El Concilio de Constanza y el Mito de la Sucesión Apostólica.

Re: El Concilio de Constanza y el Mito de la Sucesión Apostólica.

De alguna manera califica de cobardes a sus hermanos de la ortodoxia, y el problema no es de ellos, es de vos, pues ellos no niegan que Roma siempre tuvo un primado, solo que de honor, el que correspondía a la capital del Imperio, por numero de diocesis a su cargo y por relevancia politica y punto pelota.

Por lo menos hemos conseguido que se le bajen los humos y que escriba con el higado, que es lo que verdaderamente emana de su negro corazón, se puede entender que odie a los protestantes, pero a sus hermanos de Oriente con los cuales comparte comunión, revela que su cinismo, usted no engaña a nadie y menos al Señor.

¿Donde queda esa apologética católica respetuosa que llama a la caridad cristiana?

Es usted un farsante y un hipócrita, no le estoy descalificando, le digo simple y llanamente la verdad.

Dios le reprenda.

Con todo respeto, mis hermanos en la ortodoxia no son cismaticos que no reconocen la Suprema Autoridad del Papa. El problema es que ellos deben aceptar que ya antes reconocian la Suprema Autoridad del Papa:

"Porque parecerá muy bueno y muy conveniente que de cualesquiera provincias acudan los sacerdotes a su cabeza, es decir, a la sede de Pedro Apóstol"

Quod Semper, Concilio de Sardica año 344


"Al buscar las cosas de Dios... guardando los ejemplos de la antigua tradición... habéis fortalecido de modo verdadero... el vigor de vuestra religión, pues aprobasteis que debía el asunto remitirse a nuestro juicio, sabiendo qué es lo que se debe a la Sede Apostólica, como quiera que cuantos en este lugar estamos puestos, deseamos seguir al Apóstol de quien procede el episcopado mismo y toda la autoridad de este nombre. Siguiéndole a él, sabemos lo mismo condenar lo malo que aprobar lo laudable"
Requirendis Carta a los Obispos año 417
"Aun cuando la tradición de los Padres ha concedido tanta autoridad a la Sede Apostólica que nadie se atrevió a discutir su juicio y sí lo observó siempre por medio de los cánones y reglas, y la disciplina eclesiástica que aun vige ha tributado en sus leyes al nombre de Pedro, del que ella misma también desciende, la reverencia que le debe ;... así pues, siendo Pedro cabeza de tan grande autoridad v habiéndolo confirmado la adhesión de todos los mayores que la han seguido, de modo que la Iglesia romana está confirmada tanto por leyes humanas como divina"
Concilio de Cartago año 418

"Can. XXI. Creyendo que la palabra que Cristo dijo a sus santos Apóstoles y discípulos: El que a vosotros recibe, a mi me recibe [Mt. 10, ~0], y el que a vosotros desprecia, a mí me desprecia [Lc. 10, 16], fue también dicha para aquellos que, después de ellos y según ellos, han sido hechos sumos Pontífices y principes de los pastores en la Iglesia Católica, definimos que ninguno absolutamente de los poderosos del mundo intente deshonrar o remover de su propia sede a ninguno de los que presiden las sedes patriarcales, sino que los juzgue dignos de toda reverencia y honor; y principalmente al santísimo Papa de la antigua Roma, luego al patriarca de Constantinopla, luego a los de Alejandría, Antioquía y Jerusalén; mas que ningún otro, cualquiera que fuere, compile ni componga tratados contra el santísimo Papa de la antigua Roma, con ocasión de ciertas acusaciones con que se le difama, como recientemente ha hecho Focio y antes Dióscoro"
Concilio de Constantinopla IV año 691 DC.

Supremacia Papal total y absoluta reconocida por los Ortoxodos. Si usted niega esto, entonces usted es un farsante y mentiroso y no lo digo como insulto, sino que es la verdad.

Pax.
 
Re: El Concilio de Constanza y el Mito de la Sucesión Apostólica.

Los cristianos tenemos la Potestad de juzgar pero sin embargo tenemos jerarquias que obedecer.

Biblicamente hay diáconos y obispos, ministerios que ejercen autoridad, pero tienen un rango de acción para ello.

Fíjate lo que Jesús le dice a Pedro solamente; le dice que pastoree a sus otros discípulos:

Juan 21:15-18
Después de haber comido, dice Jesús a Simón Pedro: "Simón de Juan, ¿me amas más que éstos [otros discípulos]?" Le dice él: "Sí, Señor, tú sabes que te quiero." Le dice Jesús: "Apacienta mis corderos."
Vuelve a decirle por segunda vez: "Simón de Juan, ¿me amas?" Le dice él: "Sí, Señor, tú sabes que te quiero." Le dice Jesús: "Apacienta mis ovejas."
Le dice por tercera vez: "Simón de Juan, ¿me quieres?" Se entristeció Pedro de que le preguntase por tercera vez: "¿Me quieres?" y le dijo: "Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero." Le dice Jesús: "Apacienta mis ovejas.
"En verdad, en verdad te digo: cuando eras joven, tú mismo te ceñías, e ibas adonde querías; pero cuando llegues a viejo, extenderás tus manos y otro te ceñirá y te llevará adonde tú no quieras."

Pedro el Pastor de los discípulos de Jesús.

Por cierto el lugar donde Pedro no quería ir es a Roma.


Permitame decirle, que ni en este pasaje, ni en ninguno otro de la Biblia, existe prueba alguna de que se quisiese conceder la primacía á Pedro, los llamados del Señor en su Palabra son muchisimo mas claros y contundentes, compare usted el ministerio que lel catolicismo le da a Pedro, con el ministerio que Dios le dió a Pablo, Moises, Josue, etc. llamados claros y que no generan ninguna duda, ni error, ni confusión.

Está usted en su derecho de seguir a un hombre, yo en cambio seguiré al Señor.

Él le bendiga.
 
Re: El Concilio de Constanza y el Mito de la Sucesión Apostólica.

PD: lo de hereje no es con Chrimar, que fue un forista respetado,fallecido hace un par de años.
 
Re: El Concilio de Constanza y el Mito de la Sucesión Apostólica.

PD: lo de hereje no es con Chrimar, que fue un forista respetado,fallecido hace un par de años.

Un poco más, pero no es lo que preguntaste:
¿A ver que dijo Agustin?

Mira déjate de tratar de aportillar este epígrafe y si no aportas nada, ni contestas los mensajes, por favor mejor cállate. Gracias

Edil
 
Re: El Concilio de Constanza y el Mito de la Sucesión Apostólica.

Permitame decirle, que ni en este pasaje, ni en ninguno otro de la Biblia, existe prueba alguna de que se quisiese conceder la primacía á Pedro, los llamados del Señor en su Palabra son muchisimo mas claros y contundentes, compare usted el ministerio que lel catolicismo le da a Pedro, con el ministerio que Dios le dió a Pablo, Moises, Josue, etc. llamados claros y que no generan ninguna duda, ni error, ni confusión.

Está usted en su derecho de seguir a un hombre, yo en cambio seguiré al Señor.

Él le bendiga.

Remo! Hasta hace poco la misma Enciclopedia Católica aceptaba las falsificaciones y las interpolaciones de Roma. Este pobre hombre, trae sus copiar y pegar, sin siquiera dar sus fuentes de información, por algo será. Saludos

Edil
 
Re: El Concilio de Constanza y el Mito de la Sucesión Apostólica.

Un poso de historia:

"Poco después, a mediados del siglo IX, apareció una composición llamada decretales isidorianas, las cuales cambiaron para siempre la constitución y el gobierno de la Iglesia. Como Johann Joseph Ignaz von Döllinger (historiador del siglo XIX católico) dice en “El papa y el concilio” (anterior al Vaticano I) “sería difícil hallar en toda la historia otra falsificación que haya obtenido tanto éxito a pesar de su tosquedad evidente”. Fue desenmascarada esta falsificación en el siglo XV (seis siglos después de su composición), pero, pese a ello, los frutos de las falsificaciones no se purgaron, sino que se mantuvieron como si no se hubiera descubierto la farsa.

Döllinger lo explica así: <o:p></o:p>

Cita:<o:p></o:p>
El propósito inmediato del recopilador de esta falsificación fue proteger a los obispos contra sus metropolitanos y otras autoridades, para asegurarles impunidad absoluta y la exclusión de toda influencia del poder secular. Este fin iba a ser conseguido mediante un aumento tal del poder papal que, a medida que estos principios penetraban gradualmente en la Iglesia, y eran seguidos con todas sus consecuencias, ésta asumió necesariamente la forma de una monarquía absoluta sujeta al poder arbitrario de un solo individuo y así se colocaba el fundamento del edificio de la infalibilidad papal; primero, por el principio de que los decretos de cada Concilio requieren la confirmación papal; segundo, por la afirmación de que la plenitud del poder, incluso en materias de fe, reside en el Papa sólo, quien es obispo de la Iglesia universal, mientras que los demás obispos son sus siervos.

Von Döllinger, El Papa y el Concilio, Capítulo III, Sección VII. <o:p></o:p>


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Así, coherentemente se derivó en la teoría de la infalibildad pontificia; ya que, según las decretales Félix I dijo que “La iglesia romana permanece hasta el fin libre de la mancilla de la herejía” (op.cit.)

Döllinger apunta:<o:p></o:p>
Cita:<o:p></o:p>
Todos los estudiantes eruditos de la antigüedad eclesiástica y de las leyes canónicas, hombres como De Marca, Baluze, Coustant, Berardi, Zallwein, etc, estaban de acuerdo en reconocer que el cambio introducido por las seudo-isidorianas fue sustancial y desplazó el antiguo sistema del gobierno de la Iglesia para traer uno de nuevo en su lugar. <o:p></o:p>

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Nicolás I (858-867) convirtió el canon 17 de Calcedonia, que prohibía la apelación a Roma mediante la tergiversación del mismo en un canon que dijese que “todo el clero de Oriente y Occidente tenía derecho a apelar a Roma, haciendo al Papa juez supremo de todos los obispos y clero de todo el mundo (op. Cit) ”

Apunta Döllinger:<o:p></o:p>

Cita:<o:p></o:p>
Nicolás dijo que el singular debía entenderse como el plural «dioceseon», y que el «primate» significaba el Papa; algo que en Constantinopla apenas consideraron digno de una respuesta.

Op. Cit., Nota VI <o:p></o:p>


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Sobre este tema escribió al Emperador Carlomagno y a todos los obispos francos. Poco tiempo después, cuando los obispos francos aceptaron los documentos falsos Nicolás dijo que la iglesia romana “había preservado todos esos documentos durante mucho tiempo, y con gran honor, en sus archivos, afirmando además que cada escrito de un Papa, incluso si no formaba parte de la colección Dionisiana de cánones, obligaba a toda la Iglesia” (Op. Cit.). En consecuencia, en un sínodo en Roma en el 863 se anatematizó a todos los que rechazaran recibir la enseñanda de un Papa. Nicolás, apoyándose en la falsificación, concluyó que los decretos de los concilios dependían del visto bueno del papa, algo que a ojos de los orientales no era más que una fantasía.

Poco a poco se fue formando un sistema de leyes de la Iglesia, sobretodo por parte de Anselmo de Lucca, sobrino del Papa Alejandro II, entre los años 1080 y 1086. Nuevas falsificaciones e interpolaciones iban surgiendo para legitimar la nueva constitución monárquica de la Iglesia, con el cardenal Deusdedit."

Continúa...
 
Re: El Concilio de Constanza y el Mito de la Sucesión Apostólica.

Fe de errata:

donde dice poso de historia, debe decir poco de historia. Vale
 
Re: El Concilio de Constanza y el Mito de la Sucesión Apostólica.

Continuación:

Todo esto culminó en el Dictatus Papae de Gregorio VII que, entre otras proposiciones:<o:p></o:p>
Cita:<o:p></o:p>
1. Que la Iglesia Romana ha sido fundada solamente por Dios.
2. Que solamente el Pontífice Romano es llamado "universal" con pleno derecho.
3. Que él solo puede deponer y restablecer a los obispos.
[..]

9. Que todos los príncipes deben besar los pies solamente al Papa.
10. Que su nombre debe ser recitado en la iglesia.
11. Que su título es único en el mundo.
[..]

19. Que nadie lo puede juzgar.
20. Que nadie ose condenar a quien apele a la Santa Sede.
21. Que las causas de mayor importancia, de cualquier iglesia, deben ser sometidas a su juicio.
22. Que la Iglesia Romana no ha errado y no errará jamás, y esto, de acuerdo al testimonio de las Sagradas Escrituras.
23. Que el Pontífice Romano, si ha sido ordenado luego de una elección canónica, está indudablemente santificado por los méritos del bienaventurado Pedro nos lo testimonia san Ennodio, obispo de Pavía, con el consentimiento de muchos Santos Padres, como se encuentra escrito en los decretos del bienaventurado papa Símaco.
24. Que bajo su orden y con su permiso es lícito a los súbditos hacer acusaciones.
25. Que puede deponer y restablecer a los obispos aún fuera de una reunión sinodal.
26. Que no debe ser considerado católico quien no está de acuerdo con la Iglesia Romana.
Los Dictatus Papae, Departamento de Historia de la Iglesia de la Pontificia Universidad Católica Argentina:
http://webs.advance.com.ar/pfernando...tus_Papae.html <o:p></o:p>

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Según Döllinger (op.cit.) la obra maestra de Gregorio es su carta al obispo Hermann de Metz, que intenta cuán bien fundamentado está el dominio del papa sobre los emperadores y reyes y su derecho a deponerlos en caso de necesidad. <o:p></o:p>
Cita:<o:p></o:p>
Enseñó con esto a sus adherentes, cómo manipular los hechos y los textos, torciendo un pasaje de una carta del Papa Gelasio al Emperador Anastasio, tan hábilmente, por medio de omisiones y colocación arbitraria, que le hizo decir a Gelasio justamente lo contrario de lo que realmente dijo, es decir: que los reyes están absoluta y universalmente sometidos al Papa, cuando en realidad lo que dijo fue que los gobernantes de la Iglesia están siempre sujetos a las leyes de los Emperadores, desechando solamente la interferencia del poder secular en cuestiones de fe y sacramentos

Op.
Cit. <o:p></o:p>

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Siguiendo con las falsificaciones, afirma que:<o:p></o:p>
Cita:<o:p></o:p>
De qué manera una falsificación dada era a su vez falsificada de nuevo para servir a los intereses del nuevo sistema, acentuando la causa del despotismo eclesiástico, puede verse en el canon once de «Causa 25, Q. 1» en Graciano. El Concilio de Toledo del año 646 había excomulgado a los sacerdotes españoles que tomaron parte en la rebelión contra el rey, e incluía al mismo rey en el anatema si violaba esta censura («hujus canonis Censuram»). Doscientos años después el seudo Isidoro arregló de esta manera la censura: El anatema se aplicaba a todos los reyes que violasen cualquier canon bajo censura o permitían violarlo a otros; y estas palabras las puso en boca del Papa Adriano. En los nuevos libros de texto recopilados por Anselmo, Deusdedit y Gregorio de Pavía, los (pretendidos) decretos de los Papas fueron puestos en lugar de los cánones de los Concilios, y esto suministró precisamente lo que se deseaba: un sistema de ley de la antigua Iglesia para justificar los procedimientos de Gregorio VII y Urbano II, en contra de los príncipes de su tiempo. Y un Papa nunca dejaría de tener algún pretexto para amenazar con la excomunión y con todas sus consecuencias.

Op. Cit. <o:p></o:p>


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El pseudo-Isidoro escribió que el papa Julio (siglo IV) dijo a los obispos orientales que: “La Iglesia de Roma, por un privilegio singular, tiene el derecho de abrir y cerrar las puertas del cielo a quien lo desee”, este pasaje “fue convertido en un decreto especial o capítulo en los nuevos códigos” (Op. Cit.)

La fórmula bíblica de “atar y desatar” se había convertido en “un tesoro de cámara, de derechos y pretensiones” (Von Döllinger, op.
Cit). <o:p></o:p>
Cita:<o:p></o:p>
Si Gregorio, que fue notoriamente el primero en lanzarse a la empresa de destronar reyes, quería deponer al Emperador germano, decía: «A mí es dado poder de atar y desatar en la tierra y en el cielo». ¿Tenían que ser liberados los súbditos de sus votos de fidelidad?, lo hacía en virtud de su poder de desatar. ¿Quería disponer de las propiedades de otros pueblos?, declaraba, como lo hizo en el Sínodo romano de 1080: «Deseamos mostrar al mundo que podemos dar o quitar, a nuestra voluntad, reinos, ducados, condados, en una palabra, las posesiones de todos los hombres; porque podemos atar y desatar». De la misma manera, un dicho atribuido a Constantino en el Concilio de Nicea, conservado en una leyenda recopilada por Rufino, fue ampliado hasta que fue moldeado en una perfecta mina de pretensiones elevadísimas. De acuerdo con esta fábula, Constantino quemó las acusaciones que los obispos tenían unos contra otros y que le habían sido sometidas a su consideración, diciendo en alusión a un versículo del Salterio, que los obispos eran dioses, y ningún hombre podía atreverse a juzgarles. Nicolás I citó esto al Emperador Miguel. Anselmo adaptó la historia en su colección, que Graciano siguió y Gregorio mismo encontró como clara evidencia de que el Papa, el obispo de los obispos, estaba colocado en una majestad inalcanzable sobre todos los monarcas de la tierra. Por cuanto, este pasaje en Anselmo y Graciano se refiere al Papa y no a los obispos, como aquel a quien Constantino llamó dios, de este modo se ha entendido y explicado desde entonces. <o:p></o:p>

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Incluso se falsificaron textos de Padres de la Iglesia. A San Agustín se le hizo decir que “Pertenecen a los escritos canónicos aquellas epístolas que la Santa Sede ha emitido” de modo que “así pasó a los teólogos y canonistas medievales, quienes generalmente derivaban todo su Conocimiento de los Padres de pasajes coleccionados por Pedro Lombardo y Graciano, de modo que creían realmente que Sea Agustín había colocado las cartas decretales de los Papas en igualdad con la Escritura” (Op. Cit.). En el siglo XV, cardenales como Torquemada y Cayetano se fiaron de este supuesto testimonio de Agustín para decir que todas las afirmaciones papales estaban exentas de error, como las Epístolas apostólicas.

Un teólogo latino, dominico seguramente que había vivido entre los griegos compuso falsos pasajes de Concilios y Padres griegos (Crisóstomo, los dos Cirilos). En 1261 se presentó este documento a Urbano IV quien los citó en su carta al Emperador Miguel Paleólogo. Quería probar mediante ellos que “el trono Apostólico” es la única autoridad en materia de doctrinas. Urbano envió el documento a Santo Tomás de Aquino, el cual lo insertó y citó en su obra contra los griegos:<o:p></o:p>

Cita:<o:p></o:p>
Santo Tomás, que no sabia el griego, y, educado en el sistema gregoriano, derivaba todo su conocimiento de la antigüedad eclesiástica de Graciano, se encontró de pronto en posesión de este «tesoro» de testimonios de gran peso de los primeros siglos, que no dejaron ninguna duda en su mente de que 105 grandes concilios, y los más influyentes obispos y teólogos de los siglos cuarto y quinto habían reconocido en el Papa al infalible monarca que gobernó a toda la Iglesia con poder absoluto. Por consiguiente hizo lo que los escolásticos no habían hecho nunca antes, introdujo la doctrina del Papa y de su infalibilidad, tal como la encontró en esos espurios pasajes, y a menudo con sus mismas palabras, en el sistema de la «Shola»: un paso cuya gravedad y resultados son incalculables.
(Op. Cit) <o:p></o:p>


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Asimismo, el historiador resume las conclusiones de Tomás respecto a todas las cartas que él creía ciertas y que eran espurias:<o:p></o:p>

Cita:<o:p></o:p>
Cristo ha conferido a Pedro toda su plena autoridad, y así es el Papa solamente el que manda, ata y desata. Todos estamos bajo él como si fuera Cristo mismo, y lo que decreta debe ser obedecido. Porque «Cristo esta plena y completamente con cada Papa en sacramento y autoridad». La Sede Apostólica, gobierna, permaneciendo inalterable siempre en la fe de Pedro, mientras que otras Iglesias están deformadas por el error, y así la Iglesia Romana es el sol del cual todas reciben su luz. Un Concilio deriva toda su plena autoridad del Papa; él tiene el derecho de establecer una nueva confesión de fe, y todo aquel que rechaza su autoridad es hereje, porque pertenece al Papa solamente el decidir en cada cuestión doctrinal. <o:p></o:p>

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La independencia de la iglesia española fue total durante el primer milenio, los obispos apelaban preferentemente a Cipriano de Cartago y a Ambrosio de Milán, y en muy pocas ocasiones lo hicieron al obispo de Roma (Catolicismo Romano, José Grau)

Este historiador nos comenta al respecto que:<o:p></o:p>

Cita:<o:p></o:p>
Apenas clausurado el XIII concilio toledano, llegaron a España varías cartas del papa León II, solicitando la adhesión de la Iglesia española a los decretos del Sexto concilio ecuménico celebrado en Constantinopla. El obispo romano, como patriarca de Occidente, cumplía su deber de comunicar a todas las iglesias de dicha área las decisiones del concilio ecuménico. Julián el primado de España, envió a Roma un tratado teológico sobre la cuestión al cual dio el nombre de «Apologeticum fide» al mismo tiempo que enviaba copias de los decretos de Constantinopla a los cinco metropolitanos españoles para su estudio y consideración. Al año siguiente, 884, se reunía el concilio XIV de Toledo, presidido por Julián y al que asistieron cinco metropolitanos. El concilio aceptó los decretos de Constantinopla como ortodoxos y ordenó que fueran añadidos al «Codex Canonum» de la Iglesia española, inmediatamente después de los decretos de Nicea, Constantinopla I, Efeso y Calcedonia. Pero, al parecer, los obispos españoles no tenían bastante con las resoluciones del concilio ecuménico y quisieron estudiar por su cuenta, y con cierta mayor amplitud, la doctrina de las dos voluntades en Cristo. Estos estudios Se resumieron en cuatro cánones redactados por Julián. Por cierto que el último canon coloca el «Apologeticum» del obispo de Toledo al mismo nivel que los demás decretos canónicos, y la Iglesia española decide tenerlo en el mismo respeto y obediencia. En todo esto se pone de manifiesto la libertad de movimientos que tenía la Iglesia de España en el siglo VII. No era suficiente que un concilio ecuménico hubiera decidido sobre alguna cuestión y que luego ésta fuera respaldada por el papa de Roma, para que los eclesiásticos españoles la aceptaran sin mas ni más. Precisamente, el titulo de ecuménico le venía a un concilio cuando todas las Iglesias aceptaban libre y unánimemente sus resoluciones. Esto es lo que hicieron los prelados españoles con el VI ecuménico de Constantinopla como siglos antes habían hecho con los demás. Sin embargo, se permitieron ahondar más en el estudio teológico. Nadie les impedía hacerlo.

NOTAS:
Las cartas fueron en número de cuatro: 1) a los obispos, españoles, 2) a Quiricus (obispo de Toledo que ya había muerto), 3) al conde Simplicius y 4) al rey Ervigio. La primera carta informa con detalle que Teodoro, Ciro, Sergio y el papa Honorio han sido «condenado» como traidores a la pureza de la tradición apostólica, habiendo ido a la condenación eterna como castigo»: la última carta también declara que el papa Honorio ha sido «condenado por el venerable concilio ecuménicos y. por consiguiente, «expulsado» de la comunión de la Iglesia Católicas. La Iglesia de España no muestra ninguna sorpresa al enterarse, por un documento oficial del papa León II, que otro papa, predecesor, ha sido excomulgado por hereje por un concilio ecuménico. Tampoco se extraña de que León apruebe dicha excomunión. Y es que en realidad no podía sorprender a nadie: la teoría de la infalibilidad papal no existía todavía. <o:p></o:p>


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Los cánones redactados por Julián no gustaron especialmente al obispo de Roma. Benedicto II (siglo VII) se atrevió, dos años después, a hacer objeciones a los mismos.

Grau explica la reacción en España:<o:p></o:p>
Cita:<o:p></o:p>
La réplica de Julián fue tajante. Escribió a Roma manteniendo la ortodoxia de sus escritos y rechazando los reparos de Benedicto a dos de los cánones del concilio toledano. Al parecer no recibió respuesta satisfactoria del papa. Pero Julián no se sentía inferior teólogo (ni inferior prelado) al patriarca de Occidente. La cuestión fue presentada al XV concilio de Toledo reunido el año 688. El concilio representaba a toda la Iglesia española: 76 obispos, 8 abades y gran número de nobles asistieron al mismo. Como un solo hombre respaldaron a su Primado y declararon claramente la ortodoxia de sus escritos, sus afirmaciones cuya autoridad colocaron al lado de los primitivos Padres

Op. Cit., La Antigua Iglesia Española, José Grau <o:p></o:p>


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Bibliografía: El Papa y el Concilio, Ignaz Von Döllinger
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Re: El Concilio de Constanza y el Mito de la Sucesión Apostólica.

Con todo respeto, mis hermanos en la ortodoxia no son cismaticos que no reconocen la Suprema Autoridad del Papa. El problema es que ellos deben aceptar que ya antes reconocian la Suprema Autoridad del Papa:

"Porque parecerá muy bueno y muy conveniente que de cualesquiera provincias acudan los sacerdotes a su cabeza, es decir, a la sede de Pedro Apóstol"

Quod Semper, Concilio de Sardica año 344


"Al buscar las cosas de Dios... guardando los ejemplos de la antigua tradición... habéis fortalecido de modo verdadero... el vigor de vuestra religión, pues aprobasteis que debía el asunto remitirse a nuestro juicio, sabiendo qué es lo que se debe a la Sede Apostólica, como quiera que cuantos en este lugar estamos puestos, deseamos seguir al Apóstol de quien procede el episcopado mismo y toda la autoridad de este nombre. Siguiéndole a él, sabemos lo mismo condenar lo malo que aprobar lo laudable"
Requirendis Carta a los Obispos año 417
"Aun cuando la tradición de los Padres ha concedido tanta autoridad a la Sede Apostólica que nadie se atrevió a discutir su juicio y sí lo observó siempre por medio de los cánones y reglas, y la disciplina eclesiástica que aun vige ha tributado en sus leyes al nombre de Pedro, del que ella misma también desciende, la reverencia que le debe ;... así pues, siendo Pedro cabeza de tan grande autoridad v habiéndolo confirmado la adhesión de todos los mayores que la han seguido, de modo que la Iglesia romana está confirmada tanto por leyes humanas como divina"
Concilio de Cartago año 418

"Can. XXI. Creyendo que la palabra que Cristo dijo a sus santos Apóstoles y discípulos: El que a vosotros recibe, a mi me recibe [Mt. 10, ~0], y el que a vosotros desprecia, a mí me desprecia [Lc. 10, 16], fue también dicha para aquellos que, después de ellos y según ellos, han sido hechos sumos Pontífices y principes de los pastores en la Iglesia Católica, definimos que ninguno absolutamente de los poderosos del mundo intente deshonrar o remover de su propia sede a ninguno de los que presiden las sedes patriarcales, sino que los juzgue dignos de toda reverencia y honor; y principalmente al santísimo Papa de la antigua Roma, luego al patriarca de Constantinopla, luego a los de Alejandría, Antioquía y Jerusalén; mas que ningún otro, cualquiera que fuere, compile ni componga tratados contra el santísimo Papa de la antigua Roma, con ocasión de ciertas acusaciones con que se le difama, como recientemente ha hecho Focio y antes Dióscoro"
Concilio de Constantinopla IV año 691 DC.

Supremacia Papal total y absoluta reconocida por los Ortoxodos. Si usted niega esto, entonces usted es un farsante y mentiroso y no lo digo como insulto, sino que es la verdad.

Pax.

[h=1]IV. Los primeros obispos de Roma no fueron papas, ni pretendieron ser infalibles; y muchos de los que después se arrojaron el título, ni fueron santos, ni infalibles, ni siquiera verdaderos obispos de la Iglesia de Dios.[/h]
Tenemos muchas pruebas de que los primeros obispos de Roma no pretendieron el papado para sí mismos, aun cuando el hecho de ser obispos en la Sede del Imperio Romano les confería cierta dignidad y respeto de parte de los demás obispos de la cristiandad.

Esto demuestran las mismas pastorales de los primeros obispos romanos, tales como la carta de Clemente a los corintios, en la cual no aparece ninguna pretensión de poder o dominio sobre los demás obispos.

He aquí el preámbulo y dos fragmentos de la referida carta, que prueban el carácter cristiano evangélico de aquel a quien los católicos llaman tercer papa:
"La Iglesia de Dios que mora en Roma como extranjera, a la Iglesia de Dios que mora como extranjera en Corinto; a los electos santificados en la voluntad de Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo: sean cumplidas en vosotros la gracia y la paz de parte de Dios omnipotente por medio de Jesucristo"
Obsérvese que la carta no es de un "Papa", sino de una iglesia a otra hermana. ¡Cuán diferente de las encíclicas redactadas en siglos posteriores, tras la invención del papado!

Y en el cap. 32 declara:
"Todos fueron honrados, todos ensalzados, no por sí mismos, ni por sus obras y santas oraciones, sino por la voluntad de El. Pues también nosotros, escogidos por la voluntad de El en Cristo Jesús, no nos justificamos por nosotros mismos, ni por nuestra sabiduría o inteligencia o piedad, ni por las obras que hayamos realizado en santidad de corazón, sino por la fe, con la cual el todopoderoso Dios ha justificado a todos, desde el principio. A El sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén" (De El primer siglo cristiano, por Ignacio Errandonea S.I. Editorial Escelicer. Carta de san Clemente a los Corintios, págs. 33, 37 y 50.)
Cuando empezó a debatirse la cuestión de la dignidad de los patriarcas u obispos de las grandes capitales del Imperio, Teodosio II hizo una ley por la cual estableció que el patriarca de Constantinopla tuviese la misma autoridad que el de Roma. Los padres del concilio de Calcedonia colocan a los obispos de la antigua y nueva Roma en la misma categoría en todas las cosas, aun en las eclesiásticas.

El VI concilio de Cartago prohibió a todos los obispos se abrogasen el titulo de obispo de los obispos, u Obispo Soberano.

Ni Teodosio, ni los padres de Calcedonia, ni los de Cartago se hubieran atrevido a atentar contra las prerrogativas del obispo de Roma, si éstas hubiesen sido de origen divino y reconocidas universalmente por la Iglesia desde el principio del cristianismo, en lugar de ser una cuestión de mera dignidad humana, como ellos lo entendieron.

Algunos años más tarde, Nilo, patriarca griego, escribía al obispo de Roma: "Si porque Pedro murió en Roma cuentas como grande la Sede Romana, Jerusalén sería mucho mayor habiéndose verificado allí la muerte vivificadora de nuestro Salvador"

Otro testimonio digno de interés son las palabras del propio san Gregorio I (Un "Papa" entre 590-604 d.C.) Habiendo querido el patriarca de Constantinopla adornarse con el titulo de "obispo universal", le escribió el de Roma:
"Ninguno de mis predecesores ha consentido llevar este título profano, porque cuando un patriarca se abroga a sí mismo el nombre de universal, el título de patriarca sufre descrédito. Lejos está, pues, de los cristianos el deseo de darse un título que cause descrédito a sus hermanos" Y en sus cartas al emperador, dice: "Confiadamente afirmo que cualquiera que se llama Obispo Universal, es precursor del anticristo" Dirigiéndose al patriarca de Alejandría, Eulogio, escribe: "Os ruego que no me deis más este título... yo no deseo distinguirme por títulos, sino por virtudes. Además, no juzgo que sea un honor para mí lo que cause detrimento a la honra de mis hermanos. Mi honor es el de toda la Iglesia. Mi honor consiste en que mis hermanos no sufran en el suyo ningún detrimento. Yo recibo mayor honra cuando no se quita a nadie ningún honor... Déjense las palabras que alimentan la vanidad y hieren la caridad." (Ad Eulogium episcopum Alexandr.; ML 77, 933).
Sea cual fuere el concepto que Gregorio el Grande tuviese acerca del primado de san Pedro y la sucesión apostólica del obispado de Roma, lo cierto es que debería ser bastante diferente del de los papas posteriores, pues ¿en qué sentido juzgaba que el título de obispo universal causaba detrimento a sus hermanos obispos de otras iglesias? Si era un título legítimo, y no una exageración, todos deberían concedérselo, y él mismo aceptarlo sin reparos.

Otra prueba concluyente de que los primeros obispos de Roma no eran reconocidos sino como obispos de especial dignidad, y no como pontífices infalibles de la Iglesia, lo prueba el hecho de que tantos concilios se celebrasen sin ser convocados ni presididos por ellos, frecuentemente aun en oposición a los deseos del obispo de Roma. ¿Quién ignora que el gran Osio, obispo de Córdoba, fue quien presidió el gran concilio ecuménico de Nicea, convocado por el emperador Constantino, y redactó sus cánones? El mismo Osio, presidiendo después el concilio de Sárdica, excluyó al enviado de Julio, obispo de Roma. ¿Se quiere mayor prueba de la independencia con que obraban los grandes cristianos del siglo IV con respecto al obispo de Roma?

La primera noticia que la Historia nos ofrece sobre disciplina eclesiástica de la Iglesia Cristiana en España es una negación de las pretensiones del pontífice romano. He aquí la auténtica historia:

Basílides y Marcial, obispos de León-Astorga y de Mérida, habían claudicado durante la persecución de Galo, apostatando públicamente del cristianismo en el año 254. Por esta y otras faltas fueron depuestos de sus cargos por sus iglesias. Una vez cesó la persecución, éstas nombraron para sustituirles a Sabino y Félix. Basilides se había mostrado arrepentido al principio, y aun había rogado que se le admitiese en la Iglesia como simple laico; pero cuando fueron nombrados sus sucesores, tanto él como Marcial rehusaron someterse; y Basílides marchó a Roma a referir el caso al obispo de la capital del Imperio, que se llamaba Esteban, quien abrazó su causa y escribió a las referidas iglesias para que admitiesen a sus antiguos pastores. Pero las iglesias, en lugar de obedecer la orden del patriarca de Roma, escribieron a otro patriarca, al gran Cipriano, obispo de Cartago. Este convocó un concilio de 36 obispos, y después de examinado el asunto aseguraron a las iglesias españolas que la destitución y nueva elección de pastores había sido hecha conforme a la costumbre de las iglesias cristianas y según la voluntad de Dios; que debían desatender la injerencia de Esteban, obispo de Roma, quien, sin duda, había sido mal informado por Basílides, y que tanto éste como Marcial sólo podían ser recibidos de nuevo en la Iglesia como penitentes.



¿Habríase atrevido a tomar esta decisión y a dar semejante consejo el piadosísimo san Cipriano si él creyera, como los católicos de hoy, que el obispo de Roma era el sucesor de san Pedro, elegido por Dios para gobernar la Iglesia?

Otra disputa de san Cipriano con el Obispo de Roma, Esteban, fue sobre la validez del bautismo practicado por los herejes gnósticos y otros.

A pesar de que el obispo cartaginés reconocía una autoridad jerárquica en el obispo de Roma, debido a la tradición ya extendida en la Iglesia de su tiempo sobre el pontificado de san Pedro y la sucesión apostólica, estaba muy lejos de considerar a su compañero de Roma como un jefe infalible al estilo de los católicos de nuestros días, cuando escribía a un cristiano llamado Pompeyo:

"Te he enviado una copia de la respuesta que nuestro hermano Esteban (Obispo de Roma) ha dado a nuestra carta, al leer la cual te darás cuenta del error en que incurre al esforzarse en sostener la causa de los herejes en contra de la Iglesia de Dios; pues entre otras cosas insolentes, inconvenientes y contradictorios que ha escrito, temeraria e irreflexivamente, ha añadido ésta: Que si alguno viene a nosotros de la herejía, se siga la costumbre de la tradición, …" Ep. 74, Ad Pompeium


Y continúa replicando san Cipriano:

"¿De dónde viene la tradición? ¿Procede de la autoridad de Nuestro Señor y de los Evangelios? Dios testifica que debemos cumplir las cosas que están escritas; así lo declara en el libro de Josué: "El libro de esta ley nunca se apartará de tu boca, antes meditarás en ella de día y de noche, para que observes todos las cosas que están escritas..." ¿Qué hacemos cuando el agua de la cañería (se refiere aquí san Cipriano a la tradición) falla? Vamos a la fuente." Cf. Ad Pompeium


¿Qué les parece a nuestros lectores católicos? ¿Creía el padre de la Iglesia san Cipriano en la infalibilidad del obispo de Roma o no? Y así es el caso con otros padres, incluyendo al propio san Agustín.

Este piadoso doctor, honor y gloria de la Iglesia Cristiana, siendo secretario del concilio de Melive, escribió, entre los decretos de esta venerable asamblea:
"Todo fiel u obispo que apelase a los de la otra parte del mar, no será admitido a la comunión por ninguno en las Iglesias de Africa" Arguyen nuestros adversarios citando otras frases respetuosas de san Cipriano o san Agustín hacia el obispo de Roma. Por ejemplo: el documento redactado por el Concilio Norteafricano de Melive (s. V d.C.), dirigido a Inocencio, en el cual dice: "Hecho esto, Señor Hermano, hemos juzgado que se debía pedir a tu santa caridad que la autoridad de la Sede Apostólica se añadiese a lo estatuido por nuestra mediocridad, para proteger la salud de muchos y reprimir también la perversidad de algunos." (Véase E. Amann, Conciles de Mileve; ML 33, 762-4.) Nótese, empero, la autonomía con que obraban estos antiguos obispos, llamando al de Roma simplemente hermano y atreviéndose a establecer ellos mismos estatutos sobre los cuales no piden más que el visto bueno de su compañero de Roma. Es innegable que aquí hay un respeto, pero no sujeción absoluta; y por la independencia con que obran en los asuntos eclesiásticos, es bien de suponer que de haber vivido estos grandes hombres, no en el siglo IV, cuando había en la supuesta cátedra de san Pedro obispos virtuosos, sino en el siglo XV, ante la terrible corrupción que existía en el centro orgánico de la cristiandad occidental, se habrían adelantado a Lutero en la proclamación de una Reforma religiosa y de independencia de la autoridad papas.

Que estos padres del siglo IV reconocieron, con todo, una autoridad jerárquica al obispo de Roma es cosa innegable, pero no le atribuían infalibilidad, cuando disputaban con él u obraban con una independencia que escandalizaría hoy a cualquier católico.

Sin embargo, todo el edificio del sistema católico romano descansa sobre la infalibilidad papal. Autoridad jerárquica la reconocen también los cristianos evangélicos de cada grupo en los presidentes de Convenciones, Sínodos u otras agrupaciones eclesiásticas: ya que ello es muy útil para el desarrollo de la obra y las relaciones de unas iglesias con otras. Pero infalibilidad, solamente en Cristo y los escritos de sus inmediatos testigos: Los apóstoles.

De este modo puede el cristianismo evangélico desarrollarse, renovándose constantemente, como ocurre con la misma naturaleza. En virtud de la vida divina que el Espíritu Santo imparte en las almas, los mismos fieles se multiplican en iglesias y organizaciones diversas que rivalizan mutuamente en el propósito de ser más y más leales a su común Señor; poniendo más énfasis unos grupos en un detalle; otros en otro, y oponiéndose a las corrientes de error, por alta que sea su procedencia."

El católico romano, en cambio, no puede sino acatar y aceptar lo que viene de arriba, por mucho que repugne a su conciencia o a su corazón. El estancamiento espiritual y la cauterización de la conciencia es el resultado inevitable de tal sistema.

http://www.cristianismo-primitivo.org/info_otros_estudios_papado.html
 
Re: El Concilio de Constanza y el Mito de la Sucesión Apostólica.

Remo! Hasta hace poco la misma Enciclopedia Católica aceptaba las falsificaciones y las interpolaciones de Roma. Este pobre hombre, trae sus copiar y pegar, sin siquiera dar sus fuentes de información, por algo será. Saludos

Edil


Un abrazo mi querido y apreciado hermano, desde hace muchos años que sus escritos han sido de bendición para mi, el Señor le bendice.
 
Re: El Concilio de Constanza y el Mito de la Sucesión Apostólica.

Permitame decirle, que ni en este pasaje, ni en ninguno otro de la Biblia, existe prueba alguna de que se quisiese conceder la primacía á Pedro, los llamados del Señor en su Palabra son muchisimo mas claros y contundentes, compare usted el ministerio que lel catolicismo le da a Pedro, con el ministerio que Dios le dió a Pablo, Moises, Josue, etc. llamados claros y que no generan ninguna duda, ni error, ni confusión.

Está usted en su derecho de seguir a un hombre, yo en cambio seguiré al Señor.

Él le bendiga.

Le pido que examine esta cita con atención:

Gál 2:7-8
Antes al contrario, viendo que me había sido confiada la evangelización de los incircuncisos, al igual que a Pedro la de los circuncisos,
- pues el que actuó en Pedro para hacer de él un apóstol de los circuncisos, actuó también en mí para hacerme apóstol de los gentiles -

Pablo se quiere comparar con Pedro; no con Juan ni con Santiago, sino con Pedro pues era el mayor.

Santiago y Juan también eran considerados como columnas, pero Pedro es ese icono que toma Pablo como referencia.

Luego Pablo comete lo que yo considero un pequeño fallo:

Gál 2:11 Mas, cuando vino Cefas a Antioquía, me enfrenté con él cara a cara, porque era censurable.

Aqui está el porque:

Mat 18:15-17
"Si tu hermano llega a pecar, vete y repréndele, a solas tú con él. Si te escucha, habrás ganado a tu hermano.
Si no te escucha, toma todavía contigo uno o dos, para que todo asunto quede zanjado por la palabra de dos o tres testigos.
Si les desoye a ellos, díselo a la comunidad. Y si hasta a la comunidad desoye, sea para ti como el gentil y el publicano.


Creo que se omitieron los dos primeros pasos.

El meollo del asunto ya lo dije, Pedro era el principal ante los circuncisos, el primero.

En efecto, si Pablo no existiera, se diera por entendido que el evangelio era solamente para las ovejas perdidas de Israel.

Mat 10:5-8

A estos doce envió Jesús, después de darles estas instrucciones: "No toméis camino de gentiles ni entréis en ciudad de samaritanos;
dirigíos más bien a las ovejas perdidas de la casa de Israel.
Yendo proclamad que el Reino de los Cielos está cerca.
Curad enfermos, resucitad muertos, purificad leprosos, expulsad demonios. Gratis lo recibisteis; dadlo gratis.


Mat 15:24
Respondió él: "No he sido enviado más que a las ovejas perdidas de la casa de Israel."

Sin embargo, advirtió Jesús que la predicación a los judíos era temporal por esta profecia:

Lucas 21:20-24
"Cuando veáis a Jerusalén cercada por ejércitos, sabed entonces que se acerca su desolación.
Entonces, los que estén en Judea que huyan a los montes; los que estén en medio de la ciudad que se alejen; y los que estén en los campos que no entren en ella;
porque éstos son días de venganza en los que se cumplirá todo cuanto está escrito.
¡Ay de las que estén encinta o criando en aquellos días! "Habrá, en efecto, una gran calamidad sobre la tierra y cólera contra este pueblo.
Caerán a filo de espada, y serán llevados cautivos a todas las naciones y Jerusalén será pisoteada por los gentiles, hasta que el tiempo de los gentiles llegue a su cumplimiento.

Esto ocurrió en el 70d.c. con la invasión romana, desde ese momento el sucesor de Pedro dirigiria la Iglesia desde el exilio.
 
Re: El Concilio de Constanza y el Mito de la Sucesión Apostólica.

¿Que se te pasó por la cabeza ahora? ¿Que Agustin?<o:p></o:p>

Aurelio Agustin pues.


¿Donde dijo que menospreciaba la universalidad del obispado de Roma? Me refiero al documento.

Aurelio Agustino
San Agustin
Agustin de Hipona.

Son el mismo personaje.
 
Re: El Concilio de Constanza y el Mito de la Sucesión Apostólica.

Le pido que examine esta cita con atención:

Gál 2:7-8
Antes al contrario, viendo que me había sido confiada la evangelización de los incircuncisos, al igual que a Pedro la de los circuncisos,
- pues el que actuó en Pedro para hacer de él un apóstol de los circuncisos, actuó también en mí para hacerme apóstol de los gentiles -

Pablo se quiere comparar con Pedro; no con Juan ni con Santiago, sino con Pedro pues era el mayor.

Santiago y Juan también eran considerados como columnas, pero Pedro es ese icono que toma Pablo como referencia.

Luego Pablo comete lo que yo considero un pequeño fallo:

Gál 2:11 Mas, cuando vino Cefas a Antioquía, me enfrenté con él cara a cara, porque era censurable.

Aqui está el porque:

Mat 18:15-17
"Si tu hermano llega a pecar, vete y repréndele, a solas tú con él. Si te escucha, habrás ganado a tu hermano.
Si no te escucha, toma todavía contigo uno o dos, para que todo asunto quede zanjado por la palabra de dos o tres testigos.
Si les desoye a ellos, díselo a la comunidad. Y si hasta a la comunidad desoye, sea para ti como el gentil y el publicano.


Creo que se omitieron los dos primeros pasos.

El meollo del asunto ya lo dije, Pedro era el principal ante los circuncisos, el primero.

En efecto, si Pablo no existiera, se diera por entendido que el evangelio era solamente para las ovejas perdidas de Israel.

Mat 10:5-8

A estos doce envió Jesús, después de darles estas instrucciones: "No toméis camino de gentiles ni entréis en ciudad de samaritanos;
dirigíos más bien a las ovejas perdidas de la casa de Israel.
Yendo proclamad que el Reino de los Cielos está cerca.
Curad enfermos, resucitad muertos, purificad leprosos, expulsad demonios. Gratis lo recibisteis; dadlo gratis.


Mat 15:24
Respondió él: "No he sido enviado más que a las ovejas perdidas de la casa de Israel."

Sin embargo, advirtió Jesús que la predicación a los judíos era temporal por esta profecia:

Lucas 21:20-24
"Cuando veáis a Jerusalén cercada por ejércitos, sabed entonces que se acerca su desolación.
Entonces, los que estén en Judea que huyan a los montes; los que estén en medio de la ciudad que se alejen; y los que estén en los campos que no entren en ella;
porque éstos son días de venganza en los que se cumplirá todo cuanto está escrito.
¡Ay de las que estén encinta o criando en aquellos días! "Habrá, en efecto, una gran calamidad sobre la tierra y cólera contra este pueblo.
Caerán a filo de espada, y serán llevados cautivos a todas las naciones y Jerusalén será pisoteada por los gentiles, hasta que el tiempo de los gentiles llegue a su cumplimiento.

Esto ocurrió en el 70d.c. con la invasión romana, desde ese momento el sucesor de Pedro dirigiria la Iglesia desde el exilio.

El ministerio de Pedro es para con los judíos y el para ser el primer papa, por orden de los catolico romanos se marchó a Roma, luego Pablo (instrumento escogido por el Señor para predicar a los reyes y gobernantes y bien clarito que lo describe la Palabra) se encamina a Roma cuando Pablo dice en sus cartas que no quiere edificar sobre el fundamento de otros.

Si es que ustedes se tienen que tragar hasta 'las piedras' un buen consejo, entre piedra y piedra, un buen trago de agua bendita (sin cefaína) que puede producir un colico nefrítico en el riñón.
 
Re: El Concilio de Constanza y el Mito de la Sucesión Apostólica.

Aurelio Agustin pues.


¿Donde dijo que menospreciaba la universalidad del obispado de Roma? Me refiero al documento.

Aurelio Agustino
San Agustin
Agustin de Hipona.

Son el mismo personaje.
Estimado Edil, Caminante_7 está esperando que le digas el concilio donde Agustin desestima la autoridad del obispo de Roma, luego te responderá con la tesis de J.M Arraiz, ya que en otro lado dice lo contrario, por eso este servidor no confía demasiado en la los documentos que pueda aportar Roma, donde dije digo, quise decir diego y siempre lo intrepretarán a su conveniencia para defender la supremacia petroidal.
 
Re: El Concilio de Constanza y el Mito de la Sucesión Apostólica.

El ministerio de Pedro es para con los judíos y el para ser el primer papa, por orden de los catolico romanos se marchó a Roma, luego Pablo (instrumento escogido por el Señor para predicar a los reyes y gobernantes y bien clarito que lo describe la Palabra) se encamina a Roma cuando Pablo dice en sus cartas que no quiere edificar sobre el fundamento de otros.

Si es que ustedes se tienen que tragar hasta 'las piedras' un buen consejo, entre piedra y piedra, un buen trago de agua bendita (sin cefaína) que puede producir un colico nefrítico en el riñón.

Pablo pasó por Roma para evangelizar España no para quedarse en Roma.

¿Quien es la Roca?

Cristo.

Mat 21:42-44
Y Jesús les dice: "¿No habéis leído nunca en las Escrituras: La piedra que los constructores desecharon, en piedra angular se ha convertido; fue el Señor quien hizo esto y es maravilloso a nuestros ojos?
Por eso os digo: Se os quitará el Reino de Dios para dárselo a un pueblo que rinda sus frutos."
[Y el que cayere sobre esta piedra se destrozará, y a aquel sobre quien cayere, le aplastará.]


¿A quien delegó su trabajo?

A "PIEDRA": Simón a quien le dió el título de Pedro.
 
Re: El Concilio de Constanza y el Mito de la Sucesión Apostólica.

¿A ver que dijo Agustin?

Es tan falto de moral que cuando no sabe que responder pregunta: ¿que dijo agustín?
Yo te lo diré, nene. Dijo que los días se alargan en primavera.
 
Re: El Concilio de Constanza y el Mito de la Sucesión Apostólica.

Realmente me sorprende que aludan a Agustin de Hipona para demostrar que no se creía en el Papa por esos años.

Imagínate algo asi lo hubiera excluido de la Patristica católica, pero bueno, espero la respuesta.
 
Re: El Concilio de Constanza y el Mito de la Sucesión Apostólica.

Pablo pasó por Roma para evangelizar España no para quedarse en Roma.

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¡Que barbaro! el caminante_7 se saltó Romanos 1:10-15

[SUP]8[/SUP] Primeramente doy gracias a mi Dios mediante Jesucristo con respecto a todos vosotros, de que vuestra fe se divulga por todo el mundo. [SUP]9[/SUP] Porque testigo me es Dios, a quien sirvo en mi espíritu en el evangelio de su Hijo, de que sin cesar hago mención de vosotros siempre en mis oraciones,
[SUP]10[/SUP] rogando que de alguna manera tenga al fin, por la voluntad de Dios, un próspero viaje para ir a vosotros.
[SUP]11[/SUP] Porque deseo veros, para comunicaros algún don espiritual, a fin de que seáis confirmados;
[SUP]12[/SUP] esto es, para ser mutuamente confortados por la fe que nos es común a vosotros y a mí.
[SUP]13[/SUP] Pero no quiero, hermanos, que ignoréis que muchas veces me he propuesto ir a vosotros (pero hasta ahora he sido estorbado), para tener también entre vosotros algún fruto, como entre los demás gentiles.
[SUP]14[/SUP] A griegos y a no griegos, a sabios y a no sabios soy deudor.
[SUP]15[/SUP] Así que, en cuanto a mí, pronto estoy a anunciaros el evangelio también a vosotros que estáis en Roma.


Me disculpan, pero no puedo soportar tanta torpeza escritural, Caminante_7 intente arreglarlo de una forma digna de la apologetica católica de bolsillo, no camines, corre!
 
Re: El Concilio de Constanza y el Mito de la Sucesión Apostólica.

Habia una comunidad cristiana en Roma previa a Pablo, eso fué demostrado en páginas anteriores del debate, y considerando que Pablo no iba a edificar donde otro ya lo habia hecho, solo estaría de paso por esos lares.
 
Re: El Concilio de Constanza y el Mito de la Sucesión Apostólica.

El emperador Romano Claudio en el año 49, habia ordenado expulsar a los cristianos de Roma que habían sido instigados por "Cresto".