¿Cuánto duraron los días de Génesis 1?
¿Qué pretendía Dios darnos a entender con las palabras que Él usó?
Por
Russell Grigg
¿Fueron los días de la Semana de la Creación de 24 horas de duración o fueron largos periodos de tiempo? Este artículo discute las palabras hebreas para “tiempo” que el autor de Génesis tenía disponibles y qué significado quiso expresar con la elección de las palabras específicas que él usó [1].
Significado de “yôm”
Cuando Moisés, bajo la inspiración de Dios, escribió el relato de la creación en Génesis 1, el usó la palabra hebrea
”yôm” para “día”. Combinó
“yôm” con números (“día primero”, “día segundo”, “día tercero”, etc.) y con las palabras “la tarde y la mañana”, y tuvo mucho cuidado en definir el significado de
“yôm” (usado de esta forma) la primera vez que lo usó, como un ciclo día/noche (Génesis 1:5). Después, a lo largo de la Biblia,
“yôm” usado de esta forma siempre se refiere a un día normal de 24 horas [2] [3]. Hay por tanto un caso
prima facie por el que, cuando Dios utilizó la palabra
“yôm” de esta forma, su intención fue expresar que los días de la creación eran de 24 horas de duración.
Ahora consideremos qué otras palabras habría podido utilizar Dios, si Él hubiese querido expresar un período de tiempo mucho más largo que 24 horas.
Algunas palabras hebreas para “tiempo”
Hay varias palabras hebreas que se refieren a un período de tiempo largo [4]. Éstas incluyen
“qedem”, que es el principal término de una sola palabra para “antiguo”;
“olam” significa “eterno” o “eternidad” y se traduce por “perpetuo”, “antiguo” o “para siempre”;
“dor” significa “una revolución de tiempo” o “una edad” y a veces se traduce por “generaciones” o “siglos”;
“tamid” significa “continuamente” o “para siempre”;
“ad” significa “tiempo ilimitado” o “para siempre”;
“orek” , cuando se usa con
“yôm”, se traduce por “prolongación de días”;
“shanah” significa “un año” o “una revolución de tiempo” (del cambio de estaciones);
“netsach” significa “para siempre”. Las palabras para una duración más corta incluyen
“eth” (un término general para tiempo); y
“moed”, que significa “estaciones” o “fiestas”. Consideremos cómo podrían haber sido utilizados algunos de estos términos.
1. Un suceso de hace tiempo
Si Dios hubiese querido decirnos que los sucesos de la creación comprendieron un largo periodo de tiempo en el pasado, había varias maneras en que podría haberlo expresado:
“yamim” (plural de
“yôm”) usado sólo o con “la tarde y la mañana”, habría significado “y fueron días de tarde y mañana”. Ésta habría sido la forma más simple de expresar muchos días y por tanto la posibilidad de una edad extensa.
“qedem” por sí sólo o con “días” habría significado “y fueron días antiguos”.
“olam” con “días” también habría significado “y fueron días antiguos”.
Así que si Dios hubiese tenido la intención de hablarnos de una creación antigua, había por lo menos tres construcciones que Él habría podido utilizar para decirnos esto.
Sin embargo, Dios eligió no usar ninguna de éstas.
2. Un suceso continuo de hace tiempo
Si Dios hubiese querido decirnos que la creación comenzó en el pasado pero que continuó en el futuro, en el sentido de que la creación tuvo lugar mediante alguna clase de evolución teísta, había varias maneras en que podría haberlo expresado:
“dor” usado sólo o con “días”, “días” y “noches”, o “la tarde y la mañana”, habría podido significar “y fueron siglos de días y de noches”. Ésta habría sido la mejor palabra para indicar los eones alegados por la evolución, si esto era lo que se quería expresar.
“olam” con la preposición
“le”, más “días” o “la tarde y la mañana” habría podido significar “perpetuo”; otra construcción
“le olam va-ed” significa “a la edad y en adelante” y se traduce “eternamente y para siempre” en Éxodo 15:18.
“tamid” con “días”, los “días” y “noches”, o “la tarde y la mañana”, habría podido significar “y fue la prolongación de días”.
“ad” usado sólo o con “olam” habría podido significar “y fue para siempre”.
“shanah” (“año”) se habría podido utilizar de forma figurada para “un largo tiempo”, especialmente en plural.
“yôm rab” significa literalmente “un largo día” (cp. “muchos días” en Josué 24:7). Esta construcción bien podría haber sido utilizada por Dios si hubiese querido que entendiéramos los “días” como largos períodos de tiempo.
Por tanto, si Dios hubiese querido hacernos creer que había usado un largo proceso creativo, había varias palabras que Él habría podido utilizar para decirnos esto.
Sin embargo, Dios eligió no usar ninguna de éstas.
3. Tiempo ambiguo
Si Dios hubiese querido decirnos que la creación tuvo lugar en el pasado, sin darnos ninguna indicación real de cuánto tiempo duró el proceso, había varias maneras en que podría haberlo expresado:
“yôm” combinado con la “luz” y “tinieblas”, habría significado “y fue un día de luz y tinieblas”. Esto sería ambiguo dado el uso simbólico de “luz” y de “tinieblas” en otros pasajes del Antiguo Testamento. Sin embargo,
“yôm” con la “la tarde y la mañana”, especialmente con un número que lo acompaña, nunca puede ser ambiguo.
“eth” (“tiempo”) combinado con “día” y “noche” como en Jeremías 33:20 y Zacarías 14:7 habría sido ambiguo. De igual modo,
“eth” combinado con “luz” y “tinieblas” (una construcción teórica). Si cualquiera de estas formas hubiera sido utilizada, la duración de los “días” de la creación habría estado abierta completamente al debate.
Sin embargo, Dios eligió no usar ninguna de éstas.
Intención del autor
Las consideraciones siguientes nos muestran qué quiso Dios darnos a entender:
1.- El significado de cualquier pasaje de la Biblia se debe decidir en términos de la intención del autor. En el caso del Génesis, la intención de su autor era claramente escribir un relato histórico. Esto se ve por la forma en la cuál el Señor Jesucristo y el Apóstol Pablo se refirieron al Génesis - es decir, lo citaron como siendo verdad, no un mito simbólico o una parábola [5] [6]. Evidentemente, no era la intención del autor expresar poesía alegórica, fantasía, o mito. Y por eso lo que Dios dijo, a través de Moisés, sobre la creación en Génesis no debe ser interpretado en estos términos.
Moisés, de hecho, utilizó algunas de las palabras relativas a “periodos largos” antes mencionadas (puestas en cursiva en los ejemplos a continuación, con las palabras hebreas de la raíz entre corchetes), aunque no en referencia a los “días” de la creación. Por ejemplo, en Génesis 1:14, él escribió,
“Haya lumbreras… para las estaciones [moed]”; en Génesis 6:3,
“no contenderá mi espíritu con el hombre para siempre [olam]”; en Génesis 9:12,
“por siglos perpetuos [olam dor]”; en Levítico 24:2,
“para hacer arder… continuamente [tamid]”; en Números 24:20,
“Mas al fin perecerá para siempre [ad]”; en Deuteronomio 30:20,
“porque él es vida para ti, y prolongación de tus días” [yôm orek]”; en Deuteronomio 32:7,
“Acuérdate de los tiempos antiguos [yôm olam]”; etcétera.
¿Por qué Dios no utilizó ninguna de estas palabras en referencia a los días de la creación, viendo que sí los utilizó para describir otras cosas? Fue claramente Su intención que los días de la creación deberían ser considerados como días normales originados por la rotación de la Tierra, y no fue Su intención que se supusieran marcos de tiempo más grandes.
James Barr, profesor de Hebreo en la Universidad de Oxford coincide en que las palabras usadas en Génesis 1 se refieren “a una serie de seis días que eran iguales a los días de 24 horas que ahora experimentamos”, y añade que él no conoce de ningún profesor de Hebreo en cualquiera de las principales universidades que diga otra cosa [7].
2.- Los niños no tienen ningún problema en entender el significado de Génesis. La única razón por la que se manejan otras ideas es porque la gente aplica conceptos de fuera de la Biblia, principalmente de fuentes evolucionistas/ateas, para interpretar la Biblia.
3.- La Biblia es el mensaje de Dios a la humanidad y como tal hace declaraciones autoritarias sobre la realidad. Si uno quita cualquier porción de la Biblia del ámbito de la realidad, Dios puede todavía estar comunicándonos la verdad, pero el lector nunca podría estar seguro de que él la entiende como el autor pretendió. Además, si la comunicación de Dios a nosotros está fuera de nuestro ámbito de la realidad, entonces no podemos saber si cualquier relato de la Biblia significa lo que dicen las palabras realmente o si significa algo enteramente diferente, más allá de nuestra comprensión. Por ejemplo, si aplicamos este criterio a los relatos de la resurrección de Jesús, quizás las palabras podrían significar que Jesús no se levantó de los muertos físicamente, sino de una manera más allá de nuestra comprensión. Cuando estos tipos de juegos de palabras se aplican a la Biblia, ésta pierde su autoridad, nosotros perdemos la perspectiva divina de la realidad, y el cristianismo pierde su poder capaz de cambiar las vidas [8].
4.- Si los “días” no eran realmente días ordinarios, entonces Dios podría ser objeto de acusación por haber confundido seriamente a Su pueblo durante miles de años. Los comentaristas entendían universalmente Génesis de una manera directa, hasta que se hicieron intentos de armonizar el relato con largas edades y la evolución.
Conclusión
En Génesis 1, Dios, a través de la “pluma” de Moisés, nos dice que los “días” de la creación fueran días literales relativos a la rotación de la Tierra. Para esto, él utilizó la palabra hebrea
“yôm”, combinada con un número y las palabras “la tarde y la mañana”. Si Dios hubiese querido decirnos que fue una creación antigua, entonces había varias formas apropiadas en que Él podría haber hecho esto. Si era su intención sugerir una evolución teísta, entonces había varias construcciones que Él podía haber usado. Si el factor tiempo hubiese pretendido ser ambiguo, entonces la lengua hebrea tenía formas de expresar esto. Sin embargo, Dios eligió no utilizar ninguna construcción que hubiera comunicado un significado diferente al de un día solar literal.
El único significado que es posible de las palabras hebreas usadas es que los “días” de la creación eran días de 24 horas. Dios no habría podido comunicar este significado de forma más clara que como lo hizo en Génesis 1. La confirmación divina de esto, si es que es necesaria alguna, está en Éxodo 20:9-11, donde la misma palabra “días” se repite a través del texto:
“Seis
días trabajarás, y harás toda tu obra; mas el séptimo
día es reposo para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas. Porque en seis
días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo
día; por tanto, Jehová bendijo el
día de reposo y lo santificó.”
Referencias y notas
1.- El autor tiene una deuda con James Stambaugh, “The Days of Creation: A Semantic Approach”,
Creation Ex Nihilo Technical Journal, 5(1):70–78, 1991, por mucho del material de este artículo, y al lingüista Dr. Charles Taylor de Gosford, NSW, Australia por su consejo y ayuda con respecto al hebreo. Cuando decimos “días de 24 horas de duración” indicamos simplemente que eran días ordinarios relativos a la rotación de la Tierra, no que fueran necesaria y precisamente de 24 horas exactas de duración (la velocidad de rotación de la Tierra está decelerando gradualmente).
2.- M. Saebo, en su “Theological Dictionary of the Old Testament” 6:22, dice que
“yôm” es: “la palabra fundamental para la división del tiempo según la fija alternancia natural del día y de la noche, en la cual se basan el resto de unidades del tiempo (así como el calendario).” Citado de Ref. 1, p. 72.
3.- Para otra discusión del significado de
“yôm”, véase de Charles Taylor: “The first 100 words”, The Good Book Co, Gosford, NSW, Australia, 1996, p. 21.
4.- Las palabras del hebreo, su trascripción, y las referencias bíblicas están extraídas de “Young's Analytical Concordance to the Bible”.
5.- Ver Marcos 10:6; 13:19, por ejemplo.
6.- Ver Romanos 5:12; 1 Corintios 15:21-22, 45; 2 Corintios 4:6; 1 Timoteo 2:13-14.
7.- Fuente: carta del profesor James Barr a David C.C. Watson, fechada el 23 de Abril de 1984. Nótese que el profesor Barr no dice que él crea el Génesis como históricamente cierto; él sólo dice lo que, en la opinión unánime de los profesores de idioma hebreo principales del mundo (incluyéndose él mismo), las palabras hebreas usadas querían significar.
8.- Adaptado de Ref. 1, p. 76.
Traducido por Sísifo de:
How long were the days of Genesis 1?