Tienes razón cuando dices que el otro, el fariseo, CONFIABA en las obras de la Ley.
Ese era su problema.
Su problema, E.Land, no fue hacer las obras de la Ley, sino confiar en que eso bastaba para tener vida, para aparecer como justo ante Dios.
En otras palabras, el problema el fariseo fue poner su fe en sus propios méritos.
La virtud del publicano fue poner su fe en la misericordia (gracia) divina.
Así es.
El confundir el propósito por el que fue dada la Ley es lo que conduce a la fantasía de la auto-justificación, de la vanagloria en el cumplimiento de la Ley.
La Ley no fue dada para dar vida ni para justificar a nadie.
Muy bien. Ya sabemos qué es lo que la Ley NO puede hacer. Ya sabemos cuál es el propósito que la Ley NO tenía.
Ahora nos falta preguntarnos: ¿para qué entonces fue dada la Ley?
Obviamente, Dios no es un Dios caprichoso, ni un Dios sádico, que otorga la Ley solo para engañarnos: para hacernos creer que la podemos cumplirla al grado de quedar justos ante Dios y obtener la vida eterna.
Ese propósito REAL por el que fue dada la Ley es el que me gustaría, si estás de acuerdo, que exploráramos.
22 Mas la Escritura (la ley) lo encerró todo bajo pecado, para que la promesa que es por la fe en Jesucristo fuese dada a los creyentes.
23 Pero antes que viniese la fe,
estábamos confinados bajo la ley, encerrados para aquella fe que iba a ser revelada. 24 De manera que la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe. 25 Pero venida la fe, ya no estamos bajo ayo, 26 pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús; 27 porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos.
El propósito de Dios al crear al hombre era erradicar el pecado de toda su creación.
Cuando fue hallado pecado en el cielo, Dios en su infinita sabiduría creo un plan para erradicarlo, su plan consistió en crear al hombre y por medio de él mostrar a toda su creación las consecuencias del pecado y al mismo tiempo mostrar su amor (Dios es amor) a toda creación, además de mostrar todos sus atributos, el fruto del Espíritu y todo lo que Él es.
Y así poder unir todas las cosas en Él.
Prometió venir Él mismo a salvarnos en forma humana como el cordero que preparó antes de la fundación del mundo.
quitó el pecado del mundo y la historia la cuenta la palabra de Dios.
Pecado es la transgresión de la ley.
Pues Cristo quitó la trasgresión a la ley en el mundo.
El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.
Eso es exactamente lo que no entienden.
la ley fue añadida a la promesa por causa de las transgresiones (el pecado).
El que está en Cristo ya no puede transgredir la ley porque la simiente de Dios (el Espíritu) mora en él.
Todo aquel que ha nacido de Dios no practica el pecado porque la simiente de Dios permanece en él, y no puede seguir pecando porque ha nacido de Dios.
Porque Cristo quitó la transgresión a la ley. “quito el pecado” quitó la ley.
A lo mejor algunos no entienden como quitó el pecado:
10:8 Diciendo primero: Sacrificio y ofrenda y holocaustos y expiaciones por el pecado no quisiste, ni te agradaron (las cuales cosas se ofrecen según la ley),
10:9 y diciendo luego: He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad; quita lo primero, para establecer esto último.
Quitó el pacto antiguo (la ley) para establecer un nuevo pacto “Cristo”. Que fue puesto como un nuevo pacto.
Ahora lo que se vive en la carne se vive en la fe.
“cambio de ley debido al cambio de sacerdocio”.
y no estoy diciendo que abrogó la ley de Moisés, estoy diciendo que para las nuevas criaturas que viven bajo la guía del Espíritu, contra eso no hay ley.
pero hay algunos que no pueden creer que sea posible vivir sin la ley de Moisés. (pacto de obras para justificación)
la ley dice haz y vive, haz justifícate y vive por tu propio esfuerzo.
la gracia dice cree y vive. obra en la fe del Hijo de Dios y vive unido a Él.
yo no me explico como aquellos que viven guardando la ley cubren sus pecados. la ley exige la sangre de un animal para cubrir sus pecados. ¿en donde hacen sus expiaciones si no hay templo ni sacerdotes?
y aun así seguirían en la dinámica del pecado.
10:4 porque la sangre de los toros y de los machos cabríos no puede quitar los pecados.
les es necesario quitar el pecado de sus vidas. eso solo lo hace la sangre de Cristo. y Cristo no es sacerdote de la ley de Moisés. Él es sacerdote de otro orden es sacerdote de otra ley, "su ley".