmente "hoyo" o "abismo".

Sobre el Tehilím 110 no sé que intentas significar, pues claramente hace alusión a David HaMelej, luego ni siquiera es una nevua mesiánica.



De nuevo tus traducciones te llevan a caer en el error...además de sacar un texto fuera de contexto. ¿Hasta cuándo la insensatez?


Hay varios gravísimos cambios que modifican el sentido del original hebreo, veamos brevemente tres de ellos:

El primero cambio- la traducción cristiana tendenciosa traduce incorrectamente "un ungido como príncipe" (que esta escrito: mashiaj naguid), por Mesías Príncipe.
¿Cuáles son los errores en esta "traducción" - invención?
Gramaticalmente es una espantosa y mentirosa construcción artificiosa.
La palabra mashiaj (que significa ÚNICAMENTE "ungido") nunca es usada en el texto del Tanaj con función de nombre propio (por lo tanto, ¿con qué derecho lo traducen con mayúsculas y como nombre?), sino como sustantivo de persona con autoridad (verbigracia, ungido como: Sumo Sacerdote (ej.: Vaikra 4:3), rey judío (ej.: II Shemuel 22;51), rey extranjero (ej.: Ciro, en Ieshaiá 45:1)).
Luego, tampoco se usa en el versículo original un artículo determinado ("el ungido" = HAmashiaj), lo que en hebreo representa que se agrega un artículo indeterminado ("un", "uno", "una"), en este caso corresponde "uno", o su apócope "un".
Por lo tanto, NO se hace referencia a ningún rey judío en particular (el famoso Mashiaj de la tradición posterior), ni siquiera se menciona a un sólo ungido (pues veremos que se habla en verdad de dos).

Segundo cambio- si nota en el versículo 25 hay (en la traducción fidedigna) un punto y coma que altera el significado de la frase.
No es el mismo cálculo "7 semanas Y 62 semanas" (versión cristiana); al original que dice: "7 semanas; y luego 62 semanas".
En el original se habla de dos períodos diferentes, uno muchísimo más breve que el otro (7 y luego 62).
En tanto que en la versión fantasiosa se quiere hacer creer que existe un sólo y largo lapso de 69 semanas.
Los cristianos para un cálculo cristológico (que igual no tiene fundamento, como veremos luego) DEBEN eliminar el PUNTO Y COMA (etnajtá en el original), es decir, borrar el indicio de una clara separación entre las "semanas", que en el original y en la BUENA traducción dan a entender que las 7 semanas son una cosa diferente a las 62 semanas mencionadas luego. Cosa que las traducciones FALSAS no hacen, pues los cálculos cristológicos hacen 7 + 62 semanas, uniéndolos.
Como podemos leer en la fantasía expuesta como segunda "pregunta", estas 69 semanas se transforman en 483 años.
Luego nos hacen creer que esta cuenta de 483 años comenzó en el año 455 AEC.
Para finalizar con la estupenda conclusión que el "Mesías Príncipe" es Ieshu, "ungido por el espíritu santo" en el año 29 EC.

Veamos (alguna de) las mentiras de esta "interpretación".
Primero, no existe período de 483 años.
Sino, "7 semanas"; luego, "62 semanas".
Releamos el verso 26...¡maravillas!, cuando se refiere al ungido que "fue quitado sin quedar nada", ¿de cuánto tiempo nos habla? ¿De 69 semanas? ¿De 62?
¡Sin dudas! 62.
¿Qué pasó con las 69 semanas?
¿Estaban en el original o fueron inventadas?
Inventadas...
Pero, como esto puede resultar muy poca evidencia, continuemos;
Se inventaron un mashiaj: contando un período de 69 semanas inexistentes (partiendo de una fecha FALSA, que veremos luego).
En REALIDAD hay dos ungidos esbozados en este texto.
El de las 7 semanas = el rey persa Ciro.
El de las 62 semanas = el rey y Sumo Sacerdote judío Alexander Ianai (Alejandro Janeo, rey macabeo).
Veamos las cuentas claras.
Destrucción del Templo: año 586 AEC.
"7 semanas" = 49 años.
"62 semanas" = 434 años.
586 - 49 = 537 (AEC) ¡coincidencia total con la ascensión de Ciro!
537 - 434 = 103 (AEC) ¡coincidencia total con la ascensión de Alejandro Janeo!
¡No es fantástico que los números no mientan!
Ambos ungidos, fueron REALMENTE ungidos, con aceite, como corresponde y debe ser hecho; ambos ungidos fueron REALMENTE reyes, como corresponde a la unción.
Ambos ungidos REALMENTE fueron puntos de inflexión en la historia judía.
Ambos ungidos REALMENTE cumplen con los períodos de tiempo anunciados...con los DOS PERÍODOS.

Haré algo muy poco académico, una cita de la Encarta 2000 para que corroboremos la exactitud de la profecía del verso 26:
"Alejandro Janeo - (fallecido en el 76 a.C.), hermano y sucesor de Aristóbulo I, rey desde el 103 al 76 a.C. Se convirtió en rey y sumo sacerdote mediante el matrimonio con la viuda de Aristóbulo, Salomé Alejandra. Siguiendo la política de Juan Hircano, conquistó y convirtió al judaísmo los territorios vecinos, expandiendo el reino Asmoneo hasta su mayor extensión. Fue dictatorial y despiadado y su reinado estuvo marcado por intrigas y luchas internas. Murió durante el asedio a una ciudad griega."

Cabe agregar que tras su deceso, la puerta quedó abierta para el ingreso de los romanos, quienes posteriormente (un siglo más tarde) destrozarían el Templo, Ierushalaim y traerían la devastación. Empero, Tito el que destruyó el Templo, tuvo una muerte penosa, y un reinado con catástrofes naturales (erupción del Vesubio, inundaciones, etc.) tal como fuera profetizado.

¿Queda alguna duda de cual es la traducción correcta?
Pues sigamos aportando pruebas pues nos quieren hacer creer que los falsos 483 años comenzaron en el 455 AEC, con el pretexto de que el rey Artajerjes dio la orden de edificar Ierushalaim. Y nos dicen que eso está escrito en Nejemiá 2:1-8.
Leamos:


Artajerjes I comenzó su reinado en el año 465 AEC.
El libro consagrado del Tanaj nos especifica con claridad que este permiso fue dado en el año 20 de su reinado.
465 - 20 = ¡445 AEC! ¿Cómo, no nos dijeron que fue en el año 455 AEC?
Sí, seguramente fue un error de tecleado...a ver, hagamos el cálculo que ellos habían hecho antes...dijeron 455 - 483 = 29 EC; pues NO, no se habían equivocado al teclear, efectivamente dijeron 455 AEC.
¿A qué se debe este error?
Pues, sencillamente que el año real les daría 39 EC, es decir, "la unción del espíritu santo sobre Ieshu"...en definitiva, no concuerda la historia evangélica con los fríos números, por lo tanto...no sólo violan el texto sagrado del Tanaj, también violentan las matemáticas, las verdades históricas, y quién sabe cuántas cosas más...

Algo más.

El que realmente dio la primera autorización para reconstruir Ierushalaim fue nuestro viejo conocido Ciro:




Por lo tanto, queda en evidencia que es Ciro en el 537 AEC el que autorizó la reedificación de Ierushalaim (como base para la restauración del esplendor del Templo), y no fue Artajerjes el primero, sino que éste reforzó (en el año 445 AEC) una orden ya dada.
Siendo así, muchachos que siguen creyendo en las 69 semanas = 483 años, hagamos una nueva cuenta:
537 - 483 = 54 AEC. ¿En dónde queda Jesús en este cálculo? Como corresponde a la verdad: fuera.

Pero, ¿por qué nosotros asumimos como año de partida el 586 AEC, año de la destrucción? ¿No sería más razonable haber comenzado en el 537 AEC?
¿Acaso nosotros también manipulamos por gusto, para hacer que "las cuentas cierren"?
Evidentemente no.
En el mismo momento que Dios permitió la destrucción, YA estaba siendo dada la "palabra" (por Dios) para la restauración:


Palabra de Dios en boca del profeta verdadero Irmiá, confirmando la reedificación de la destrucción a punto de ocurrir.
Por lo tanto, el remedio estaba dado desde antes de la destrucción, siendo así, el tiempo para empezar a contar los DOS períodos, comienza en el 586 AEC.
Nuestras cuentas son ciertas, verdaderas, fieles al Tanaj, a la lógica, a la verdad, a la matemática, etc.

Tercer cambio - nos dicen en la falsa traducción "mas no por sí", en lugar del verídico "y no tendrá nada". Es que se precisa esta mentira para "justificar" a un supuesto mesías, que supuestamente murió por el pecado de los demás, no por lo propios...¡por favor!
El ungido profetizado realmente murió, o fue quitado de su pueblo (como es más prolijo decir, acomodándose al original), y no quedó nada de él (como es coherente con los que sufren la pena de karet -ser quitado del pueblo-)...tal como aconteciera con Alexander Ianai...rey perverso, que estuvo en permanente conflicto con los Sabios, por sus pecaminosas actitudes.

Como vemos, el tema de las traducciones es delicado. (Tomado de Ribco)



Esto te lo voy a responder completamente en otro mensaje sin embargo...es claro que habla de Israel y de acuerdo a la Torá el único que puede pagar por las transgresiones de Israel es...Israel: nadie paga por las transgresiones de otros, eso es claro en la Torá. Israel como nación pecó y fue exiliada, luego este capítulo se escribe para ese retorno del exilio. Basta con ver incluso que está conjugado todo en tiempo pasado y no futuro. Nada tiene que ver con el mesías...te voy a dar la explicación completa para dejar este tema cerrado.



Cordial saludo y bendiciones

En resumen, dices que Jesucristo no podía ser el Rey de Israel porque: 1 No era hijo biológico de José (aunque sí adoptivo como Eliezer de Damasco), pese a que su madre fuera judía. 2 Porque había una maldición sobre la línea de José. 3 Porque no estás seguro que se muestre una genealogía de María.

Opciones para explicar estos tres puntos hay, pero se tiene que reconocer también que los cristianos creemos en Jesucristo como el Mesías por fe.

Bendiciones para ti Daniel.
 
Estimado DKT...
¿Me podría decir que dia salio Israel de Egipto para usted?
¿El 14 de Nisan, el 15 o el 16?
¿Podria también decirme que dia Israel cenaba el cordero pascual?
El 13 de Nisan después de la puesta del sol o sea ya 14 para ustedes...
o...
el 14 de Nisan después de la puesta del sol o sea ya 15.

¿Cenaban el cordero con panes sin levadura e hierbas amargas de noche recién comenzado el 15 y dentro del primer dia festivo de la fiesta de los panes sin levadura?

Gracias por leer y por responder si lo desea.
 
¿Estás seguro que el moréh Y. Ribco no hace mención de la importancia del mensaje?



Te cito textualmente a vos (citando al moréh Y. Ribco):


"Que son confusas, poco claras, sin certeza de cual es el mensaje de las visiones o audiciones. Tal como el mismo Daniel declara, por ejemplo: «Sucedió que estando yo, Daniel, meditando en la visión y procurando entenderla» (Daniel / Daniel 8:15); es decir, estaba indeciso, dudoso, cabildante, sin poder dar una correcta y precisa interpretación a las visiones pasajeras que lo habían inspirado."

Si una persona va a transmitir una idea o mensaje, sin tener claridad y objetividad en el contenido del mensaje y/o de los posibles receptores de ese mensaje, entonces no cumple con la expectativa principal de la "nevuá". El "naví" para transmitir ese mensaje social reflexivo primero tiene que entender lo que Dios le quería transmitir (por visiones, sueños, a viva voz, etc). Después de entenderlo, es entonces cuando lo puede y debe trasmitir.

¿De qué le valía a Daniel recibir visiones si no las entendía?
¿Si no entendía las visiones, crees que entendía el mensaje implícito en ellas?
¿Si no comprendía el mensaje implícito en ellas, qué mensaje iba a transmitir?
¿Crees que es más importante un oráculo o milagro ininteligible que un mensaje claro y diáfano?



Fíjate que Daniel no comprendía el mensaje social y reflexivo detrás de sus visiones (las que él si tuvo): luego Daniel no fue "naví" fue un "soñador de sueños/clarividente" (Recuerda que Devarím 13 hace la distinción entre ambas categorías. El "Naví" podía comprender el mensaje oculto detrás de sus visiones, para transmitirlo a su generación. Lo que no te cuadra es que eso va contra tu dogma.



No comprendo por qué hablas de resurrección y pones tres pesukim distintos...¿Exactamente qué deseas significar?



Wikipedia no es un sitio del todo confiable para buscar información. Es un buen sitio para iniciar una búsqueda, pero no para elevarla a la categoría de prueba.



Nota: el tema no me agota, me agota tu falta de comprensión de textos.

¿Qué entiendes tu por fiable?

Respuesta corta a tu duda:

El libro de Daniel está lleno de errores históricos muy grandes, se sabe que su composición actual se fue reescribiendo durante la dinastía Hamosnea. En fin.

¿Por qué lo incluyeron? Porque hay elementos en el libro que lo hacen merecedor de poner en los "ketuvím" pero no dentro de los "neviím".

Te voy a dejar la explicación larga a continuación (espero que la leas y que la comprendas):


EL MEDIO ORIENTE EN LAS PROFECÍAS DEL LIBRO DE DANIEL
Por: I. Gatell.

La situación en Medio Oriente en su totalidad siempre le resulta interesante a la gente. No sólo por sus implicaciones políticas y económicas, sino también porque muchos consideran que existe todo un cúmulo de “profecías” respecto al “fin de los tiempos”, y de uno u otro modo están íntimamente relacionadas con Israel y lo que suceda alrededor de este pequeño país.

Pero debo advertir: a algunos podría parecerles decepcionante que esta serie de artículos no pretenda ser una “interpretación” del “panorama profético” en el Medio Oriente. Curiosa y paradójicamente, al final de la serie sí voy a decirle a la gente qué es lo que va a pasar en el futuro, basándome siempre -por supuesto- en el Libro de Daniel, uno de los más extravagantes y raros que tenemos en la Biblia, debido a que es el único texto de perfil apocalíptico que fue aceptado en el canon oficializado por los fariseos durante el siglo I AEC.

¿Por qué es raro? Porque los fariseos siempre fueron enemigos de la ideología apocalíptica, cuyos principales exponentes fueron los Qumranitas (que, por cierto, detestaban a los fariseos).

Pero con el Libro de Daniel se hizo una excepción, y la tradición rabínica dice que allí está contenida la clave para saber cuándo vendrá el Mesías.

Entonces, comencemos hoy explicando dos ideas básicas respecto al Libro de Daniel que nos aclaran por qué NO ES UN LIBRO PROFÉTICO, un concepto fundamental para poder entender de qué manera Daniel nos habla sobre el futuro.

Habrá quien encuentre contradictorio lo que acabo de decir: no es un libro profético, pero ¿nos habla de lo que sucederá en el futuro?

Pues sí.

Y es que aquí empieza el periplo: la gente suele confundirse con lo que significa “profecía”. Así que comencemos a poner las cosas en su lugar.

I. Profecías y Oráculos

Daniel no es un libro profético. Es un libro de oráculos. Y hay una gran diferencia entre ambas cosas. Basta comparar Daniel con los libros verdaderamente proféticos, tales como Isaías, Jeremías, Ezequiel y los Doce Profetas Menores, para corroborarlo.

¿En dónde radica la principal diferencia? En que los libros proféticos están enfocados, principalmente, A LA CRÍTICA DE SU SOCIEDAD.

Ser profeta no es predecir el futuro. Eso lo puede hacer hasta un astrólogo. Suponer que la “profecía” es “el anuncio de las cosas antes de que sucedan” es reducirla al mero rol de horóscopo.

La profecía es algo más complejo que eso y, por lo tanto, el rol del profeta es más relevante que sólo “anunciar cosas antes de que sucedan”. La profecía es, ante todo, un análisis de lo que sucede alrededor del profeta y de sus contemporáneos. Análisis que le permite, antes que nada, establecer juicios morales y éticos en los que señala cuáles son los errores que están desgastando el tejido de su sociedad. Es en función de ello -siempre, inequívocamente- que el profeta anuncia LO QUE PUEDE SUCEDER si las cosas no cambian.

Este es el único punto donde el oficio del profeta y el del predictor del futuro se entrelazan. Pero ojo: el profeta no habla de un futuro inevitable, de algo equivalente a un destino que forzosamente se tiene que cumplir. El profeta habla de cosas futuras que, en última instancia, pueden ser conjuradas por medio del arrepentimiento (un ejemplo muy claro de esto está en el Libro de Jonás, donde se anuncia la destrucción de Nínive, misma que al final de cuentas no sucede).

El Libro de Daniel no entra en esta categoría. Carece de ese nivel de análisis que sí encontramos en Isaías, Jeremías o Ezequiel. Por lo tanto, NUNCA se le consideró “profecía”. Cierto: está lleno de oráculos o predicciones para el futuro, pero sin el otro componente, se queda en el nivel de “libro de oráculos y de predicciones”, no en el de libro profético.

Hay otro aspecto técnico que no permite que consideremos al libro de Daniel como un “texto profético”, y es que un profeta no sólo debe conocer el futuro, sino también el presente. Y es un hecho que el Libro de Daniel tiene varios errores. Severos, por cierto.

II. Imprecisiones en el Libro de Daniel

Yo no confío en los anuncios sobre el futuro que pueda darme alguien que se equivoca en la descripción del presente. Y eso, sorprendentemente, le pasa a Daniel. El libro está lleno de inexactitudes a la hora de describir su supuesto presente, si nos atenemos a la tradición según la cual fue escrito por un autor del siglo VI AEC que estaba cautivo en Babilonia.

Las tres más relevantes son las siguientes:

a) Daniel 5:1 menciona a Belsasar como “rey” en Babilonia. Es incorrecto. Belsasar nunca fue rey en ningún lado. En el momento de colapso del Imperio Babilónico el rey era Nabonido, padre de Belsasar. Se ha querido matizar el error apelando a que “tal vez” Belsasar se habría quedado como regente en Babilonia mientras su padre estableció su sede en Taima. Pero dejémonos de pretextos: el texto no habla de Belsasar como un regente, sino que dice que es el rey. Esto lo podemos confirmar en Daniel 7:1 y 8:1, donde se le toma como referente cronológico (“en el primer año de Belsasar rey de Babilonia… en el año tercero del reinado del rey Belsasar…), cosa que sólo se hace con los reyes, no con los regentes. Además, en el momento de la invasión persa a Babilonia, Nabonido ya estaba de regreso en la capital y su hijo no estaba funcionando como regente de nada.

b) De lo anterior se derivan los siguientes dos errores: Daniel 5:30-31 dice que “la misma noche fue muerto Belsasar rey de los caldeos, y Darío de Media tomó el reino…”.

Lo primero es que se da a entender que esa noche en la que Daniel interpretó una visión para Belsasar, la invasión persa dirigida por Darío se cobró en el propio rey a una víctima. Es imposible: los persas derrotaron a los babilonios en la batalla de Opis, y la toma de Babilonia fue pacífica. El imperio caldeo se había desmoronado y se rindió sin oposición ante… Ciro.

Ese es el segundo error: quien conquistó Babilonia no fue Darío el Medo, sino Ciro el Persa. Al respecto también se han intentado poner un montón de pretextos banales, queriendo identificar -sin éxito- a Darío el Medo como el general Gobrías, quien realmente estuvo al mando de la tropa que ocupó Babilonia.

Daniel 6:28 lo confirma. Allí se menciona la longevida de Daniel diciendo que “… prosperó durante el reinado de Darío y el reinado de Ciro…”, con lo que da por sentado que primero fue rey Darío, y luego lo fue Ciro.

La realidad es que fue al revés: primero gobernó Ciro, luego Cambises II -desconocido para Daniel-, y luego Darío. Al final de cuentas, no es un error tan difícil de comprender: el autor de Daniel confunde a Ciro con Darío y viceversa.

c) La genealogía de Darío es otro problema. En Daniel 9:1 se menciona a Darío como “hijo de Asuero, de la nación de los medos…”. Efectivamente, hubo un rey Darío que fue hijo de un rey Asuero (Artajerjes), pero fue Darío II, que reinó entre los años 424 y 404 AEC. Pero a Daniel se nos presenta como un contemporáneo de la toma de Babilonia por los persas (año 539 AEC).

Otra vez tenemos un error: el autor ha confundido a Darío I con Darío II, dos reyes separados por más de un siglo de distancia (en realidad, ha confundido a Ciro con Darío I, y luego a esta confusión la ha confundido con Darío II).

¿Por qué sucede todo esto?

Por algo muy sencillo de explicar: el Libro de Daniel, tal y como lo conocemos, no fue escrito por un autor del siglo VI AEC, sino por uno del siglo II AEC.

Daniel es un producto clásico de la literatura apocalíptica, un tipo de textos que rara vez se escribían en lo que podemos definir como “una sola sentada”. Hay evidencia suficiente para demostrar que la versión final de Daniel -la que tenemos en la Biblia- fue resultado de una continua reelaboración de textos diversos.

Por ejemplo, el capítulo 4 de Daniel habla sobre “la locura de Nabucodonosor”. Hoy día sabemos que es la versión adaptada de un texto anterior, recuperado entre los Rollos del Mar Muerto, donde en un relato idéntico aunque más rudimentario el protagonista no era Nabucodonosor, sino su hijo Nabonido. Del mismo modo, es evidente que el capítulo 9 de Daniel -el oráculo de las 70 semanas- es una reelaboración del llamado Apocalipsis de las Semanas que encontramos en los capítulos 91 al 105 del Libro de Enok.

Lo más probable es que diversas tradiciones sobre Daniel se empezaran a coleccionar desde el siglo VI AEC, pero fueran reelaboradas continuamente durante un proceso de cuatro siglos.

En el siglo II AEC, concretamente durante los años de la Guerra Macabea (167-158 AEC), se llegó a la versión definitiva del libro, aunque hay evidencia para sospechar que todavía se le hicieron añadidos posteriores.

¿Por qué sabemos que la versión definitiva del libro se hizo durante la Guerra Macabea? Muy simple: porque el capítulo 11, el principal recuento histórico del Libro de Daniel, llega hasta la Guerra Macabea. Dicho en otras palabras: es evidente que el autor, pese a algunos dislates como los que ya se mencionaron, conoce la historia de Judea hasta el año 164 AEC. Luego entonces, está claro que la redacción final del texto se hizo en ese momento.

Sin embargo, hay tres pasajes que se salen de esa lógica. No porque evidencien un conocimiento de eventos posteriores, sino porque parecieran más bien ser un ajuste a un evento posterior en concreto. Son los capítulos 2, 7 y 9. Concretamente, el Sueño de Nabucodonosor, la visión de las Cuatro Bestias y el Oráculo de las Setenta Semanas.

El “evento posterior en concreto” es el levantamiento armado contra Roma entre los años 66 y 73 EC. En el capítulo 2 (el Sueño de Nabucodonosor) se nos habla de “cuatro imperios” que precederían a la llegada del Reino Mesiánico, y es muy claro que están íntimamente relacionados con las Cuatro Bestias del capítulo 7.

Esta visión nos da las pistas para identificar a las bestias: la primera (7:4) es un “león con alas de águila”, una imagen muy común en la iconografía babilónica. Tomando en cuenta que en Daniel 2:37-38 se le dice a Nabucodonosor que el es el primero de los cuatro reyes, entonces es claro que Babilonia es la primera de las “cuatro bestias”.

La segunda bestia (7:5) es un oso que “se levanta más de un lado que del otro” y que va devorando “tres costillas”. Se trata del Imperio Medo-Persa. Un lado “levantado más que el otro” refleja el dominio de los medos sobre los persas, y las tres costillas devoradas son los reinos de Egipto, Lidia y Babilonia, que intentaron formar una coalición para detener el embate persa, proyecto que fracasó rotundamente. Los tres reinos fueron conquistados.

La tercera bestia (7:6) es un leopardo con cuatro alas. Se refiere al imperio de Alejandro Magno, veloz como leopardo -conquistó Grecia, el Imperio Medo-Persa y parte de la India apenas en un poco más de una década-, pero que se dividió entre sus cuatro generales tras la prematura muerte de Alejandro.

La cuarta bestia (7:7-8, 19-25) es Roma. Pese a las objeciones que ofrecen algunos especialistas que se obstinan en querer encuadrar esta imagen en algún otro reino anterior, la descripción es perfecta: es una bestia feroz, peor que las anteriores, que ha sido gobernada por “diez cuernos” (diez reyes), de los cuales tres fueron “quebrados” para que surgiera uno más (el onceavo), a quien le fue dada “la potestad para hacer guerra contra los hijos del Altísimo y vencerlos”.

El Imperio Romano comenzó en los tiempos en que César Augusto co-gobernaba con Marco Antonio y con Lépido. Son los primeros tres “cuernos”. Luego vinieron Tiberio, Calígula, Claudio y Nerón. Hasta allí van siete “cuernos”. A partir del suicidio de Nerón, Roma entró en una fase de inestabilidad en la que, apenas durante un año, tres emperadores cayeron uno detrás del otro (“tres cuernos quebrados” para que surgiera el onceavo): Galba, Otón y Vitelio. Después de ello, Vespasiano se consolidó en el poder y vino a ser uno de los más importantes emperadores romanos. Justo en el momento de la crisis (año 69), Vespasiano estaba combatiendo y derrotando a los rebeldes judíos.

Entonces, Vespasiano es el último cuerno, lo que nos sugiere que este capítulo 7 (además del 2) fue agregado hacia el año 73, cuando estaba por concluir la guerra contra Roma.

Lo confirma el oráculo de las Setenta Semanas, que plantea que a la historia del mundo sólo le quedan “setenta semanas” (un periodo simbólico de 490 años), la última de las cuales es una perfecta descripción de lo que sucedió en la Primera Guerra Judeo-Romana.

En resumen, el Libro de Daniel se habría escrito de este modo:

Hacia el siglo VI AEC se compilan las primeras tradiciones sobre Daniel, que se van reelaborando durante unos cuatro siglos. En el siglo II, en el marco de la Guerra Macabea, se logra la versión casi definitiva. El autor no dispuso de información exacta sobre acontecimientos o personajes ocurridos casi 400 años atrás, y por ello cometió los errores que hemos señalado. Un poco más de dos siglos después, otro autor intentó actualizar los oráculos sobre la Guerra Macabea y por ello elaboró lo que hoy son el capítulo 2, el capítulo 7 y el capítulo 9 (por lo menos, los versículos 20-27 o el oráculo de las Setenta Semanas).

Pareciera, de entrada, que lo que tenemos en realidad es un desastre de libro: mendado y remendado durante siglos, con parches por aquí y por allá, y con errores históricos que lo hacen impreciso.

No era extraño hacia el siglo I EC. En realidad, mucha de la literatura apocalíptica estaba exactamente en la misma situación, y por ello los fariseos nunca le tuvieron mucho aprecio a este tipo de textos.

Y, sin embargo, a Daniel lo permitieron entrar en la lista de textos sagrados, aunque no como libro profético (Daniel siempre estuvo colocado en la sección de Hagiógrafos).

¿Por qué?

Porque en medio de todas esas visiones e imprecisiones históricas, el libro contiene algo especial que nos ofrece una clave para la interpretación de la Historia. Y, con ello, nos da la pauta para calcular lo que va a suceder en el futuro

En la nota anterior explicamos por qué Daniel no es, técnicamente, un “libro profético”. Es un punto que se le atora a mucha gente porque están acostumbrados a pensar que “profecía” es lo mismos que “predicción del futuro”. No: la profecía es algo más complejo que eso, porque implica también una obligada crítica a la sociedad.

Seamos correctos: Daniel es un libro de ORÁCULOS, no de profecías. Y, aunque le sorprenda a muchos, los oráculos esenciales de Daniel son oráculos fallidos. Si por una parte ya explicamos los errores de información histórica que allí encontramos, por otra parte hay que explicar qué es lo que no funciona con los oráculos de este singular libro.

Recordemos también que ya explicamos cómo se elaboró este libro, a partir de tradiciones muy antiguas que fueron editándose y adaptándose durante varios siglos, y que lograron una versión casi definitiva en el siglo II AEC, en el marco de la Guerra Macabea. A esta versión se le hicieron unos añadidos finales durante la etapa del levantamiento armado contra Roma (años 66-73).

La revisión de estas características nos da la pauta para entender el aspecto fallido de este libro. Comencemos con el asunto de la Guerra Macabea.

En este libro hay dos grandes secciones que están enfocadas a la Guerra Macabea: los capítulos 8 y 11. El primero es una bizarra “visión” que, supuestamente, le permite a Daniel ver cómo va a ser el futuro de Israel, y el otro es una supuesta explicación dada por un ángel en la que se detallan las “futuras” guerras entre dos reyes identificados como “el del norte” y “el del sur”.

En el capítulo 8, la visión se basa en dos “bestias”: la primera tiene el aspecto de un carnero con dos cuernos, pero uno “más alto que el otro” (v. 3), y que es invencible (v. 4) hasta que aparece un macho cabrío con un solo cuerno y que viene del poniente (v. 5). Este derrota de manera total y contundente al carnero de los dos cuernos (vv. 6-7), pero repentinamente su cuerno es quebrado, y en su lugar surgen otros cuatro cuernos “hacia los cuatro vientos del cielo” (v. 8).

Interpretar esta visión no representa ningún problema, ya que el propio pasaje ofrece la respuesta: el carnero con los dos cuernos representa al Imperio Medo-Persa (v. 20; la idea de “un cuerno más alto que el otro” refleja que, en la estructura imperial, los Medos dominaban a los Persas), y el macho cabrío con un cuerno representa al “rey de Grecia” (v. 21). Es decir, Alejandro Magno.

La idea esta clara: el Imperio Medo-Persa fue invencible hasta que “desde el poniente” vino la invación macedónica, y Alejandro Magno derrotó a los medos poniéndole fin a su hegemonía. Sin embargo, en la cúspide de su poder, murió (el cuerno quebrado) y su reino fue repartido entre sus cuatro generales: Ptolomeo, Antígono Monoftalmos (o más bien, su hijo Demetrio), Seléuco y Lisímaco (los cuatro cuernos que surgen tras el quiebre del cuerno original).

La segunda parte de la visión se centra en que “… de uno de ellos (se refiere a los cuatro cuernos surgidos después de que el cuerno inicial es quebrado) surgió un cuerno pequeño, que creció mucho al sur, y al oriente, y hasta la tierra gloriosa”.

Tampoco es difícil la interpretación: el propio texto nos dice del “cuerno pequeño” surgido en uno de los cuatro cuernos que es “… un rey altivo de rostro y entendido en enigmas…” (v. 23).

¿A quién se puede referir? Es simple: a un rey surgido de una de las dinastías que se establecieron después de la muerte de Alejandro (un cuerno que surge de uno de los cuatro cuernos). Ahora bien: la realidad es que de los cuatro generales de Alejandro que se repartieron su imperio, sólo dos lograron establecer dinastías duraderas: Ptolomeo y Seléuco. Además, sus descendientes fueron quienes reinaron directamente sobre Judea (primero los Ptolomeos, luego los Seléucidas). Por lo tanto, no hay ningún problema con entender que este “cuerno pequeño” es un rey ya sea Ptolemaico o Seléucida.

La característica principal de este rey es que es un gran enemigo de Israel. Dice el texto que “… se engrandeció contra el príncipe de los ejércitos, y por él fue quitado el continuo sacrificio, y el lugar de su santuario fue echado por tierra… y echó por tierra la verdad, e hizo cuanto quiso y prosperó…” (vv. 11-12). Al respecto, luego se explica que “… su poder se fortalecerá… y causará grandes ruinas, y prosperará, y hará arbitrariamente, y destruirá a los fuertes y al pueblo de los santos. Con su sagacidad hará prosperar el engaño en su mano, y en su corazón se engrandecerá, y sin aviso destruirá a muchos; y se levantará contra el Príncipe de los príncipes, pero será quebrantado, aunque no por mano humana” (vv. 24-25).

Nuevamente, la identificación del personaje no es problema: Antíoco IV Epífanes, rey Seléucida, ocupó (en realidad, usurpó) el trono en el año 175 AEC, y en poco tiempo se convirtió en el gran enemigo de los judíos. Profanó el Templo, interrumpió los sacrificios, y depuso al Sumo Sacerdote Onías III. Entre los años 171 y 167 AEC, hizo y deshizo en Judea, dejando como saldo miles de muertos y un país de cabeza.

Tal y como dice el texto, fue “quebrantado, aunque no por mano humana”. Después de un intento fallido por reconquistar Babilonia, invadió exitosamente a Egipto, pero Roma intervino y Antíoco se tuvo que retirar, humillado. Decidido a reiniciar su campaña contra Babilonia, se propuso saquear Judea para financiar el proyecto, pero murió repentinamente en el año 164 AEC. Ello fue visto como una intervención divina a favor de la guerrilla judía que desde el año 167 AEC se había levantado en la población de Modín, y que entonces pudo entrar triunfante a Jerusalén bajo el mando de Yehudá Hamakabi (Judas Macabeo) y purificar el Templo, que había sido dedicado al culto a Júpiter por Antíoco y sus aliados.

Hay un detalle más: el texto nos dice que este “cuerno pequeño” mantendría su dominio sobre los judíos durante “dos mil trescientas tardes y mañanas” (v. 34). Y agrega: “luego, el santuario será purificado).

Tiene lógica: 2,300 días equivalen a un poco más de seis años, que fue el período que duró la etapa crítica desde la primera agresión de Antíoco a los judíos (171 AEC) hasta la derrota inicial de los sirios y la recuperación de Jerusalén y el Templo por las tropas de Judas Macabeo (164 AEC).

El capítulo 11 de Daniel se explaya respecto a otros detalles relacionados con Antíoco IV Epífanes. En este caso, un ángel se presenta para “… hacerte saber lo que ha de venir a tu pueblo en los postreros días…” (Daniel 10:14).

Dicha explicación comienza diciendo que “aún habrá tres reyes en Persia” (Daniel 11:2), y el cuarto “se hará de grandes riquezas” y “se levantará contra Grecia” (v. 3). Luego, “se levantará un rey valiente, el cual dominará con gran poder y hará su voluntad, pero cuando se haya levantado su reino será quebrantado y repartido hacia los cuatro vientos del cielo; no a suss descendientes… será para otros fuera de ellos” (v. 4).

Es muy clara la relación con el macho cabrío del capítulo 8, y no hay duda que el rey “valiente y que dominará con gran poder” es Alejandro Magno, que al morir no heredó el trono a sus hijos, sino a sus generales.

El versículo 5 comienza diciendo “y se hará fuerte el rey del sur…”, y el versículo 6 agrega que “… vendrá al rey del norte para hacer la paz…”. Y aquí empieza la descripción sobre la relación entre “el rey del sur” y “el rey del norte”. Tampoco es difícil saber a quiénes se refiere. Basta con mirar un mapa y corroborar el reparto entre los generales de Alejandro: al sur de Judea está el territorio que se quedó en poder de Ptolomeo (Egipto), y al norte el que se quedó en poder de Antíoco (Siria).

Los reyes del sur y del norte son, respectivamente, los reyes de Egipto y Siria.

Los siguientes versículos, hasta el 20, relatan los encuentros y desencuentros entre Ptolomeos y Seléucidas, que desembocarían en la aparición de un personaje claramente identificable como el “cuerno pequeño” del capítulo 8. Es decir, Antíoco IV Epífanes.

La descripción que se nos da de él es más amplia. Por ejemplo, sobre su condición de usurpador y su ataque al Sumo Sacerdote Onías III nos dice: “… un hombre despreciable, al cual no darán la honra del reino; pero vendrá sin aviso y tomará el reino con halagos. Las fuerzas enemigas serán barridas delante de él como con inundación de aguas; serán del todo destruidos, junto con el príncipe del pacto” (vv. 22-23).

Sobre su intervención en Judea: “estando la provincia en paz y en abundancia, entrará y hará lo que no hicieron sus padres, ni los padres de sus padres; botín, despojos y riquezas repartirá a sus soldados, y contra las fortalezas formará sus designios…” (v. 24).

Sobre su fallida invasión a Egipto y su desencuentro con los romanos (a quienes se les llama Kittim): “Y despertará sus fuerzas y su ardor contra el rey del sur con gran ejército; y el rey del sur se empeñará en la guerra con grande y muy fuerte ejército, mas no prevalecerá… y volverá a su tierra con gran riqueza, y su corazón será contra el pacto santo; hará su voluntad y volverá a su tierra. Al tiempo señalado volverá al sur, mas no será la postrera venida como la primera. Porque vendrán contra él naves de Kittim, y él se contristará y volverá, y se enojará contra el pacto santo, y hará según su voluntad…” (vv. 25-30).

Sobre la profanación del Templo en Jerusalén y las masacres de judíos: “Y se levantarán a su favor tropas que profanarán el santuario y la fortaleza, y quitarán el continuo sacrificio, y pondrán la abominación desoladora… y los sabios del pueblo instruirán a muchos; y por algunos días caerán a espada y a fuego, en cautividad y despojo… también algunos de los sabios caerán para ser depurados y limpiados y emblanquecidos, hasta el tiempo determinado…” (vv. 31-35).

Y sobre su repentina muerte: “Y se apoderará de los tesoros de oro y plata, y de todas las cosas preciosas de Egipto… pero noticias del oriente y del norte lo atemorizarán, saldrá con gran ira para destruir y matar a muchos. Y plantará las tiendas de su palacio entre los mares y el monte glorioso y santo; mas llegará a su fin y no tendrá quién le ayude” (vv. 43-45).

Estos pasajes han fascinado y estimulado la imaginación de muchas personas a lo largo de los siglos, y generalmente son vistos como “profecías” (en realidad, oráculos) sobre el Anticristo. Pero, en términos simples y llanos, eso es un error. Las referencias concretas dadas por el propio texto son claras, y no queda duda respecto a que en estos dos capítulos (8 y 11) se habla de Antíoco IV Epífanes y su rol durante la Guerra Macabea.

Lo interesante es esto: en ambos pasajes, se da por sentado que con la caída de Antíoco en la Guerra Macabea, llegará el “tiempo del fin”. Según lo que un ángel le dice a Daniel en el capítulo 10, se supone que es una visión sobre lo que le sucederá a Israel en “el tiempo postrero”.

Y, como bien sabemos, la realidad es que ese no fue el tiempo del fin.

Ese es el punto donde muchos insisten en la tesis del Anticristo: dado que el fin no llegó en tiempos de Antíoco, entonces esto debe referirse a eventos que no tienen que ver con la Guerra Macabea, sino con el verdadero “fin”.

Pero es absurdo. Si se tratase de eso, no tiene ningún sentido que TODAS las referencias históricas dadas para enmarcar a este personaje -el cuerno pequeño o rey del norte- sean el Imperio Medo-Persa, Alejandro Magno, sus cuatro generales, y los conflictos entre los Ptolomeos y los Seléucidas. Significaría que D-os, en un gesto del todo innecesario, dio montones de oráculos sobre eventos ocurridos entre los años 332 y 164 AEC, y luego se saltó toda la historia judía (con eventos tan importantes como la destrucción del Templo en el año 70, la expulsión de los judíos de España en 1492 o el Holocausto entre 1939 y 1945) para hablar de los “tiempos postreros”.

No. La lógica del texto es clara: el “cuerno pequeño” o “rey del norte” es un personaje cuyo entorno histórico son los conflictos entre Ptolomeos y Seléucidas, y que muere en el marco de la Guerra Macabea.

Y no hay alternativa: allí está el fallo. El autor de estos capítulos creía que el “fin de los tiempos” vendría tras la muerte de Antíoco.

¿Qué fue lo que sucedió cuando quienes conocieron este texto hacia el año 164 AEC se dieron cuenta que el oráculo, simplemente, estaba equivocado?

En resumen, quienes promovían este tipo de ideas -apocalípticas- se replegaron bajo el evidente pretexto de que habría un “error de cálculo”, y se dedicaron a esperar que se dieran las condiciones para corregir su interpretación de las “señales de los tiempos”.

¿Cómo lo sabemos?

Porque el propio libro de Daniel nos ofrece tres capítulos donde las ideas generales de estos oráculos fallidos (una guerra atroz, un enemigo terrible, hombres santos martirizados) se retoman y se proyectan en otra época, en la del levantamiento armado contra Roma.

Es decir: son una corrección de los capítulos 8 y 11. Son el modo de decir “en ese entonces, nuestros ancestros se equivocaron; esta es la interpretación correcta…”.

A muchos especialistas no les gusta esta alternativa, y se han obsesionado por intentar demostrar que los capítulos 2, 7 y 9 (por lo menos en los versículos 20-27) también deben entenderse en el contexto de la Guerra Macabea.

Pero es imposible. El asunto simple y sencillamente no cuadra, y en la próxima nota explicaremos a detalle por qué.

¿Qué es lo que tenemos hasta este punto?

En resumen, que hacia el siglo VI AEC, después del retorno del exilio en Babilonia, debieron empezarse a coleccionar tradiciones sobre un personaje llamado Daniel, del que no sabemos demasiado. No se puede asegurar -ni a favor ni en contra- que dichas tradiciones se hubiesen puesto por escrito en un solo libro, pero lo que está claro es que fueron continuamente reelaboradas hasta que, en el año 164 AEC, un autor anónimo, convencido de que en el marco de la Guerra Macabea se estaban dando las condiciones para “el fin de los tiempos”, elaboró la versión original del libro que conocemos. Allí, concretamente en los capítulos 8 y 11, explayó sus creencias y esperanzas en relación a la muerte de Antíoco IV Epífanes.

Sus cálculos fallaron, y es muy seguro que el tema haya sido archivado durante mucho tiempo. Pero, ya bajo la dominación romana, otro judío apocalíptico exaltado creyó que su anterior colega se había equivocado en la “interpretación” de la señales, y que en vez de esperar el “fin” después de la guerra contra los sirios, había que esperarlo después de la guerra contra los romanos. Por ello, escribió las correcciones al texto de Daniel, elaborando tres secciones que tenían que exponer la “interpretación correcta” de los oráculos sobre el “fin de los tiempos”.

La mejor prueba a favor es que no tiene absolutamente ningún sentido la existencia conjunta de los capítulos 7 y 8.

En esencia, se trata de la misma visión, que gira en torno a la aparición de unas “bestias”. Pero las diferencias son enormes, y un análisis objetivo del contenido de ambas demuestra que se refieren a diferentes épocas y diferentes “cuernos pequeños”.

Entonces, la posterior (capítulo 7) debe ser la corrección de la anterior (capítulo 8).

En la próxima nota comenzaremos a analizar el contenido de estos pasajes relacionados con la guerra contra Roma, para con ello reflexionar sobre la presencia de este extraño libro en la Biblia. Porque, a fin de cuentas, ese es el meollo: si los judíos de ese momento se dieron cuenta que los oráculos de Daniel habían fallado, ¿por qué lo incluyeron entre los textos sagrados?

Porque, como ya dije, ciertamente este libro nos dice mucho sobre lo que sucederá en el futuro. Pero una cosa es obvia: no es por medio de sus oráculos fallidos y corregidos, sino por medio de otro recurso. Pero, claro, antes de analizarlo, primero tenemos que terminar de revisar qué fue lo que no funcionó.

Sólo después estaremos en mejor posición para conocer algo de lo que viene en el futuro según el libro de Daniel.

En la nota anterior explicamos por qué los capítulos 8 y 11 de Daniel están íntimamente vinculados a la Guerra Macabea, y por qué la única explicación razonable sobre la identidad del “cuerno pequeño” del capítulo 7, o el último “rey del norte” del capítulo 11, es que se trata de Antíoco IV Epífanes, el emperador seléucida que intentó exterminar al Judaísmo.

Desde la segunda nota venimos diciendo que al libro de Daniel se le agregaron tres secciones, por lo menos, hacia el año 73, en el marco de la última resistencia contra el Imperio Romano. Dichas secciones son los capítulos 2 (la visión de la Estatua de Nabucodonosor), 7 (la visión de las Cuatro Bestias) y los versículos 9:20-27 (el oráculo de las Setenta Semanas).

Muchos especialistas se resisten a admitir esta posibilidad, e insisten en que estos capítulos también se refieren a la Guerra Macabea. Sin embargo, la realidad es que dicha opinión es insustentable. Vamos por partes.

Los capítulos 2 y 7 tienen en común que la supuesta visión habla de “cuatro reinos por venir”. En Daniel 2, están representados por las cuatro diferentes partes que tiene la estatua que sueña Nabucodonosor (cabeza de oro, torso y brazos de plata, vientre y muslos de bronces, y piernas y pies de hierro mezclado con barro cocido); en Daniel 7, por cuatro “bestias” (un león con alas de águila, un oso que devora tres costillas, un leopardo con cuatro alas, y una bestia final terrible e indescriptible).

Las pistas que da el propio libro es que son cuatro reinos: en los versículos 2:37-41, Daniel explica que Nabucodonosor es la cabeza de oro, y que las otras tres partes de la estatua son “reinos” que “vendrán después” de Babilonia. Y en 7:17, un ángel le explica a Daniel que “estas cuatro grandes bestias son cuatro reyes que se levantarán en la tierra”.

¿Quiénes son, entonces, cada uno de estos reinos o reyes?

Sobre el primero no cabe la menor duda: Daniel le explica a Nabucodonosor que él -y con él, Babilonia- es la cabeza de oro. Es decir, el primer reino. Tiene coherencia con la visión del capítulo 7, donde la primera bestia es un león con alas de águila, una figura muy usada en la iconografía y la mitología babilónica. Por lo tanto, queda claro que el primer reino es Babilonia.

Para muchos especialistas los problemas empiezan con la identificación del segundo reino. En su afán por cerrar el ciclo en el período de la Guerra Macabea, intentan relacionar los siguientes tres reinos con el período que va desde la caída de Babilonia (539 AEC) hasta la Guerra Macabea (167-158 AEC) o un poco después. Se ha propuesto que el segundo sería Persia, el tercero Media, y el cuarto el Reino Seléucida contra el que peleó Judea. O que el segundo es Medo-Persia, el tercero es Grecia y el cuarto es el Seléucida. O que el segundo es Medo-Persia, el tercero es la Siria Seléucida y el cuarto es el Reino de Lidia o el Reino de los Hasmoneos.

Son explicaciones inútiles.

Empecemos por dejar algo que, en realidad, no debería dudarse: el segundo reino es Media-Persia y el tercero es Grecia y su continuidad en la Siria Seléucida. Las razones para establecerlo así de tajante son simples: hay una similitud entre la segunda bestia de Daniel 7 (el oso) y la primera bestia de Daniel 8 (un carnero): el oso del capítulo 7 “se levanta más de un lado que del otro” y el carnero del capítulo 8 “tiene un cuerno más grande que el otro”. En ambos casos se refleja que un parte de ese reino es más fuerte o grande que la otra. No hay duda posible: se refiere al reparto de poder que, a partir de Darío el Grande, se dio en el Imperio Aqueménida: los Medos “son más altos” o “se levantaron más” que los Persas. Y sabemos que no hay duda posible porque el versículo 8:20 dice específicamente que el carnero es el reino de Media y Persia. Luego entonces, la segunda bestia de Daniel 7 también lo es.

Sucede lo mismo con la tercera bestia del capítulo 7 y la segunda bestia del capítulo 8: una es un leopardo con “cuatro alas” y la otra tiene un cuerno que es quebrado, y en cuyo lugar aparecen otros “cuatro cuernos”. Se trata de una unidad original (el leopardo o el primer cuerno) que deja su lugar a una entidad dividida en cuatro (las alas o los cuatro nuevos cuernos). Son claras alusiones a que el reino de Alejandro Magno (el leopardo en el capítulo 7 y el primer cuerno en el capítulo 8) se dividió en cuatro tras su muerte. Tampoco al respecto pueden quedar dudas porque el versículo 8:21 señala explícitamente que la segunda bestia con un cuerno es “el rey de Grecia”. Entonces, la tercera bestia de Daniel 7 también es el Imperio Macedónico dividido, eventualmente, en cuatro.

Pero aquí viene la diferencia importante: en el versículo 8:9 dice que de “uno de los cuatro cuernos” que habían aparecido en la segunda bestia surgió “otro cuerno”, pequeño, que luego es identificado como el gran enemigo de Israel. Es decir: de uno de los cuatro elementos que surgen de la unidad rota del “reino de Grecia” aparece el gran enemigo. No hay dudas: se refiere a que Antíoco IV Epífanes fue parte de la dinastía Seléucida, una de las que surgieron después de la muerte de Alejandro.

Si Daniel 7 y su visión de las cuatro bestias quisiera exponer LO MISMO que el capítulo 8 (es decir, al pueblo judío en conflicto con Antíoco Epífanes y los seléucidas), entonces el “gran enemigo” (otra vez, un “cuerno pequeño”) tendría que aparecer EN UNA DE LAS CUATRO ALAS de la tercera bestia, porque en el capítulo 8 aparece EN UNO DE LOS CUATRO CUERNOS de la bestia equivalente.

Pero no sucede así. Las cuatro alas pasan sin pena ni gloria en la visión del capítulo 7, y el “cuerno pequeño” surge, en realidad, en la cuarta bestia. Por lo tanto, NO HAY DUDA POSIBLE: Daniel 7 no está enfocado en el Imperio Seléucida ni en Antíoco IV Epífanes, sino en alguien posterior.

¿Por qué una visión similar (basada en “bestias” y “cuernos”) pero con un objetivo diferente?

Ya lo explicamos en la nota anterior: porque el oráculo de Daniel 8 (y con ello el de Daniel 11), según el cual Antíoco IV Epífanes habría de ser el último rey pagano que oprimiese a Israel, simple y sencillamente FALLÓ. Inevitablemente, se tuvo que plantear una corrección, y Daniel 7 es justamente eso: la nueva propuesta en relación a las “bestias”.

La cuarta bestia es “espantosa, terrible y en gran manera fuerte, la cual tenía unos dientes grandes de hierro; devoraba y despedazaba, y las sobras hollaba con sus pies, y era muy diferente de todas las bestias que vi antes de ella, y tenía diez cuernos. Mientras yo contemplaba los cuernos, he aquí que otro cuerno pequeño salía entre ellos, y delante de él fueron arrancados tres cuernos de los primeros” (Daniel 7:7-8). Y más adelante se agrega: “la cuarta bestia será un cuarto reino en la tierra, el cual será diferente de todos los otros reinos, y a toda la tierra devorará, trillará y despedazará. Y los diez cuernos significan que de aquel reino se levantarán diez reyes, y tras ellos se levantará otro, el cual será diferente de los primeros, y a tres reyes derribará. Y hablará palabras contra el Altísimo, y a los santos del Altísimo quebrantará… y serán entregados en su mano hasta tiempo, y tiempos, y medio tiempo. Pero se sentará el Juez y le quitarán su dominio para que sea destruido y arruinado hasta el fin” (Daniel 7:23-26).

No cabe duda que la cuarta bestia es la peor de todas. Su fuerza es indescriptible y su crueldad es absoluta. Por ello, simplemente no puede relacionarse con el Reino de Lidia (que ni siquiera tuvo injerencia en Judea) o con el Reino Hasmoneo (que es la propia Judea, y que ni en su momento de mayor esplendor llegó a tanto como lo que aquí se describe).

Pero se nos da una pista: esta bestia tendría “diez cuernos” (según la propia lógica de Daniel, “diez reyes”), y al final aparecería uno que provocaría la caída de tres. Este último cuerno, al igual que Antíoco IV Epífanes en el capítulo 8, es el gran enemigo del pueblo judío, y se prevé que su derrota marcará el fin del dominio de los paganos sobre Judea.

No hay alternativa: la cuarta bestia tiene que ser Roma, el único imperio que tuvo dominio sobre Judea y que cuadra perfectamente con esta descripción (aunque le moleste a muchos especialistas casados con la idea monolítica de que todo tiene que referirse a Antíoco Epífanes).

La prueba está en los “diez cuernos”. Tal y como está redactada la visión, la idea que se propone es que este último reino sólo habría de tener once reyes: diez primero, y luego uno más -el peor- que habría de derribar a tres anteriores.

Judea fue conquistada por Roma en el año 63 AEC, en un momento donde todavía estaba en funciones la estructura de la antigua República. Justo en ese año nació César Augusto, que habría de ser el primer emperador romano, si bien su gobierno lo comenzó en el año 43 AEC como parte de un triunvirato, compartiendo el poder con Lépido y Marco Antonio. En ese mismo año fue que Judea quedó bajo la tutela de Augusto. Por lo tanto, cuando el primer emperador romano comenzó su dominio sobre los judíos, Roma tenía tres reyes.

A partir del año 27 AEC el poder quedó en las manos exclusivas de Augusto, y tras su muerte gobernaron Tiberio, Calígula, Claudio y Nerón. Sumando a Lépido, Marco Antonio y Augusto, hasta este punto van siete reyes o “cuernos” de la “cuarta bestia”.

Nerón se vio obligado a suicidarse en el año 68 EC, y eso hundió a Roma en su peor crisis política hasta ese momento. Apenas en el lapso de un poco más de seis meses, tres emperadores ocuparon el poder, cayendo uno detrás del otro: Galba, Otón y Vitelio. Tras la caída de este último en el año 69, el poder quedó en manos de Vespasiano, que para ese momento llevaba dos años haciéndose cargo de la guerra en Judea, donde ya era conocido como un feroz militar que estaba infringiendo severas derrotas a las tropas judías.

Todo cuadra a la perfección: el último cuerno -Vespasiano- se levanta tras la caída de los tres anteriores -Galba, Otón y Vitelio-. Es el onceavo después de los ya mencionados además de Lépido, Marco Antonio, Augusto, Tiberio, Calícula, Claudio y Nerón, y es un feroz rey que dominará a los judíos durante “tiempo, tiempos y la mitad de un tiempo” según Daniel 7:25. Es decir, tres años y medio. Si tomamos en cuenta que Vespasiano ocupó el trono en el año 69, entonces la expectativa era que su dominio se extendiese hasta el año 72 o 73. Justamente -y no es coincidencia- el último reducto de resistencia judía sobrevivió hasta el año 73 en la fortaleza de Masada.

Entonces, Daniel 7 está intentando corregir los errores de cálculo de Daniel 8. En la visión de las dos bestias y el “cuerno” surgido de “uno de los cuatro cuernos” de la segunda bestia, la idea es que después de la muerte del “rey de Grecia”, se levantarían cuatro dinastías distintas, y de una de ellas saldría el gran enemigo de Israel que sería derrotado por intervención divina: Antíoco IV Epífanes.

El oráculo falló, y los partidarios de estas creencias lógicamente tuvieron que tragarse sus palabras. Pero es evidente que no renunciaron a su convicción de que había “señales” y “oráculos” que indicaban cómo sería el “fin de los tiempos”, y esperaron pacientemente hasta que tuvieron una posibilidad de corregir su error.

En pocas palabras, elaborar lo que hoy es el capítulo 7 de Daniel fue algo así como decir “nuestros ancestros de hace dos siglos se equivocaron al identificar al gran enemigo del pueblo judío; nosotros ya lo hemos hecho correctamente, y es Vespasiano”. Por ello, apareció en escena una nueva “bestia” que para entonces ya había tenido siete reyes, que en ese lapso vio caer a otros tres uno detrás de otro, después de los cuales ocupó el poder el general que estaba derrotando a las tropas judías.

La mejor prueba de que estos autores tenían esto en mente está en Daniel 9:26b y 27, donde se nos ofrece una descripción muy precisa de los acontecimientos principales del primer levantamiento armado contra Roma (años 66-73): “… y el pueblo de un príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario; y su fin será con inundación, y hasta el fin de la guerra durarán las devastaciones. Y por otra semana confirmará el pacto con muchos; a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda. Después con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolador, hasta que venga la consumación, y lo que está determinado se derrame sobre el desolador”.

Nuevamente, los especialistas casados con relacionar todo Daniel con la Guerra Macabea intentan ver aquí una descripción de los eventos ocurrido entre los años 167-158 AEC. Pero no funciona: en esa guerra ni Jerusalén ni su Templo fueron destruidos, y aquí se habla muy específicamente de eso: destrucción.

Los eventos señalados son los siguientes:

a) El ataque estará a cargo de un “príncipe”: es correcto; el sitio de Jerusalén no fue dirigido ya por Vespasiano, sino por su hijo Tito.
b) Dicho ataque resultará en la destrucción de la ciudad y el santuario: es correcto; Tito estuvo a cargo del sitio que significó la ruina de Jerusalén y su Templo en el año 70.
c) La expresión “y hasta el fin de la guerra…” refleja que la destrucción de la ciudad y el santuario no significarán el final de las hostilidades: es correcto; la resistencia judía se mantuvo hasta el año 73, en las fortalezas de Herodio, Maqueronte y Masada.
d) La expresión “por otra semana confirmará el pacto con muchos” indica que durante siete años (una “semana”) Roma apoyaría a alguien: es correcto; el sistema político del rey Agripa II estuvo todo el tiempo a favor de Roma y gozó de su apoyo y protección. Además, la guerra duró exactamente siete años (desde 66 hasta 73).
e) La expresión “a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda” habla del fin de las prácticas litúrgicas en el Templo: es correcto; los sacrificios cesaron en el año 70, justo a la mitad de una guerra que se extendió entre los años 66 y 73.

Ninguna de estas características se ajustan a lo que sucedió en la Guerra Macabea.

¿Qué es lo que tenemos hasta aquí? Que después del fracaso de los oráculos de los capítulos 8 y 11, enfocados en Antíoco IV Epífanes, durante la guerra contra Roma alguien se propuso “actualizar” o “corregir” las predicciones del libro de Daniel, y replanteó las mismas ideas sólo que ahora enfocadas a Vespasiano y el Imperio Romano.

Para ello, escribió (o más bien, reelaboró) tres pasajes que finalmente quedaron integrados al libro. Dichos pasajes son los capítulos 2, 7 (que ya hemos analizado) y los versículos 9:20-27.

Aquí se podría poner una objeción técnica: se han encontrado copias del libro de Daniel entre los Rollos del Mar Muerto, y estas ya incluyen los capítulos 2 y 7, por lo menos. El análisis espectográfico y las pruebas de Carbono 14 han corroborado que los fragmentos de los manuscritos datan del siglo I AEC, por lo que no se puede afirmar que estos capítulos se elaboraron hasta el año 73.

Además -dicen los defensores de esta idea- la paleografía (el tipo de escritura) corresponde al siglo I AEC. Por lo tanto, no hay duda alguna: los capítulos 2, 7 y 9 de Daniel también se habrían escrito a más tardar en el siglo I AEC.

Error.

De hecho, semejante criterio es un error casi infantil. El análisis espectográfico y la prueba de Carbono 14 SÓLO NOS OFRECEN LA EDAD DEL MATERIAL. Por decirlo de un modo rudimentario, nos aclaran en qué siglo vivió la vaca de donde se obtuvo, eventualmente, el pergamino.

Pero eso no significa que el texto como tal haya sido escrito EN ESE MOMENTO. Afirmar lo tal sería equivalente a decir que todos los documentos escritos con máquinas Remington construidas en 1940, fueron hechos en 1940. Y eso es obvio que no es exacto.

¿Qué se puede decir sobre el asunto de la paleografía? Se han encontrado documentos entre los Rollos del Mar Muerto donde la paleografía es del siglo V AEC, pero el Carbono 14 ha demostrado que el material es del siglo II AEC. Entonces, es obvio que el documento no pudo haberse escrito en el siglo V AEC, porque faltaban unos 300 años para que naciera la vaca con la cual se hizo el pergamino.

Sucede algo muy sencillo: a veces, los qumranitas tenían la manía de usar un modo de escritura antiguo y en desuso. ¿Por qué? No lo sabemos, pero las pruebas de que tenían esa práctica allí están. Entonces, el hecho de que un documento tenga paleografía del siglo I AEC no significa necesariamente que fue escrito en el siglo I AEC. Sólo significa que el autor hizo uso de ese tipo de escritura.

Lo que pudo suceder es esto: hacia el año 73, en el último suspiro de la resistencia anti-romana, un autor tomó un pergamino que para entonces tenía unos dos siglos de antigüedad, lo raspó para borrar su contenido, y haciendo uso del mismo tipo de letra (la de dos siglos de antigüedad que había borrado), elaboró una serie de correcciones al libro de Daniel y sus oráculos fallidos.

Y es perfectamente lógico que lo haya hecho. Ese autor no podía llegar con sus compañeros simplemente diciendo “oigan, acabo de reescribir las profecías de Daniel…”. En cambio, resultaba más lógico intentar convencerlos de que existía “otra versión” de Daniel en donde los oráculos no se referían a Antíoco IV Epífanes, sino a Vespasiano. Y, por supuesto, los documentos que mostró no podían estar elaborados en papel nuevo con letras actuales. Tenía que ser papel antiguo con letras antiguas.

¿Se trataba de un vulgar fraude, una rudimentaria falsificación? No lo creo. Me atrevo a pensar que ello fue hecho en el marco de una tradición muy arraigada en la apocalíptica judía: reescribir y reescribir siempre los textos.

Seguramente, este autor anónimo sí tuvo a la mano un texto donde había algo muy similar a lo que vino ser su “corrección”. Tal vez lo único que él hizo fue ajustar los detalles para que fuesen claramente relacionables con lo que estaba sucediendo en el marco de la guerra contra Roma.

De uno u otro modo, el resultado fue una nueva interpretación de los “antiguos oráculos” que se preservaban sobre Daniel.

Oráculos que, al final de cuentas, también fallaron. Dos siglos atrás, Antíoco -el gran enemigo del pueblo judío- fue derrotado, pero no vino el “fin de los tiempos”. Al contrario: la guerra reinició, el gran héroe Judas Macabeo murió en batalla, y cuando los judíos lograron derrotar de manera definitiva a los sirios el trono de David no fue restaurado. En su lugar, el poder fue tomado por una familia “ilegítima”: los Hasmoneos.

Pero en esta ocasión ni siquiera se logró algo similar: los judíos fueron aplastados por la maquinaria de guerra romana. Por ello, los posteriores sabios de la era talmúdica desterraron por completo del Judaísmo la especulación apocalíptica, tan irracional como fallida.

Sin embargo, conservaron el libro de Daniel, con todo y sus oráculos fallidos. ¿Por qué? Porque de algún modo intuyeron que sí, que en ese extravagante libro sí está la clave para conocer la ruta de los acontecimientos futuros. Naturalmente, la clave para descifrarlos no está en interpretar o reinterpretar los oráculos que ya fallaron, sino en algo distinto, más sutil.

Y eso lo vamos a empezar a explicar dentro de dos semanas.

Por lo pronto, en la próxima nota analizaremos el otro oráculo enfocado en la guerra contra Roma que nos falta revisar: la fascinante “profecía de las Setenta Semanas”, el pasaje que muchos creen que nos da la pauta para saber cuándo vendrá el Mesías (o, desde la perspectiva cristiana, para saber que ya vino).

El pasaje del libro de Daniel que más ha obsesionado a los lectores durante casi dos mil años es el llamado Oráculo de las Setenta Semanas. La razón es obvio: una lectura rápida nos sugiere poderosamente que allí está indicada la fecha para la llegada del Mesías. En consecuencia, muchas sectas cristianas suelen citarlo como una prueba “contundente e irrefutable” de que Jesús de Nazaret es el Mesías, porque se señala su arribo en una época que sólo coincide con la de Jesús. Se agrega, lógicamente, que “los judíos no lo pueden refutar”.

El pasaje crítico dice esto: “Sabe, pues, y entiende, que desde la salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas; se volverá a edificar la plaza y el muro en tiempos angustiosos. Y después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías, mas no por sí” (Daniel 9:25-26).

Y la interpretación tradicional es esta:

a) La “orden para restaurar y edificar a Jerusalén” fue dada por algún emperador medo-persa a lo largo del siglo V AEC. Generalmente, se asume que se trata del decreto de Artajerjes dado en el año 445 AEC.
b) Las “siete semanas y sesenta y dos semanas” son “semanas de años”, es decir, períodos de siete años. Por lo tanto, equivalen a 483 años en total.
c) Se dice que “después de las sesenta y dos semanas (en realidad, sesenta y nueve, ya que se acumulan las siete semanas mencionadas previamente) se le quitará la vida al Mesías”. Si partimos del siglo V AEC, entonces los 483 años se cumplen justo en el siglo I EC. Por lo tanto, es en esta época que “se le quitó la vida al Mesías”. El único que cumple con esta condición profética es Jesús de Nazaret.

Parece simple, pero no lo es tanto. Vamos a desglosar los elementos relevantes de este oráculo.

Lo primero relevante que hay que señalar es que esta idea de un oráculo organizado en “semanas” no era nueva en ningún sentido. Se trata, simplemente, de la expansión de una idea que evidentemente tuvo bastante arraigo en la tradición apocalíptica. Dicho en otras palabras, intentar dilucidar el futuro de Israel por medio de una organización simbólica del tiempo (“semanas de años”) fue algo que se intentó varias veces, y lo que encontramos en Daniel 9:20-27 es la versión más depurada de dichos intentos.

Por lo menos tenemos identificados dos estadíos previos de esta idea de oráculo basado en “semanas” simbólicas. El primero es el punto de partida: la profecía de los Setenta Años de exilio hecha por Jeremías. De hecho, el capítulo 9 de Daniel comienza con esa referencia: “En el año primero de Darío hijo de Asuero, de la nación de los medos, que vino a ser rey sobre el reino de los caldeos, en el año primero de su reinado, yo Daniel miré atentamente en los libros el número de los años de que habló el Señor al profeta Jeremías, que habían de cumplirse las desolaciones de Jerusalén en setenta años” (versículos 1-2).

Entonces, la idea general es clara (y muy típica en la mentalidad apocalíptica): a partir de una profecía bíblica (los setenta años de exilio predichos por Jeremías), un ángel le ofrece a Daniel una suerte de ampliación del oráculo, y si Jeremías habló de setenta años de exilio, Daniel entonces hablará de setenta semanas de años (490 años). Esta idea tuvo mucho arraigo en las creencias apocalípticas judías: los oráculos de los profetas bíblicos tenían una especia de “segundo nivel de interpretación” que, supuestamente, se relacionaba o se proyectaba hacia los acontecimientos del Fin de los Tiempos. Por eso, Jeremías habla del exilio en Babilonia, pero un ángel le muestra a Daniel otra dimensión de cumpimiento, donde los 70 años pasan a ser 490 (70 veces 7), y la proyección no es a la época del final del exilio, sino a la del Fin de todo lo que conocemos.

En el lapso intermedio entre Jeremías y esta, la versión final de Daniel, hubo por lo menos un claro intento por organizar un oráculo del Fin de los Tiempos en “semanas”. Se trata de lo que hoy se conoce como los capítulos 91 y 93 del Libro de Enok, aunque lo más probable es que originalmente se tratase de un libro autónomo ciertamente atribuido a Enok, pero que los especialistas han llamado El Apocalipsis de las Diez Semanas.

En este texto, la historia de la humanidad de principio a fin (es decir, a lo que se creía que sería el fin) fue organizada en “diez semanas”, aunque en este caso la “semana” no equivale a un período de siete años, sino a un período indefinido de tiempo. En ello se nota una construcción más rudimentaria de la idea, depurada sólo hasta el Libro de Daniel.

Enok, el protagonista, dice que “yo nací en la primera semana, cuando el juicio y la justicia aún duraban”. Entonces, la “primera semana” sería la de la era de los primeros patriarcas. Luego, la “segunda semana” es descrita como una donde habrá “una gran maldad y brotará la mentira; habrá un primer final y entonces se salvará un hombre”. Es evidente que se refiere a la decadencia pre-diluviana, y el “primer final” es el Diluvio, mientras que “el hombre” que se salva es, a todas luces, Noaj (Noé). Sigue el oráculo: “… en la “tercera semana”, en su final, será elegido un hombre como vástago del justo juicio…”. Se refiere al período que culmina con la elección de Abraham. La “cuarta semana” se caracterizará porque “… en su final, tendrán lugar las visiones de los justos y los santos, y se les dará una Ley…”. Es claro que se refiere al período que culmina con Moisés y la recepción de la Torá en Sinai. Para la “quinta semana”, se dice que “al concluir, se alzará eternamente la casa gloriosa y real…”, y se refiere al período que concluye con la construcción del Templo de Salomón. De la “sexta semana” se dice que “todos los que vivan en ella serán ciegos y todos sus corazones caerán en la impiedad, apartándose de la sabiduría. En ella subirá un hombre, y en su final arderá en llamas la casa del reino, y en ella se dispersará todo el linaje de la raíz escogida”. Es evidente la alusión a la corrupción de Israel previa a las invasiones asiria y babilónica, y el “hombre” que subirá es -sin duda- Nabuodonosor, que destruirá al reino de Judá y llevará a los judíos al exilio. En la “séptima semana” no aparecen datos históricos demasiado precisos. Se dice que “surgirá una generación malvada cuyos actos serán muchos, todos ellos malignos. Al concluir serán elegidos los justos escogidos de la planta eterna y justa, los cuales recibirán sabiduría septuplicada sobre toda su creación…”. Si podemos ubicarla cronológicamente, es más bien por lo que se dice de la “octava semana”, en la que “se dará una espada para ejecutar una recta sentencia contra los violentos y en la uqe los pecadores serán entregados en manos de los justos. Al concluir adquirirán casas por su justicia. Se construirá una casa para el Gran Rey para siempre”. La frase final se refiere, seguramente, a la reconstrucción del Templo después el exilio en Babilonia. Por lo tanto, el período correspondiente a la “séptima semana” debe ser el exilio mismo, y los “justos elegidos de la planta eterna” que “recibirán sabiduría septuplicada” debe referirse a ciertos líderes espirituales de la época final del exilio o de inicios de la época de la restauración. Finalmente, el período de la “octava semana” se extendería a lo largo del siglo V AEC, hasta la conclusión de la restauración del Templo.

Las referencias claras y definidas a eventos históricos concluyen aquí. A partir de la “novena semana” lo que se dice es más bien ambiguo, y no refleja eventos ocurridos, sino expectativas que -por cierto- no se cumplieron. Dice el libro que “en la novena semana se revelará el justo juicio a todo el mundo, y todas las acciones de los impíos desaparecerán sobre la tierra, y el mundo será asignado a eterna ruina, pues todos los hombres mirarán hacia caminos de rectitud. Luego, en la décima semana, en la séptima parte, será el gran juicio eterno, en el que tomará D-os venganza de los vigilantes. El primer cielo saldrá, desaparecerá y aparecerá un nuevo cielo, y todas las potestades del cielo brillarán eternamente siete veces más. Después habrá muchas semanas innumerables, eernas, en bondad y justicia, y ya no se mencionará el pecado por toda la eternidad” (las traducciones del texto en griego y en etíope clásico son de Federico Corriente y Antonio Piñero, publicadas en el libro Apócrifos del Antiguo Testamento, volumen IV, páginas 39-157).

El hecho de que las referencias históricas concretas lleguen a la época de la reconstrucción del Segundo Templo, nos sugieren poderosamente que este texto fue elaborado en su versión original (que no se sabe si es la que tenemos) en una época tan antigua como el siglo V AEC.

Puede verse que el oráculo de Daniel 9:20-27 no era un formato literario desconocido para la apocalíptica judía. Incluso, puede decirse que era un intento por “corregir” el oráculo del libro de Enok que, evidentemente, había fallado varios siglos atrás (una situación similar a la que se detecta en las visiones de las “bestias” de Daniel 7 y 8).

Entonces, olvídémonos de que las Setenta Semanas de Daniel sean una “revelación dada por un ángel” para “conocer el futuro”. En realidad, sólo era un tipo de especulación propia del ambiente apocalíptico de la época.

Hay otro problema con la pretensión de que en Daniel 9:25-26 se habla de “la época en la que tenía que llegar el Mesías”. En realidad, allí se habla de DOS MESÍAS. Y aquí el asunto es la traducción de muchas Biblias cristianas, generalmente incorrecta o, por lo menos, ambigua.

La traducción que citamos al inicio de la nota es la de Reina Valera de 1960, y podemos ver que dice al inicio que “desde la salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas”. Y allí se pone un punto y coma para concluir la frase. De ese modo, se crea la idea de que el texto quiere decir que “desde la salida del decreto hasta el Mesías habría sesenta y nueve semanas”, aunque por una absurda e irracional causa, el autor puso “siete semanas y sesenta y dos semanas”.

La realidad es que el texto original en hebreo dice otra cosa: “desde la salida de la orden hasta un Mesías habrá siete semanas y en sesenta y dos semanas se construirá el muro y la plaza…”.

Traduciendo la idea la “semana” como período de siete años, el texto dice que “desde la salida de la orden hasta un Mesías habrá 49 años, y en 434 años se construirá el muro y la plaza…”. Entonces aquí no se está hablando de que “el Mesías” se vaya a manifestar casi cinco siglos después de la orden para restaurar Jerusalén, sino apenas medio siglo después.

Pero luego dice: “y después de las sesenta y dos semanas se le quitará la vida a un Mesías”. Eso sí se refiere a un Mesías al final de los 434 años anunciados previamente. Por lo tanto, es evidente que se habla de DOS MESÍAS, uno que se manifiesta 49 años después de la orden para restaurar Jerusalén, y otro que… ¿muere 434 años después?

No. Allí hay otro error de traducción. El texto hebreo dice que “se cortará a un Mesías”, no que “se le quitará la vida al Mesías”. La frase “mas no por sí” que agrega Reina Valera no existe en el texto hebreo.

Lo primero que llama la atención es que Daniel nunca dice “el Mesías”, sino “un Mesías”. En el texto hebreo en cuestión, en las dos ocasiones la palabra MASHIAJ aparece sin el artículo HA. Para que pudiésemos traducir “el Mesías”, debería decir HAMASHIAJ. Al sólo decir MASHIAJ, se traduce “un Mesías”. Entonces no se está hablando de “el Mesías”, sino de “dos mesías”.

Otro detalle: es tramposo por parte de los traductores de Reina Valera de 1960 poner “el Mesías”. Todas las veces que la palabra MASHIAJ aparece en el texto bíblico, la traducen como “ungido”. Por ejemplo, en Isaías 45:1 se le dice “mesías” a Ciro el Persa, pero los traductores ponen “ungido”. Por coherencia intelectual, aquí tenían que haber puesto lo mismo, porque es exactamente la misma palabra. Sin embargo, hay un evidente intento para convencer al lector de que aquí se habla de “el Mesías” (aunque sólo diga “un ungido”).

Es una idea insustentable en el hebreo original, porque en hebreo no existe una diferencia entre “mesías” y “ungido”. Son una y la misma palabra. Entonces, la traducción correcta en Daniel 9:26 debería ser “desde la salida… hasta un príncipe ungido habrán siete semanas… y después de las sesenta y dos semanas, un ungido será cortado…”.

Y ese es el otro asunto: el texto dice “será cortado”, no “se le quitará la vida”. Ciertamente, la palabra “cortar” se puede entender como “morir”, pero también como “ser despojado”.

En resumen, el pasaje dice lo siguiente: “… desde la salida de la orden para restaurar Jerusalén hasta un príncipe ungido, siete semanas, y en sesenta y dos semanas se reconstruirá el muro y la plaza en tiempos de angustia; después de las sesenta y dos semanas, un ungido será cortado…”.

Siguiente punto: ¿cuándo se dio la orden para restaurar Jerusalén? La idea es que fue en el año 445 AEC, con el llamado “segundo decreto” de Artajerjes I. Pero eso implica un problema: 445 AEC más 483 años (las 69 semanas acumuladas) nos lleva al ño 38 EC, un año en el que Jesús no pudo morir, porque para entonces Pilato tenía dos años de haber sido destituido como Procurador Romano en Judea.

Para resolver el asunto, los cristianos fundamentalistas se han -literalmente- INVENTADO el argumento más estrafalario e irracional: hay que contar en “años bíblicos” de 360 días. Descontando esos 5 días por cada año normal y 6 por cada año bisiesto, llegamos entonces al año 32, no al 38.

Genial, pero resulta que NO EXISTE sustento alguno para hablar de ese tipo de “años bíblicos”. Se conocen diferentes tipos de calendario usados por los judíos de esa época, pero ninguna se asemeja remotamente a eso. El pretexto es que Apocalipsis 11:2 y 13:5 hablan de un período de “1260 días”, y Apocalipsis 11:3 y 12:6 hablan de un período de tres años y medio referido como “tiempo, tiempos y la mitad de un tiempo”. Entonces, se deduce que se está contando en años de 360 días para que tres años y medio equivalgan a 1260 días.

Sí, pero eso es… en Apocalipsis. En Daniel sólo una vez se usa una cifra similar, en 12:11, pero es de 1290 días. Así que es una arbitrariedad aplicar un criterio deducido de un libro en otro libro, basándose en el también arbitrario presupuesto de que “debe hablar de lo mismo”.

El argumento cristiano fundamentalista se derrumba, porque primero apuesta a que “Daniel 9:26 es una profecía que dice con toda precisión la fecha en la que debería morir el Mesías”, pero luego las cuentas no resultan tan precisas, y tienen que recurrir a un concepto -el “año bíblico de 360 días”- completamente arbitrario y sacado de la manga.

¿Cómo debe entenderse, entonces, el oráculo de las Setenta Semanas?

Lo primero que hay que hacer es respetar lo que dice el texto: en resumen, que desde la salida de la orden para retaurar Jerusalén hasta la manifestación de un “príncipe ungido” pasarán 49 años (siete semanas), y que después de otros 434 años (sesenta y dos semanas) otro ungido será “cortado” (muerto o despojado). Y, además, tomar en cuenta lo que sucede con la “semana setenta”, que -como ya vimos en la nota anterior- se refiere a la guerra entre judíos y romanos entre los años 66 al 73 (en este punto, los cristianos fundamentalistas también tienen que recurrir a un argumento sin pies ni cabeza: la “semana setenta” sigue pendiente; es decir, D-os habla en su oráculo de “490 años para que termine todo”, pero entre los años 483 y 484 de la cuenta ya hubo un paréntesis de casi 2 mil años no previsto por la supuesta profecía).

O, dicho en otras palabras, que INMEDIATAMENTE después de que el segundo ungido sea “cortado” (muerto o despojado) comenzaría la guerra entre Judea y Roma.

Empecemos por el inicio: ¿cuándo se emitió el decreto? Aquí el error es suponer que se refiere al segundo decreto de Artajerjes en el año 445 AEC. Para ese momento, Jerusalén ya estaba rehabitada, por lo que Daniel no puede referirse a ese momento. Pero tampoco hay que especular. La respuesta la ofrece el propio texto bíblico que, seguramente, el autor de Daniel 9 conocía a la perfección.

En I Crónicas 36:22-23 y en Esdras 1:1-4 está mencionado el edicto de Ciro para que comenzase la reconstrucción del Templo de Jerusalén, evento con lo que comenzó el repoblamiento de la ciudad. Y se dice claramente que la orden, en realidad, no fue de Ciro: “… para que se cumpliese la palabra del Señor por boca de Jeremías…”.

La orden para restaurar Jerusalén fue dada por D-os mismo, por medio del profeta Jeremías. Entonces, para hacer el cálculo inicial (los 49 años para la manifestación del “príncipe ungido”) hay que ubicar en qué momento fue que Jeremías anunció la restauración de Jerusalén.

Tampoco es difícil: la primera vez que Jeremías habló de ese tema está registrada en el capítulo 33 de su libro, y el propio texto nos da las referencias cronológicas. Jeremías 33:1 dice que el profeta estaba “preso en el patio de la cárcel”, y Jeremías 32:1-2 dice que eso fue cuando los babilonios tenían sitiada a Jerusalén, en el año décimo de Sedequías. II Reyes 25:2 dice que la ciudad estuvo sitiada hasta el onceavo año de Sedequías, y II Crónicas 36:11 dice que su reinado duró, justamente, once años. Entonces, Jeremías estuvo preso en el patio de la cárcel un año antes de la caída de Jerusalén, que aconteció en el año 587 AEC.

Con eso obtenemos la fecha: la orden para restaurar Jerusalén (Jeremías 33) “por boca del profeta Jeremías” se dio en el año 588 AEC. A eso hay que sumarle 49 años para ver si, efectivamente, se manifestó “un príncipe ungido”. El año es el 539 AEC, y sí, el dato es correcto: en ese año, Ciro -llamado “mi ungido” en Isaías 45:1- se convirtió en el soberano de los judios cuando derrotó a los babilonios y vino a ser el emperador en todo Oriente Medio.

Resuelto el primer punto: la “orden para restaurar Jerusalén” se da en el año 588 AEC, y el “príncipe ungido” se manifiesta 49 años después.

Ahora vamos con el otro “ungido”, el que tiene que ser “cortado” al final de la Semana 69. Curiosamente, este caso también es muy fácil de resolver. Si algunos cristianos fundamentalistas se han pasado haciendo cuentas infructuosas o inventando calendarios que nunca existieron, es porque están atorados con el error de que la Semana 70 se quedó en una especie de limbo. En realidad, no es necesario hacer demasiadas cuentas: el final de la Semana 69 está pegado al inicio de la Semana 70 (perspicaz, el muchacho…). Por lo tanto, basta con ubicar la Semana 70 para, automáticamente, ubicar el fin de la Semana 69. Y como ya vimos en la nota anterior, la Semana 70 es la que corresponde a los siete años de guerra entre Roma y los rebeldes judíos, entre los años 66 y 73.

Entonces, la Semana 69 terminó en el año 66. Ese es el año en donde, según este oráculo, “un Mesías será cortado”.

¿Sucedió algo que pueda identificarse como dicho evento? Sí. De hecho, sucedieron dos cosas que pueden aplicarse fácilmente a los dos sentidos posibles de “cortar” (despojar o matar): al inicio de las hostilidades entre judíos y romanos en el año 66, el Sumo Sacerdote (por definición, “un ungido”, porque para acceder al cargo el elegido tenía que ser ungido tal y como lo establece Éxodo 29) Matatías ben Teófilo fue depuesto (despojado) de su cargo para imponer a como nuevo Sumo Sacerdote a Pinjas ben Shmuel, partidario de los rebeldes. Él cumpliría con el anuncio de “un ungido será cortado” si entendemos eso como “despojado”.

Pero también hubo un Sumo Sacerdote fuera de funciones asesinado: Anán II, que fue “ungido” en el año 63, si bien fue depuesto casi de inmediato. Al inicio de las hostilidades, fue cruelmente ejecutado por los rebeldes, debido a su proclividad hacia Roma. En caso de que se quiera entender “un ungido será cortado” como “será muerto”, Anán II cumple los requisitos.

Listo: esos son los dos “ungidos” anunciados por el oráculo de las Setenta Semanas.

Sólo resta un problema por resolver: el asunto de los 490 años. Según Daniel 9:24, es el plazo para “terminar la rebeldía, poner fin al pecado y expiar la iniquidad, para traer la justicia eterna y sellar la visión y la profecía, y ungir al Lugar Santísimo”.

Ya mencionamos un problema con este asunto, propio de la interpretación cristiana fundamentalista: suponer que la cuenta empezó en el año 445 AEC, pero que en el 2015 todavía no terminan “la rebeldía, el pecado o la iniquidad”, ni ha llegado “la justicia eterna”, ni se ha “sellado la visión ni la profecía”, ni se ha ungido el nuevo Lugar Santísimo del Nuevo Templo.

Es decir: Daniel habla de un período de 490 años, pero ya van 2460 y el asunto sigue sin resolverse. Se pueden poner muchos pretextos, pero son sólo eso: pretextos. La cruda realidad es que donde el supuesto profeta habló de 490 años, ya pasaron casi 2500.

Pero mi explicación también presenta un problema similar: si la orden para restaurar Jerusalén la dio Jeremías en el año 588 AEC y la Semana 70 concluyó en el año 73 EC, el período total fue de 650 años. Claro, mi “error” es bastante menos grave que el de los cristianos fundamentalistas, pero sigue pareciendo un error.

Al respecto hay que explicar dos cosas. La primera es que yo no estoy partiendo de la idea de que esto es una “profecía revelada por D-os”. Por el contrario: vengo explicando que el Libro de Daniel es un texto con oráculos fallidos, así que las Setenta Semanas sólo sería otro más. En este contexto, el error en la suma de años sería muy sencillo de explicar: el autor de este anexo al libro de Daniel -ya expliqué mis razones para afirmar que se elaboró en el año 73- no tuvo a la mano la información precisa para poder calcular correctamente el tiempo que separaba el anuncio de Jeremías y la guerra entre judíos y romanos.

Y tengo un buen argumento para demostrar que su percepción del tiempo fallaba: justo en Daniel 9:1, menciona que esta supuesta visión ocurrió en el primer año del rey Darío hijo de Asuero.

Ya había señalado ese error: el Darío “hijo de Asuero” fue Darío II, que reino UN SIGLO DESPUÉS del momento en que, supuestamente, vivió Daniel. Es una pista sugerente de los vacíos de información que tuvo el autor del oráculo de las Setenta Semanas: tenía una confusión entre Darío el Grande (cuyo padre se llamó Histaspes) y Ciro el Grande (recuérdese que en Daniel aparecen invertidos en orden cronológico: primero Darío, luego Ciro, cuando en realidad fue al revés). Este autor creía que Darío habría sido rey de los judíos entre los años 539 y 530 AEC, pero además lo tenía confundido con Darío II, el hijo de Asuero, que reinó entre los años 423 y 404 AEC.

Entonces, el autor del oráculo de las Setenta Semanas está mencionando a un rey cuyo primer año de reinado fue el 423 AEC (Darío II hijo de Asuero), pero confundiéndolo con otro cuyo primer año de reinado fue el 539 AEC. Es decir: este autor se estaba comiendo un poco más de un siglo (116 años, para ser exactos). Entonces, aunque entre “la orden dada por boca del profeta Jeremías” y el fin de la guerra entre Judea y Roma hubo 650 años, la información de nuestro autor tenía un error de 116 años. Si su dato de que Daniel fue contemporáneo de Darío II hubiese sido correcto, entonces la cifra de años se reduciría a 534.

Claro, el habló de 490 años, cuando en sus cálculos lo mejor que podía obtener eran 534. O sea, 44 años de error.

La verdad es que si tomamos en cuenta los recursos con los que contó este autor, un error de 44 años en un período de 534 es sorprendente. Herodoto cometió errores mayores, y era un historiador profesional.

¿Qué es lo que tenemos, en resumen? Que el oráculo de las Setenta Semanas es otro oráculo fallido del libro de Daniel (además de sus errores de cálculo, la predicción de que al final de la Semana 70 vendría el fin de la maldad y la purificación del mundo falló rotundamente). Pero hay más: está claro que este pasaje no sirve para demostrar que “el Mesías ya vino”.

Pero sirve. ¿Para qué? Según la tradición rabínica, junto con todo el libro sirve para conocer el futuro. Entonces ¿son oráculos fallidos o no? ¿Sirven para conocer el futuro o no?

Sí. Las dos cosas. Son completamente fallidas sus predicciones, pero quien entiende el concepto rabínico del tiempo y la Historia, realmente puede descifrar mucho sobre el futuro partiendo del Libro de Daniel. Y eso lo voy a comenzar a explicar en la próxima nota.

En las notas anteriores expusimos los hechos por los cuales el libro de Daniel no debe ser considerado simplemente una colección de oráculos sobre el futuro, en cuyo caso los oráculos no serían sencillos -hasta el momento, todavía NADIE habría logrado descifrarlos correctamente-, pero como concepto general si estarían sometidos a una idea sencilla: son una serie de predicciones sobre lo que va a suceder en algún momento.

Las principales razones para descartar esta idea son tres:

1. Hay una gran cantidad de inexactitudes históricas (como el rol de Belsasar, su parentesco con Nabucodonosor, el orden cronológico en el que gobernaron Ciro el Persa y Darío el Medo, o el error de más de un siglo al ubicar a Darío el hijo de Artajerjes (en realidad, Darío II) como contemporáneo de Daniel). Si el supuesto profeta no puede describir correctamente su presente, es imposible que pueda describir correctamente el futuro.
2. Los oráculos medulares del libro están en los capítulos 8 y 11, y están claramente enfocados en la idea de que terminada la Guerra Macabea, habría de comenzar la Era Mesiánica. Sobra decir que dichos oráculos fallaron.
3. Por esa razón hay oráculos correctivos, que están en los capítulos 2, 7 y 9, y que proponen una nueva interpretación que ubica el inicio de la Era Mesiánica al final de la guerra contra Roma. Dichos oráculos también fallaron.

Por esas razones, Daniel no fue incluido en la sección de Libros Proféticos de la Biblia Hebrea (Tanaj), sino en la de Hagiógrafos o, simplemente, “escritos”. Es decir: los rabinos que aceptaron la inclusión de Daniel en la colección de libros sagrados del Judaísmo sabían que lo que este libro podía enseñarnos NO IBA EN LA DIRECCIÓN DE LOS ORÁCULOS QUE SE CUMPLEN O SE DEBEN CUMPLIR.

El Talmud lo evidencia al preguntarse cuándo habrá de cumplirse lo anunciado por Daniel, a lo que se da una respuesta escueta pero contundente: el tiempo para que todo eso se cumpliera ya pasó. Y, sin embargo, la tradición rabínica insiste: en Daniel está la clave para conocer el futuro y el momento de la llegada del Mesías.

Entonces, ¿es o no un libro de oráculos fallidos? ¿Sirve o no sirve para conocer el futuro?

Aquí el detalle medular es entender el concepto de “historia” que albergaron tanto los fariseos que marcaron las pautas de pensamiento principales de la tradición Rabínica, como los apocalípticos que escribieron el Libro de Daniel y muchos otros similares. Y es que fueron conceptos antagónicos e irreconciliables.

Para la mentalidad apocalíptica -que impregna todo el libro de Daniel- la historia es una sucesión lineal de eventos que ya están predestinados por D-os mismo y, por lo tanto, no pueden alterarse. Una vez que se le revelan al “profeta”, lo único que resta esperar es su cumplimiento. En otras palabras, se acepta que hay un destino irremediable y que nada de lo que hagamos lo puede alterar. D-os ya lo ha escrito en los cielos y su cumplimiento es sólo cuestión de tiempo.

En cambio, para la mentalidad farisea -y luego para la tradición Rabínica- la historia no está escrita y el destino no es definitivo: el ser humano tiene la capacidad de construir su vida y decidir hacia dónde quiere llevarla.

Por ello, en la Biblia Hebrea tal y como la conocemos, la profecía no es un asunto de predicciones u oráculos, sino de exhortaciones al arrepentimiento. Si se anuncian eventos futuros, es en la idea de advertir lo que va a suceder si no se toman las medidas adecuadas, no en la de anticipar un destino inevitable.

Y hay algo más: para el fariseísmo y la tradición Rabínica la historia es un proceso cíclico, y la idea concreta la da la propia Escritura: “¿Qué es lo que fue? Lo mismo que será. ¿Qué es lo que ha sido hecho? Lo mismo que se hará, y nada hay nuevo debajo del sol. ¿Hay algo de que se puede decir: he aquí esto es nuevo? Ya fue en los siglos que nos han precedido” (Eclesiastés 1:9-10)

La idea es clara: la historia se repite, el movimiento del mundo entero nos vuelve a poner exactamente en la misma situación que estuvimos -literalmente- hace siglos. Si a eso le agregamos el sentido de las exhortaciones de los profetas, entonces el mensaje es conciso y directo: en la medida en la que conozcamos qué es lo que ya fue, podemos prever qué es lo que viene por delante y, en la medida en que nuestro compromiso por corregirnos sea completo y consistente, podremos evitar los errores del pasado y construir una nueva realidad, mejorada en todo sentido, para nosotros mismos y para nuestros descendientes.

Esa es la clave en la que se tiene que entender el Libro de Daniel, y justo por ello sus errores no son un estorbo, sino todo lo contrario: son la luz que nos guía a no volver a caminar la senda que YA SE RECORRIÓ, y que en su momento NO FUNCIONÓ.

¿Cuál es esa senda?

En primer lugar y antes que nada, la expectativa irracional de que la purificación del mundo sólo puede venir después de una guerra devastadora. Esa era la idea de los judíos apocalípticos que elaboraron la versión casi definitiva de Daniel durante la Guerra Macabea, idea que se reprodujo íntegramente un poco más de dos siglos después durante la primera revuelta anti-romana.

En ambos casos, las expectativas apocalípticas fallaron.

Entonces, la primera lección es simple: esas ideas no funcionan. No vale la pena invertir ni cerebro ni corazón en ello. De hecho, en la derrota judía ante los romanos la convicción de que esa guerra devastadora era un paso necesario para llegar a la Era Mesiánica no sólo resultó equivocada, sino perniciosa en extremo: Judea quedó devastada, Jerusalén destruida, y el Templo reducido a escombros.

Pero sería muy simplón suponer que se incluyó un libro tan estrambótico como el de Daniel en la Biblia sólo para aleccionarnos sobre lo improductivas y hasta contraproducentes que pueden ser las creencias apocalípticas.

Hay más. Mucho más.

Ya dijimos que la historia es, según lo plantea el Eclesiastés, un proceso cíclico, y el texto dice de manera precisa que cada ciclo dura siglos.

Aquí es donde empiezan a aparecer los detalles interesantes del libro de Daniel: tomando en cuenta que narra la historia de un joven llevado a Babilonia durante el primer exilio -es decir: durante la época de la destrucción del Primer Templo-, pero que por otro lado incluye agregados que se hicieron hacia el año 73 -es decir: durante la época de la destrucción del Segundo Templo-, entonces tenemos claramente fijados los límites del ciclo histórico al que nos confronta el libro de Daniel: desde la destrucción de un Templo hasta la destrucción del otro.

Según la lógica bíblica, todo lo que sucedió en ese ciclo sólo está esperando el momento de repetirse.

¿Realidad o ficción? Veamos.

En un momento de la historia, el pueblo judío se vio enfrentado a una catástrofe sin precedentes: un intento definido por EXTERMINAR al Judaísmo. Fue una idea bien planificada, y en la que un sistema político implacable y que pretendía traer una “nueva era” a la humanidad -pasando por la obligada conquista del mundo-, invirtió una gran cantidad de recursos para borrar al Judaísmo de la faz de la tierra. Muchos, muchísimos judíos murieron, y su patrimonio espiritual, cultural y artístico se vio severamente afectado.

Contra todas las expectativas, el pueblo judío no sólo sobrevivió, sino que se levantó de sus cenizas y se impuso a sus enemigos. Pocos años después de estar sufriendo la peor catástrofe de su historia, se logró lo que casi nadie creía posible: la independencia. La nación judía recuperó su lugar propio y autónomo, si bien tuvo que enfrentarse a una implacable oposición por parte de sus vecinos. En sucesivas guerras, fue derrotándolos al extremo de que pudo ampliar su control territorial, y no sólo se llegó al punto donde el pequeño país judío garantizó su existencia, sino que además se convirtió en la más poderosa potencia militar de la zona, y su ejército se volvió temido y respetado. Se llegó a un esplendor político, militar, económico, social y cultural que, inevitablemente, generó una gran creatividad religiosa que provocó que el Judaísmo empezara a ser admirado por mucha gente en todo el mundo.

Claro, esto no se logró sin ayuda. En todo el proceso hubo un aliado fundamental: una gran nación ubicada en el occidente, recientemente consolidada como la más grande potencia militar del mundo, poseedora además de un admirable sistema republicano que durante los últimos siglos había forjado el mejor ejemplo de democracia. Una potencia que, con todo, tenía también sus lados oscuros: una ambición de dominio, poder y riqueza, y una obsesión incluso insana con los espectáculos. Sin embargo, estos promotores de la democracia moderna estuvieron desde un inicio al lado del pueblo judío, y los enemigos más poderosos que hubieran podido alterar el proceso de independencia de nuestra pequeña nación, se vieron obligados a aplacarse para no entrar en conflicto con un país contra el que no hubieran podido pelear.

Pues bien: no estoy hablando ni del Holocausto, ni de Hitler y los Nazis, ni de la refundación de Israel en 1948, ni de sus victorias sobre los países árabes, ni de la alianza que se tuvo desde ese momento con los Estados Unidos.

Estoy hablando de la Guerra Macabea, de Antíoco IV Epífanes y la Siria Seléucida, la independencia del Reino de Judea bajo el gobierno de Simeón Macabeo, las victorias de los Hasmoneos sobre los reinos vecinos, y la alianza que desde un inicio se tuvo con Roma.

Lo dice el texto bíblico: no hay nada nuevo debajo del sol. Lo que vemos ya ha sucedido en los siglos anteriores.

Llama poderosamente la atención que las circunstancias en las que el Reino Hasmoneo y el moderno Israel se independizaron hayan sido tan similares. Y las semejanzas no se quedan allí: basta con revisar los rasgos fundamentales de los aliados principales -Roma y Estados Unidos- para encontrarnos con un panorma desconcertante, perturbador. Veamos:

1. Roma era una república en el momento en que Judea se independizó, y tenía un enemigo en el Mediterráneo que le competía la supremacía: Cartago. Justo durante el proceso en que el Reino de Judea estaba consolidándose como la mayor potencia regional, Roma derrotó de manera definitiva a los cartagineses y con ello se convirtió en la principal potencia del mundo. Del mismo modo, cuando Israel obtuvo su independencia Estados Unidos todavía tenía una fuerte competencia en Rusia, pero al tiempo que Israel se consolidó como la mayor potencia militar en Medio Oriente, Rusia se desmoronó y Estados Unidos quedó solo como el país más poderoso en todo sentido.
2. Roma era una suerte de cultura “reciclada”: en realidad, la esencia de su cultura venía de Grecia, aunque se había dado una gran transformación en todo sentido. Mientras que los griegos fueron refinados y amantes del arte matemáticamente equilibrado, los romanos se decantaron por el concepto de espectáculo. Donde los griegos hicieron teatro, los romanos hicieron circo. Es exactamente la misma relación de los Estados Unidos con Europa: culturalmente, uno es la continuidad del otro pero transformando el refinamiento artístico en mero espectáculo. Donde los griegos hicieron ópera, los estadounidenses hicieron cine.
3. Judea llevaba ya varias décadas consolidada como nación independiente cuando Roma entró en una fase de inestabilidad que marcó el fin de la era de la República y el nacimiento del Imperio. El deterioro de las instituciones políticas romanas generó que se fueran redefiniendo dinámicas cada vez más autoritarias, que marcaron el nuevo rumbo de esa gran nación. Es exactamente lo mismo que le viene sucediendo a los Estados Unidos de unos años para acá: su modelo político y económico parece haber llegado a un punto donde es obligatoria una gran reestructuración, y los valores democráticos que se habían consolidado ahora están siendo desplazados por prácticas cada vez más autoritarias, corruptas y verticales por parte del gobierno.
4. Pese a que Roma se consolidó como la potencia militar más grande del mundo en la época de la independencia judía, siempre se topó con pared en oriente, ya que nunca pudo conquistar al Imperio Parto. Del mismo modo, el imperialismo económico estadounidense topó con pared también en oriente, al nunca lograr el sometimiento de China, el otro gran imperio económico de nuestros días.
5. Los antiguos romanos de la era imperial estaban verdadaderamente convencidos de que le hacían un favor a otras naciones al conquistarlos: los sacaban del barbarismo, los civilizaban, ponían a su alcance todas las ventajas de la modernidad, y los integraban a la Pax Romana. No es necesario redundar en el punto: es exactamente la idea que han tenido muchos líderes políticos y militares de los Estados Unidos.

¿Qué es lo que tenemos? Que los dos procesos de independencia judía se dieron en contextos históricos, políticos y religiosos muy similares.

Ahora bien: en el panorama del ciclo que comenzó con la destrucción del Primer Templo y culminó con la destrucción del Segundo, la independencia del antiguo Reino de Judea marca el inicio de la etapa final: con ella, se establecieron las diferentes tendencias del Judaísmo clásico (saduceos, fariseos, helenistas y apocalípticos) y se consolidó el poder Hasmoneo, cuyo declive propició el inicio de la dominación romana, lo cual provocó el inicio y desarrollo del nacionalismo radical que, finalmente, devino en los violentos levantamientos armados contra Roma entre los años 66 y 135.


Entonces, dado que estamos hablando de procesos históricos similares, la independencia del actual Estado de Israel debe estar ubicada en un punto similar del actual ciclo.




Cuando lleguemos al tema te doy la respuesta sobre este asunto: aunque es muy obvia la respuesta.

A mi me gustaría saber tu respuesta a la pregunta que planteas: ¿Por qué será?

Amigo, tú no sabes prácticamente nada del judaísmo, crees que es una mera religión...crees que con leer un par de mensajes míos y un par de páginas judías y con tus prejuicios nacidos en el seno de tu religión vas a comprender nuestro pueblo y todo sus componentes. Estás equivocado Beto.

Cordial saludo y bendiciones.

Mi punto es este: ¿en qué se basa la historia (ciencia)? En "historiadores" del pasado. En fuentes como la prisma de Zenaquerib. Así que la cuestión es o creer primero al Tanaj o a una fuente goyim.

Bendiciones.
 
Estimado DKT...
¿Me podría decir que dia salio Israel de Egipto para usted?
¿El 14 de Nisan, el 15 o el 16?
¿Podria también decirme que dia Israel cenaba el cordero pascual?
El 13 de Nisan después de la puesta del sol o sea ya 14 para ustedes...
o...
el 14 de Nisan después de la puesta del sol o sea ya 15.

¿Cenaban el cordero con panes sin levadura e hierbas amargas de noche recién comenzado el 15 y dentro del primer dia festivo de la fiesta de los panes sin levadura?

Gracias por leer y por responder si lo desea.

Cordial saludo Salmo51

Israel salió de Egipto en la noche (madrugada: después de media noche) del día 15 de Nissan.

El korban pésaj se comía el día 15 de Nissan en la noche. Justo después del atardecer del 14 de Nissan. Junto a la matza y las hierbas amargas. Primer día de la festividad.

Un saludo y bendiciones.
 
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Cordial saludo Salmo51

Israel salió de Egipto en la noche (madrugada: después de media noche) del día 15 de Nissan.

El korban pésaj se comía el día 15 de Nissan en la noche. Justo después del atardecer del 14 de Nissan. Junto a la matza y las hierbas amargas. Primer día de la festividad.

Un saludo y bendiciones.
Yo tengo esa idea pero ahora tengo justo un hermano que sostiene que ellos no pudieron quemar lo sobrante del sacrificio en el primer dia festivo de la fiesta de los panes sin levadura.
Sacrificaron los corderos el 14 antes de la puesta del sol y lo cenaron ya comenzado el 15.
Esa misma noche Dios hirió a los primogénitos y Faraón dejó ir al pueblo.
Es mismo dia 15, las huestes de Dios salieron victoriosas bajo su guia y bendita mano.
Supongo que si a alguien le sobró cordero lo habrán quemado fuera de sus casas para no faltar al reposo.
¿Cual es tu opinión?
Gracias siempre por tu excelente disposición.
 
Cordial saludo Salmo51

Israel salió de Egipto en la noche (madrugada: después de media noche) del día 15 de Nissan.

El korban pésaj se comía el día 15 de Nissan en la noche. Justo después del atardecer del 14 de Nissan. Junto a la matza y las hierbas amargas. Primer día de la festividad.

Un saludo y bendiciones.

Hola DKT
El punto es que quiero establecer que la salida de Israel de Egipto en exodo es anterior a la Ley dada por Moises luego

De esta manera el dia 15 no fue sabado anual sino que despues se promulgo el dia 15 como sabado anual tambien se prohibe hacer fuego en esta sabado solemne

En los dias del Mesias no se podia hacer fuego en el sabado de La Pascua o dia 15 por eso es imposible que la cena se haya comido el dia 15 y su sobrante quemado en el fuego

Es e es mi punto y tambien me agradaria leer tu opinion ...no sobre exodo sino del sabado en los dias del Mesias Jesús
 
Yo tengo esa idea pero ahora tengo justo un hermano que sostiene que ellos no pudieron quemar lo sobrante del sacrificio en el primer dia festivo de la fiesta de los panes sin levadura.
Sacrificaron los corderos el 14 antes de la puesta del sol y lo cenaron ya comenzado el 15.
Esa misma noche Dios hirió a los primogénitos y Faraón dejó ir al pueblo.
Es mismo dia 15, las huestes de Dios salieron victoriosas bajo su guia y bendita mano.
Supongo que si a alguien le sobró cordero lo habrán quemado fuera de sus casas para no faltar al reposo.
¿Cual es tu opinión?
Gracias siempre por tu excelente disposición.

El Korban Pesaj (sacrificio del cordero) se hacía en el atardecer (ese lapso de tiempo que deja de ser tarde e inicia la noche: en otras palabras al final del día 14 de Nissan y el inicio del día 15 de Nissan). El cordero se comía esa misma noche del 15 de Nissan, es decir, justo después de finalizar el día 14 de Nissán. Lo que no se alcanzaba a consumir de ese cordero se dejaba en el fuego previamente encendido (desde el día 14 de Nissán), es decir había un fuego encendido desde antes que no iba contra las prohibiciones, porque se encendía justo antes del día de festividad.

Tal cual lo estás resumiendo es correcto (el hecho de la salida de Egipto).

Bendiciones Salmo51.
 
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