Re: El Concilio de Constanza y el Mito de la Sucesión Apostólica.
Bueno, yo puedo hablar de lo que he visto. Mi madre llegó a Lourdes con un cáncer terminal de hígado. Hasta ese momento, los últimos años de su vida habían sido un constante dolor debido a una operación fallida de prótesis de cadera que le afectó al nervio ciático. Llegó a estar incluso en la unidad del dolor de la Clínica Puerta del Hierro de Madrid, donde le implantaron una bomba de morfina que finalmente le tuvieron que quitar porque era peor el remedio que la enfermedad.
Pues bien, desde que fuimos a Lourdes hasta que se murió, casi tres meses después, no volvió a tener un solo dolor agudo. Eso no será un milagro que aparezca en ninguna lista, pero para mí lo fue. Y como el de mi madre, hay miles, que no alcanzan la categoría de milagro ratificado por la ciencia pero son verdaderos milagros. Una de las escenas que más impresiona de la gruta donde se apareció María es la cantidad de muletas que hay colgadas de una cuerda metálica. Son de personas que llegaron allá impedidas y que salieron por su propio pie. Eso por no hablar del mayor de todos los milagros: el que se produce en el corazón.
Por otra parte, no conozco a un solo cristiano que no ore a Dios para que sane a los que están enfermos. Y sana sólo a unos pocos. ¿Significa eso que Dios no es todopoderoso para sanar a todos?
No, simplemente significa que a veces Dios permite que suframos enfermedades graves por motivos que sólo Él conoce.
Bueno, yo puedo hablar de lo que he visto. Mi madre llegó a Lourdes con un cáncer terminal de hígado. Hasta ese momento, los últimos años de su vida habían sido un constante dolor debido a una operación fallida de prótesis de cadera que le afectó al nervio ciático. Llegó a estar incluso en la unidad del dolor de la Clínica Puerta del Hierro de Madrid, donde le implantaron una bomba de morfina que finalmente le tuvieron que quitar porque era peor el remedio que la enfermedad.
Pues bien, desde que fuimos a Lourdes hasta que se murió, casi tres meses después, no volvió a tener un solo dolor agudo. Eso no será un milagro que aparezca en ninguna lista, pero para mí lo fue. Y como el de mi madre, hay miles, que no alcanzan la categoría de milagro ratificado por la ciencia pero son verdaderos milagros. Una de las escenas que más impresiona de la gruta donde se apareció María es la cantidad de muletas que hay colgadas de una cuerda metálica. Son de personas que llegaron allá impedidas y que salieron por su propio pie. Eso por no hablar del mayor de todos los milagros: el que se produce en el corazón.
Por otra parte, no conozco a un solo cristiano que no ore a Dios para que sane a los que están enfermos. Y sana sólo a unos pocos. ¿Significa eso que Dios no es todopoderoso para sanar a todos?
No, simplemente significa que a veces Dios permite que suframos enfermedades graves por motivos que sólo Él conoce.