Re: El Concilio de Constanza y el Mito de la Sucesión Apostólica.
SIGAMOS
LA INSATISFACCIÓN DE LOS TEÓLOGOS
También K. Rahner, poco antes de su muerte , dejaba traslucir su pesimismo: "En nuestros días se levantan muchas en nombre del espíritu del concilio Vaticano II, pero no pocas son falsas o no tienen nada que ver con este espíritu. Personalmente parto del principio de que la fe cristiana de siempre debe seguir siendo proclamada. Pero tengo que añadir que en la iglesia actual reina un conservadurismo excesivo que no está de acuerdo con el espíritu del concilio. A pesar de todas las afirmaciones, el movimiento ecuménico está estancado; la liturgia, en su forma oficial , no es capaz de acoger la expresión de la base, es decir: ena expresión espontánea de la fe personal. El nuevo Derecho Canónico (que me he tomado la molestia de leer detenidamente) asume globalmente el derecho precedente, sin que podamos percibir de él una clara expresión del espíritu conciliar. En él apenas hallamos lugar para el diálogo: Las autoridades eclesiásticas de Roma dan más bien la impresión de favorecer un entorno miedoso a los buenos tiempos pasados, en lugar de tomar clara conciencia de la situación actual del mundo y de la humanidad para poder responder a ella (¡aunque sin conformismos!) con un espíritu evangélico. No fue otra la intención del concilio. En nuestra Europa occidental. la iglesia se apoya con frecuencia en un pietismo reaccionario (ilustrado por casos como el Mons. Lefevbre), mientras que los intelectuales centran su atención en la "explicación racional" y el compromiso político. (Citado en SELECCIONES DE TEOLOGÍA, Barcelona 1986, Nº 97, p 26.)
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De Tobi
Lo que cito K. Rahner, después de 26 años ha dado sus frutos mediante la crisis económica que se inició en el 2011 como consecuencia de la crisis de valores. La ética se ha esfumado ante el principio de "los negocios son los negocios". Cabe observar que los cuatro países donde dicha crisis es más profunda son Irlanda, Portugal,,España e Italia que son de mentalidad católica y se sintieron frustrados por el total fracaso del Vaticano II y se separaron en masa del catolicismo y lo que quedaba de su ética. ¿Que queda de ética en los que presiden sus gobiernos? Nos lo están mostrando día tras día y así nos van las cosas.
SEGUIRA