Re: El Concilio de Constanza y el Mito de la Sucesión Apostólica.
“Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe” (2Corintios 13,5) ¿Qué debo hacer para estar en la fe?
“Y tu quédate con lo que has aprendido y te persuadiste” (2Timoteo 3,14)
¿Y como se que lo aprendido es de acuerdo con la fe?
“sabiendo de quien has aprendido” (2 Timoteo, 14) 14)
-Números 27:15-23, Habló Moisés al Señor y le dijo: "Que el Señor, Dios de los espíritus de toda carne, ponga un hombre al frente de esta comunidad, uno que salga y entre delante de ellos y que los haga salir y entrar, para que no quede la comunidad del Señor como rebaño sin pastor." Respondió el Señor a Moisés: "Toma a Josué, hijo de Nun, hombre en quien está el espíritu, imponle tu mano, y colócalo delante del sacerdote Eleazar y delante de toda la comunidad para darle órdenes en presencia de ellos y comunicarle parte de tu dignidad, con el fin de que le obedezca toda la comunidad de los Israelitas. Que se presente al sacerdote Eleazar y que éste consulte acerca de él, según el rito del Urim, delante del Señor. A sus órdenes saldrán y a sus órdenes entrarán él y todos los israelitas, toda la comunidad." Moisés hizo como le había mandado Yahvé: tomó a Josué y lo puso delante del sacerdote Eleazar, y delante de toda la comunidad. Le impuso su mano y le dio sus órdenes, como había dicho el Señor por Moisés.
-Deuteronomio 34:9, "Josué, hijo de Nun, estaba lleno del espíritu de sabiduría, porque Moisés le había impuesto las manos. A él obedecieron los israelitas, cumpliendo la orden que el Señor había dado a Moisés.
-Tomarás después el óleo de la unción, lo derramarás sobre su cabeza y lo ungirás con él...así el sacerdocio les pertenecerá por decreto irrevocable. De esta manera investirás a Aarón y a sus hijos. (Ex.29,7-9)
-Luego Moisés quitó las vestiduras a Aarón y se las puso a Eleazar (Num.20,28)
-Josué, hijo de Nun, fue lleno del espíritu de sabiduría porque Moisés le impuso las manos (Deut 31,1-8)
-Tú, Elías unjirás a Eliseo Hijo de Safat de Abel Mejolá como profeta en tu lugar (1 Rey 19,16)
-...Samuel tomó un cuerno de aceite y lo ungió en presencia de sus hermanos. Entonces el -Espíritu del Señor se posó con poder sobre David desde aquel día en adelante.(1 Sam 16,13)
-"El rey David dijo llámenme a al sacerdote Sadoc, al profeta Natán y a Benaías hijo de Iehoiadá y él les ordenó: tomen con ustedes a los servidores de su señor, monten a mi hijo Salomón en mi propia mula y háganlo bajar a Guijón allí el sacerdote Sadoc y el profeta Natán lo ungirán rey de Israel" (1 Rey 1,32-34)
-Hechos 1,16-17-26 Uno de aquellos días Pedro se puso en pie en medio de los hermanos - el número de los reunidos era de unos ciento veinte - y les dijo:
«Hermanos, era preciso que se cumpliera la Escritura en la que el Espíritu Santo, por boca de David, había hablado ya acerca de Judas, el que fue guía de los que prendieron a Jesús. Porque él era uno de los nuestros y obtuvo un puesto en este ministerio. «Conviene, pues, que de entre los hombres que anduvieron con nosotros todo el tiempo que el Señor Jesús convivió con nosotros, a partir del bautismo de Juan hasta el día en que nos fue llevado, uno de ellos sea constituido testigo con nosotros de su resurrección.» Presentaron a dos: a José, llamado Barsabás, por sobrenombre Justo, y a Matías. Entonces oraron así: «Tú, Señor, que conoces los corazones de todos, muéstranos a cuál de estos dos has elegido, para ocupar en el ministerio del apostolado el puesto del que Judas desertó para irse adonde le correspondía.» Echaron suertes y la suerte cayó sobre Matías, que fue agregado al número de los doce apóstoles. -Lucas 9,1
Convocando a los Doce, les dio autoridad y poder sobre todos los demonios, y para curar enfermedades”
-1 Tesalonicenses 2,7 “Aunque pudimos imponer nuestra autoridad por ser apóstoles de Cristo, nos mostramos amables con vosotros, como una madre cuida con cariño de sus hijos
-Salmo 109:8, "...que otro ocupe su cargo."
-Hechos 1:20, "...Que otro reciba su cargo."- 2Timoteo 1,6 Por esto te recomiendo que reavives el carisma de Dios que está en ti por la imposición de mis manos
- 1Tim 4:14, "No descuides el carisma que hay en ti, que se te comunicó por intervención profética mediante la imposición de las manos del colegio de presbíteros"
-1Timoteo 1,18 Los Profetas locales pronunciaban una profecía sobre la persona que iba a ser consagrada por la imposición de manos de los presbíteros.
-1Cor 3:10, "Conforme a la gracia de Dios que me fue dada, yo, como buen arquitecto, puse el cimiento, y otro construye encima."
-Tito 1:5, "El motivo de haberte dejado en Creta, fue para que acabaras de organizar lo que faltaba y establecieras presbíteros en cada ciudad, como yo te ordené."
-1 Timoteo 5,22 No impongas las manos sobre nadie con ligereza, compartiendo así la responsabilidad por los pecados de otros; guárdate libre de pecado
-Hechos 6:1-6 "Los Doce convocaron la asamblea de los discípulos y dijeron: No nos parece bien que nosotros abandonemos la Palabra de Dios por servir a las mesas. Por tanto, hermanos, buscad de entre vosotros a siete hombres, de buena fama, llenos de Espíritu y de sabiduría, y los pondremos al frente de este cargo; mientras que nosotros nos dedicaremos a la oración y al ministerio de la Palabra. Pareció bien la propuesta a toda la asamblea y escogieron a Esteban, hombre lleno de fe y de Espíritu Santo, a Felipe, a Prócoro, a Nicanor, a Timón, a Pármenas y a Nicolás, prosélito de Antioquia; los presentaron a los apóstoles y, habiendo hecho oración, les impusieron las manos”.-Hechos 6,5 Esteban fue elegido como el primer Diácono
- Hechos 14:23 "Designaron presbíteros en cada Iglesia y después de hacer oración con ayunos, los encomendaron al Señor en quien habían creído."
- Hechos 16,4 “Conforme iban pasando por las ciudades, les iban entregando, para que las observasen, las decisiones tomadas por los apóstoles y presbíteros en Jerusalén.”-Mateo 23,2
“Los maestros de la ley y los fariseos han ocupado el puesto que dejo Moisés” (Esto es sucesión, luego Cristo dice que debemos cumplir con lo que ellos dicen y se entiende por lo recién visto que es por que ellos ocupan el puesto que dejo moisés, antes de esta frase en el versículo 1 dice que Jesús se lo dijo tanto para los judíos como para sus discípulos y de allí viene una irremediable pregunta ¿Si la sucesión mantuvo la del Antiguo Testamento y fue avalada por Jesús ¿Por qué el Nuevo testamento debe prescindir de ella?)
esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros (2Timoteo 2,2) (ESTO ES SUCESION Y ES LA NORMA MENCIONADA POR CCLEMENTE ACA ABAJO)
Iglesia Primitiva
Clemente de Roma, Año 88-97 DC
“Los apóstoles fueron constituidos por el Señor Jesucristo los predicadores del Evangelio para nosotros; Jesucristo fue enviado por Dios. Así, pues, Cristo fue enviado por Dios, los apóstoles por Cristo y ambas cosas se realizaron ordenadamente, según la voluntad de Dios. Así, pues, recibido el mandato los apóstoles y plenamente asegurados por la resurrección del Señor Jesucristo y confirmados en la fe por la palabra de Dios, salieron con la plena seguridad que les infundió el Espíritu Santo, dando la buena noticia de que el reino de Dios estaba para llegar. Y así, a medida que iban predicando por lugares y ciudades, iban estableciendo – después de probarlos en el espíritu – a las primicias de ellos, como obispos y diáconos de los que habían de creer.
Y también nuestros apóstoles conocieron por nuestro Señor Jesucristo que habría de haber emulación por el episcopado. Por esta razón, con pleno conocimiento de lo que había de suceder, establecieron a los susodichos y dieron para lo sucesivo la norma de que cuando ellos murieran, otros hombres probados les sucedieran (griego “diadéksontai” = “suceder”, n.d.r.) en el ministerio. Así pues, los hombres establecidos por ellos, o después por otros varones eximios, en comunidad de sentimientos con toda la Iglesia; hombres que han servido irreprochablemente al rebaño de Cristo con espíritu de humildad, pacífica y desinteresadamente; que durante mucho tiempo han gozado de la aprobación de todos; estos hombres creemos que en justicia no pueden ser apartados de su ministerio. Cometemos un pecado no pequeño si destituimos de su puesto a obispos que de manera religiosa e intachable solían ofrecer los dones. Felices aquellos ancianos que ya nos han precedido en el viaje a la eternidad, que tuvieron un fin fructuoso y cumplido, pues no tienen que temer ya que nadie los eche del lugar que ocupaban. Decimos esto porque vemos que vosotros habéis depuesto de su ministerio a algunos que lo ejercían perfectamente con conducta irreprochable y honorable...”. (Carta a los Corintios, Capitulo 42 y 44)
Ignacio de Antioquia, Año 40-114 DC
“Ciertamente, cuando os sometéis al obispo como os someteríais a Jesucristo, entonces resulta claro que estáis viviendo no al modo puramente humano, sino como lo quiere Jesucristo, quien murió por nosotros, para que por medio de la fe en su muerte podáis escapar a la muerte. Es necesario, por lo tanto - y eso es lo que ya hacéis - que no hagáis nada sin el obispo, y que seáis sumisos también al presbiterio, como si fuera a los apóstoles de Jesús, nuestra esperanza, en el cual seremos encontrados, supuesto que vivamos con Él […].
Del mismo modo, que todos respeten a los diáconos como respetarían a Jesucristo, del mismo modo como respetan al obispo como una imagen del Padre, y a los presbíteros como al consejo de Dios y al colegio de los Apóstoles. Sin estos, no puede llamarse “iglesia”. Estoy seguro que entenderéis estas cosas, ya que he recibido el buen ejemplo de vuestro amor, y lo tengo conmigo en la persona de vuestro obispo […]”. (Carta a los Tralianos 2,1-3,2.)
“Por cierto, los que pertenecen a Dios y a Jesucristo, esos están con el obispo. Y los que se arrepienten y retornan a la unidad de la iglesia - ellos también serán de Dios, y vivirán según Jesucristo. Que nadie se equivoque, hermanos amados: si alguien sigue a un cismático, ese tal no entrará en el Reino de Dios. […] Sed solícitos de tener una sola eucaristía, de modo que cualquier cosa que hagáis esté en consonancia con Dios: porque hay una sola Carne de Nuestro Señor Jesucristo, y un solo cáliz en unión con su Sangre; hay un solo altar, al modo como hay un solo obispo con sus presbíteros y mis compañeros servidores, los diáconos”. (Carta a los Filadelfos 3,2-4,1.)
Ignacio de Antioquia, Año 40-114 DC
“Porque vosotros todos debéis seguir al obispo, al modo como Jesucristo sigue al Padre, y debéis seguir a los presbíteros como seguiríais a los Apóstoles. […] Que nadie haga ninguna cosa que sea importante con respecto a la iglesia sin el obispo. Considerar como válida sólo aquella eucaristía que es celebrada por el obispo, o por uno que él designe. Que la gente se reúna allí donde haya un obispo, al modo como la iglesia católica está allí donde está Cristo. Y tampoco se permite bautizar sin el obispo, o celebrar el ágape; pero cualquier cosa que el obispo apruebe, eso será grato a Dios, de modo que lo que se haga así será válido y seguro.” (Carta a los de Esmirna 8,1-2)
Hegesipo de Jerusalén, Año 180 DC“Egesipo, sin duda, en los cinco libros de Memorias que nos han llegado, ha dejado clara cuál fue su opinión. En estos libros él muestra que viajó hasta Roma, y se encontró con muchos obispos, y que de todos ellos escuchó siempre la misma y única doctrina. Es interesante ver lo que dice, luego de hacer algunos comentarios sobre la carta de Clemente a los Corintios; dice: Y la iglesia en Corinto ha continuado en la sana doctrina hasta el tiempo de Primus, que es el obispo de Corinto, y con el cual he conversado prolongadamente en mi camino a Roma, cuando pasé unos días con los de Corinto: durante esas conversaciones nos animábamos mutuamente en la doctrina verdadera. Cuando llegué a Roma hice una lista de la sucesión (de obispos de Roma, n.d.r.) hasta Aniceto, cuyo diácono fue Eleuterio. Y después de Aniceto le sucedió Soler, y luego de él Eleuterio. En cada sucesión y en cada ciudad hay una continuación en lo que se proclama en la Ley, los Profetas y el Señor.” (El testimonio lo trae Eusebio de Cesarea, Historia. Eclesiástica. 4,22, 1-3.)
Ireneo de Lyón, Año 130-202 DC
"Porque todos estos (herejes) son de una fecha posterior de la que son los Obispos a quienes los Apóstoles entregaron las Iglesias." (Contra las herejías, Capitulo 5, 20,1)
“Pero la tradición de los apóstoles está bien patente en todo el mundo y pueden contemplarla todos los que quieran contemplar la verdad. En efecto, podemos enumerar a los que fueron instituidos por los apóstoles como obispos sucesores suyos hasta nosotros: y éstos no enseñaron nada semejante a los delirios (de los herejes). Porque si los apóstoles hubiesen sabido «misterios ocultos» para ser enseñados exclusivamente a los «perfectos» a escondidas de los demás, los hubiesen comunicado antes que a nadie a aquellos a quienes confiaban las mismas Iglesias, pues querían que éstos fuesen muy «perfectos» e irreprensibles (1 Tim 3, 2) en todos los aspectos, como que los dejaban como sucesores suyos para ocupar su propia función de maestros. De su recta conducta dependía un gran bien; en cambio, si ellos fallaban, se había de seguir una gran ruina.”
“Seria muy largo en un escrito como el presente enumerar la lista sucesoria de todas las Iglesias. Por ello indicaremos cómo la mayor de ellas, la más antigua y la más conocida de todas, la Iglesia que en Roma fundaron y establecieron los dos gloriosísimos apóstoles Pedro y Pablo, tiene una tradición que arranca de los apóstoles y llega hasta nosotros, en la predicación de la fe a los hombres (cf. Rom 1, 8), a través de la sucesión de los obispos. Así confundimos a todos aquellos que, de cualquier manera, ya sea por complacerse a si mismos, ya por vana gloria, ya por ceguedad o falsedad de juicio, se juntan en grupos ilegítimos. En efecto, con esta Iglesia (de Roma), a causa de la mayor autoridad de su origen, ha de estar necesariamente de acuerdo toda otra Iglesia, es decir, los fieles de todas partes; en ella siempre se ha conservado por todos los que vienen de todas partes aquella tradición que arranca de los apóstoles.”
“En efecto, los apóstoles (Pedro y Pablo), habiendo fundado y edificado esta Iglesia, entregaron a Lino el cargo episcopal de su administración; y de este Lino hace mención Pablo en la carta a Timoteo. A él le sucedió Anacleto, y después de éste, en el tercer lugar a partir de los apóstoles, cayó en suerte el episcopado a Clemente, el cual había visto a los mismos apóstoles, y había conversado con ellos; y no era el único en esta situación, sino que todavía resonaba la predicación de los apóstoles, y tenia la tradición ante los ojos, ya que sobrevivían todavía muchos que habían sido enseñados por los apóstoles. En tiempo de este Clemente, surgió una no pequeña disensión entre los hermanos de Corinto, y la Iglesia de Roma envió a los de Corinto un escrito muy adecuado para reducirlos a la paz y para restaurar su fe y dar a conocer la tradición que hacía poco habían recibido de los apóstoles, a saber, que hay un solo Dios todopoderoso, creador del cielo y de la tierra, creador del hombre, que causó el diluvio y llamó a Abraham, que sacó a su pueblo de Egipto, habló a Moisés, estableció la ley, envió a los profetas y «preparó el fuego para el diablo y para sus ángeles» (Mt 25, 41). Que este Dios es predicado por las Iglesias como el Padre de nuestro Señor Jesucristo, pueden comprobarlo a partir de este mismo escrito los que quieran. Asimismo pueden conocer en él cuál es la tradición apostólica de la Iglesia, ya que esta carta es más antigua que los que ahora enseñan falsamente e inventan un segundo Dios por encima del creador y hacedor de nuestro universo.
A Clemente sucedió Evaristo. y a éste Alejandro. Luego, en el sexto lugar a partir de los apóstoles, fue nombrado Xisto, y después de éste Telesforo, que tuvo un martirio gloriosisimo. Luego, Higinio; luego, Pío, y luego Aniceto; y habiendo Sotero sucedido a Aniceto, ahora, en el duodécimo lugar después de los apóstoles, ocupa el cargo episcopal Eleuterio. Según este orden y esta sucesión, la tradición de la Iglesia que arranca de los apóstoles y la predicación de la verdad han llegado hasta nosotros. Esta es una prueba suficientísima de que una fe idéntica y vivificadora se ha conservado y se ha transmitido dentro de la verdad en la Iglesia desde los apóstoles hasta nosotros.”
“Policarpo no sólo fue instruido por los apóstoles, y trató con muchos de los que habían conocido a Cristo personalmente, sino que también fue nombrado obispo de la Iglesia de Smirna, por los apóstoles de Asia. Lo conocí en mi temprana juventud; vivió muchos años, y se murió dando un glorioso ejemplo con su martirio. Siempre enseñó las cosas que él había aprendido de los apóstoles, y que la Iglesia trasmite, y que son por ciertas verdaderas. De estas cosas dan testimonio todas las iglesias de Asia, como lo hacen también todos los sucesores de Policarpo hasta el presente. […] Una vez se encontró con Marción, quien la preguntó: “¿Me reconoces?”, a lo cual Policarpo respondió: “¡Te reconozco como el primogénito de Satanás!”.
(Contra las Herejías 3, 3, 1-4)
“Siendo nuestros argumentos de tanto peso, no hay para qué ir a buscar todavía de otros la verdad que tan fácilmente se encuentra en la Iglesia, ya que los apóstoles depositaron en ella, como en una despensa opulenta, todo lo que pertenece a la verdad, a fin de que todo el que quiera pueda tomar de ella la bebida de la vida. Y esta es la puerta de la vida: todos los demás son salteadores y ladrones. Por esto hay que evitarlos, y en cambio hay que poner suma diligencia en amar las cosas de la Iglesia y en captar la tradición de la verdad (quae sunt Ecclesiae summa diligentia diligere et aprehendere veritatis traditionem). Y esto ¿qué implica? Si surgiese alguna discusión, aunque fuese de alguna cuestión de poca monta, ¿no habría que recurrir a las iglesias antiquísimas que habían gozado de la presencia de los apóstoles, para tomar de ellas lo que fuere cierto y claro acerca de la cuestión en litigio? Si los apóstoles no nos hubieran dejado las Escrituras, ¿acaso no habría que seguir el orden de la tradición, que ellos entregaron a aquellos a quienes confiaban las Iglesias? Precisamente a este orden han dado su asentimiento muchos pueblos bárbaros que creen en Cristo; ellos poseen la salvación, escrita por el Espíritu Santo sin tinta ni papel en sus propios corazones (cf. 2 Cor 3, 3) y conservan cuidadosamente la tradición antigua, creyendo en un solo Dios.”
(Contra las Herejías 3, 4, 1ss.)
“Es necesario obedecer a los presbíteros de la Iglesia, aquellos que, como hemos mostrado, pertenecen a la sucesión de los apóstoles; aquellos que han recibido, trámite la sucesión del episcopado, el carisma cierto de la verdad, según la voluntad del Padre. Pero los demás, aquellos que no tienen parte en la sucesión primigenia, se reúnan donde se reúnan, son para ser tenidos bajo sospecha”. (Contra las Herejías 4, 26,2. )
“La auténtica doctrina (gr. “gnosis”) es la doctrina de los apóstoles, y la antigua organización de la Iglesia en todo el mundo, y la manifestación del cuerpo de Cristo según la sucesión de obispos, por la cual los obispos han trasmitido la Iglesia que se encuentra en todas partes; y también la completa transmisión de las Escrituras, que nos ha llegado hasta nosotros gracias a que fue preservada de toda falsificación, y que hemos recibido sin agregados ni supresiones; y la lectura sin falsificación, y una diligente y legítima exposición (de la doctrina) según las Escrituras…”. (Contra las herejías 4, 33,8.)
Tertuliano, Año 155-230 DC
“Si aparece cualquier herejía que pretenda tener sus orígenes en el tiempo apostólico, de modo que parezca una doctrina entregada por los mismos apóstoles porque son -dicen ellos- de aquel tiempo, podemos decirles: que nos muestren los orígenes de sus iglesias, que nos muestren el orden de sus obispos en sucesión desde los comienzos, de tal modo que su primer obispo tenga como su autor y predecesor a uno de los apóstoles o de los hombres apostólicos que trabajaron codo a codo con los apóstoles. Porque es así que las iglesias apostólicas transmiten sus listas: como la iglesia de Esmirna, que sabe que Policarpo fue puesto allí por Juan; como la iglesia de Roma, donde Clemente fue ordenado por Pedro. Es así que todas las demás iglesias muestran quiénes han tenido ellas como brotes de las raíces apostólicas, habiendo recibido el cargo episcopal de manos de los apóstoles. Tal vez los herejes quieran inventar listas ficticias: después de todo, si han sido capaces de blasfemar, ¿qué les parecerá ya pecaminoso? […] Por lo tanto, que le hagan esta prueba, incluso las iglesias que son de origen posterior en el tiempo - surgen nuevas iglesias todos los días - y que no tienen como fundador inmediato un apóstol o un varón apostólico, ya que los que tienen la misma doctrina que las iglesias de origen apostólico son consideradas también ellas apostólicas, por el estrecho parentesco de sus doctrinas.” (Prescripción contra los herejes 32,1-3)
Clemente de Alejandria, Año 211 DC
"Después de la muerte del tirano Domiciano, Juan regresó a Éfeso desde la isla de Patmos. Siempre que solicitaban su presencia, acudía a las ciudades vecinas de los gentiles para nombrar obispos, organizar la Iglesia, o elegir como clérigo a uno de los designados por el Espíritu Santo." (Quien es el rico que se salva 42,2)
Orígenes, Año 185-254 DC
“…Más como entre los que hacen profesión de creer en Cristo hay muchas divergencias, no solamente en detalles de poca monta, sino también en materias sumamente importantes, …parece necesario establecer sobre todos esos puntos una regla de fe fija y precisa antes de abordar el examen de las demás cuestiones…Mas como la enseñanza eclesiástica, transmitida en sucesión ordenada desde los apóstoles, se conserva y perdura en las Iglesias hasta el presente, no se deben recibir como artículo de fe más que aquellas verdades que no se apartan en nada de la tradición eclesiástica y apostólica” (El Peri-Archon (De prencipiis), Prefacio 1-2)
2. Sin embargo, muchos de los que profesan creer en Cristo no están de acuerdo entre sí no sólo en las cosas pequeñas e insignificantes, sino aun en las grandes e importantes, como es en lo que se refiere a Dios, o al mismo Señor Jesucristo, o al Espíritu Santo; y no sólo en cuanto a estos asuntos, sino también en cuanto a otros, como son las existencias creadas, a saber, los poderes y las virtudes santas; por esto parece necesario que acerca de todas estas cuestiones sigamos una línea segura y una regla clara; luego ya podremos hacer investigaciones acerca de lo demás. De la misma manera que muchos de entre los griegos y bárbaros prometen la verdad, nosotros ya hemos dejado de buscarla entre ellos, puesto que sólo tenían opiniones falsas, y hemos venido a creer que Cristo es el Hijo de Dios y que es de Él de quien hemos de aprender la verdad, así también cuando entre los muchos que piensan tener los sentimientos de Cristo hay algunos que opinan de manera distinta que los demás, hay que guardar la doctrina de la Iglesia, la cual proviene de los apóstoles por la tradición sucesoria, y permanece en la Iglesia hasta el tiempo presente; y sólo hay que dar crédito a aquella verdad que en nada se aparta de la tradición eclesiástica
y apostólica.
3. Sin embargo, hay que hacer notar que los santos apóstoles que predicaron la fe de Cristo, comunicaron algunas cosas que claramente creían necesarias para todos los creyentes, aun para aquellos que se mostraban perezosos en su interés por las cosas del conocimiento de Dios, dejando, en cambio, que las razones de sus afirmaciones las investigaran aquellos que se hubieren hecho merecedores de dones superiores, principalmente los que hubieren recibido del mismo Espíritu Santo el don de la palabra, de la sabiduría y de la ciencia. Respecto de ciertas cosas, afirmaron ser así, pero no dieron explicación del cómo ni del por qué de las mismas, sin duda para que los más diligentes de sus sucesores, mostrando amor a la sabiduría, tuvieran en qué ejercitarse y hacer fructificar su ingenio, esos sucesores, quiero decir, que tenían que prepararse para ser receptores aptos y dignos de sabiduría. (De principiis Prefacio 2,3)
Cipriano de Cartago, Año 254 DC
“La Iglesia es una sola, y así como ella es una, no se puede estar a la vez dentro y fuera de la Iglesia. Porque si la Iglesia está con doctrina del (hereje) Novaciano, entonces está en contra del (Papa) Cornelio. Pero si la Iglesia está con Cornelio, el cual sucedió en su oficio al obispo (de Roma) Fabian mediante una ordenación legítima, y al cual el Señor, además del honor del sacerdocio concedió el honor del martirio, entonces Novaciano está fuera de la Iglesia; ni siquiera puede ser considerado como obispo, ya que no sucedió a ninguno, y despreciando la tradición evangélica y apostólica, surgió por su propia cuenta. Porque ya sabemos que quien no fue ordenado en la Iglesia no pertenece a ella de ningún modo”. (Carta 69 (75), 3)
“Ahora debemos mencionar sus adornos, los días y ver dónde están sus cinco Dotaciones (que usted ha dicho ser de seis), entre los cuales la Cátedra es la primera; y, desde la segunda Endowment, que es el 'Angelus', No se puede añadir a menos que un obispo se ha reunido en la Cátedra, Nosotros tenemos que ver quien fue el primero en sentarse en la Cátedra, y donde se sentó. Si tú no lo sabes, aprende. Si lo conoces, avergüénzate. La ignorancia no puede atribuírsete se deduce que usted lo conoce. Por una parte sabe que, para errar es pecado. Los que no saben a veces pueden ser perdonados. Tú sabes muy bien no puedes negarlo, que es a Pedro el primero a quien ha sido conferida la Cátedra episcopal en la ciudad de Roma; es en la que está sentado el jefe de los apóstoles, Pedro, que por esto ha sido llamado Cephas ("Roca"). En esta Cátedra única es en la que todos debían guardar la unidad, a fin de que los demás apóstoles no pudiesen atribuírsela cada uno en su Sede, y que fuera en adelante cismático y prevaricador quien elevara otra Cátedra contra esta Cátedra única. Pues bien, por una Cátedra, que es la primera de las dadas, Pedro fue el primero que se sentó
Luego de Pedro fue sucedido por Lino, Lino fue sucedido por Clemente, a Clemente Anacleto, a Anacleto Evaristo, a Evaristo Sixto, Sixto Telesphorus, a Telesphorus Hyginus, a Hyginus Anacetus, a Anacetus Pío, Pío SOTER, SOTER a Alexander, a Victor Alexander , A Víctor Ceferino, Calixto a Ceferino, a Calixto Urbano, con las zonas urbanas Ponciano, Antero a Ponciano, Antero Fabián, Cornelio a Fabián, a Lucio Cornelio, a Lucio Esteban, a Stephen Sixto, Sixto Dionisio, a Dionisio Félix, a Felix Marcelino, Marcelino a Eusebio, a Eusebio Milcíades, a Milcíades Silvestre, a Silvestre Marcus, | a Marcus Julius, Julius a Liberio, a Liberio Dámaso, Dámaso Siricius, que hoy en día es nuestro colega, con quien "todo el mundo a través del intercambió de cartas de paz, esta de acuerdo con nosotros en un vínculo de comunión, ¡Ahora, muestra el origen de tu Cátedra, tu que reclamas la Santa Iglesia para ustedes!” (Los cismáticos donatistas Libro 2, 2 -3)
Firmiliano de Cesárea, Año 255 DC
"Por lo tanto el poder de perdonar los pecados fue dado a los Apóstoles y a las Iglesias con estos hombres, enviados por Cristo, establecido; y a los Obispos que los sucedieron al ser ORDENADO EN SU LUGAR." (qui iis ordinatione vicaria successerunt)”. (Carta de Cipriano 75,16)
Juan Crisóstomo, Año 347-407
Aborda al líder de los apóstoles y le dijo: Pedro, ¿me amas? y cuando él confesó que si, el Señor agregó, si me amas cuida mis ovejas. El maestro preguntó al discípulo si era amado por él, no con el fin de obtener información (¿como va a necesitarlo aquel que penetra en los corazones de todos los hombres?), sino con el fin de enseñarnos su gran interés que tiene en el gobierno de estas ovejas… ¿Y por qué vertió su sangre? Para rescatar a esas ovejas que ha confiado a Pedro y a sus sucesores (Sobre el sacerdocio o On the Priesthood Libro 2)
Jerónimo, Año 340-420DC
“Lejos de mí el hablar contra uno sólo de estos clérigos que, perteneciendo a la sucesión que viene desde los apóstoles, confeccionan por sus santas palabras el Cuerpo de Cristo, y por cuyos esfuerzos hemos llegado a ser cristianos”. (Carta 14:8)
Concilio de Laodicea, Año 364 DC
"Que los Obispos han de ser nombrados al liderazgo eclesiástico por el juicio de los metropolitanos y los Obispos de los alrededores, después de que han sido examinados en profundidad por su conocimiento de la fe y francamente por su proceder." (Canon 12)
Agustín de Hipona, Año 354-430 DC
“Hay muchas otras cosas que pueden hacer que con toda propiedad permanezca yo en si seno [de la Iglesia Católica]. Me mantienen en él la unanimidad de pueblos y naciones; su autoridad, inaugurada con milagros, fortalecida por la esperanza, aumentada por el amor y confirmada por su venerable edad, todo eso me mantiene en su seno. Y la sucesión de los sacerdotes, desde la misma sede de Pedro, a quien el Señor, después de su resurrección, encomendó la tarea de alimentar a sus ovejas (Jn 21,15-17) hasta el presente orden episcopal, esto también me mantiene en su seno. Finalmente, el mismo nombre de "católica" que, no sin razón, se aplica única y exclusivamente a esta Iglesia, siendo que hay tantos y tantos herejes; y tanto es así, que aunque todos los herejes quieren apoderarse del nombre de "católicos", cuando un extraño pregunta "¿Dónde se reúne la Iglesia Católica", ninguno de los herejes en cuestión se animaría a responderle señalándole su propia basílica o su propia casa”. (Contra la Carta de Maní llamada "La fundación", 4:5)
Otra versión
“Aún prescindiendo de la sincera y genuina sabiduría…, que en vuestra opinión no se halla en la Iglesia Católica, muchas otras razones me mantienen en su seno: el consentimiento de los pueblos y de las gentes; la autoridad, erigida con milagros, nutrida con la esperanza, aumentada con la caridad, confirmada por la antigüedad; la sucesión de los obispos desde la sede misma del apóstol Pedro, a quien el Señor encomendó, después de la resurrección, apacentar sus ovejas, hasta el episcopado de hoy; y en fin, el apelativo mismo de Católica, que son sin razón sólo la Iglesia ha alcanzado….Estos vínculos del nombre cristiano – tantos, tan grandes y dulcísimos- mantienen al creyente en el seno de la Iglesia católica, a pesar de que la verdad, a causa de la torpeza de nuestra mente e indignidad de nuestra vida, aún no se muestra”.
“Si la sucesión de obispos es tomada en cuenta, cuanto más cierta y beneficiosa la Iglesia que nosotros reconocemos llega hasta Pedro mismo, aquel quien portó la figura de la Iglesia entera, el Señor le dijo: “Sobre esta roca edificaré mi Iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella!”. El sucesor de Pedro fue Linus, y sus sucesores en orden de sucesión ininterrumpida fueron estos: Clemente, Anacleto, Evaristo, Alejandro, Sixto, Telesforo, Higinio, Aniceto, Pío, Sotero, Eleuterio, Victor, Ceferino, Calixto, Urbano, Ponciano, Antero, Fabián, Cornelio, Licio, Esteban, Sixto, Dionisio, Felix, Eutiquiano, Cayo, Marcelino, Marcelo, Eusebio, Miltiades, Silvestre, Marcos, Julio, Liberio, Damaso, y Siricius, cuyo sucesor es el presente obispo Anastasio. En esta orden de sucesión, ningún obispo donatista es encontrado”. (Epístola 53,2)
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