Re: El 'fantasma' de la tradición apostólica que la Iglesia católico-romana dice tene
Transcribo a continuación afirmaciones de un apologista católico romano, el Sacerdote Fernando Carballo, en su libro "PROTESTANTISMO Y BIBLIA" de Ediciones Paulinas - Buenos Aires, Abril de 1955 (Imprimi Potest: José Fernández Pbro. - IMPRIMATUR: Antonio Rocca, Obispo Titular de Augusta, Buenos Aires, 26 de Abril de 1955)
" No tenemos ningún reparo en admitir que la Santa Iglesia Católica Apostólica Romana conserva en el acervo de su doctrina algunas verdades que por la sola lectura de la Santa Biblia no consta haber enseñado Cristo; al menos, tal cual como la Iglesia las enseña hoy. Por ejemplo: la doctrina sobre las Indulgencias, el Purgatorio, la Confesión auricular, etc.
O sea: que entre las verdades de fe que ha de creer el buen cristiano (?) hay algunas que no figuran en el Sagrado Texto; si bien pueden verse insinuadas en ciertos pasajes del mismo.
Ante esta situación se formula el lector una doble pregunta: ¿Cuál es la fuente de estas verdades (?), llamémoslas (aunque impropiamente) "extrabíblicas"? Y ¿Es lícito a la Iglesia Católica profesar una creencia que no se halle contenida clara y abiertamente en las Sagradas Escrituras?
A la primera pregunta contestamos: la sagrada Tradición es la fuente de dogmas y verdades de fe que no se encuentran en las Sagradas Escrituras..."
(pág. 58)
http://www.conocereislaverdad.org/ELCanonregladeFe.htm
(No dejeis de visitar esta interesante web)
Y si a eso le sumamos que San Ireneo dijo:
La Tradición apostólica es «pública», no privada o secreta.
Para Ireneo no hay duda alguna de que el contenido de la fe transmitida por la Iglesia es el recibido de los apóstoles y de Jesús, el Hijo de Dios. No hay otra enseñanza. Por tanto, a quien quiere conocer la verdadera doctrina le basta conocer «la Tradición que procede de los apóstoles y la fe anunciada a los hombres»: tradición y fe que «nos han llegado a través de la sucesión de los obispos» («Contra las herejías» 3, 3 , 3-4)
Por eso vuelvo a formular la pregunta de Jetonius:
En el Concilio de Trento (en una declaración reiterada en el Vaticano I, II y el el Nuevo Catecismo) se declara que toda la verdad y disciplina "se contiene en los libros escritos y en tradiciones no escritas que, transmitidas como de mano en mano, han llegado hasta nosotros desde los Apóstoles, quienes las recibieron o bien de labios de Cristo mismo, o bien por inspiración del Espíritu Santo." (Denzinger 783).
Aquí no se está hablando de cualesquiera tradiciones, ni siquiera de lo que puede llamarse tradición eclesiástica, sino de enseñanzas que provienen de los Apóstoles mismos.
Ahora bien, la iglesia universal reconoció hace muchos siglos la extensión y por tanto el contenido de las Escrituras.
Si la Iglesia de Roma afirma haber conservado impoluta las tradiciones que los Apóstoles no escribieron, en tantos siglos cabe pensar que dicha Iglesia debería haber llegado a una clara delimitación de la extensión y el contenido de dicha parte de la Revelación que sostiene tener.
Lo que yo pido es una transcripción autorizada, o siquiera una fuente bibliográfica accesible, donde todas estas tradiciones que la Iglesia de Roma dice tener estén convenientemente compiladas.
Suerte!!!
Transcribo a continuación afirmaciones de un apologista católico romano, el Sacerdote Fernando Carballo, en su libro "PROTESTANTISMO Y BIBLIA" de Ediciones Paulinas - Buenos Aires, Abril de 1955 (Imprimi Potest: José Fernández Pbro. - IMPRIMATUR: Antonio Rocca, Obispo Titular de Augusta, Buenos Aires, 26 de Abril de 1955)
" No tenemos ningún reparo en admitir que la Santa Iglesia Católica Apostólica Romana conserva en el acervo de su doctrina algunas verdades que por la sola lectura de la Santa Biblia no consta haber enseñado Cristo; al menos, tal cual como la Iglesia las enseña hoy. Por ejemplo: la doctrina sobre las Indulgencias, el Purgatorio, la Confesión auricular, etc.
O sea: que entre las verdades de fe que ha de creer el buen cristiano (?) hay algunas que no figuran en el Sagrado Texto; si bien pueden verse insinuadas en ciertos pasajes del mismo.
Ante esta situación se formula el lector una doble pregunta: ¿Cuál es la fuente de estas verdades (?), llamémoslas (aunque impropiamente) "extrabíblicas"? Y ¿Es lícito a la Iglesia Católica profesar una creencia que no se halle contenida clara y abiertamente en las Sagradas Escrituras?
A la primera pregunta contestamos: la sagrada Tradición es la fuente de dogmas y verdades de fe que no se encuentran en las Sagradas Escrituras..."
(pág. 58)
http://www.conocereislaverdad.org/ELCanonregladeFe.htm
(No dejeis de visitar esta interesante web)
Y si a eso le sumamos que San Ireneo dijo:
La Tradición apostólica es «pública», no privada o secreta.
Para Ireneo no hay duda alguna de que el contenido de la fe transmitida por la Iglesia es el recibido de los apóstoles y de Jesús, el Hijo de Dios. No hay otra enseñanza. Por tanto, a quien quiere conocer la verdadera doctrina le basta conocer «la Tradición que procede de los apóstoles y la fe anunciada a los hombres»: tradición y fe que «nos han llegado a través de la sucesión de los obispos» («Contra las herejías» 3, 3 , 3-4)
Por eso vuelvo a formular la pregunta de Jetonius:
En el Concilio de Trento (en una declaración reiterada en el Vaticano I, II y el el Nuevo Catecismo) se declara que toda la verdad y disciplina "se contiene en los libros escritos y en tradiciones no escritas que, transmitidas como de mano en mano, han llegado hasta nosotros desde los Apóstoles, quienes las recibieron o bien de labios de Cristo mismo, o bien por inspiración del Espíritu Santo." (Denzinger 783).
Aquí no se está hablando de cualesquiera tradiciones, ni siquiera de lo que puede llamarse tradición eclesiástica, sino de enseñanzas que provienen de los Apóstoles mismos.
Ahora bien, la iglesia universal reconoció hace muchos siglos la extensión y por tanto el contenido de las Escrituras.
Si la Iglesia de Roma afirma haber conservado impoluta las tradiciones que los Apóstoles no escribieron, en tantos siglos cabe pensar que dicha Iglesia debería haber llegado a una clara delimitación de la extensión y el contenido de dicha parte de la Revelación que sostiene tener.
Lo que yo pido es una transcripción autorizada, o siquiera una fuente bibliográfica accesible, donde todas estas tradiciones que la Iglesia de Roma dice tener estén convenientemente compiladas.
Suerte!!!