Re: El Concilio de Constanza y el Mito de la Sucesión Apostólica.
Mire ya me he hartado de sus desvios y descalificaciones.
Usted se limita a copiar del Google y de paginitas web.
En mi ultima aportación le he respondido punto por punto a sus quimeras.
En cuanto a su enfasis por los cardenales laicos no viene al caso respecto al Concilio de Constanza.
En cuanto a los concilios convocados por el papa el primer fue el de San Juan de Letran. Ninguno de los Concilios ecuménicos fueron convocados por un papa.
Asi, deje de dar vueltas al manubrio porque no suena. Cuando existian estos instrumentos ¿sabe por quien iban arrastrados?
Pues eso.
Asunto concluido. Es en vano discutir con alguien que acusa directamente de las veleidades de sus papas al E. S. que por cierto nada ha respondido al respecto.
El Mito de la Sucesion Apostolica,
Seria una terrible desicion de mi parte si toda esta su historieta del Sr. Tobi me hubiera convencido. Que realmente me esperaria si yo dejara la iglesia que Jesus fundo? a que me expusiera?
Alguien dijo: “ de la Biblia mal interpretada, se puede sacar hasta petróleo “
Dejenme decirles a lo que me expongo: si dejo mi iglesia, me expongo a una infinidad de doctrinas erróneas inventadas por el hombre tratando de basarlas, sus creadores, en la Biblia mal interpretada. Ya el apóstol Pedro lo advertía en 2 Pedro 3,16, que habría quien torcería su enseñanza para su propia perdición.
José Smith fundador de los mormones, basándose en el mandato divino de Gen. 1,22 y 35, 11 “ crezcan, multiplíquense … aprobó la poligamia.
José F. Rutherford, 2° líder mundial de los Testigos de Jehová apoyó la conocida negativa de los Testigos de Jehová de aceptar transfusiones de sangre, que tantas muertes ha causado entre ellos, en el texto de Hech. 15,20 cuando la Iglesia Primitiva proclamó un mandato transitorio y circunstancial de abstenerse de sangre.
Los líderes de
los Adventistas del 7° Día, utilizando Ex.20,8 "recuerda el día sábado para santificarlo" obligan a sus adeptos a guardarlo como los judíos del A. Testamento y rechazan el Domingo "Dia del Señor" propio de los cristianos.
Los cristianos
fundamentalistas: Iglesia de la fe en Cristo Jesús y otras de la misma línea doctrinal, leyendo Hech. 8,16 “…únicamente habían sido bautizados en el nombre del Señor Jesús” Dicen que los cristianos se deben bautizar sólo en el nombre de Jesús y no en el de las Tres Personas de la Sma. Trinidad, aunque esto último, es mandato expreso de Cristo Mat. 28,19.
La gran cantidad
de Iglesias cristianas evangélicas citando Rom.3,28 “concluímos que el hombre es justificado por fe, sin las obras de la Ley" , proclaman que la justificación (salvación), se obtiene solo por la fe sin obras, en oposición a lo que dice Santiago 2,26.
En los
Pentecostales, se han suscitado casos de personas, principalmente niños, muertos por que sus padres no recurren al médico para atender sus padecimientos, ya que creen, según Lc.8,48, que todo se cura sólo por fe y oraciones. En cambio los judíos, el pueblo de la Biblia, sí recurría a los médicos Eclo. Cap.39. Entre los apóstoles hubo un médico eminente: S. Lucas, Col. 4,14.
En San Luis Potosí, en una comunidad de personas de este tipo de doctrina, algunas de ellas cayeron muertas al inhalar gas butano. El Pastor les decía, que era la acción del Espiritu Santo (Heraldo de Chih. 1° de Enero de 1992).
Los seguidores de la orinoterapia (beber su propia orina), justifican esta práctica en el texto de Prov. 5,15 "¡toma el agua de tu propia fuente…!"
Pero bien, tanto católicos como protestantes, también los ortodoxos, estamos de acuerdo en que la Biblia es Palabra de Dios y, por tanto, inerrante e infalible. Con la excepción de los liberales de ambos bandos, que ni tan siquiera deberíamos considerar como cristianos, tanto unos como otros creemos que Dios habla a su pueblo a través de su Palabra.
Ahora bien, el católico sabe que la Palabra de Dios no puede ni debe estar sujeta a la interpretación privada que él pueda hacer, sino que es al Magisterio de la Iglesia a quien corresponde dar la correcta interpretación del texto bíblico.
Los protestantes, en teoría, no tienen porqué sujetarse a ningún magisterio, aunque luego en la práctica no siempre ocurre así, ya que gran parte de ellos están influenciados por las tradiciones interpretativas de la denominación a la que pertenece su congregación.
Pero, en principio, nada impide a un protestante mostrarse en desacuerdo con la interpretación de su comunidad eclesial y pasarse a otra denominación que coincida con su opinión o, si la ocasión lo requiere y tiene “talento”, fundar su propia comunidad evangélica.
Ahora bien, si hemos de ser sinceros, honestos y consecuentes con la propia enseñanza de la Palabra de Dios, no nos queda más remedio que denunciar el daño espantoso que el protestantismo ha causado a la Biblia, en la que tanto dice basarse. Cualquier observador imparcial puede llegar a una conclusión muy negativa sobre la infalibilidad e inerrancia de la Biblia cuando observa que muchos afirman que ese libro es sagrado e infalible,
a la vez que esos mismos no son capaces de ponerse de acuerdo sobre muchas de las enseñanzas que aparecen en dicho libro. Es decir, si de un texto infalible pueden sacarse interpretaciones dispares y todas son, siguiendo el principio del libre examen y el Sola Scriptura, igual de válidas en potencia, ¿dónde está la infalibilidad de ese texto?