Re: Apreciado hermano Dagoberto
Re: Apreciado hermano Dagoberto
Disculpe que le señale esos libros de esta forma, pero me sorprende que usted por defender doctrinas o atacarlas, se olvide de la misma palabra de Dios.
Yo no recibo diezmos de nadie, ni estoy bajo la sombre de nadie que los reciba, para que usted me señale como a favor del diezmo por conveniencia propia. Yo simplemente soy estudioso de la palabra y en ella no encuentro absolutamente ninguna indicación que me diga que en algún momento de la historia bíblica, haya sido eliminado, quitado, abolido, dejado sin efecto, el traer los diezmos a la casa de Dios, que ya todos sabemos que no es el templo de Jeruzalén, ni ninguna sinagoga, sino el lugar que escogio Dios para en este tiempo poner allí su nombre y ese lugar es la Iglesia de Cristo. (1 Tim 3:15)
El diezmo es la mejor enseñanza de Dios para los que logren habitar en armonía entre sus hermanos. Esto lo comprendió muy bien la Iglesia del inicio y no tenían ningún problema en compartir entre ellos lo que cada uno tenía producía o conseguía.
¿Sabes cual era la ordenanza del producto diemado de las cosechas, de los animales, de las ganancias?
"Indefectiblemente diezmarás todo el producto del grano que rindiere tu campo cada año. Y comerás delante de Jehová tu Dios en el lugar que él escogiere para poner allí su nombre, el diezmo de tu grano, de tu vino y de tu aceite, y las primicias de tus manadas y de tus ganados, para que aprendas a temer a Jehová tu Dios todos los días. Y si el camino fuere tan largo que no puedas llevarlo, por estar lejos de ti el lugar que Jehová tu Dios hubiere escogido para poner en él su nombre, cuando Jehová tu Dios te bendijere, entonces lo venderás y guardarás el dinero en tu mano, y vendrás al lugar que Jehová tu Dios escogiere; y darás el dinero por todo lo que deseas, por vacas, por ovejas, por vino, por sidra, o por cualquier cosa que tú deseares; y comerás allí delante de Jehová tu Dios, y te alegrarás tú y tu familia."
El diezmo era del mismo pueblo, era lo que compartían éstos literalmente con aquellos que servían directamente en la casa de Dios. El diezmo era consumido por los mismos miembros de las familias que lo llevaban al templo con los sacerdotes y demás miembros del pueblo que cada día según sus tiempos, llegaban hasta donde Dios había puesto su nombre, o sea hasta el templo.
Esta práctica se había corrompido ya mucho antes de Cristo, como lo menciona Malaquías y el mismo Cristo la señala al llegar al templo y reprender a los cambistas y vendedores, los cuales habían hecho un negocio de comprar las mercancía del diezmo y vender los animales del holocausto, dejando de hacer lo correspondiente, que era compartir con aquello que no tenían, puesto que no todos los Israelitas producían lo suficiente para satisfacer sus necesidades inmediatas, como queda demostrado por la cantidad de pordioseros, enfermos y desvalidos que andaban por las calles en tiempos de Jesús y en otros tiempos señalados en la historia bíblica.
El diezmo obligaba por decirlo así, a que los que tenían, compartieran con los que no tenían:
"Y no desampararás al levita que habitare en tus poblaciones; porque no tiene parte ni heredad contigo. Al fin de cada tres años sacarás todo el diezmo de tus productos de aquel año, y lo guardarás en tus ciudades. Y vendrá el levita, que no tiene parte ni heredad contigo, y el extranjero, el huérfano y la viuda que hubiere en tus poblaciones, y comerán y serán saciados; para que Jehová tu Dios te bendiga en toda obra que tus manos hicieren."
El que en estos momentos la ley del diezmo que está escrita en nuestros corazones, no se esté aplicando como se debiera, es a consecuencia de la dureza del corazón de los creyentes y a doctrinas de hombres que pelean entre sí, mientras miles sufren de hambre, por la tacañes de los que deberían compartir al menos el diezmo de lo que Dios les provee.
La ley de Dios está escrita en los corazones de los hombres, creyentes o no creyentes. Por medio de esta ley escrita en sus corazones serán juzgados por Jesucristo. Cristo no vino a abolir la ley, sino a abolir el sacrificio por el pecado con su propio sacrificio. La ley sigue vigente en todos sus extremos. Sin embargo aunque el diezmar está dentro de los estatutos de la ley, es por mucho una práctica a favor del diezmador o el pueblo de Dios y no una práctica a favor de los sacerdotes o los que velan por el servicio a Dios, pues en el nuevo pacto, todos somos servidores de Dios, todos somos sacerdotes, todos somos casa de Dios y todos somos pueblo, por lo que con más razón deberíamos compartir, comer, disfrutar de los beneficios del diezmo entre nosotros y con los estranjeros, viudas, y huérfanos que haya entre nosotros, para que Dios nos prospere en todo lo que hagamos con nuestras manos.
Dios le bendice!
Greivin.
Re: Apreciado hermano Dagoberto
Estimado Danny...Si usted estudiara la biblia con más atención, o le pusiera más atención a lo que el Espíritu Santo trata de revelar al respecto de la ley que está en nuestros corazones, en lugar de defender o atacar doctrinas, que lo que hacen es agregar más letra a la letra que muchos defienden y que está tan muerta como ellos...Podría usted darse cuenta, que la misma palabra ha desechado las ofrendas,sacrificios y holocaustos por la culpa o el pecado, ya que el sacrificio de Cristo los dejó sin efecto. Esto no es un invento mío está en la palabra. El libro se llama Hebreos y también lo puedes encontrar en otro libro que se llama Romanos.apreciado Greivin!
Primero quisiera preguntarle: usted apoya el argumento de que el diezmo es "antes y despúes de la ley"???? y que el diezmo actual no tiene nada que ver con la ley levitica?
Segundo, usted asegura los cristianos debemos guardar las mismas leyes que el pueblo de Israel...pero me llama la atención es que usted en su propia opinión intenta "desvincularse de los sacrificios y los holocaustos" de la ley para luego decir que si es aceptable lo demás de la ley....que pretende hermano! sembrarnos solo una parte de la ley, tomando parte de lo que le conviene y desechando lo que no le conviene "a titulo personal" y no por que haya sido un mandato de Jesucristo.
Tercero, en muchas oportunidades muchos aqui en el foro llaman "judaizantes" a quienes predican el guardar el sábado, acaso no es lo mismo que están haciendo ustedes los que defienden dar el diezmo!!! acaso no es ustedes judaizando de igual manera! Oh! seguirá usted manteniendo la idea de que el diezmo pertenece al nuevo pacto?
Solo le invito a meditar en lo siguiente: el diezmo solo trae INJUSTICIA sobre la grey de Yahve! donde los pastores se enriquecen y los creyentes se empobrecen! esta es la triste realidad para aquellos que no se han dado cuenta, por eso dice Dios en Ezequiel 34
"Así dice el Señor omnipotente: Yo estoy en contra de mis pastores. Les pediré cuentas de mi rebaño; les quitaré la responsabilidad de apacentar a mis ovejas, y no se apacentarán más a sí mismos. Arrebataré de sus fauces a mis ovejas, para que nos les sirvan de alimento."
Más claro imposible!
bendiciones de Yahve para usted!
Disculpe que le señale esos libros de esta forma, pero me sorprende que usted por defender doctrinas o atacarlas, se olvide de la misma palabra de Dios.
Yo no recibo diezmos de nadie, ni estoy bajo la sombre de nadie que los reciba, para que usted me señale como a favor del diezmo por conveniencia propia. Yo simplemente soy estudioso de la palabra y en ella no encuentro absolutamente ninguna indicación que me diga que en algún momento de la historia bíblica, haya sido eliminado, quitado, abolido, dejado sin efecto, el traer los diezmos a la casa de Dios, que ya todos sabemos que no es el templo de Jeruzalén, ni ninguna sinagoga, sino el lugar que escogio Dios para en este tiempo poner allí su nombre y ese lugar es la Iglesia de Cristo. (1 Tim 3:15)
El diezmo es la mejor enseñanza de Dios para los que logren habitar en armonía entre sus hermanos. Esto lo comprendió muy bien la Iglesia del inicio y no tenían ningún problema en compartir entre ellos lo que cada uno tenía producía o conseguía.
¿Sabes cual era la ordenanza del producto diemado de las cosechas, de los animales, de las ganancias?
"Indefectiblemente diezmarás todo el producto del grano que rindiere tu campo cada año. Y comerás delante de Jehová tu Dios en el lugar que él escogiere para poner allí su nombre, el diezmo de tu grano, de tu vino y de tu aceite, y las primicias de tus manadas y de tus ganados, para que aprendas a temer a Jehová tu Dios todos los días. Y si el camino fuere tan largo que no puedas llevarlo, por estar lejos de ti el lugar que Jehová tu Dios hubiere escogido para poner en él su nombre, cuando Jehová tu Dios te bendijere, entonces lo venderás y guardarás el dinero en tu mano, y vendrás al lugar que Jehová tu Dios escogiere; y darás el dinero por todo lo que deseas, por vacas, por ovejas, por vino, por sidra, o por cualquier cosa que tú deseares; y comerás allí delante de Jehová tu Dios, y te alegrarás tú y tu familia."
El diezmo era del mismo pueblo, era lo que compartían éstos literalmente con aquellos que servían directamente en la casa de Dios. El diezmo era consumido por los mismos miembros de las familias que lo llevaban al templo con los sacerdotes y demás miembros del pueblo que cada día según sus tiempos, llegaban hasta donde Dios había puesto su nombre, o sea hasta el templo.
Esta práctica se había corrompido ya mucho antes de Cristo, como lo menciona Malaquías y el mismo Cristo la señala al llegar al templo y reprender a los cambistas y vendedores, los cuales habían hecho un negocio de comprar las mercancía del diezmo y vender los animales del holocausto, dejando de hacer lo correspondiente, que era compartir con aquello que no tenían, puesto que no todos los Israelitas producían lo suficiente para satisfacer sus necesidades inmediatas, como queda demostrado por la cantidad de pordioseros, enfermos y desvalidos que andaban por las calles en tiempos de Jesús y en otros tiempos señalados en la historia bíblica.
El diezmo obligaba por decirlo así, a que los que tenían, compartieran con los que no tenían:
"Y no desampararás al levita que habitare en tus poblaciones; porque no tiene parte ni heredad contigo. Al fin de cada tres años sacarás todo el diezmo de tus productos de aquel año, y lo guardarás en tus ciudades. Y vendrá el levita, que no tiene parte ni heredad contigo, y el extranjero, el huérfano y la viuda que hubiere en tus poblaciones, y comerán y serán saciados; para que Jehová tu Dios te bendiga en toda obra que tus manos hicieren."
El que en estos momentos la ley del diezmo que está escrita en nuestros corazones, no se esté aplicando como se debiera, es a consecuencia de la dureza del corazón de los creyentes y a doctrinas de hombres que pelean entre sí, mientras miles sufren de hambre, por la tacañes de los que deberían compartir al menos el diezmo de lo que Dios les provee.
La ley de Dios está escrita en los corazones de los hombres, creyentes o no creyentes. Por medio de esta ley escrita en sus corazones serán juzgados por Jesucristo. Cristo no vino a abolir la ley, sino a abolir el sacrificio por el pecado con su propio sacrificio. La ley sigue vigente en todos sus extremos. Sin embargo aunque el diezmar está dentro de los estatutos de la ley, es por mucho una práctica a favor del diezmador o el pueblo de Dios y no una práctica a favor de los sacerdotes o los que velan por el servicio a Dios, pues en el nuevo pacto, todos somos servidores de Dios, todos somos sacerdotes, todos somos casa de Dios y todos somos pueblo, por lo que con más razón deberíamos compartir, comer, disfrutar de los beneficios del diezmo entre nosotros y con los estranjeros, viudas, y huérfanos que haya entre nosotros, para que Dios nos prospere en todo lo que hagamos con nuestras manos.
Dios le bendice!
Greivin.